23-8-02
Flojucha
debe de andar la realidad cuando las fotografías de primera plana pertenecen a
la Revista de Agosto y a la sección
deportiva, por más que, a menudo, el mercado imponga esa selección, como ha
observado Clonista en varias ocasiones. Hoy, a finales de agosto, con la
primera tormenta de verano que se lleva por delante el último día de playa de
la abuela, quien regresa al infierno de los manzaniles, Clonista ha de volver
la vista atrás sin ira para recoger la incierta realidad prensada de un día
poco propicio a las noticias. Retalidad, podría llamarse a la realidad de
retales que tiene Clonista entre las manos. Que el ministerio fiscal apoye la
lucha sin cuartel de GarZón contra B, ¿puede ser noticia? Si acaso lo
contrario. Que la cara dura política del goppierno por los nuevos regalos a las
eléctricas haya suscitado protestas generalizadas, ¿puede ser noticia? Si acaso
lo contrario. Ha de viajarse al interior del día sin chicha ni limoná para
hallar algunas realidades prensadas dignas de tal nombre, como la muerte de una
huelguista de hambre en Turquía, Melek Birsen, perteneciente al partido de
extrema izquierda Frente Revolucionario de Liberación del Pueblo. A dicho
partido se le acusa de haber tomado esa iniciativa que ya ha acabado con 54 de
sus militantes y seguidores. La protesta tiene como pretexto el cambio de las
condiciones de reclusión, pues de las
celdas con capacidad para decenas de personas se ha pasado a otras para solo
tres personas, lo que evita los motines con toma de rehenes, parece ser. Los
aguerridos militantes fueron apoyados, en principio, por más de mil presos,
pero la firmeza gubernamental ha conseguido que se quedaran solos. Clonista
desconoce la realidad turca, pero no cree que noticias así contribuyan a
mejorar su proceso de integración en
Europa, y menos aún el trato infame deparado a los kurdos. La descripción del
tipo de huelga incluye una errata, así lo cree Clonista, que resulta más
verdadera que la forma normativa de la palabra. Los huelguistas toman solo
sustancias líquidas, azúcar, sal y algunos complejos vitanímicos. ¿No es hermoso que el error tenga esa capacidad de
enseñar? Por lo demás, no deja de ser paradójica esa ingestión de ánimo vital
para caminar hacia la muerte. Lo que sí constituye una noticia de primera
magnitud es la decisión del movimiento pacifista israelí, Goush Shalom, de
demandar judicialmente al jefe de las Fuerzas Armadas israelíes, acusándolo del
bombardeo de Gaza contra un objetivo civil, con el resultado de 17 muertos,
nueve niños entre ellos, y un líder de Hamás. El general en cuestión, Dan
Haloutz, ha pedido, a su vez, que se procese a los pacifistas “por traición.”
La justicia israelí ya ha dado alguna muestra de tibia independencia frente al
gobierno asesino de Sharon, pero Clonista duda mucho de que la demanda de los
pacifistas pueda prosperar. ¡Ojalá!, que ya es en sí una declaración de
solidaridad con las víctimas. ¿Cómo han esperado tanto, no obstante, esos
pacifistas para hacer oír su voz? Es muy probable que ellos hayan tenido esa
posición beligerante contra la guerra genocida desde un buen principio y que
sólo el hecho de emprender una acción penal llamativa, pero quizás con escasas
posibilidades de medro, haya sido lo único que los ha convertido en reales, al
ser recogidos en el bazar del gran mercado de la realidad prensada. Que en Cuba
las autoridades hayan decidido adaptar su producción de azúcar a las leyes del
mercado es apenas un primer paso hacia la desaparición del régimen totalitario
castrista –y castrador, aunque, por otro lado, hayan convertido la isla en un
inmenso y turístico burdel la mar de rentable–, si bien la muerte del dictador
acabará acelerando el proceso de descomposición, al modo franquista. Clonista
comprueba que sus Alqobayas también lo son para el editorialista, como no podía
ser de otro modo. Mayor Oreja es entrevistado con total generosidad espacial y
de sus declaraciones, impecables en lo que a separar la lucha contra ETA de la
oposición al PNV y adláteres se refiere, Clonista deduce una lucha política de
envergadura: ¿es posible celebrar unas elecciones auténticamente democráticas
en las vascongadas? Dado el acoso asesino que sufren los concejales del PP y
del PSE, que tanto condiciona la elaboración de listas municipales, ¿serían
verdaderamente libres dichas elecciones, ya próximas? El PNV, con su teoría
política arzalluziana del “estos chicos”, ha dejado que la realidad vascongada
se pudriera, al no impedir, por ejemplo, la violencia cotidiana de la lucha
callejera, taller de aprendices de ETA. Desde esa perspectiva, se hagan las
matizaciones que se hagan, siempre queda el hecho incontrovertible de que en
las vascongadas no existe la democracia plena, y que es prioritario
restablecerla. A vuelta de página, un representante del PNV, Íñigo Urkullu
Rentería -¿acaso “orgullo” en castellano, quizás un orgullo ignaciano?- titula su ataque a la ilegalización de B La gran mentira. Y así ad líbitum y ad náuseam. Por los terrenos de Izquierda Unida siguen pasando
vientos de desunión, por las divergencias entre los unidistas vascongados y los
del resto de España, un nadar entre dos aguas que quizás sólo les lleve a ser
arrastrados por la riada electoral inminente. Ya se verá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario