11-10-02
¡Pero qué
español es este forcejeo de barra de bar entre el goppierno y el gopnvierno,
pero qué español! Más al unísono han desfilado, o se han presenciado –pues la
experiencia de manifestaciones así es que es imposible dar ni un paso- un
millón de personas contra Hugo Chávez, más uno de peso, el jefe del Estado
Mayor de las Fuerzas armadas. Las editoriales reciben la noticia del Premio
Nobel de Literatura como el gordo de su particular sorteo de Navidad. La
Academia Sueca se complace, por otro lado, en rescatar a olvidados de la
caprichosa y arbitraria Fortuna. En cierto modo, funcionan con criterios,
¡afortunadamente!, reñidos con los de las grandes empresas. Imre Kertész,
húngaro, superviviente del holocausto nazi, afirma que el premio les
corresponde a todas las víctimas de los totalitarismos. Que no calle. El factor
extraliterario quizás ensombrezca su obra. Primero hay que leerlo, confiando en
que el traductor esté a su supuesta altura artística, ¿o no es el arte lo que
se premia? Mañas y presiones son las que se debe de haber dado y hecho Bush
para arrancar al Congreso un apoyo a su política belicista. Aun así, ha habido
una oposición bastante nutrida. ¡Ojalá la hubiera para defender el proceso de
paz en Palestina y contener la invasión genocida israelí! Los atentados
suicidas, parte del diálogo mortal entre unos y otros asesinos, aportan su
barbarie para que no cese el tiovivo del horror fundamentalista. Las víctimas
de los totalitarismos están muy cerca de nosotros, en nuestros días. El horror
descrito por Amnistía Internacional en su informe sobre los manicomios en
Bulgaria retrotrae a Clonista a la Edad Media, a juzgar por las condiciones
miserabilísimas en que fallecen, porque no pueden sobrevivir, los alienados
búlgaros. Esas denuncias, más las imágenes auschwitzchianas que las acompañan,
recuerdan las de los orfanatos chinos o rumanos, auténticos lazaretos
medievales también. Pero son una “causa” y su realidad depende de quienes la
abracen y se dejen la piel para, primero, darla a conocer y, segundo, intentar
cambiarla. ¿Entra esa variante inhumana en los criterios macroeconómicos que
considera la UE para admitir a Bulgaria y Rumanía en el segundo turno de la
ampliación? El PSC ha contactado con los ciudadanos, en un esfuerzo que es de
agradecer, y ha conseguido que el Parlament, de forma unánime, apoye la propuesta
de que el Gobierno estatal cree un registro unificado de seguros de vida.
¿Comentó Clonista que esas empresas vampíricas no están obligadas legalmente a
comunicar a los beneficiarios de un seguro que lo son? ¡Ay, cuánta canallería
fúngica crece sobre el euroterreno! Por esas jugadas cuya finalidad última sólo
el tiempo desvela, el robo de información privilegiada al doble consejero
áulico, del caudillito y de Alierta, el dócil mandamás de Telefonica, Pedro
Arriola, se ha convertido en un perotenigma que no tardará en irse desvelando.
Disimulado, como quien pide permiso para acceder al gran teatro prensado del
mundo, uno de esos estudios que con mayor frecuencia de la deseada se cuelan en
la realidad prensada, y que hace no mucho fueron en ella misma ridiculizados,
alerta de que “el ruido limita el aprendizaje y la memoria de los niños.” La legalización de la prostitución en Holanda
no ha conseguido erradicar la explotación sexual,
lo cual demuestra que ha de caer del lado de los consumidores, con su renuncia
a las bicocas sórdidas, la ¿cómo habría de decirse, “ordenación del sector”?
Pues eso. Clonista observa una imagen de la futura Carmen fílmica de Aranda,
encarnada por Paz Vega –a quien no ve en el papel-, y se queda de piedra ante
el cartón ídem del modelito de guardarropía estilo Peris Hnos que luce la
actriz, ¿premonición de lo que puede acabar siendo la película? Clonista está
más que orgulloso del decimoquinto sentido que se le ha afilado con la
experiencia para detectar, sin necesidad de pagar la entrada, los fiascos
cinematográficos. Fiascos a su gusto particular, obviamente. Mafiosconi, en
representación legítima de su poder, se dirige de tú a tú menos a Agnelli, para
ponerle condiciones a la hora de salvar a la Fiat. ¿Cómo se burlarán, con toda
legalidad, las disposiciones comunitarias que prohíben las ayudas estatales?
Leer que los sindicatos, los patronos y el goppierno estudian autorizar que los
mayores de 65 trabajen sin perder la pensión es el más cruel retrato que puede
hacerse del destino de las personas en esta sociedad esclavizadora: explotadas
hasta su último suspiro; o personas que no pueden darle otro sentido a su vida
que el de las ocho horas de trabajo. ¿Cultura, Ocio? Negocio, que es la
negación del ocio, como es evidente.
no sabia que lo que nos esta pasando a nosotros les esta pasando a ustedes
ResponderEliminarResulta desolador, con una perspectiva de 13 años vistos, el carácter cíclico de la realidad, una suerte de "eterno retorno" que nos pilla siempre desprevenidos. La circularidad de la experiencia es universal, sin duda.
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