sábado, 1 de agosto de 2015

     JUNIO

     1-6-02

            Dura lex... El hecho de tener al progenitor ingresado de urgencias por un edema pulmonar agudo supone desconectar de cualquier realidad que no sea la decisiva de permanecer o ausentarse en y de ella. A posteriori, y después de haber repasado la realidad prensada tras muchas horas de no haber cerrado los ojos, estimulado por la responsabilidad filial, acercarse a cualesquiera hechos entronizados en el centro del seísmo tranquilo que suele ser la  realidad nuestra de cada día tiene algo de vano ejercicio retórico. Y retórica pura es la realidad que hoy le ha parecido a Clonista lo más destacado de ella: el juicio en el cine Marfil contra los conjurados contra el guineano caudillo carismático Teodoro, en cuyo nombre lleva escrito su destino. El fiscal acusó a uno de los procesados de homicidio del Jefe del Estado. Aunque se le replicara que el homicidio supone la muerte del antedicho, la cual no se había producido, como era obvio y notorio, el fiscal continuó impertérrito su alegato. Clonista sabe que nuestra relación con la realidad es muy semejante: no estamos dispuestos a aceptar según qué cosas y ciegamente aceptamos otras del todo inverosímiles. Y el mundial de fútbol. Apenas habrá primera página que, como hoy, no destaque aquella cumbre de deportistas espectaculares. Y las sorpresas aparecen ya desde la inauguración: Senegal derrotó a Francia. Es decir, los inmigrantes franceses derrotaron a los naturales -o naturalizados- del país, puesto que casi todos los senegaleses viven y trabajan en Francia. La realidad a menudo tiene esa virtud de mimetizarse con lo decretado por las empresas de comunicación a las masas.

jueves, 30 de julio de 2015

31-5-02

     La subida de la temperatura ambiente, unida a la relajación que depara el final anunciado del curso escolar, que boquea ya camino de su muerte ritual,  permiten a Clonista acercarse a la clónica del día con una suerte de tranquilidad que le aleja de la realidad hábilmente expuesta por Verdú en su interesante crónica titulada En el diván. Lo esencial de la realidad que denuncia Verdú es el desinterés de los políticos por cambiar la vida. Todos ellos parecen empeñarse sólo en buscarnos medios de ganárnosla, no de disfrutar realmente de ella. Ese cansancio del yo es una formulación exactísima de la desgana expresada en tantas y tantas ocasiones por este Clonista cuando, al borde del agotamiento, había de enfrentarse a su clónica. No puede negar que un esfuerzo semejante en modo alguno es imposición ni necesidad, sino simple vocación de investigador surrealista, pero, una vez autocomprometido, ¡qué difícil renunciar a la propia palabra autodada y dadá! Al fin aparece en la primera página de la realidad el acosador sexual Ismael Álvarez, alcalde de Ponferrada y seguidor moderno del viejo derecho de pernada, respaldado, eso sí, por todos sus concejales adictos, a su persona y se supone que también a sus prácticas acosadoras, y, al fondo, el silencio elocuente del PP aprobando a su chulesco representante político, el mismo que condena a la acosada, también militante del mismo partido. La despedida del acosador sexual ha sido negar lo probado: no hay nada de nada de nada de nada, lo diga un juez o lo digan diez mil. ¡Se lo van a decir a él! ¡Y ojo los españoles todos: están sujetos a la indefensión jurídica absoluta si a alguna señorita le da por decir que tal o cual le ha tocado el culo! La chusquería cuartelera del alcalde nada zalamero de Ponferrada acrisola tanta miseria moral que Clonista cree que la realidad de hoy casi la ocupa por completo el miserable sujeto. Los honores estelares de la realidad prensada los comparte con los obispos vascos. A Clonista le resulta chocante que una pastoral, dedicada al rebaño de fieles que supuestamente son los únicos interesados en lo que digan o dejen de decir los tales ensotanados señores acapare una atención prensada más propia de otros tiempos, tridentinos y casi preconciliares. Debe ser el efecto aznarretro que ha vuelto a poner la realidad bajo palio. Excesivo, se mire como se mire. Ni en los peores vaticinios post mayoría absoluta se contemplaba esta eclosión eclesiastizante de la realidad a la que ahora contribuye, no sin ánimo combativo, El País. Páginas adentro de la realidad, en una de esas capas cebolliles de la realidad prensada, tan diuréticas, emergen los imames islámicos para recordarnos que a la España de las autonomías le sucederá la España de las iglesias. La propuesta más izquierdista, a día de hoy, y más ilusionante para un votante como Clonista no es otra que la búsqueda de un estado ajeno a la vida religiosa privada de sus ciudadanos. ¿Laico?, pues laico. Y sin concordatos acogotadores. Y sin la presencia de la religión en las escuelas públicas. Junto a esa supersticionalización de la vida pública, ¿cómo no sentir un compasivo afecto por la bondad intrínseca e ingenua de quienes promocionan la lectura como un bien cultural de primer orden? ¡Angelitos! Hay para echarse a temblar, ante ese ataque de intimidación cultural que se les viene encima a ninos, jóvenes y familias. De nuevo una promesa cinematográfica, Sombras, de John Casavettes, viene a coronar la realidad del día con su inmersión catódica hacia la sensibilidad de un cineasta verdaderamente independiente.
30-5-02

     Cuando, como hoy, la incursión exploradora en la realidad prensada se realiza a continuación de la del día precedente, la realidad se convierte, lo quiera Clonista o no, en una suerte de cinta móvil cuyo final ni se intuye. Por ella van desfilando -con la convicción de Clonista de que han de volver, al estilo de los equipajes en los aeropuertos- repeticiones o levísimas variaciones de lo archiconocido. Cada día tiene su afán, y debería tener su novedad. Y de hecho no hay dos primeras páginas iguales, pero esas páginas actúan, las más de las veces, a modo de envoltorio llamativo, apelativo, de unos contenidos interiores aquejados de la monotonía propia de la condición de la noticia prensada. Otra cuestión es la de la actitud de Clonista frente a la realidad prensada, en tanto que representante, ahora, de cuantos aficionados a dicha realidad suelen, no tanto clonarla, cuanto simplemente pasearse por ella. No es extraño que cause adicción, porque el ámbito familiar que crea la repetición obliga, en cierto modo, a renovar el compromiso con la pseudoinformación. De hecho, el mayor cansancio que ha de vencer Clonista es, precisamente, el de la propia clonicación, no el de patearse las estrechas parcelas de la realidad. A pesar de la condición polígama del hombre, la monogamia es un bien cultural, y la frecuentación de un solo diario una suerte de monoprensismo bastante llevadero. Con todo, y entrando en materia, persiste la desmemoria del cortísimo plazo. A Clonista, al menos, le parece insuperable. Cerrar el mapa de las parcelas y quedarse en blanco es todo uno, dispuesto para la recepción del próximo capítulo del inacabable novelón por entregas. Lo heterogéneo genera un vértigo que quizás explique el estado de confusión y desinformación con que acaba uno su recorrido por la realidad prensada. Gran Bazar abarrotado de comercios en una estructura laberíntica. Clonista sabe que lo más cercano es el abuso del derecho de huelga de los conductores de autobús de una empresa pública que pierde dinero y en la que se reclaman aumentos salariales del 30%. Eso sí, no son funcionarios, pero se les paga, básicamente, con el dinero de los impuestos. Perplejidad. El gociuerno de la Generalidad se abstiene de promover el laudo de obligado cumplimiento para que al poder municipal del PSC se le pudra el conflicto. Claridad. Patrulla de fronteras intereuropea, cuerpo aerotransportado de intervención directa y resolutiva: Aznar deja huella: teníamos un problema y el problema se ha resuelto. Punto. De cruz para quienes lo exponen todo en la aventura hacia la esclavitud desde la nada. El parlamento vacío. La derecha resiste en sus escaños y ejerce un férreo control de adhesión al goppierno. En ausencia del caudillito y ministrillos con excelentes asesores fiscales, los diputados de a ppie manifiestan su appoyo incondicional al goppierno y sus pprácticas escamoteadoras. Hoy por hoy (nunca igual a hoy, por cierto) ¿ha de seguir llamándose Parlamento en vez de Dictamento? En todo caso, y mientras no escampe, debería corregirse la errata y escribirse Pparlamento. El tratamiento higiénico de la menstruación paga impuesto de lujo. El goppierno rechaza una proposición del PSOE para rebajar el IVA de esos artículos al 6%. Perplejidad. Probablemente el goppierno piense que es un lujo lo de las compresitas con alas, ultras, normales y súper, que lo propio -¿dirán también que lo honrado?- es ponerse compresas caseras de recia tela, lavables, para ahorrar. Clonista sabe que está en una sociedad de consumo, pero ignoraba que la menstruación impulsase al despilfarro. Perplejidad. El anuncio de Simbad y la princesa, de Nathan Juran, abre un agujero negro de realidad por el que Clonista está dispuesto a desaparecer..., hasta mañana.

miércoles, 29 de julio de 2015


29-5-02
     Tras un día de juicios llenos de compasión por los destinos de la muchachada sujeta a nuestra instrucción, Clonista se acerca a la realidad prensada como quien entra en un oasis donde recuperarse de una larga y sufrida travesía. Le resulta curioso no haberlo anotado con anterioridad: entrar en la realidad prensada es, a menudo, un descanso, que no un consuelo. La silva de varia lección aparece como una modesta aventura cuyas escasas gratificaciones enseguida le recuerdan a Clonista la dureza de las cornás ajenas a ella. La fatiga semicrónica es una, entre tantas más. Sus buenos quince minutos se ha quedado Clonista mecido en el sopor y apuntalado el torso sobre los antebrazos en la mesa de un café acogedor y -rara avis- silencioso, ajeno por completo, en su rendición corporal, a los editoriales sobre los que sus ojos han comenzado a cerrarse hasta quedarse a solas con la deseada blancura sepulcral de la nada. Al despertar, todo sigue en su sitio: Bushputin más unido que nunca; Argelia, a lomos de la pantomima democrática; la justicia hecha unos zorros en Guinea; Rigoberta Menchú afincada en la búsqueda de una justicia digna de su nombre; ingleses y alemanes dispuestos a cumplir el 40% del programa de Lepen; etc., todo ello en la parte superior izquierda del cuadro La realidad, ¿anónimo?, sin fecha. En la parte superior derecha, muy a la derecha, un sombrío Aznar arremete, votos en mano, contra tirios y troyanos, oposición y justicia, al tiempo que, tras clamar contra el fracaso escolar debido a la LOGSE, dedica la parte del león de las ayudas a la enseñanza a los colegios privados. Ahí es donde la realidad demuestra también la facilidad con la que los “realistas” están dispuestos a tragar con ruedas de molino. ¿Privados, los colegios subvencionados al cien por cien por el estado? ¿Por qué los liberales de derechas no dejan a la iniciativa pprivada que lo sea de verdad? ¿Por qué Bruselas nunca tiene nada que decir sobre esas subvenciones y sí cuando se ayuda a tal o cual empresa de otra naturaleza? Debería editarse algo así como una Guía para no perderse en la realidad. En ella se habría de dar cuenta de todos aquellos equívocos que permiten tener una visión más que distorsionada de la realidad, pues es otra la realidad entera que sale de según qué trapacerías verbales y políticas. Dentro de la soterrada tensión lingüística habitual que subyace en la unanimista Cataluña, y que de vez en cuando aflora aquí y allá, es esclarecedor que los redactores de El País hayan optado por Copito de Nieve en vez de la visión nacionalista de Floquet de Neu, desenfocada como casi siempre, más aún cuando yendo contra la sólida tradición castellana han condenado, por esas correcciones políticas absurdas, a Lérida y a Gerona, sin que Aznar haya ido a London a ver a Blair, sino a Londres. A Copito, por cierto, le operan de cataratas, como a todo abuelo -¿o tal vez avi?-que se precie. Su suerte es no haber tenido que hacer cola en las listas del Catsalud. Desguazar 1800 barcos de una flota pesquera es una medida que anuncia guerra. Se verá.

martes, 28 de julio de 2015


28-5-02

     Hay días combativos en los que la realidad se nos aparece como un campo de batalla en el que, sobrados, someteríamos a cualquier enemigo que se nos presentase. Ese dominio de lo que nos rodea suele desvanecerse a golpe de contratiempos, por minúsculos que sean. Una huelga de autobuses, por ejemplo, que nos altere la rutina. En la realidad prensada, por el contrario, jamás hay suceso ni noticia que nos altere más allá de lo que estamos dispuestos a dejarnos alterar. Clonista sabe que los lectores ejercen un control férreo sobre las noticias, como lo ejercen sobre sus sentimientos cuando han de atender o desentenderse a y de los mendigos que los acosan cada vez en mayor número, como si este tiempo económico y político aznariego que camina hacia atrás quisiera dar un gran salto y volver a aquella época del lumpen campante, a finales del XIX y principios del XX. Bush, en foto de propaganda gentilmente ofrecida en espacio estelar por El País, también hace un ejercicio de demagogia diacrónica para identificar cantidades heterogéneas sin sonrojarse. Con mayor despliegue tipográfico, pero sin foto, se anuncia campaña de buena voluntad de Zapatero contra -si es que esta preposición no ha sido ya marginada de su lista- el despechado “decretazo”  aznarista. La realidad de Clonista incluye un suceso de robo con fractura sin agravante de nocturnidad ni escalo en una de las dos tiendas de la finca donde vive. La inseguridad, pues, no es concepto sujeto a la propaganda política o a la polémica versallesca, sino lacerante contigüidad. Como es lacerante burla la de que la mayor parte del dinero dedicado a la reforma educativa se lo lleve la escuela privada. Lo que Clonista, medianamente atento a los movimientos electorales, aún no detecta es que los votantes se hayan dado cuenta cabal del modo como las decisiones del goppierno sólo benefician a quienes más tienen, a quienes prácticamente lo tienen  todo, en realidad. Noticia de noticias: el auge de la extrema derecha en Francia lo promovió  la acumulación de noticias relativas a la inseguridad ciudadana. Construida la realidad, conseguido el efecto, cubierto el objetivo: eliminar a Jospin.  Más discretamente, en apariencia, el goppierno prosigue su labor de zapa artera del poder judicial para domesticarlo, a fuerza paradójica de  cardenales. La rebelión de los menores marroquíes acogidos en Melilla, con fractura de cráneo de uno de los cuidadores incluida, pone delante de los ojos el signo oscuro de los tiempos por venir.

lunes, 27 de julio de 2015

27-5-02

     Clonista fue injusto ayer, que no perezoso, al dejar fuera de la síntesis bierciana el hallazgo lingüístico parlamentario que describe cómo el presidente Ben Alí - Ben à vie, para la oposición- ha sorteado la prohibición de no permanecer más de tres mandatos en la presidencia del país para eternizarse en el poder, al tiempo que para adjudicarse una inmunidad penal vitalicia. Corren tiempos de hombres providenciales, fuertes, autoritarios, expeditivos, absolutistas -de mayoría, se entiende-, dispuestos a aplicar la famosa mano dura, férrea, implacable y, eso creen algunos, hasta justiciera. Uribe en Colombia, a cuyo padre asesinó la guerrilla, quiere poner al país en pie de guerra contra la guerrilla, todo el país un ejército, y lucha sin cuartel. Al socaire de su venganza, los paramilitares parafascistas, ¿acabarán convirtiéndose en su guardia pretoriana? Lo cierto es que, como Fortuyn en Holanda, redivivo Cid político, Uribe ha salido por libre, hijo de la larga tradición caudillista suramericana. Ya se verá en qué para, él y la libertad. De toda la realidad prensada con cierta resignada monotonía, porque los actores de la misma tampoco dan para más, Clonista vuelve a quedarse con otro hallazgo lingüístico, esta vez alemán: popularmente se habla del teuro -maridaje entre teuer, caro, y la moneda- para indicar lo cara que se ha puesto la vida con ella. ¿Hay algo con mayor proporción de realidad que las palabras? Por más que a Clonista le cueste adentrarse en espacios en sombra como el día de hoy, cualquier palabra será siempre una fuente de consuelo. 

domingo, 26 de julio de 2015

26-5-02
      Pongámonos serios y comencemos hoy con la tercera acepción de Realidad en el Diccionario del diablo, de Bierce: El núcleo de un vacío. Y acabemos.