lunes, 23 de marzo de 2015

29-1-02               

     ¿Lo de siempre? El Clonista se resiste al pesimismo de la redundancia, pero es inevitable pensar que el famoso “sesgo” con que se exhibe el tapiz mugriento de la realidad acumula una opacidad y unos tintes sombríos  que hacen emigrar de cualquier corazón la esperanza y la confianza en la especie humana. ¿Por qué la guerra, los atentados, las estafas, la violencia, los robos, las agresiones, la burla sempiterna del poder y tantas otras manifestaciones de la inventiva humana constituyen los territorios más importantes del mapa de la realidad? La vida de cada día es ya un cúmulo tal de repeticiones que resulta casi heroico sobrevivir a la rutina que nos define. Llegar al diario y recorrerlo es, pues, encontrar un espejo que nos devuelve la máscara agria del cuadrúpedo de la noria. El Clonista advierte, alarmado, que se le está desarrollando una perceptible psicología de pescador. Cada día se asoma al círculo abierto sobre el hielo y lanza su anzuelo para ver qué captura. Hoy, dos noticias del suplemento de medicina. “La insuficiencia cardíaca se ha duplicado en 15 años” y “los pacientes con colesterol elevado ven peor los colores”. ¿No es la segunda un versículo desgajado de un ciclópeo poema surrealista? Por lo demás, aún colea el congreso de vendedores de obviedades, la empresa de derribos estatales que gobierna para los suyos y algunas otras flatulencias nacionalistas, amén -y viene al pelo- de la chulería del estado religioso dentro del estado. Igual que el mundo puede ser visto sub especie parque temático, es lógico deducir que un periódico también admita la comparación. ¿Y qué se nos ofrece? Dicho queda ut supra. El Clonista se levanta y se va a la ficción novelística, ese terreno de la realidad escondido y cuyo descubrimiento, dentro de poco, será una de las grandes aventuras de los homo videns del inmediato futuro.

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