sábado, 27 de junio de 2015

27-4-02

     Por el asesinato a la fama. Tal puede rezar la realidad del día tras el escalofriante asesinato de 17 personas cometido por un joven estudiante de secundaria en Alemania. “Algún día quiero ser famoso”, lo que para el alumno en cuestión significaba que lo conocieran y que hablaran de él. Su confianza en la vida ultraterrena debía ser tan firme como la serenidad enajenada con que disparó contra sí mismo para culminar su obra infame. ¡Ah, la fama, cuántos crímenes se cometen en su nombre! Que haya ocurrido en un instituto de secundaria prueba, sólo en cierta medida, el fracaso de las buenas intenciones. En el ámbito de la cultura -si es que la educación pertenece a ese ámbito, que Clonista lo duda con conocimiento de causa-, bien poco deben haberle impresionado la mente, al asesino, los ejemplos de la abnegación, la voluntad, la austeridad, el sacrificio, la perseverancia, etc., que en la institución académica ha tenido que conocer. ¡Cuánta distancia, y cada vez más, hay entre la vida diaria y el saber académico! Quizás sea exagerado hablar de institución carcelaria, refiriéndonos a la escuela, aunque Illich lo sostenía, pero no lo es el hecho de que constituya un mundo aparte, una dimensión muy parecida a lo que es la realidad para cualquier lector de la prensa que exprime un universo tan ajeno a las preocupaciones del día tras día. Después de un fin de semana secuestrado por la tortura de las correcciones escolares, de buena mañana de lunes -autoironía sobre las cuatro horas de escaso sueño que contemplan a Clonista- abre éste la realidad prensada de hace dos días y es capaz de verla, tras el hiato en blanco del domingo -el castrador de la casa de Bernarda Alba corregida al por mayor-, con ojos de auténtica novedad. Bien poca cosa lo es, ciertamente, pero Clonista, que a pesar del cansancio está  tecleantemente locuaz, insiste en su buena disposición. Hay días, como el del próximo lunes, desde el que se escribe la realidad de hoy, en que esa realidad se ve diáfana, ajustada, armónica, jorgeguilleniana de las doce en el reloj: oscuros procesos cerebrales y secreciones miríficas contribuirán a ello, sin duda. Es sabido que la realidad construida desde los media se impone fácilmente a la construida individualmente por cada quisque, de ahí que todo aquello en lo que se insista desde aquéllos se convierta en la "primera preocupación de la ciudadanía -o espectadornía”-. Hace tiempo que no se oye el mugido ignaro de ninguna vaca loca; y ahora solo se oyen las suicidas quillas de las pateras corsarias llevando esclavos estafados desde el infierno hasta el subsuelo del paraíso. Hoy, además, y ya es curioso, con tan brillantes ánimos como los de aquella mañana de lunes, a Clonista apenas se le quedan en la mente sino las noticias empañadas de muerte o desamparo, como el de esos cinco hijos y su cachorro de pitbull, todos hambrientos y desatendidos. O el remedo cheguevariano de la muerte del líder checheno, manquedad incluida, y ya van dos en el curso del año. ¿Existe Chechenia? A Clonista le asalta la duda, antigua, de que le estén contando un cuento triste para atemorizarlo. No lo es el de la inseguridad de los agricultores, expuestos a todos los robos del mundo, en verano y en invierno. Suerte que la visión de Tanguy, una película de Etienne Chatiliez, anima en su intrascendencia de “cosas de ricos” la velada de Clonista y conjunta. ¡Qué película tan distinta, con el mismo tema, saldría si se bajaran algunos escalones en la pirámide social! A su modo, la realidad prensada exprime con morbosidad esa visión “naturalista” de lo real. En último término del amedrentador paisaje de lo real, lleno hoy de minucias metropolitanas, coincide Clonista con la extrañeza de Verdú sobre la unanimidad legionaria contra Le Pen, manifestación insigne del vacío ideológico que aqueja a las democracias-espectáculo. Como que ya no somos votantes, sino audiencia, aunque sólo nos llegue ruido, mucho ruido, y pocas nueces.

viernes, 26 de junio de 2015

26-4-02

     Después de haber reposado la información con que ha de levantar Clonista el espectáculo de la realidad, o de las realidades, sigue sin dejar de sorprenderle la capacidad evanescente de los números que lo componen. Por el contrario, tres coreografías de Bob Fosse en My sister Eileen se le graban al clonista en la memoria con la asombrosa facilidad alada del bailarín y coreógrafo. No se hace bailar a la realidad a nuestro gusto, ciertamente. Lo contrario, en todo caso. A Clonista no le extraña que el juego ocupe el mayor espacio de lo real, y que la alienación a través del espectáculo deportivo o de la cutrejet(a) enganche a quienes huyen como de la peste de una realidad individual que siempre se reviste con las hechuras de la condena. Sanguinetti quería que se leyera “mejor” el diario. Clonista, más modesto, se conformaría con que simplemente se leyera. Aún le dura a Clonista el pasmo por el olvido que se apodera de él así ha acabado de empujar a Millás a reunirse, por ósmosis, con la primera plana a través del filamento eléctrico de la mano. Vagamente recuerda que el todopoderoso GarZón ha decidido, dueño de tantos destinos y de parte de la agenda política del país, aliviar al PP y quitarle al PSOE una oportunidad de acoso. Quizás más adelante, cuando sus maquiavélicas cavilaciones lo estimen oportuno, sea el momento de premiar a otros y castigar a unos. ¿Ha de convertirse esta clónica en un desahogo? ¿Tiene derecho Clonista a transformar su obra en tribuna y tribunal? A menudo, el desinterés por lo real se vuelve tan intenso que Clonista acaba viendo la realidad como una noche oscura llena de caminos ciegos y de trampas de insensatos cazadores. Lo humano es sentirse desamparado y perdido, estremecido por lo obvio y escandalizado por la redundancia, de ahí que en noches como ésta, mire uno a los ojos de la realidad y sea capaz de decirle cuatro frescas bien dichas. ¿Cómo interesarse por el neocolonialismo energético de Usamérica en Marruecos, o por la verosimilitud de un monarca feudalizante? Por el cine sí, y especialmente por la prometedora Tanguy, de Chatiliez, quien tanto nos hiciera reír con la inolvidable La vida es un largo río tranquilo. Veremos. Han pasado cosas, se han dicho más, Solana tiene la foto que pretende restablecer cierta honorabilidad, pero poco de todo ello es capaz de aparecer ante los ojos de Clonista como una realidad “de tomo y lomo”; antes bien como de “tomar las de Villadiego”. Y eso hace.

miércoles, 24 de junio de 2015

25-4-02

     Como una herida incisocontusa en la monotonía de lo real vivido, una escapada al cine para ver Hable con ella en una sala donde estábamos, a las cuatro de la tarde de un jueves cualquiera, éste, tres personas, ha supuesto una reconciliación con Almodóvar, tras la sautierada de una infumable película oscarizada. Ahora sí: emoción y vida, contención externa y explosión interna. Antes de continuar la rutina de la verdadera realidad de cada día,  una visita al compromiso y la oportunidad, hoy, de levantar el edificio complejo de la clónica, siempre tan lleno de arquitrabes, ábsides, voladizos, galerías, frontones, bóvedas, contrafuertes..., al tiempo que corre la pluma imaginaria por el papel no menos imaginado. El hábito de los ahogados que no llegan a alcanzar la costa de su Eldorado, o el miserable estado de quienes sobreviven a la temeraria aventura incluso estando a punto de dar a luz, con la esperanza de que el hijo sea, en derecho, “natural” de ese Eldorado. A Argentina fueron a buscarlo muchos y ahora Eldorado no es sino el hedor de la carroña dejada por los esquilmadores globalizados, amén de los naturales del país, aún capaces de levantar la voz y decir hay que hacer o dejar de hacer esto o lo otro. Los saltos en el vacío son peligrosos, socialmente, y unos partidos políticos no se inventan de la noche a la mañana, aunque se debería. El PSOE denuncia lo que es evidente: el trato de favor de Argentaria a los Rato. ¿Para qué coño le sirve un gobierno a la derecha si no existiera el comercio de favores? Entre las oportunidades que le ofrecerá la vida, según el Ppresidente del goppierno, ¿hase de descartar alguna parecida a la de su yerno? Ppatrimonio es ppalabra de raíz pprivativa de la derechona autoritaria y chalanera, supone Clonista, abarrotado de ingenuidad. Trascendente para la buena marcha del país, y recortable estelar de la realidad del día es, ¡faltaría más!, el éxito del novato del año en las lides baloncestísticas usamericanas. Y, finalmente, tres breves: al Papa lo ponen serio y dicta la tolerancia cero ante los abusos sexuales de los sacerdotes y obispos católicos; ETA entrenó a la guerrilla colombiana en su especialidad: los coches bomba, y el montaje del Fórum 2004 continúa su andanza para pasar de las musas al papel, salvando los tropiezos que siempre encuentra para expresarse aquello que está mal concebido, según el aforismo clásico. El interior de la realidad prensada -sobrio blanco y negro sólo interrumpido por el color de la publicidad que paga y en parte manda- se abre como una caja de broma y salta un muñeco impulsado por el muelle hasta entonces contenido: “¡Abyecto judas!”, le grita al presidente de Uruguay. Después se lleva las manos al correaje, dilata los paréntesis cansados de los ojos, mira de izquierda a derecha, se queda en ésta, y se dirige un discurso privado de ocho horas revolucionarias. El zorro de la vigésimoprimera centuria anda escarmentado y se lamenta de la herida de su sumisión suplicante; su oposición le bushca las cosquillas: la patria purito felpudo de la bota samguinaria. Y ándale... Llegamos a la parada donde Le Pen continúa su excelente campaña: que solo se hable de él, como si encarnara el peor fantasma europeo. Le toma el relevo al silente Haider y democratiza a Mafiosconi. Sin pena ni gloria hasta ayer; hoy, estrella del resentimiento y adalid de la representación de los ingenuos ignorantes. Oportunidad de oro para que los gestores socialdemócratas del capital globalizado saquen pecho democrático y se esquilen la lengua, felpudo habitual de los poderosos, contra el pobre diablo elevado a gran Satán. Al pobre mister Pesc se le ha quedado cara de salmón en anzuelo en el río revuelto de los odios milenarios de oriente medio. Como el invitado inoportuno e importuno, de quien se esperaba que no aceptara la invitación, vaga Solana a solas con su intacto humanitarismo republicano sin objeto, lleno de la tristeza que produce la barbarie y el instinto. Su correligionario máximo, sin un pacto que echarse a la boca, anda pelín gladiolo mustio, aunque con algo más de firmeza, la propia del gato escaldado. La ministra castellana, atrincherada en el baluarte de su improvisada ley de supuesta calidad, propone la resurrección del cuerpo de catedráticos de instituto, como toda salida profesional para quienes las han tenido todas cegadas desde su ingreso en la docencia, lo cual ha contribuido lo suyo al deterioro del sistema. Si desde la primaria se puede acceder a los primeros años de secundaria; ¿por qué no debería poderse acceder desde la secundaria a los primeros cursos de universidad? Clonista no quiere reducir la realidad a su realidad, la que le roza profesionalmente, y deja ahí, apenas en el inicio, el que sería hermoso reguero de preguntas impertinentes. La realidad se camufla, o lo intenta. A veces hacerse una idea de lo real significa escarbar en la hojarasca noticiera y descubrir, en este o aquel rincón, síntomas e incluso síndromes. PSC bien podría significar Partit Social Cristià, bautismo de quien nace a la aspiración de relevar a Pujol en la Generalidad y busca el palio crepuscular de una institución caduca y autoritaria. No diplomacia, sino diplodocacia, pudiera decirse. Curiosamente, el suplemento cultural en catalán, que de tan apegado al terreno apenas levanta el vuelo sino con los artículos de Jordi Llovet, recoge hoy -realidad de realidades- una crítica hecha a la periodista e improvisada escritora mediática Pilar Rahola -antigua diputada disputada y reputada en territorios antifilípicos- que alegra la noche con un humor malicioso y necesario. En el mismo espacio férreamente monolingüístico, un reportaje evoca la figura de George Sanders, quien se suicidó en un hotel de Castelldefels. ¡Cómo olvidar su papel de crítico mordaz, cínico y despiadado en Eva al desnudo!  La realidad también es, en buena parte, recuerdo, y nada menos artificial que los recuerdos, tan sujetos a la recreación. A su modo, leer un diario, ver la realidad a través de él, es entrenarse para la confección de los propios recuerdos. 
24-4-02

     La noche de ayer acabó silenciosa, aquí en Barcelona. Afortunadamente para Clonista, que vive en pleno centro de la ciudad. En la adversidad no hay manifestaciones ruidosas, ni ciudosas, de una identidad cifrada en las piernas de once señores en calzón corto y camiseta -sólo uno de ellos catalán, por cierto- y en el albur de que una pelotita bese la red de una portería, la rival, por supuesto.  Pero no hubo, a partir de las ocho de la tarde otra realidad que la congregación nerviosa ante las pantallas de los televisores. Clonista cubrió su cupo de ella y estuvo medio atento a los lances del juego, mientras observaba en el diario la monótona selección de la realidad que le era administrada vía ocular. La experiencia lectora permite,  al menos, tener ojo para, en rápida diagonal, descartar determinados parajes tan frecuentados y trillados que poco o nada pueden aportar a la construcción individual de la realidad a que estamos forzados... algunos. Ayer quedó sugerido, entre lametazos de Morfeo, que la verosimilitud de lo real era una cuestión jugosa..., si se tiene apetito para entretenerse en el tentempié. En términos generales, lo dominante es lo inverosímil, y casi añadiría Clonista que la inverosimilitud permite la huida de lo real, o percibirla sin su carácter amenazador. No tanto que todo sea un sueño, una ficción, una fantasía, cuanto que la condición irreal de ese todo en el que estamos insertos constituya una a modo de justificación de nuestro desinterés por los avatares o el destino del mismo. Al final, la totalidad es una abstracción excesiva, y quizás de ahí proceda nuestra incapacidad  para deslindar, dentro de lo real, la información y la propaganda,  lo verdadero y lo falso, lo íntimo y lo éxtimo. Resaca de ayer es hoy la complacencia en todo lo relacionado con el libro: autores solicitados, listas de libros más vendidos, libros dedicados, entrega del premio Cervantes, etc. A Mutis le encargan un texto para promocionar la lectura, y a Clonista se le llagan en la mirada los tópicos arrojados a la mirada ciega de los no lectores que nunca leerán esos tópicos. Máximo lo expresó perfectamente ayer. No se puede acceder a la lectura por la vía de la propaganda. A los libros se acerca quien va buscando. Y nuestra sociedad tiende a darlo todo buscado: la bolsa y la vida. Enfrascado en los pomos de quintaesencias de los aforismos, a Clonista se le reveló un principio tan firme como su compromiso clónico: sería capaz de rechazar cuantos millones de euros le pusieran en la mano si la condición fuera que no volviera a leer ni escuchar en su vida ni una sola línea. El clonista supone que pertenece a los abundantes miembros de la secta de lletraferits una de cuyas razones de ser es, imperativamente, la lectura, a la que accedió cuando, en la adolescencia, buscaba y se buscaba; y en ello está. Saqueo judicial es, por otro lado, el de los propietarios de dineros poderosos y ultramarinos del BBVA, incluido, con toda probabilidad, un Secretario de Estado, sucesor de otro que anduvo complicado en el bonito caso del mercadeo de influencias político-económicas llamado Gescartera. Fidel Castro toca a rebato y se enfrenta con Uruguay y con México, por un quítame allá esas censuras y algún que otro voto cobarde. La conversación entre Jefes de Estado que publica Castro rompe el secreto, la confidencialidad de las mismas y deja desnudos a los reyes: los mandatarios, y en este caso también un mandamás, mercadean como cualquier hijo de vecino y tienen sus puntitos de orgullo y su no me digas eso que yo sé cómo comportarme y mi verdad no me la puedo callar.  ¿Hablarán Piqué y Straw así? Muy lejos no le andará. Más importancia real ha visto Clonista, no obstante, Utrecht al margen, en la escasa cantidad de fruta fresca que comen el 15% de los jóvenes españoles: solo una vez por semana. Al final, Usamérica logrará exportar también la obesidad enfermiza. En eso están.

martes, 23 de junio de 2015

23-4-02

     La previsibilidad de lo real es uno de los factores que más disuaden de concederle la supuesta importancia que debería tener en la vida de cada individuo. Dicho de otro modo, la seguridad provinente de lo dado por supuesto nos permite hacer como que no existe esa realidad en la que nos movemos como si en modo alguno tanto suceso externo tuviera algo que ver con nuestras vidas individuales. Ni siquiera llegamos a estar escindidos entre la chata y alicorta vida individual y el movimiento trascendente de la vida colectiva del planeta. De espaldas al 90% de la realidad que no nos concierne, los individuos tendemos a desarrollar una conciencia de espectador que las sociedades occidentales se complacen en incentivar y premiar. He ahí un bonito tema de reflexión para iniciar el rosario de artículos que pretenderán explicar, con pelos y señales, el “fracaso” francés y el más que posible fracaso europeo que se extrapola con cierta frivolidad. Lo más inquietante del tristísimo sainete -tragedia en cierne- es la seguridad con que Le Pen se ha apropiado de la representatividad de “los de abajo” y la exhibe contra los tecnócratas que los explotan. Claro que también ha dicho que él es izquierdista en lo social, derechista en lo económico y nacionalista de Francia... En fin, la distancia del poder es la propia distancia de lo real, y cuando el fracaso vital se proyecta en el telón de fondo de la realidad toda, la tendencia a votar en función de la demagogia se acentúa entre quienes no tienen base intelectual suficiente para detectarla o hurtarse a su influjo castrador. Con todo, la realidad de hoy, día de Sant Jordi, tiene nombre de máxima rivalidad futbolística: Barça-Madrid. Además, se celebra el día del libro, es decir, hoy es el día en que compran su libro quienes no compran más que uno al año, y acaso ni siquiera lo leen. En el ámbito de la patria chica -països catalans para el nacionalismo-, la festividad continúa manteniendo la tradición machista de la rosa para las mujeres y el libro para los hombres, bien que atenuada. Ajeno, pues, a la tradición, el día queda casi ahogado por la preponderancia de una jornada futbolística que ha dejado Barcelona vacía a partir de las ocho de la tarde. Poca gente, pues, habrá leído -¿o sí?- la propaganda ciuísta de la encuesta electoral pagada por la federación y en la que le dan vencedora sobre el PSC por un puntito, para que pueda pasar por verosímil. ¡Ah, la verosimilitud de lo real! Mañana, mañana. El dibujo de opinión de Máximo, elocuente: Cervantes, sentado en su biblioteca, delante de un televisor encendido que atrae su atención. Le rodean paredes llenas de estantes llenos de libros llenos de todo lo imaginable y lo inimaginable. ¿Qué ve Cervantes? El Madrid-Barça, sin duda.

lunes, 22 de junio de 2015

22-4-02

     El resultado de las presidenciales francesas dice mucho sobre la construcción individual de la realidad. El tremendismo del desengaño ha llevado a los fabricantes de la realidad a titular la noticia en términos de elefantes y moscas: “El ultra Le Pen aplasta a Jospin”. El multiperspectivismo enriquece, sin duda, pero también deforma. A Jospin, sostiene Clonista, le ha aplastado la fragmentación de la izquierda, que le ha hecho una cama impecable, petaca incluida; además de los errores propios, por supuesto. En cualquier caso, la dispersión del voto siempre acaba beneficiando a la derecha, sea moderada o ultra. Por otro lado, la realidad concebida como secuencia publicitaria y sucesión de programas televisivos expertamente programados para evitar desprogramaciones ideológicas por parte de las sectas de izquierda, se ha impuesto de modo incontestable. Finalmente, el derecho a la diferencia también ha triunfado, en la primera vuelta: se ha votado con absoluta libertad, para correr el riesgo de perderla. Clonista recoge esa realidad sembrada por el juego desidentificador al que se han librado los partidos para copar el centro y gobernar desde él, y no le extraña en absoluto lo que ha pasado; a su modo, con su escasa perspicacia, ya lo dejó anotado hace meses: que Zapatero fuera el líder más valorado y el PP le sacará seis o siete puntos de ventaja al PSOE no podía significar sino que a los votantes del PP les encantaría que Zapatero fuera su líder, algo que casi les parecería hasta natural. En fin, politólogos tiene la santa iglesia democrática que nos aluviarán con finos y esclarecedores análisis de perogrullo a los que prestaremos solemne atención, siquiera sea por la rechifla de los lugares comunes, las obviedades y alguna que otra cita de relumbrón. Sharon retira parcialmente sus tropas después de haber aplastado -él sí que literalmente- varias ciudades palestinas, de haberlas reducido a escombros, y tras haber creado el mejor caldo de cultivo de los suicidas que seguirán escogiendo, fanáticamente, bares, tiendas, colegios, autobuses, oficinas, mercados y otros lugares públicos donde devolver parcialmente tanta tragedia como han sufrido. A Clonista no se le escapa que unas elecciones, dada la necesidad de estímulos de una sociedad en permanente disposición de dejarse sorprender, son terreno abonado para sorpresas cuya trascendencia -he ahí el caso de Mafiosconi- son incapaces de prever quienes las provocan. En fin, continuará. Con todo, aún hay una ficción cuya sola enunciación sonroja: el electorado. Hecho sujeto de facto, ¡cuántas necedades no se dirán sobre lo que ha decidido, hecho o dejado de hacer; y cuántas más aún sobre sus posibles intenciones! He ahí el bello negocio estadístico de CiU: paga el consuelo de una encuesta que le da vencedora en las elecciones autonómicas, y lo grita a los cuatro vientos con el ánimo de que tres despistados derrotados retomen la pista de una ilusión que ha degenerado ya, entre su electorado, en ilusismo. Reducir la realidad a una dimensión manejable es uno de los principales trabajos de quienes se acercan a la prensa escrita. Si por el camino la razón acaba medio vestida de jirones, ¿a quién le importará? Mal camino, le parece a Clonista, éste de dar en moralista trasnochado accidental. Mejor destaca, con todos los honores, la segunda rectificación en toda regla de aquel editorial indigno sobre la sordera de encargo. El diario tiene algo de paralizador, de “no se preocupe, que nosotros velamos por usted y nos encargamos de todo, no tiene que molestarse para nada”. De ahí la pereza con que Clonista recorre tantas noticias que no se dirigen a él, sino que se le imponen con la rotundidad  apodíctica de algunos hechos. El pobre Guelbenzu, ilustrado larriano, arremete contra el tópico de que la literatura "ha de ser divertida". Esfuerzo baldío el suyo, de verdad. 

domingo, 21 de junio de 2015

21-4-02

     Clonista se había juramentado para no interferir en su clónica con noticias oídas, vistas o leídas en otros medios de comunicación a las masas, pero los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, vistos fugazmente en la televisión tras una película intrascendente, le ha producido tal impacto que resulta difícil hurtarse a la necesidad de fijarlo aquí y ahora, en vez de mañana, que es “cuando toca”. A la segunda ronda han pasado Chirac y Le Pen. Ayer, es decir, hace hora y media, dejó escrito Clonista lo que le parecía un síntoma de futuros desgarros; en las realidades de hoy se confirma la premonición. Y en “la Francia” de los grandes ideales y la pulcra retórica de las palabras grandeurilocuentes sobre la libertad, la tierra de asilo, la igualdad y la fraternidad, los votantes han dejado en las urnas un reguero de cagajones antidemocráticos que obligará a muchos jospinianos a taparse las narices y votar con entusiasmo a Chirac, alias el baluarte, haciendo abstracción de sus sustracciones al erario público. Al igual que ocurre en el campo de la enseñanza, donde ya se vive como un polvorín ultraaccesible la situación imposible de las desigualdades intelectuales, económicas, religiosas y étnicas, qué duda cabe que las izquierdas españolas utilizan un lenguaje para hablar de la futura España multiétnica, multireligiosa y multicultural que irá cavando un foso insalvable entre su retórica y buena parte de sus votantes. Y si no, hágase una encuesta ilustrativa: ¿cuántos cargos políticos izquierdistas llevan a sus hijos a la escuela pública? Pues eso: frutos de su ESO. Tanguy. ¿Qué hacemos con el niño? Ha sido vista en Francia, dice la publicidad, por más de cinco millones de personas, todas ellas, supone Clonista, padres inmersos en el mismo drama de los protagonistas de la película: cómo deshacerse de un huésped tan gorrón como consanguíneo. Clonista no pretendía hacer asociaciones malintencionadas, ni encadenar realidades cuya contigüidad genere significados previstos. Pero la vaciedad de realidad que se produce en la prensa de los domingos, le lleva a Clonista a destacar el anuncio de una película cuyo interés quizá sea escaso o nulo, a pesar de su carácter de manifiesto paternomaterno contra la esclavitud. Cierto que hay supuestas realidades como los cruces de declaraciones, las habituales solemnizaciones de lo obvio -que decía el ya extinto Paco Fernández Ordóñez del actual caudillito- tan propias del ppresidente de goppierno y ex futuro político en nómina; minimanifestaciones de abertzales bandéricos y vandálicos, y una buena rociada de vinagre en la herida abierta que los socialistas siguen castigando: la rebaja de impuestos a los ricos, exclusivamente a ellos, pero tal como las ve Clonista es evidente que todas ellas son realidades de “cupo”, ración del día escasamente razonable.