20-1-02
¿Cómo
puede pasarse por alto, en ese batiburrillo de caras de la realidad, la
erupción del volcán Niragongo y la ocupación de la ciudad más próxima, Goma, en
África, por los ríos de lava? Las fotos hoy de las lenguas de lava ocupando las
calles sí que es un argumento contundente para la memoria arbitraria, o
caprichosa. Otros ríos, los de agua, en Cataluña, andan tan muertos y
contaminados por la industria que bien podría acusarse a la Generalitat de
complicidad en el asesinato ecológico, dada la complacencia con que contempla
esa catástrofe. Pero en cualquier gobierno, como en los partidos, la lucha por
mantenerse en el poder, a veces contra viento y marea, o bien por
reconquistarlo, absorbe todas las energías. Ahí está la sutil defenestración
del escudero de Mayor Oreja: apeado con puñalada trapera o daga florentina, va
en gustos, pero con indudable eficacia y contundencia, y quizás merecida.
Cuando se enfrentó a Rosa Díez, el partido perdió la oportunidad de elegir a su
madre coraje particular para salir del marasmo a que obliga una situación de
falta de libertades y de dura supervivencia política, con la inhibición del nacionalismo
gobergonzante. El Clonista se siente cansado. La realidad tiene a veces
desplantes que se clavan en lo más profundo del corazón, y en buena medida
tienen orígenes triviales, pero te hacen trizas. Un domingo de trabajo
rutinario para quienes después en nada valorarán lo realizado con tanta
dedicación. ¡Peste de docencia!