25-5-02
Preludio del vacío informativo de los
domingos, el día de hoy, sábado, apenas si tiene un apunte de relieve: el real decreto que impone la aniquilación
del sistema de protección al desempleo, a juzgar por cómo lo deja. Diríase que
es real por la realeza del reino donde el valido hace y deshace a golpe de
decreto -curiosa manera de entender el diálogo- tras el berrinche del siglo por
lo deslucida que le va a quedar la eurocumbre a quien se despide de la efímera
notoriedad de sus presidencias rotativas. Eso de que los desheredados de la
fortuna se den cita al pie de los manteles impolutos y exquisitos de los
mandarines, se ve que no le ha gustado al creador de la segunda transición
-caída ya en el olvido, como la recuperación de Gibraltar, la defensa de la
república saharaui, la seguridad ciudadana, el pleno empleo, la desaparición de
las listas de espera, el descenso del gasto farmacéutico, la política de buena
vecindad con Marruecos, etc.-; que los cada vez más parias de la tierra le den
tres gritos abochornadores al caudillito, mientras ejerce de anfitrión
repeinado con sonrisitas colmilludas, le ha provocado. ¿Respuesta en el turno
del diálogo imposible? Pues realidad por decreto, la más fácil y la más injusta
siempre. La desafección hacia lo real también se inicia en la facilidad
asombrosa del poder político para cambiarlo todo en un abrir y cerrar de ojos,
ante la casi indefensión absoluta de los ciudadanos. Putin y Bush se
desamenazan poco a poco. Y la realidad prensada se acaba pronto. Los niños de
la calle pueden ser reportajeados si son de Brasil, Caracas, México o India,
por ejemplo, pero no si son de Ceuta, y menos aún si quienes gobiernan la
ciudad la goppiernan. De ahí se deduce, y hoy el círculo se cierra como se
abrió, que la realidad aparece y desaparece por arte de censura en la
televisión guppernamental (¡Casi ruppernamental, what a coincidence!). Además,
como fin de fiesta autocrático, y para que el país siga retrocediendo en el
túnel del tiempo hacia el entontecimiento y las novenas, por ahí amenaza la
galería de espectros que llenarán de chundachún deplorable y telepatriótico,
cenicienta botejara por medio, los altares catódicos patrios, siempre propensos
a la exaltación del régimen (¿es maliciosa invención del clonista que Uribarri,
de adhesivo e inquebrantable recuerdo, anda en el barrido y en el fregado?).
Las migajas de la realidad a veces se convierten, evangélicamente, en primeros
platos prensados, ciertamente.