7-7-02
He aquí de nuevo
a Clonista presto a orientarse en el bosque de lo real prensado e identificar
algunos claros desde los que observar el desfile de las piezas capturables, que
no burdos trofeos sin sentido. Tan amigos de las conjuras y las conspiraciones,
ahí tienen los usamericanos a su científico loco y despechado sembrando ántrax
por doquier: todo un espécimen de cuidado, el nota Hatfill, un fascista de los
que los usamericanos creen que no abundan por aquellos lares. Según Probst,
cuando hay crisis en Usamérica, el país gira a la izquierda, y cuando esos
tiempos de crisis se dan en Europa, el continente gira hacia los
totalitarismos. ¡Qué extendida está la internacional de las sandeces! Clonista
pide disculpas por su juicio intempestivo,
máxime cuando la señora Barbara le cae de lo más simpático, pero a veces
cuesta retener la digitación y las teclas se disparan solas y hablan por
nosotros. Como habrán hablado -mal de dos...- por Vargas Llosa al titular su
artículo Queremos ser pobres, es
decir, el madrepatrio ¡Vivan las caenas!
¿Tendrá respuesta antiglobalizadora su artículo? La visión idílica de las
multinacionales samaritanas, ¿a quién convence sino a quien se le vence el
bolsillo por el peso de sus cuantiosos ingresos? Clonista ignora si habrá respuesta y le
encantaría que la realidad le desmintiera su augurio de que no habrá tal. Hoy
es día de espadas en alto, pues se aproxima la gran corrida en el ruedo
ibérico, y los diestros y los siniestros sueñan con verónicas carmesíes,
muletazos de alhelí y estocadas de perfil. Los domingos, bien se sabe, es día
de lectura matutina de periódicos, y tampoco conviene indigestarle el desayuno
a nadie, que para eso están los laborables. Lo sorprendente, con todo, es el
espacio publicitario que se le dedica a Jorg Haider y su titular franquista del
haga como yo, no se meta en política: “no estoy en la derecha ni en la
izquierda, estoy al frente.” Clonista inició su aventura pasado el horror del
11-S, y oyó y reoyó que el siglo que se inauguraba vería la tercera guerra
mundial: la del terrorismo. Y por esos pasos se sigue caminando, a juzgar por
el asesinato del vicepresidente afgano, a poco de haber sido nombrado. Sin
embargo, el SIDA sigue causando él solito más muertes que cualesquiera guerras
o catástrofes naturales se den en el planeta. Para hablar de esa auténtica
realidad hiriente y buscar soluciones que ningún gobierno de país rico querrá
aplicar se reúnen en Barcelona miles de personas bienintencionadas, casi hasta
quince mil, al parecer. Otra división:
Europa partida en dos agriculturas: norte y sur. El tal Fishler es especialista
en armarla cada vez que propone reformas. Por estos lares andan revueltos los
lagares y ¡cómo no! la palabra tótem es ayudas, más ayudas y siempre ayudas.
¿En quién ha leído Clonista la frase de Azaña, “cuando desaparece el Estado,
reaparece la tribu”? En España se va consiguiendo el éxito sociológico de que
Estado y Tribu convivan, aunque en escasa armonía, todo sea dicho de paso. Y Clonista
ya no da más de sí.
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