miércoles, 10 de junio de 2015

10-4-02

     Un catarrazo primaveral, efusivo y achistante como la pujanza de los vegetales, amén de una retransmisión en horario infame de una revancha Madrid-Bayern de la Copa de Europa, dejan a Clonista imposibilitado de cumplir con el débito conyugal de sus bodas con el disparate de su clónica inverosímil. Tuvo tiempo, eso sí, de hojear la realidad prensada para darse cuenta de que la reducción del ámbito de la información al nivel más próximo al ciudadano en modo alguno garantiza el mayor interés de éste, antes bien, el resultado es el de una realidad casi despreciada, por insignificante y excesivamente cercana. Extraña paradoja, pues: lo lejano, por inaccesible y ajeno, nos parece una ficción ajena al curso de reducido radio de nuestras vidas; lo cercano, acaso por demasiado parecido a nosotros, nos repele. Lo que no hay es un justo medio entre ambas posiciones. Al goppierno le ha quitado Garzón el caso BBVA, y le han comenzado los temblores. ¿Habrá indiscreciones de quienes deserten del papel de paniaguados más que generosamente retribuidos?  En foto archivable, Aznar recibe a quien se autocalificó de líder carismático: Obiang. Dios los cría... ¿O no se hartó Aznar de reconocer su carisma tras el atentado que sufrió, aunque confundiéndolo con la baraka franquista, que era a lo que él probablemente se quería referir?  El pulpista-editorialista mesiánico carga hoy contra las lesbianas sordas por su convencimiento de que la sordera es un regalo de los dioses, al igual que antaño se considerara que otro tanto ocurría con la epilepsia. El argumento final, eso sí, no tiene desperdicio y debería figurar en lugar de honor de cualquier tratado retórico sobre la argumentación: "Si es un derecho programar hijos discapacitados, ¿por qué no hijos con sida, para que compartan esa condición con sus progenitores?" Mañana, a buen seguro, no se incluirá crónica sobre la justa penitencia que se deberá haber autoimpuesto el argüidor de marras. Bien hubiera hecho en emplear su menguado ingenio en alguna causa como el de la violencia contra las mujeres que, por concitar el rechazo unánime y público de todos, se ve desvalida de defensores que insistan en la indefensión real de las futuras víctimas a quienes las reiteradas denuncias de lo que se les viene encima, de lo que se las va a llevar por delante, les son desoídas. No es el caso del último asesinato conocido, pues el agresor estaba siendo vigilado. ¿Qué vigilancia era esa -cabe preguntarse- que no ha impedido una muerte anunciada? Clonista lamenta que su particular contención le impida hacer algún que otro chascarrillo a propósito de la actualidad, género ya copado por las televisiones, pero la noticia de que los lobos han traspasado el Duero y se extienden hacia el sur de la península admite una lectura política impecable, ¿o no? A propósito de la realidad propagandeada, es notorio observar cómo las famosas oleadas del EGM (Estudio General de Medios) ocupan un lugar destacadísimo en la información y en la publicidad simultáneamente, de modo que se borran los límites entre noticia y propaganda con una facilidad pasmosa. Clonista cree recordar que en una campaña de publicidad de la SER, empresa del mismo grupo al que pertenece El País, se decía algo así como "si algo pasa, está en la SER". Más tarde, en una segunda fase estratégica, la caída de la preposición, dejó el mensaje en el omnipotente, "si algo pasa, está la SER". Y quizás no les falte razón a los publicistas, pero Clonista entiende, ingenuamente, lo admite, que debería ser el Estado el garante de la democracia, aun a pesar de que el goppierno actual, sólo lo conciba como una herramienta al servicio de los intereses de quienes lo tutelan. A Clonista, amante de la anécdota pequeña, las etimologías y el vigor creativo de la lengua, le sorprende hoy una noticia tan discreta como amable: por la reforma del casco antiguo de Les Corts acaba enterándose del origen de la expresión "se armó la de can Deu", alusiva al tragín infernal de los carros que llevaban los toneles del anís Carabanchel -propiedad de la familia Deu- hacia el puerto de Barcelona para exportarlo a Sudamérica. El día acaba, o mejor dicho, la realidad del día de ayer, con esa astuta campaña publicitaria del grupo de presión NORML, es leer, "normal", para la legalización de la marihuana, lo que demuestra que la realidad es una provincia tranquila de la publicidad, casi como internet, otro oasis.

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