21-4-02
Clonista se había juramentado para no
interferir en su clónica con noticias oídas, vistas o leídas en otros medios de
comunicación a las masas, pero los resultados de la primera vuelta de las
elecciones presidenciales en Francia, vistos fugazmente en la televisión tras
una película intrascendente, le ha producido tal impacto que resulta difícil
hurtarse a la necesidad de fijarlo aquí y ahora, en vez de mañana, que es
“cuando toca”. A la segunda ronda han pasado Chirac y Le Pen. Ayer, es decir,
hace hora y media, dejó escrito Clonista lo que le parecía un síntoma de
futuros desgarros; en las realidades de hoy se confirma la premonición. Y en
“la Francia” de los grandes ideales y la pulcra retórica de las palabras
grandeurilocuentes sobre la libertad, la tierra de asilo, la igualdad y la
fraternidad, los votantes han dejado en las urnas un reguero de cagajones
antidemocráticos que obligará a muchos jospinianos a taparse las narices y
votar con entusiasmo a Chirac, alias el baluarte, haciendo abstracción de sus
sustracciones al erario público. Al igual que ocurre en el campo de la
enseñanza, donde ya se vive como un polvorín ultraaccesible la situación
imposible de las desigualdades intelectuales, económicas, religiosas y étnicas,
qué duda cabe que las izquierdas españolas utilizan un lenguaje para hablar de
la futura España multiétnica, multireligiosa y multicultural que irá cavando un
foso insalvable entre su retórica y buena parte de sus votantes. Y si no,
hágase una encuesta ilustrativa: ¿cuántos cargos políticos izquierdistas llevan
a sus hijos a la escuela pública? Pues eso: frutos de su ESO. Tanguy. ¿Qué hacemos con el niño? Ha
sido vista en Francia, dice la publicidad, por más de cinco millones de
personas, todas ellas, supone Clonista, padres inmersos en el mismo drama de
los protagonistas de la película: cómo deshacerse de un huésped tan gorrón como
consanguíneo. Clonista no pretendía hacer asociaciones malintencionadas, ni
encadenar realidades cuya contigüidad genere significados previstos. Pero la
vaciedad de realidad que se produce en la prensa de los domingos, le lleva a Clonista
a destacar el anuncio de una película cuyo interés quizá sea escaso o nulo, a
pesar de su carácter de manifiesto paternomaterno contra la esclavitud. Cierto
que hay supuestas realidades como los cruces de declaraciones, las habituales
solemnizaciones de lo obvio -que decía el ya extinto Paco Fernández Ordóñez del
actual caudillito- tan propias del ppresidente de goppierno y ex futuro
político en nómina; minimanifestaciones de abertzales bandéricos y vandálicos,
y una buena rociada de vinagre en la herida abierta que los socialistas siguen
castigando: la rebaja de impuestos a los ricos, exclusivamente a ellos, pero
tal como las ve Clonista es evidente que todas ellas son realidades de “cupo”,
ración del día escasamente razonable.
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