28-9-02
Definitivamente,
nos vasconguizamos. Estamos asediados, acosados, maltratados y escarnecidos por
la sinrazón de quienes se empeñan en desrealizar, como toda contribución a la
resolución del único conflicto vascongado: la falta de libertades y la
inseguridad física de quienes no son nacionalistas. Ahora resulta que la
suprema aspiración peneuvista es convertirse en Puerto Rico. ¡Pues bonitos
estados unidos que ha ido a escoger, la verdad! En fin, la cosa cabalga hacia
el sainete con Josemari I, el Desmembrador al frente. Tras la ficción de la
evasión vascongada, asoman la oreja Ceuta y Melilla, se ve imposible el regreso
de Gibraltar, a juzgar por el sine die de Palacio, que es bastante más que ir
despacio, y lo de Cartagena anda gestándose. En Cataluña ya estevetarde para
divorcios, se aproximan otros tiempos aún bastante indefinidos, aunque
federados, eso sí. Además, el caudillito no para de alfombrarse ante Bush:
ahora lobbyea para conceder a Usamérica inmunidad ante la Corte Penal
Internacional. El jefe militar de Hamás se salvó por esas asociaciones de las
mentes felinas que intuyen el peligro con una velocidad que el más avanzado de
los ordenadores no podría nunca conseguir. Y ahora vendrá la venganza. Y
seguirá la represión, y volverá la venganza... Grossman lo resume bien, al
final de su análisis: “Han pasado dos años [desde que se declaró la segunda
Intifada] y no hay esperanza.” Como tampoco la hay para tantísimos inmigrantes
como van paterizando la península con sus esperanzas puestas en ser admitidos
como esclavos. El problema no puede ser considerado español, desde luego, sino
plenamente europeo, pues es la fortaleza europea lo que se quiere asaltar, y
habrá de ser el Parlamento europeo quien arbitre soluciones y medidas, además
de correr con la factura de tanto traslado, manutención, alojamiento y
repatriación. Mejor le va a la Iglesia católica, desde luego, y más con el
actual goppierno, aunque el anterior tampoco renunció a la práctica de pagar a
la Iglesia, con el dinero de todos, los sueldos de sus ministros y otras
menudencias líquidas a las que los ecónomos avispales le sacan un beneficio de
paraíso fiscal. Bonita resolución, la del Consejo de Europa, para luchar contra
los malos tratos: que las mujeres aprendan defensa personal... Hay cerebros y
cerebros, y en la política se acaba desarrollando lo que no sabe Clonista si se
convertirá en una mutación peligrosa para la especie... ¡Cómo es posible que no
sorprendan los modos caciquiles del cortijero Pujol! Bagà protestó y se quedó
sin la inversión prevista, por no calcular lo mucho que depende el desarrollo
del territorio del humor del amo, que no del amor, claro está. Martín Patino
regresa al cine con la película Octavia.
La recepción en el Festival de San Sebastián no ha sido entusiasta, como sí lo
ha sido la de Fernando León, pero Clonista tiene una deuda de amor
cinematográfico con Patino, cuya Nueve
cartas a Berta forma parte profundísima de la historia de su corazón. Hay
realidades prensadas que parecen haber sido arrancadas extramuros de la
realidad prensada y pegadas en ellas con el pegamento extraño del sudor, la
angustia y la frustración: “los salarios de los nuevos contratos son un 30%
inferiores a los de antiguos trabajadores.” Y a menos que irán, como van a
menos tantas cosas que jibarizan nuestra existencia.
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