19-7-02
Aún con el
desfase a cuestas, esta vez por el viaje a Millau para recoger al primogénito, Clonista
aborda el día de ayer, es decir, hoy, con ese gesto cansino de quien advierte la
goma elástica con que se estiran algunas realidades prensadas para cubrir el
espacio de los días. Encuestas por aquí y por allá, por Usamérica y por las
Vascongadas, por Génova y, en general, hasta para respirar, y no digamos para
beber. Schröder tiene dificultades políticas, y lo extraño es que no las
hubiera tenido antes, un político de talante tan mamporrero. Los palestinos, oh
novedad de novedades, están en la miseria, y se refleja y comenta el asunto
casi como si hubieran caído en ella como quien tropieza en un socavón municipal
y se parte el peroné. Para que el viaje retro del caudillito se siga
consumando, hasta se ha desarticulado una vez más a los GRAPO. Nada, que de
aquí a dos días se vuelve al gris en el uniforme policial. Europa arremete contra
España para que sus tropas se vayan de Perejil, y Francia, que no pierde comba
de su marchitada grandeur de saldo,
insiste individualmente para que su mensaje de amistad y cooperación llegue
nítido y eficaz. Se fue Ferrari, después de haber batido récords de velocidad
servil en TVE, y llega otro lacayo, un correveidiles a los telespectadores que
nada ha cambiado sino a peor, esto es, a botafumeiro perpetuo: planteamiento,
No-Do y desenlace de la única historia posible. Et sic de caetaris.
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