28-7-02
A deshoras
y en el ordenador portátil, Clonista se lanza a la doble aventura de recuperar
un domingo insustancial y hacerse al nuevo aparato que le acompañará durante
las inminentes vacaciones de agosto, si a las múltiples y variadas obligaciones
de agosto se les pueden llamar vacaciones. Clonista no vaca, ciertamente, y aun
se quejará de falta de tiempo para cumplir con todas sus obligaciones, las
placenteras y las ingratas. Hoy, domingo, ayer en realidad, de nuevo la
tragedia se encaramó a lo más destacado de la primera página de la realidad
prensada: una catástrofe aérea que se llevó por delante 78 personas que
contemplaban una exhibición aérea en Ucrania. Los pilotos, que escogieron,
tuvieron tiempo de saltar en paracaídas. Tras la aprobación por parte del goppierno
del proyecto de ley sobre educación secundaria, los socialistas llaman a
rebato, pero queda por ver con qué propuesta lo hace, más allá de la protesta,
que al fin y al cabo la LOGSE fue hija suya y es la que ha conducido a esta
suerte de callejón sin salida que ha servido de justificación al PP para ir a
la de los suyos, esto es, al negocio de las privadas. De hecho, la principal
queja socialista es que no se adjunte al proyecto de ley la memoria económica
que permita aplicarla cuando se apruebe, aun existiendo. Es tan escandaloso el
desequilibrio entre las ayudas a la pública y a la privada, que el goppierno
espera mejores tiempos, más discretos, silenciosos, ¡otro Perejil!, para que
salgan al dominio público, a pesar de obrar ya en él, según información
prensada de anteayer. El reportaje sobre Argentina insiste en recordar aquella
película basada en la novela de Oswaldo Soriano que debería reestrenarse con
honores de revelación y reverencia de documento fidelísimo. Otro reportaje
dominical, pero no de la revista, sino del diario, alerta de las mafias
operantes en España: delincuencia organizada de altos vuelos
chapuceros y apariencia inverosímil. La realidad veraniega es hábil para
declaraciones pintorescas que suelen revelar bastante de los sostenedores de
las mismas. Pujol, por ejemplo, se
manifiesta en contra de la retransmisión de los debates parlamentarios.
Quizás consciente de sus eternos problemas de imagen, y de los aún más serios
de su salmonete –porque hablar de delfín suena a insulto que los delfines en
modo alguno merecen, aunque, bien mirado, tampoco los salmonetes, ¡tan
sabrosos!-, el MH ha decidido que la luz y los taquígrafos famosos deben ser
cosa de la prehistoria y que no va con el nacionalismo bien entendido, que ha
de ser cosa de petit comité, de familia bien o malavenida, pero de familia. B,
antigua HB, está viendo que el victimismo real de quienes disienten del
totalitarismo nacionalista da resultado mediático y enseguida se ha aprestado a
robar el banderín de enganche. Ahora, concejales de Hernani acusan a la
alcaldesa Ana Urchueguía, apaleada por correligionarios de esos fascistas, de
“ponerlos en el punto de mira”. Niños y asesinos es una combinación
escalofriante, no hay duda. Las televisiones
autonómicas andan con números rojos sempiternos, pero cae dentro de lo
aceptable política y socialmente, mientras el pueblo reciba sus dosis de
bazofia teledirigida. Los accidentes en la construcción continúan ascendiendo.
La avaricia humana lleva a que un aumento de sueldo evite reclamaciones en caso
de accidente. Cegados por los beneficios ridículos del destajo, los jóvenes
aceptan cualesquiera condiciones de trabajo. La información relativa a los
sueldos de 1800 euros para personas sin cualificaciónn profesional de ningún
tipo lo dice todo. Mal anuncio ha hecho el PSC de controlar al céntimo de euro
las cuentas del gociuerno de Pujol i MasDuran para que en esta carrera
frenética de despilfarro publicitario hasta las próximas elecciones no les
vayan a dejar una Generalidad tan endeudada que su única gestión posible sea la
devolución de la deuda. Que el calor devalúa, degenera, la realidad no hay más
que observarlo en el despliegue publicitario, autopublicitario de la empresa
paisana para anunciar un agosto prensado casi al modo de la Tele 5 de sus más
lúgubres épocas lazarovianas: “Reportajes, espectáculos y mucho humor en
agosto”. Para echarse a temblar. Más provechosa es la entrevista de largo
aliento hecha a Marcel Gauchet en el suplemento, de la que se destaca, con fundamento, la siguiente afirmación
incontestable: “La televisión vacía la democracia. De aquella imaginación al
poder que reclamaban los jóvenes en el 68 hemos pasado a la imagen al poder
actual, tan castradora”. En un rasgo de sinceridad que le honra, José Bono, de
tan buena pasta apostólica él, reconoce que la política acaba entonteciendo, y
aunque el reconocimiento esté entresacado de un contexto superficial y festivo,
las bobas entrevistas de Karmentxu Marín para el ¡adiós! dominguero de la
contraportada, debe ser una convicción profunda. No en vano lo dice quien lleva
casi veinte años gobernando y treinta y dos militando. Clonista espera
encontrarse mañana con una realidad menos reportajeada y más centrada en sí
misma, si bien es consciente de que en agosto hasta la realidad, a la que
puede, se escapa de sí misma. Clonista no, Clonista sigue al pie del cañón de
la realidad prensada artificial con la esperanza estúpida y la ilusión ciega de seguir esquiando por
sus pistas celulósicas con el mismo escepticismo que el primer día, ¡tan lejano
ya, ay!, del inicio de su singular aventura.
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