domingo, 1 de noviembre de 2015

29-8-02  
La gallina de los huevos de oro es el oscuro asunto de la ilegalización de B, y va a poner la tira. No habrá día que no haya una u otra realidad relacionada  con B y su desaparición en la primera plana. Hoy, además, ha merecido los honores de la misma un apagón televisivo de tres horas en Madrid. ¡Tres horas sin televisión! Debieron vivirse momentos de pánico y desesperación, sin duda. ¿Aparecieron aquellos cartelitos de la niñez de Clonista,  quien pertenece a la primera generación televidente del país, con su inalterable petición de disculpas y el ruego de que se permaneciera atento a la pantalla? Lo anecdótico no puede apagar, sin embargo, la realidad sustancial del día, que pasa por el enfrentamiento entre B y el PNV por actuar éste como instrumento de la legalidad vigente. En un rifirrafe que presagia, quizás, la desaparición de la tregua que mantenía ETA respecto del PNV, los peneuveros acusan a los bes de ponerle “alfombra roja” a la labor desalojadora de la Policía Nacional y la Guardia Civil, y resistirse a mordisco batiente ante la ertzaintza “para desprestigiarla.” ¿No será que intuían los bes la gustosa, precisa y justificada contundencia con que serían desalojados por los policías y los civiles si se les hubieran resistido? Aunque algunos policías vascos arreaban con ganas, ciertamente, como señala Peridis con inequívoco placer en su tira. Y es que hay poco cristiano de la otra mejilla en este país, y el primero de ellos Setién.  Poner la otra cara, sin embargo, la de la “emancipación nacional”, para recoger votos de B, sí que lo ha sabido hacer el inefable Egibar, desde luego. Lo sustancial del día, con todo, es el análisis jurídico que hace Pérez Royo de la actuación de GarZón. De hacerle caso, asistiremos, andando los lentos y perezosos tiempos judiciales, a una nueva pifia del jueZ estrella. Royo es convincente y desapasionado, al tiempo que es sabido el desprecio que siente hacia los totalitarismos, el de ETA el primero. A Clonista, atento siempre a la letra pequeña, no le pasa inadvertido el titular desmadrado que el culto a la personalidad de los veloces paisanos de pro –es decir, de prisa devotos- ha puesto sin rubor alguno en el plumín del plumífero: “Manuel Rivas ilumina la vida de A Coruña desde el faro de la Torre de Hércules.”  ¡Ahí es nada el poder demiúrgico del cuentista! En cuanto a lo de A Coruña, sobre lo que no recuerda Clonista haber leído ningún dardo de Lázaro Carreter, ¿pues qué decir que incluso los de La Coruña no hayan dicho ya, hartos de soportar tamaña estupidez toponímica en castellano? De la amplísima realidad, extramuros de B, Clonista observa un curioso “barómetro”, el de la corrupción mundial. ¿Cómo se identifica ese cáncer de la democracia? El índice “se basa en diversos sondeos de opinión entre empresarios y analistas internacionales sobre los niveles de corrupción a escala internacional.” No parece un criterio muy sólido, sin duda, pero tampoco es muy difícil intuir que las conclusiones no andan muy lejos de la realidad. De lleno en ella está, sin embargo, la polémica sobre la obligación o no de los periodistas de colaborar con la justicia. Una periodista de la BBC, sin embargo, se ha atrevido a declarar contra Milosevic en La Haya. ¡Lo que está costando algo que parecía tan evidente, como probar las responsabilidades asesinas de quien se defiende como gato panza arriba! Hoy aparece un comentario a la noticia ¿de ayer?, ¿de anteayer? Clonista sufre lo suyo con esta desorientación temporal. Bien, el caso es que la mujer de Joaquín Almunia protesta, vía carta al director, por la fotografía que publicaron de ellos en la playa, cuando se cruzaron, como suelen cada día, con el matrimonio Zapatero. La señora Mila Candela -¿acaso Milagros?- ve en la selección de la fotografía un caso de amarillismo periodístico, por la frivolidad subyacente, o subliminal, que se decía antes y que ya parece haber dejado de decirse. Posiblemente. Que un pícaro se haya aprovechado del prestigio ético de las ONG para fundar una que le servía de tapadera para introducir droga en España, no es algo muy distinto del negociete ideado por un alcalde del PP que vendía carnés de conducir a quienes no dominaban el castellano y no podían aprobar la teórica. El alcalde tiene autoescuelas, claro. La cumbre sobre el Desarrollo Sostenido centra hoy sus esfuerzos en convencer a los ricos del planeta de la necesidad urgente de ayuda para los 2400 millones de personas que no tienen acceso al agua potable en condiciones satisfactorias mínimas. El revés sombrío de esa ausencia de agua potable es la prohibición de expender bebidas gaseosas y azucaradas en los Institutos de Enseñanza Media de Usamérica, para evitar la obesidad que se está convirtiendo en una pandemia en aquel país. Finalmente, quebrada Opening, a los alumnos se les quebrará el presupuesto pagando unos créditos que los listillos de la banca comparan con los de quienes lo piden para un coche y les roban el coche. O sea, que esto es la ley del sálvese quien pueda. Estos banqueros... Hechas las reclamaciones oportunas, quienes primero han de cobrar serán los proveedores, las deudas de mayor cuantía, y después los alumnos. Es decir, como siempre, la ley de perogrullo: a mayor riqueza mayor poder.

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