lunes, 26 de octubre de 2015

24-8-02

     Las lluvias de finales de agosto son el heraldo del adiós nunca definitivo. Después de la tormenta de verano, estrictamente meteorológica, Clonista, aún uncido al ritmo de los amaneceres prensados y tardíos, si bien ya, a estas alturas de mes, con la voluntad de volver a la normalidad horaria para evitar el dramático choque del regreso a las rutinas barcelonesas, se dispone a despachar, con faena de aliño, la clónica de un sábado con tanta anodinería como de costumbre, purito retal. Tanto, que la caída del turismo es la realidad estrella. Que haya bajado un 20% el número de alemanes que turistea en España adquiere tintes dramáticos para un sector insaciable que, como todos los negociantes de este país, siempre está dispuesto a compartir sus pérdidas con el Estado, pero nunca las ganancias. ¡Han destrozado tanto España los empresarios del turismo! Clonista no ignora que el turismo de masas tiene efectos muy perniciosos para el medio ambiente y para la estética, sobre todo, y que son la contrapartida de una costumbre antaño sólo practicada por las clases acomodadas, pero la saturación implica necesariamente  invención, imaginación, como el desarrollo del turismo rural y el turismo cultural, por ejemplo. Sin embargo, aún se sigue soñando con la gallina de los huevos de oro, a pesar de que ha dado el salto gallináceo al norte de África y a Turquía. El subtítulo de la realidad es elocuente: a pesar del descenso de visitantes, los hoteles subieron de media un 2’4%. Al lado de la crisis hotelera, los nervios crispados de B, cuyos dirigentes piden a sus bases, comBativas por definición, que actúen con contundencia, esto es, que tundan a quienes se les crucen por el camino, para irse acostumbrado a su nuevo nombre de guerra, SA. El resto de los normales, sin embargo, a pesar de que ya es suficientemente explícito el nuevo nombre, lo leerá al revés: nazionalsocialistas. En Argentina, la guerra entre el Tribunal Supremo y la Administración continúa. Una sentencia que obliga a restituir salarios recortados a los funcionarios desde el 2000 pone al gobierno de Duhalde en una situación imposible. A Clonista no le extraña que se afanen los peronistas, como Chávez en Venezuela, por eliminar la incómoda división de poderes. A su manera, el caudillito lo logró aquí sin aspavientos ni sensacionalismos, casi por mera convicción ultraderechista del propio Supremo cuando éste cerró el paso a la devolución de los sueldos congelados de los funcionarios así que los populares nominales se hicieron con la caja del Estado. En Usamérica, sin embargo, no es noticia de relieve que el Tribunal de Control del Espionaje Exterior haya probado que tanto el FBI como el Departamento ¡de Justicia! vulneran los principios constitucionales. Lleva mucho tiempo conseguir que la justicia, siempre tan tarda, y más cuando la ha secuestrado el poder político o el militar, se acabe imponiendo. Los herederos de Carmelo Soria lo verán con sus propios ojos. Tras haber sido asesinado en 1976, el gobierno de Chile ha aceptado reabrir la investigación sobre lo ocurrido e indemnizar a los herederos. Un muerto más por el que no será juzgado el demiente Pinochet. Los criterios por los que se juzga la verosimilitud cinematográfica o literaria son tan estrechos como el famoso ojo de la aguja bíblico, si no más. García Márquez lo dejó bien claro cuando dijo que si él hubiera narrado la agonía y muerte de Franco en una novela, nadie lo hubiera creído y le hubieran reprochado el exceso de imaginación, comprensiblemente vengativa, además. Desde esa perspectiva, el que la presencia de Mafiosconi en Rímini, para mitinear a los miembros de Comunión y Liberación –versión italiana del Opus Dei balagueriano- , fuese saludada al grito de “¡Berlusconi, danos la luz!”, petición surrealista que se repitió para despedirle, indicaría a todas luces –bastantes más de las infinitas que les faltan a los sombríos comulgantes- que la corresponsal Lola Galán habría sufrido una insolación de ferragosto romano, por ejemplo. Que la realidad es una construcción verbal está fuera de toda duda, de ahí que el dominio no tanto del verbo cuanto de sus plataformas de lanzamiento sea uno de los primeros objetivos políticos. La reflexión viene a cuento de las declaraciones de Ben Ami sobre la imposibilidad de la paz hasta que no se retiren los asentamientos de colonos en territorio palestino. ¡El descrédito de la realidad tiene tanto que ver con la palabrería, la trivialidad y la obviedad! Charlatán es un insulto, al fin y al cabo. Pero, ¿qué ejercicio de charlatanería no es el que Trillo diga que “Rabat está en su derecho de mover sus barcos”? Como banalización irresponsable es encabezar el apresamiento de una patera diciendo que “faltaron dos pasajeros y 50 centímetros de manga para que antenoche (duro arcaisicmo…) se igualara la marca de la patera más grande del Estrecho.” Sólo le ha faltado añadir, como semanas atrás, el número de goppiernos del caudillito que cabían en ella. El físico Federico García Moliner, premio Príncipe de Asturias en 1992, constata una obviedad desastrosa para el país: el desencuentro con la ciencia es generalizado. Cabría añadir que ese desencuentro se extiende también a las bellas artes, por ejemplo, e incluso a la política, y que las personas solo parecen encontrarse con lo peor de la televisión y con los deportes. La realidad prensada, fiel a su público al que tanto quiere y al que tanto debe, falsa la afirmación del físico y lleva a la primera plana, no las declaraciones del científico, sino el desencuentro del físico –que destrozan los comentaristas deportivos- jugador brasileño Ronaldo con el Real Madrid. Clonista cree recordar que alguna carta al Director se quejaba de la importancia concedida a ese asunto. No le faltaba razón. Aunque los mosqueteros Figo, Raúl, Zidane y Ronaldo convertirían al Madrid en un equipo de ficción, sin duda.

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