lunes, 27 de julio de 2015

27-5-02

     Clonista fue injusto ayer, que no perezoso, al dejar fuera de la síntesis bierciana el hallazgo lingüístico parlamentario que describe cómo el presidente Ben Alí - Ben à vie, para la oposición- ha sorteado la prohibición de no permanecer más de tres mandatos en la presidencia del país para eternizarse en el poder, al tiempo que para adjudicarse una inmunidad penal vitalicia. Corren tiempos de hombres providenciales, fuertes, autoritarios, expeditivos, absolutistas -de mayoría, se entiende-, dispuestos a aplicar la famosa mano dura, férrea, implacable y, eso creen algunos, hasta justiciera. Uribe en Colombia, a cuyo padre asesinó la guerrilla, quiere poner al país en pie de guerra contra la guerrilla, todo el país un ejército, y lucha sin cuartel. Al socaire de su venganza, los paramilitares parafascistas, ¿acabarán convirtiéndose en su guardia pretoriana? Lo cierto es que, como Fortuyn en Holanda, redivivo Cid político, Uribe ha salido por libre, hijo de la larga tradición caudillista suramericana. Ya se verá en qué para, él y la libertad. De toda la realidad prensada con cierta resignada monotonía, porque los actores de la misma tampoco dan para más, Clonista vuelve a quedarse con otro hallazgo lingüístico, esta vez alemán: popularmente se habla del teuro -maridaje entre teuer, caro, y la moneda- para indicar lo cara que se ha puesto la vida con ella. ¿Hay algo con mayor proporción de realidad que las palabras? Por más que a Clonista le cueste adentrarse en espacios en sombra como el día de hoy, cualquier palabra será siempre una fuente de consuelo. 

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