4-6-02
Aun dada por sentada, la realidad
tiende a veces a desaparecer; se resiste
a ser contemplada, o escrutada. Acusa pudor y se sumerge en una espesa sombra
bajo la que se hurta a la inquisición de cualquiera, y de Clonista en
particular, en su particular y desmesurada ambición. La realidad también se
siente acosada, y hace bien en huir, en poner silencio y vacío por medio. O
quizás todo ese hastío esté en los ojos de Clonista y su mirada se vele al
recorrer un reguero de repeticiones tan previsibles como su propio hábito de
forzarse a decir algo acerca de esa realidad prensada a la que se enfrenta, usualmente,
a horas intempestivas, o robadas, como la de hoy, al borde del día siguiente.
Que aún se le saque jugo prensado a la ubre de la madre iglesia vasca confirma
la sequía de lo relevante. Lo extraño es que la agresión sufrida por una
concejala, a cargo de su hijo y de otro militante de B, no haya aparecido como
pie de ese enzarzamiento entre borregos y pastores. Fuera de lugar, por cierto,
porque es coger vela en entierro ajeno, ha de considerarse la petición de
cordura hecha por Zapatero. Debería delegar en Bono para asuntos exteriores
vaticanos. Más propio es que El País sirva de portavoz a quien se le cierran
cualesquiera otros medios prensados, Nevenka Fernández. Sus acusaciones
convierten el acoso en un caso de El Caso y retratan al alcalde como el chulo
putero del coso donde se hacen las faenas de las que luego se ufana entre
quienes los jalean. Que Ana Botella, eximia antóloga de cuentos infantiles, le
haya echado flores indirectas al ponferradino tras la faena -como se le echaban
bragas al de Ubrique- dice bien a las claras que para ella los hombres han de
ser sobre todo hombres. Y punto en boca. Eso parece querer decir Le Pen desde
la fotografía a quienes lo acusan de haber torturado a militantes del FLN
argelino. Cuando Clonista repasa las
parcelas de la realidad, con los ojos fatigados de quien bebe el trago insípido de la rutina, ¿qué ha de privilegiar? ¿El concilio de Unió y su
derechización? ¿El hundimiento de un bloque de vecinos en Hospitalet? ¿La
aparición de escorpiones africanos -¿también inmigrantes ilegales?- en Premià?
¿La protección arbitral a Brasil para que no se descarríe? ¿Una nueva embestida
publicitaria a favor de Maragall, para contrarrestar la vida mediática del
señor sobrante? Un futuro de nuevas correcciones escolares es capaz de parecer
incluso atractivo, a la vista de la revista. En esos folios apilados hay al
menos una buena colección de disparates que sin duda provocarán más de una
sonrisa y hasta alguna sonora carcajada. Gunter Grass decía que cada vez encontraba
menos motivos para reírse. La realidad prensada no los da, o lo hace con
cuentagotas. Y la falta de humor es uno de los rasgos que hacen menos llevadera
una clónica como la presente.
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