domingo, 29 de noviembre de 2015

25-9-02

     La vilipendiada realidad minúscula, la que nos consume la existencia, le impidió a Clonista hojear siquiera la realidad prensada de ayer. Hoy, ración doble, pues. La primera taza a primera hora, después de una noche plácida y larga, porque el cuerpo le dijo basta y se le rebeló a las 22’30h y dijo que de allí no pasaba. Por vez primera, en muchos años, Clonista ha despachado ocho horas de sueño ininterrumpido. La prueba es que ahora, al mediodía aún caluroso de finales de setiembre, Clonista no se queda modorro. De nuevo los crímenes a traición –y perdónesele la redundancia- de ETA se llevan el privilegiado espacio de la portada. La ironía macabra del texto de la pancarta-bomba añade una nota de crueldad propia de los psicópatas. “Dale y mátalo ahí”, decía. Y en el instante en que quisieron arrancar la pancarta explosionaron la bomba trampa con un mando a distancia, a la macabra distancia. No podían soportar el fracaso y el ridículo de sus propios muertos inexpertos. Al otro lado de la barbarie se halla el consuelo de una voz sensata que, para satisfacción de Chomsky, arremete contra Bush con la legitimidad de quien fue apeado de la Presidencia de Usamérica mediante unas votaciones irregulares en el Estado presidido por el hermano del ganador. Las acusaciones de Al Gore ponen en ridículo a sus propios compañeros de partido, primero, que han cedido, llenos de ese temor reverencial y antidemocrático a las encuestas, la iniciativa al bushllanero solitario, y después, como es obvio, al propio sheriff violento y neofascista. No de otro modo puede entenderse un juicio tan claro, según el cual Bush ha decidido acabar con la noción de “legalidad internacional” para establecer un sistema “en el que no existe otra ley que la  voluntad del presidente de EE.UU”. Ha comenzado el baile de las informaciones veraces y amañadas sobre la capacidad militar de Irak. Que la fuente última de las informaciones sean los servicios secretos de los gobiernos dice bastante poco, la verdad. La fragilidad de los límites entre realidad y propaganda, a estas alturas de la Historia, está bastante estudiada. De hecho, Blair no ha logrado convencer ni a la totalidad de sus propios diputados en el Parlamento. Si podían llegar peores noticias desde Palestina, éstas son las referentes a los enfrentamientos entre las facciones de Al Fatah con vistas a la sucesión de Arafat, pues son a sangre y fuego, que los antiguos terroristas no se andan con chiquitas a la hora de resolver diferencias. ¡Cómo no va a ser lamentable que colaboren de ese modo con los israelíes! ¡A saber si no habrá habido palestinos que incluso hayan colaborado con las fuerzas de ocupación para deshacerse de miembros de facciones rivales! Que la realidad se complazca en retorcerse de ese modo es algo que supera la capacidad analítica y la bondad de cualquiera, sea o no clonista. ¡Menudo porvenir les esperaría a los vecinos marroquíes, que huyen a cientos en pateras desafiantes, si los islamistas llegaran al poder e hicieran realidad su programa: “el camino para moralizar esta sociedad es la sharia [...] En resumen, hay que adecuar la realidad a los principios del Estado islámico”! Pues ahí es nada. Tal y como ese fundador, A.Benkiran, ve la realidad, muy probablemente las personas que habitan en ella no sean para él  sino meros objetos con los que puede hacer o deshacer lo que a él le parezca conveniente. A Clonista le producen escalofríos personajes así, herederos todos ellos de aquel profético Jomeini al que la izquierda incluso saludó como revolucionario tras el derrocamiento del impresentable Sha. Ahí está, como muestra, esa belicosidad musulmana contra los hindúes, 30 asesinatos en un templo, cerca de la frontera con Pakistán, a quien se acusa de proteger a los fanáticos islámicos. Quien va franqueando las últimas puertas que le quedaban antes de alcanzar el poder es Lula, a quien ya se le han rendido numerosos empresarios que ven en su honradez una novedad que puede tener un poder social transformador que acabe beneficiándolos. Que así sea. Cualquier país se merece una administración honrada y sin gescarteras ni sobres ni comisiones ni amenazas. Amenazas son las que parece que van tomando el relevo de la paciencia de Palacio con Marruecos. Ahora, después de prodigar los gestos de amistad y deferencia, las tremendas palabras de Palacio, “poner/colocar –la fuente no se decanta- a Marruecos en su sitio”, desvelan el talante autoritario que el caudillito imprime a su equipo de goppierno. No creía Clonista que el encarcelamiento de la asesina de la joven a la que le robaron el hijo admitiera duda o fuera noticia, pero la ampliación de la historia, con un embarazado fingido por medio y un acercamiento paulatino a la víctima para atraerla a la confianza que resultó ser mortal, revela una novela de inspiración chabroliana, que ha sobrecogido a Clonista. Se equivocó, o le equivocaron, cuando intuyó que el robo de la criatura uniría a la pareja “en trámites de separación”, pues ésta ya se había producido y la asesina salía con un amigo del excompañero de la asesinada, a través del cual pudo acceder a la joven madre abandonada. La voracidad del PP para copar cargos con fieles servidores llega al extremo de aplicar a los currículos el mismo maquillaje que aplica a los presupuestos generales del estado o a la información, tipo huelga general versisón cabanillesca –Clonista respeta de nuevo la errata de tecleo, pues al fin y al cabo no hizo otra cosa que sisar manifestantes hasta dejar escuálida la huelga general-. Se trata de la abogada Retuerto, a la que se quiere ppromocionar para el Tribunal Europeo de Derechos Humanos maquillando el currículo y convirtiéndola en magistrada del Tribunal Supremo español. Se ve que el ingeniero Roldán ha creado escuela, sobre todo en la derecha, ¡afortunadamente! Los fraudulentos negocios con los muertos han llevado a políticos del PP ante los tribunales. Para su alcalde no cabe exigirles la dimisión, a pesar de que les piden 9 millones de euros de fianza. La presunción de inocencia tiene, en el PP, unos límites tales que habrá que reiventar el concepto de elasticidad, desde luego. El acoso psicológico tiene ya sentencia firme que obliga a pagar a una empleada acosada catorce mil euros. La empleada, por cierto, se negó a participar en la colecta para hacerle un regalo al hijo del director de la empresa, una empresa de presa, a juzgar por el calvario a que fue sometida la trabajadora hasta que se vio forzada a pedir una baja por depresión. No llega la democracia a la vida de las empresas pequeñas, pero al menos llega la justicia, aunque en casos aislados aún. ¡Como para no secundar la postura del fiscal que mantiene los cargos contra el iman  de Fuengirola que justificó los malos tratos contra las mujeres! Hoy va de maquillaje el día. Las fraudestadísticas indican que el 20% de los estudiantes de Barcelona terminan la ESO sin ninguna titulación. La reacción política no está muy lejos de la modelación de la realidad que proponía el islamista marroquí: “no se puede aceptar el fracaso de unas personas tan jóvenes.” Y si no se puede, no se podrá. A ver qué sentido tienen, si no, las recomendaciones que recibe el clonista, como profesional del desasnamiento, de que hay que aprobar más. Una exposición sobre Erasmo siempre es una realidad grata. ¿Cómo no sentir simpatía por alguien tan crítico con el poder  y que se sentía “ciudadano del mundo entero”? Coincide esa noticia con la audición que está haciendo Clonista de un CD de Bunbury, a quien solo conocía de nombre por una pintada que lleva leyendo desde hace ocho años en su circuito de fondista fondón: “Bunbury, hijoputa.” Así de desconcertante. Hoy Clonista le escucha y oye, en una canción, “el nacionalismo qué miedo me da”. Ata cabos. Y Cierra clónica. Luego viene Nacho Campillo, a quien ya conoce de su época con TamTam Go.

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