lunes, 1 de junio de 2015


1-4-02

     En la frontera del día de hoy con el de mañana, Clonista se sienta, tras un día dedicado a la amistad, ágape y mona incluidos, y abre las páginas de su más allá cotidiano donde le aguardan, a buen recaudo, continuaciones nada sorprendentes de historias tan repetidas como la propia humanidad. Arafat convertido en un nuevo Allende -salvando todas las distancias habidas y por haber- espera quién sabe si su ejecución o su aprisionamiento; en todo caso, siempre saldrá de donde está convertido en héroe o en mártir, es decir, un motivo más para que jóvenes palestinos sigan inmolándose y al tiempo asesinando a cuantos más enemigos mejor, sobre todo civiles como ellos, que no militares, siempre tan defendidos y precavidos. ¿Cómo no se previó que una Intifada pétrea daría el salto cualitativo a la Intifada explosiva? Clonista no quiere comenzar a formular preguntas absurdas o ingenuas, porque en el actual estado de cosas, tan radicalizadas las partes -obra satánica de Sharon-, ¿qué sentido tienen las preguntas cuando ni de hecho lo tienen ya las respuestas? La España vasquizada continúa con su exhibición impúdica: el ombligo de la realidad peninsular es, y baila la danza del vientre día sí y al otro también, hipnotizando a una parroquia que haría bien en exigir el derecho a voto en aquella comunidad que es la suya, por uso y abuso, por derecho de réplica y por el sufrimiento acumulado. Poca realidad es la de este nuevo mes que se inaugura festivo y dramático en Tenerife, donde una tromba de agua ha acabado con la vida de cinco personas. En estos casos, claro, no hay imagen que pueda captar, como en la fotografía del choque de trenes, la dimensión de la tragedia, de ahí la columna semiescondida. Al Papa, que va prendidito por alfileres, quizás le operen de una rodilla. ¿De verdad necesita el Papa esa operación? ¿No necesitará, antes bien, que lo dejen morir en paz, en esa paz que parecen negarle mientras el colegio cardenalicio hace sus primarias secretas? En noticia más escueta y escondida aún se comunica la apertura de ¡siete salas! de cine en versión original justo al lado de la casa de Clonista. REALIDAD con esas mayúsculas es un suceso así, que a la vuelta de la esquina tengan Clonista y su señora, cinéfilos de pro, 7 salas Renoir, cuya programación es tan exquisita como su respeto al cine, aunque un gran paso adelante sería la prohibición de consumir las apestosas, colesterólicas y crujientes palomitas de maíz. La gran biografía de Hernán Cortés, un gran señor de la guerra, queda más a trasmano, desde luego. A estas alturas de la Liga de fútbol, aflora la emoción por saber quiénes entran en la gloria de la Copa de Europa y quienes se pierden en el pozo de la Segunda División. Clonista reconoce que gran parte de la realidad viene determinada por los acontecimientos deportivos, sobre todo un lunes como el presente, pero, a pesar de sus inclinaciones deportivas, el espectáculo de los acontecimientos deportivos rara vez le transmite la emoción que suelen sentir quienes, sin embargo, no mueven jamás el cuerpo, si no es para dar unos botecitos cardiopáticos de celebración. En fin, quizás haya, a partir de ahora, que seguirles el rastro a esos "eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa" anchísima de la realidad. Pues eso.

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