24-8-02
Las
lluvias de finales de agosto son el heraldo del adiós nunca definitivo. Después
de la tormenta de verano, estrictamente meteorológica, Clonista, aún uncido al
ritmo de los amaneceres prensados y tardíos, si bien ya, a estas alturas de
mes, con la voluntad de volver a la normalidad horaria para evitar el dramático
choque del regreso a las rutinas barcelonesas, se dispone a despachar, con
faena de aliño, la clónica de un sábado con tanta anodinería como de costumbre,
purito retal. Tanto, que la caída del turismo es la realidad estrella. Que haya
bajado un 20% el número de alemanes que turistea en España adquiere tintes
dramáticos para un sector insaciable que, como todos los negociantes de este
país, siempre está dispuesto a compartir sus pérdidas con el Estado, pero nunca
las ganancias. ¡Han destrozado tanto España los empresarios del turismo! Clonista
no ignora que el turismo de masas tiene efectos muy perniciosos para el medio
ambiente y para la estética, sobre todo, y que son la contrapartida de una
costumbre antaño sólo practicada por las clases acomodadas, pero la saturación
implica necesariamente invención,
imaginación, como el desarrollo del turismo rural y el turismo cultural, por
ejemplo. Sin embargo, aún se sigue soñando con la gallina de los huevos de oro,
a pesar de que ha dado el salto gallináceo al norte de África y a Turquía. El
subtítulo de la realidad es elocuente: a pesar del descenso de visitantes, los
hoteles subieron de media un 2’4%. Al lado de la crisis hotelera, los nervios
crispados de B, cuyos dirigentes piden a sus bases, comBativas por definición,
que actúen con contundencia, esto es, que tundan a quienes se les crucen por el
camino, para irse acostumbrado a su nuevo nombre de guerra, SA. El resto de los
normales, sin embargo, a pesar de que ya es suficientemente explícito el nuevo
nombre, lo leerá al revés: nazionalsocialistas. En Argentina, la guerra entre
el Tribunal Supremo y la Administración continúa. Una sentencia que obliga a
restituir salarios recortados a los funcionarios desde el 2000 pone al gobierno
de Duhalde en una situación imposible. A Clonista no le extraña que se afanen
los peronistas, como Chávez en Venezuela, por eliminar la incómoda división de
poderes. A su manera, el caudillito lo logró aquí sin aspavientos ni
sensacionalismos, casi por mera convicción ultraderechista del propio Supremo
cuando éste cerró el paso a la devolución de los sueldos congelados de los
funcionarios así que los populares nominales se hicieron con la caja del Estado.
En Usamérica, sin embargo, no es noticia de relieve que el Tribunal de Control
del Espionaje Exterior haya probado que tanto el FBI como el Departamento ¡de
Justicia! vulneran los principios constitucionales. Lleva mucho tiempo
conseguir que la justicia, siempre tan tarda, y más cuando la ha secuestrado el
poder político o el militar, se acabe imponiendo. Los herederos de Carmelo
Soria lo verán con sus propios ojos. Tras haber sido asesinado en 1976, el
gobierno de Chile ha aceptado reabrir la investigación sobre lo ocurrido e
indemnizar a los herederos. Un muerto más por el que no será juzgado el demiente Pinochet. Los criterios por los
que se juzga la verosimilitud cinematográfica o literaria son tan estrechos
como el famoso ojo de la aguja bíblico, si no más. García Márquez lo dejó bien
claro cuando dijo que si él hubiera narrado la agonía y muerte de Franco en una
novela, nadie lo hubiera creído y le hubieran reprochado el exceso de
imaginación, comprensiblemente vengativa, además. Desde esa perspectiva, el que
la presencia de Mafiosconi en Rímini, para mitinear a los miembros de Comunión
y Liberación –versión italiana del Opus Dei balagueriano- , fuese saludada al
grito de “¡Berlusconi, danos la luz!”, petición surrealista que se repitió para
despedirle, indicaría a todas luces –bastantes más de las infinitas que les
faltan a los sombríos comulgantes- que la corresponsal Lola Galán habría
sufrido una insolación de ferragosto romano, por ejemplo. Que la realidad es
una construcción verbal está fuera de toda duda, de ahí que el dominio no tanto
del verbo cuanto de sus plataformas de lanzamiento sea uno de los primeros
objetivos políticos. La reflexión viene a cuento de las declaraciones de Ben
Ami sobre la imposibilidad de la paz hasta que no se retiren los asentamientos
de colonos en territorio palestino. ¡El descrédito de la realidad tiene tanto
que ver con la palabrería, la trivialidad y la obviedad! Charlatán es un
insulto, al fin y al cabo. Pero, ¿qué ejercicio de charlatanería no es el que
Trillo diga que “Rabat está en su derecho de mover sus barcos”? Como
banalización irresponsable es encabezar el apresamiento de una patera diciendo
que “faltaron dos pasajeros y 50 centímetros de manga para que antenoche (duro
arcaisicmo…) se igualara la marca de
la patera más grande del Estrecho.” Sólo le ha faltado añadir, como semanas
atrás, el número de goppiernos del caudillito que cabían en ella. El físico
Federico García Moliner, premio Príncipe de Asturias en 1992, constata una
obviedad desastrosa para el país: el desencuentro con la ciencia es
generalizado. Cabría añadir que ese desencuentro se extiende también a las
bellas artes, por ejemplo, e incluso a la política, y que las personas solo
parecen encontrarse con lo peor de la televisión y con los deportes. La
realidad prensada, fiel a su público al que tanto quiere y al que tanto debe,
falsa la afirmación del físico y lleva a la primera plana, no las declaraciones
del científico, sino el desencuentro del físico –que destrozan los
comentaristas deportivos- jugador brasileño Ronaldo con el Real Madrid. Clonista
cree recordar que alguna carta al Director se quejaba de la importancia
concedida a ese asunto. No le faltaba razón. Aunque los mosqueteros Figo, Raúl,
Zidane y Ronaldo convertirían al Madrid en un equipo de ficción, sin duda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario