sábado, 26 de septiembre de 2015

27-7-02

     Luchando contra la resaca de una velada coloquial, a Clonista le ha sido casi imposible no leer la realidad prensada medio despierto medio dormido. Quería saber y se ha dejado vencer por el sopor. Con esfuerzo, sin embargo, se ha abierto camino por un paisaje anodino y reiterado en el que algunos destellos le han abierto los ojos como platos, como en el preludio de las dramáticas crisis de sueño al volante del automóvil por autopistas interminables. Varios soldados usamericanos que han regresado a casa tras la campaña de Afganistán han asesinado a sus mujeres. ¿Conejillos de indias de esos experimentos científicomilitares ultrasecretísimos, tan propios de la ficción cinematográfica (The manchurian candidate, la de Frankenheimer, naturalmente) hasta que se descubre su realidad de inequívoca ascendencia nazi? A Clonista le ha venido a la memoria un documental sobrio y certero sobre los soldados que participaron en la Guerra del Golfo y resultaron insólitamente afectados por enfermedades que acabaron con ellos sin que el ejército quisiera reconocer su responsabilidad en el uso de determinados productos químicos y de otras naturalezas. Es más que chocante, con todo, que hayan acabado siendo las mujeres quienes paguen con sus vidas la locura de sus combativos maridos. Que regresen de Afganistán, donde la mujer sigue siendo considerada un ser inferior, no deja de tener su miga. Clonista no entiende la relación entre la fotografía de portada de Aznar y Mubarak, cogidos de la mano, y el poco relieve informativo que se le da, en página interior, a dicha entrevista en Moncloa. Tiene más de cortés concesión nododal que de otra cosa, pero doctores tiene la santa iglesia mediática que pueden explicar lo inexplicable, máxime si lo hacen sin réplica posible. A su modo, esta clónica representa un espacio de libertad ganada a pulso, el de la dedicación y la constancia, el de la perseverancia; pero en modo alguno el objetivo de ésta es convertirse en réplica, exégesis o refutación de la realidad prensada que le sirve de referencia, qué va. El proyecto del Gran Bushermano -la creación del discreto y patriodespótico ejército de espías parapoliciales- parece que encuentra resistencias incluso entre algunos republicanos, lo que les honra, todo sea dicho. En la zona nacional dominada por la mayoría guppernamental, a Clonista le alegra la decisión judicial de restituir a Edurne Uriarte la cátedra que había ganado en buena lid y que había perdido por las ametanazas implícitas en la reacción despechada del fundador de HB, que luchaba también por la vacante. Ante la experiencia en vaciados varios del litigante -aunque quizás camorrista funcionaría como sinónimo lleno de propiedad- quienes hubieron de juzgar sobre la reclamación presentada dieron un paso al frente dijeron presente y desposeyeron a la señora Uriarte a la mejor gloria de la justicia nacional, lo que habrá constado, con distintivo de hacha y serpiente, en su hoja de servicios. Tras  mucha tensión, poco debate, alguna bronca y la indefinición de la mayoría ante los generosos ejemplos de demagogia servidos a diestro y siniestro, el proyecto de Ley Orgánica de Calidad de la Enseñanza, made in Pilarín del Caudillito, acaba de ser aprobada por el goppierno y remitida a las Cortes para su aprobación. El motivo de discordia civil está servido, y es lógico que así sea, pues es evidente la voluntad discriminatoria de una ley que persigue, sobre todas las cosas, beneficiar a la escuela mal llamada privada. Esa es una cuestión que debería aclararse a nivel comunitario. Si las ayudas estatales a las empresas privadas no están permitidas salvo en casos muy excepcionales, ¿por qué el goppierno subvenciona tan generosamente a escuelas privadas que sin la ayuda de fondos públicos y en régimen de libre competencia de precios irían directamente a la quiebra? Por otro lado, el escándalo de los famosos itinerarios no es nada comparado con el de obligar a alumnos de quince y dieciséis a hacer aquello que no quieren bajo ningún concepto hacer. Si los jueces sentencian que ¡a los doce años! se posee el derecho a la autodeterminación religiosa, llamémoslo así,  o mayoría de edad religiosa, si así es más claro, ¿por qué a los quince o a los dieciséis años los jóvenes son todavía "niños" para decidir sobre su propio futuro? El autoritarismo caudillista es nefasto, y el paternalismo izquierdista es perverso. Hoy es un día de acusaciones reales, de las que van a la médula de lo real: los dineros.  Las oposiciones respectivas, en el Ayuntamiento de Barcelona y en el Parlament, acusan a los gobiernos respectivos del mismo fraude: desviar dineros para la publicidad institucional, esto es, partidista. Cualquiera que reciba los boletines del Ayuntamiento, lea los anuncios en prensa de la Generalidad o reciba esas costosas cartas enviadas por el MH sabe perfectamente cómo se malgasta el dinero público aquí, en España, en Europa y en el mundo. Clonista, que no ha tenido la fortuna de pastar en ningún pesebre no desconoce, sin embargo, la alegría rumbosa con que se manejan los euros, por millones, y a todos los niveles del poder político, en este país en el que, paradójicamente, ninguna institución dispone de fondos para mantener durante unos meses a ochenta o cien inmigrantes sin papeles. 

jueves, 24 de septiembre de 2015

26-7-02

     El buen tiempo, que aprovechan los emigrantes para acceder a las puertas del paraíso europeo con riesgo probado de perder la vida en el empeño, favorece las oleadas de pateras con ingenuos soñadores. Cuando llegan a Canarias son recogidos y, después, dispersados por centros de la geografía española antes de ser deportados a sus países de origen, cuando es posible. Cuando no sucede así, quedan libres, sin papeles que legalicen su estancia en España y a expensas de lo que pueda hacer por ellos la caridad privada. O sea, el goppierno Aznar reformó la ley de extranjería para desentenderse del destino de quienes buscan una oportunidad para sobrevivir y para evitar, dijeron entonces, el famoso efecto llamada, convertido ahora, ironías de la demagogia, en llamada a gritos, desde que administran su mayoría autoritaria. A su modo, favorecen la fácil tentación del esclavismo, en la que caen tantos y tantos de sus votantes que son empresarios depredadores. El ideal: mano de obra de usar y tirar, y con sueldos de miseria. El gobierno israelí busca excusas inverosímiles para tratar de justificar la atroz matanza genocida perpetrada en suelo palestino. Y los laboristas siguen sin dimitir. ¡Ay, las razones de estado, qué sinrazones! La realidad suele ser como la verdad: tiene cara de hereje, que decía Quevedo. Asusta muy a menudo la crudeza de los desgarradores destinos humanos que aparecen en esa falta de relieve que no le quita ni un ápice de hiriente horror. Los humanos tienden a complacerse en la desgracia ajena, y la realidad prensada ofrece un muestrario acorde con esa inclinación: el hombre despechado que quema a su mujer; el padre que mata a sus dos hijos, el vigilante de la fábrica al que asesinan de un escopetazo a bocajarro los asaltantes, etc. La variedad como singularidad es la señal distintiva de la realidad prensada, lo que construye una realidad ajena por completo a la experiencia individual que cada uno pueda tener. En la vida de nadie pasan nunca tantas cosas heterogéneas como ocurren en la lectura de un sólo día de realidad prensada. El espectáculo, así pues, está servido y es insaciable: ha de ser alimentado constantemente, cada día. En la radio, cada hora... Teóricamente, aparecer en la prensa es adquirir carta de naturaleza de real, pero la perspectiva del espectáculo la rebaja, de ahí la sensación que tiene Clonista de que tantas y tantas declaraciones políticas como alimentan esas páginas forman parte de un mal guion, culpable de la deplorable realización de una película insoportable. Ahí está, por ejemplo, para demostrarlo, Caruana, el campeón de los llanitos solitarios. O el nuevo mandamasillo de RTVE, quien no se considera parte del goppierno, que es una verdad absoluta, porque se considerará todo, ¿o no-do?, y si se declara continuista hasta acabará de rizador de rizos. Suerte que, tras las fastos de las celebraciones nostálgicas, por más que Maragall mire hacia el futuro que tarda tanto en llegar para él  que, cuando llegue, los ciudadanos van a pensar que lleva ya gobernando cuatro años, hay historias como la del segundo arquero, Joan Bozzo i Mulet, una suerte de contracrónica que muestra con elegancia las muchas miserias que hay detrás de la cultura de escaparate. Que busque consuelo en la subida de las bolsas, tan artificial como las bajadas. ¡Y que en esa montaña rusa se pierdan tantas vidas y patrimonios como se ganan poderes! ¡Ay, como achucha la realidad! El clonista aún tiene pendiente su gran reto: empezar desde la primera página y comentar una a una todas las noticias de la realidad. Lo hará. Se lo tiene retado.
25-7-02

     A una hora que parece de madrugada en vacaciones, las 7'30, y tras una desafortunada velada de rummikub numérico, regresa Clonista a la caza y captura de la realidad de hoy desde un mañana cuyos hitos básicos conoce de antemano por la instantaneidad radiofónica. Como su emisora habitual es la SER, y así quedó anotado, ni sabe cuándo ya, hay un vínculo estrechísimo en la obra creadora de ambos medios, casi hasta el punto de que emergen de su relato diario realidades mellizas, si no clónicas, a las que la coincidencia refuerza para aspirar a ser creída a pies juntillas. La realidad, efectivamente, convence por acumulación. Si las noticias apareciesen solo una vez y cada nueva edición del diario no contuviera nada de lo aparecido en la anterior, ¿quién lo creería? Con la propia vida pasa otro tanto, sospecha Clonista: sólo nos reconocemos en los hábitos. Y a Clonista le estremece pensar en alguien sin ellos, los que sean. Este de acudir a la cita con la clónica ha acabado convirtiéndose en una cruz y en un placer relativo -que no relator, aunque quizás también, pero solo en parte-. Ha de luchar, Clonista, más contra sí mismo que contra la mediación prensada, y a veces vencer el abatimiento nihilista resulta una tarea muy superior a sus menguadas fuerzas. Como canta Tam Tam Go, “cuida la neurona que te queda”, pero la realidad puede con todo y desarma al más creyente de los caballeros, como demostró Cervantes. Si será así que ¡al fin!, en Israel, hasta su presidente, Katsar, ha sido presa del horror por la impiedad asesina de su presidente de gobierno y de su ejército. A Clonista sigue sin caberle en su apesadumbrada  cabeza -circunvoluciones políticas y éticoaledañas- que el partido Laborista no haya roto su alianza con Sharon y continúe avalando una política genocida. ¿Cuándo les caerá la venda nacionalista y se les abrirán las carnes de dolor socialista? En política hay extraños compañeros de cama -y en España Aznar y Anguita se tocaron los extremos con la sosa pasión de los mediocres autoritarios-, pero en Israel hay compañeros de camada, y de camada negra, como bien rodó Aragón. No muy lejos de talantes criminales, Fujimori aparece, o reaparece, como responsable de haber ordenado la esterilización forzosa de 200.000 mujeres indígenas. Una vez más, tras la lectura del cuerpo que deja mal cuerpo de la noticia, se ha de reconocer que el titular es una licencia amarillenta. La realidad no escapa a la tendencia imitadora del ser humano, tan arraigada en sus genes. La guerrilla colombiana, la del mariscal Tiro Fijo, quería imitar a los teroristas de al Qaeda y lanzar un avión kamikace contra Uribe. ¿Llegará la onda expansiva del método hasta ETA? Tras Perejil, otro pedrusco, esta vez Gibraltar. Los ingleses aprovechan que va de piedras y lanzan su “generosa” oferta: con nosotros, pero detrás de nosotros y ya se verá en qué queda la cosa, y sin plazos, que señalarlos es de mala educación. Un suceso en apariencia menor, el enfrentamiento de un consistorio nacionalista contra un sacerdote de la localidad que no comulga con ellos, ha acabado en la necesidad perentoria de adjudicar al eclesiástico una escolta permanente. ¿La causa? Un buzoneo por todo el pueblo, hecho por acuerdo municipal, de una carta en la que se acusa al párroco de nostálgico del franquismo, lo que vale tanto como poner el cartel de “víctima posible”, “antivasco probado exterminable”, “a ver si hacéis algo para que deje de tocarnos los cojones”, “txacurra con sotana” o como se quiera ir variando sobre la misma tragedia melódica del futuro pistoletazo o bombazo. Lo chocante, y a Clonista, más allá del cinismo cainita le cuesta encontrar explicación satisfactoria, es el anuncio de la demanda judicial de Batasuna contra el alcalde de Vitoria por decir éste que los ediles de aquélla representan a ETA. ¡Qué camino tan peligroso! Se empieza negando la mano que te alimenta políticamente y la ingratitud puede llevarte a querer incluso cortarla. Nuevo acto festivombliguista: a falta de realidades presentes de las que enorgullecerse, se celebran Olimpofastos pasados y Forumfastos por venir. ¡Cuánta antigua política romana sigue vigente! (Inciso: los testimonios personales sobre la realidad ajenos a la mediación prensada ofrecen variaciones tan significativas que el clonista no sabe si el mejor libro de historia no sería la suma y recapitulación de todos los testimonios posibles sobre una época, en vez de los sesudos y al tiempo alegres, y a veces casi poéticos,  análisis de quienes, manejando cuatro variantes academicistas, quieren explicar con pelos y señales una etapa histórica. Miguel Martí, amigo de Clonista y delicado pintor, asistió a la celebración municipal y liviana y volvió asustado de la millonada que se gastó en el evento. Por otro lado, le llamó la atención el abucheo general con que se recibieron los agradecimientos del alcalde al empeño del gobierno de España en su momento para haber podido llevar a buen término la empresa olímpica. Tanto fue así, que, indignado, se enfrentó verbalmente a dos abucheadoras próximas a su persona y hubo de hacer la famosa pedagogía política sobre los dineros estatales procedentes de los impuestos de todos, toditos todos, los ciudadanos del país para que Barcelona tuviera sus JJOO. Reconoció, así mismo, la habilidad arengomitinera de Jordi Pujol, auténtico Pelayo exaltador, quizás contagiado por parte conyugal. Y luego le gustó la actuación de Adrià Puntí. Del Forumfasto por venir, ajeno él a su condición de clonista improvisado, se le grabó en la memoria el anuncio de las toneladas y toneladas de arroz que se servirán durante los aún no se sabe si serán fastos o nefastos. Al parecer, virtud propia del oasis, se les quieren dar salida a los excedentes del Delta, y esto es ironía sin malicia a cargo de Clonista.) Y estéticamente, por otro lado, el cartelito anunciador del gran evento, madre de todos los eventos, copia descaradamente el cartel de la UGT, y acabará anunciando un encuentro tipo Totus tuus, que habrá encendido la fibra clerical de Clos, sin duda. Se va viendo que esto de la cultura tiene poco margen espectacular, y que sus raíces son poco o nada populares -de pueblo televisionador, que es hoy el dominante, claro-. Hoy se anuncia la publicación de un nuevo libro de Sebastian Haffner, cuyas Memorias de un alemán 1914-1934 ha leído Clonista con tanto provecho e interés. Un encuentro de periodistas -el verano es tiempo propicio para todo tipo de mesas redondas, cursillos banales y demás facetas académicas de rodríguez- llega a la conclusión, así se deduce de la redacreación de la noticia, de que los periódicos son clónicos, algo que este modesto clonista podría refutar con sobrados argumentos; pero lo fundamental es el dato estadístico sobre los compradores de realidad prensada: el 36'8 de la población. Realidad de minorías, pues. Clonista, y menos en tiempos nodescos de dominio popular, no se atreve a repetir esta aventura con los informativos de  TVE o los de su hermana gemela Antena 3, en parte por la falta de hábito, Clonista hace años que apenas ve la televisión, salvo rarísimas excepciones, y descontando las películas clásicas que graba; pero envía desde aquí cuantos ánimos sea capaz de imaginar el destinatario que se lance a esa otra aventura clonicadora, bastante más peligrosa para la salud que esta presente. Telefónica, y seguimos en parte atados al párrafo anterior, pierde 5000 millones de euros, pero sube en la Bolsa. Y un simple anuncio de medidas de control en las bolsas americanas dispara al alza Wall Street. Bonito tiovivo eterno el del dinero.

martes, 22 de septiembre de 2015


24-7-02

     La delgadez extrema del diario en meses de vacaciones casi invita a dejarlo intacto, sin abrir. Leída la primera página y la última, el envoltorio, tiene uno la sensación de haber cumplido con la obligación culta de abrirse a la realidad exterior, esa barahúnda de disparates frente a los que uno puede refugiarse en su diminuta realidad interior. ¿Cómo ver, impertérritos, la obra criminal de Sharon sin concluir que ese clamor internacional contra Israel, reflejado en la primera página, no es más que la hipocresía de sus compinches, tan escrupulosillos ellos? Sharon ha logrado su propósito: barrer el proceso de paz y entenderse con su realidad cercana de la única manera que sabe hacerlo un general genocida: a sangre y fuego. ¿Hasta cuándo lo soportará su pueblo sin percatarse de que él es verdaderamente quien engendra a todos los terroristas suicidas palestinos que los han martirizado y lo seguirán haciendo? Por comprensible asociación de ideas, la realidad del día trae su página completita de información vascongada, y destaca en ella el inminente exilio del catedrático Llera, otro más de una larga lista. No resulta difícil llegar a la conclusión de que en España hay un territorio donde no impera la democracia, donde la mitad de los parlamentarios del territorio han de llevar escolta policial para protegerse de los compañeros ideológicos de la otra mitad. La presión cotidiana sobre los disidentes del ideario nacionalista, incluida la difícil convivencia con la amenaza realísima de perder la vida, no es fácil de sobrellevar, ciertamente, y ello hace aún más meritoria la labor de resistencia de tantos y tantas que se niegan a declararse vencidos. La realidad en julio se convierte en un curso de verano pluridisciplinar en el que quien no participa no existe, pudiera decirse. Junto a ellos, Pujol aún tiene arrestos políticos para renegar de la caridad del PP y decir que a él y a los pocos suyos que le siguen no les va a temblar el pulso para dar por finiquitada su empresa cortijera. Se esperan decisiones gallitas no inminentes. Los finales de ciclo son un tópico más del circo político, pero algunas señales son tan evidentes como esa declaración del papel secundario que empieza a jugar Cataluña en la economía del país. Clonista, que vive en el oasis nacionalista desde hace casi 30 años, aún retiene en la memoria la diferente percepción que se tenía de esta tierra en España. Pero incluso aquí dentro las cosas han cambiado mucho. Un ejemplo trivial, que suelen ser los significativos. La publicidad de la lotería de números catalana -cuya adjudicación supuso un oscuro negocio ciubernamental- representa la alegría por el acierto del pleno con el lanzamiento del despertador por la ventana, esto es, con la liberación del trabajo, es decir, un ataque frontal contra la más auténtica idiosincrasia catalana. A Clonista le duele particularmente la escasa incentivación que recibe de la realidad prensada, tan mediocre y carente de interés, en términos generales, para ir más allá del buen capazo de obviedades que vuelca en esta clónica. Espera, impaciente, el día en que pueda desquitarse de esta galvana que lo lamina.
23-7-02

     La realidad es básicamente percepción, esto es, voluntad de reconocer. La realidad tiende a ocultarse, se hace de rogar. No se revela a cualquiera y menos aún sin una intensa búsqueda. La búsqueda, sin embargo, puede no ser suficiente si la percepción se ve alterada por un sinfín de causas, próximas y lejanas. Clonista sabe que su visión de la realidad está condicionada por el órgano escogido, por el ojo que preselecciona, de tal modo que buena parte de la realidad está excluida de su clónica. Gracias a la carta de una lectora, Maribel Ibáñez, que comentaba con socarronería e ironía crítica la boda de la hija del caudillito, al parecer inminente, supo Clonista de la tal, además de coincidir con la corresponsal en la percepción caudillesca del nefasto presidente del goppierno. Hasta la fecha, no recuerda Clonista ninguna noticia al respecto en su órgano mediato perceptor, y cree recordar que ni siquiera en la sección Gente, tan apropiada, pero no lo puede asegurar. Con todo, el detalle está en la coincidencia de la percepción, alentada, sin duda, por las cada vez mayores semejanzas entre el actual presidente y el Caudillo por la gracia de Dios, incluso en el ámbito familiar, por lo que se ve. Casi da agsco, la mediocridad mesetaria y palurda del nuevo rico de los votos. “El que no sabe saber no sabe”, cree recordar Clonista que dejó escrito Juan de Zabaleta. Pues eso. Desde el inicio de la realidad, porque desde la perspectiva de la prensa la realidad tiene principio y final, España y Marruecos, con ministros de exteriores de labios frunciditos, acuerdan que tienen desacuerdos, y se felicitan por el acuerdo sobre el desacuerdo acerca del islote Perejil / Toura, que parece ser nueva denominación marroquí para la anterior Leila. A las antiguas guerras de las banderas le ha tomado el relevo este verano la guerra de los documentos de la Generalitat secuestrados en Salamanca, que a algo tienen que agarrarse en CiU para, al final de su ciclo, seguir exprimiendo la teta de los agravios, de la que tanta crema han sacado. Y el inefable patilludo Menem anda envuelto, al parecer de quien sabe de lo que habla, en un oscuro asunto de soborno para evitar que se descubriera a los autores del atentado antijudío que acabó con 104 personas en Buenos aires, en 1994. Y en una nueva jornada negra bursátil, que siempre es blanquísima para otros -el criterio demagógico casi exige decir “los de siempre”-, los ahorradores andan, ante el hoyo de su quebranto, clamando al cielo que no les oye. Como es un juego, terrible, pero juego, sólo la espera de tiempos mejores consuela a quienes no lo hayan perdido todo, como esos burlados jubilados cuyo fondo de pensiones estaba invertido en acciones de sus propias compañías ahora quebradas. Las sociedades anónimas, a su modo, han extendido su campo de dominio a la democracia que las ampara, con el conocido corolario: nadie es responsable, nadie paga por los platos rotos, como se demostró en Gescartera. ¿O acaso la incompetencia delictiva de la CNMV se resolverá en que han de pagar sus untados dirigentes a los estafados? Al Galindo todopoderoso de Intxaurrondo le confirman la condena por los asesinatos de Lasa y Zabala. ¡Qué chapuceros fueron los cloaqueros de González! En Canarias siguen amontonándose los inmigrantes sin papeles y el goppierno sigue mirando para otro lado, como desde que se empeñó en cambiar la ley de extranjería para empeorar la situación. Salvo la de los cloaqueros y la intención de Arenillas de Aznar de dialogar con Ibarretxe, que se muestra remiso a ello, siguen escaseando las noticias sobre la reserva antrhopológica de occidente. La muerte de un puentingador o bungeedor al que se le rompió un anclaje, lo que provocó que cayera desde 30 metros contra las afiladas piedras de un riachuelo, revela exactamente lo que significa  “deportes de riesgo”. A Clonista le extraña que la Guardia Civil hable de “homicidio imprudente”. No se puede coquetear con la muerte y exigir seguridades absolutas de que no va a presentarse la Parca, que lo es en avisar de su llegada. Miscelánea podría denominarse la sección Sociedad del diario. Y en ella el descubrimiento de un calamar gigante, con tentáculos de 15 metros, un auténtico habitante de las sombras húmedas, hace que Verne y la mejor fantasía de la infancia se nos cruce por la mente. Por ella se nos cruzan otras realidades aciagas cuando Clonista lee que un bar del Raval, frecuentado por homosexuales, ha sido cerrado por el consistorio, sin que queden muy claras cuáles hayan sido las razones técnicas para ello, salvo la de la discriminación sexual. Después de haber impedido crear el primer burdel europeo y después de andar siempre a los pies del bisbe Carles, Clos sigue haciendo honor a su apellido y está dispuesto a cerrar todo aquello que, supuestamente, dé una mala imagen de la ciudad, esto es, la imagen que él quiere de la ciudad. Por otro lado, Barcelona tiene ya una tradición de ciudad gay, con un barrio colonizado y con un comercio floreciente, como para que el Consistorio se convierta en Conventorio represor. Sin embargo, al otro lado del planeta, en Australia, el mayor prostíbulo del país está a punto de cotizar en bolsa. A Clonista, de refilón, porque se ve que en la realidad esos asuntos son de orden muy menor, se le queda en la retina que  Jorge Herralde et alii se quejan del mal estado de la crítica literaria en España, en la que la incultura del amiguismo está tan afincada como la endogamia en la Universidad o en la clase política de derechas. No deben quejarse. Desde que el libro pasó de serlo a ser “producto” y a gestionarse como tal, con rigores de economicismo papanatas, ¿qué podría esperarse? Clonista fue, en tiempos románticos crítico literario, enmascarado, y sabe bien cómo se paga el derecho a la independencia de criterio.

domingo, 20 de septiembre de 2015


22-7-02

     La realidad prensada se adelgaza, deshidratada por el calor sofocante de julio, y algo acabado, como la crisis de Perejil, vuelve a promontoriarse con afanes egocéntricos. Quizás lo más llamativo sea la ausencia del otro polo caliente  de los conflictos mal manejados por el goppierno, las vascongadas, del que apenas aparece un articulito inocente y casi como de compromiso, una realidad inercial, propiamente. El Debate puso fin al curso político, y ahora solo caben declaraciones aquí y allá, a la búsqueda de algún titular que les sirva de recordatorio a los futuros votantes de que aún existen, aun cuando cada vez existan menos para muchos de ellos. Zapatero, por ejemplo, promete un estado más laico. Clonista lo reclamaba días atrás. Le alegra coincidir con Zapatero y espera que se materialice en la suspensión del Concordato y en la equiparación de la Iglesia Católica con cualesquiera otras iglesias y sectas de las muchas que abren las puertas de sus templos, de forma privada, a los españoles. ¿Aún existen los capellanes castrenses, por ejemplo? De Bush, que es un habitual de la realidad prensada, como protagonista indiscutible del NO-DO universal, sesabe ahora que se enriqueció usando información privilegiada. A Clonista lo que le sorprendería sería lo contrario, que lo hubiera hecho en buena lid, pues no se le ven al César luces particulares ni económicas ni políticas ni de otras disciplinas. Si la cadena de mando militar usamericana acaba en Bush, ¿tiene ello alguna influencia en los errores militares que han propiciado las muchas bajas civiles que se han producido en Afganistán o simplemente es que tiene orgullosos émulos-eslabones inferiores? La Corte Penal Internacional, tan frágil y de tan poco futuro aparente, vuelve a verse en entredicho tras la decisión israelí de volver anónimos a sus combatientes para eludir reconocimientos que puedan implicarlos en los delitos que vienen cometiendo habitualmente desde que andan matando moscas asesinas a cañonazos genocidas. Ante esas realidades, la del desmoronamiento de WorldCom, la quiebra, dicho en plata ausente, se lleva la palma de la atención especializada, porque al común de los mortales sólo le llega el asunto como un capítulo más del dominio impostor de las grandes compañías y especialmente de sus gestores. La ausencia de criterios morales, el dominio del todo vale y la percepción de que son los reyes absolutos del mundo, que todo les está permitido, está llevando al capitalismo a una crisis que, crecida en su seno, puede acabar con él o modificarlo en un sentido que a Clonista se le escapa, pero que no debe andar muy lejos del intervencionismo estatal moderador y regulador. ¿Se necesitan más pruebas de que el mercado es incapaz de autorregularse? Ahí están los temporeros de Lleida, vagando de campo en campo sin encontrar quien los contrate, llevando una vida miserable y vagabunda. Magrebíes y subsaharianos serán alojados en un campamento de campaña levantado por el ejército y en el que podrán permanecer hasta finales de agosto. ¿Y después?  ¿Será que el caudillito, para fortalecer su neoliberalismo anticomunista y advertir a la debilitada clase media de que tiene serias amenazas contra las que solo él puede defenderla, permite que se vaya creando un lumpenproletariado cuya frontera con la delincuencia irá diluyéndose a marchas forzadas? Clonista no tiene vocación de analista social ni de politólogo, y está aquí simplemente para intentar averiguar si la realidad existe, es una barata ficción aterradora, el sueño de un dios demente, un discreto ejercicio de melancolía o un mal verso del monstruo de un soneto lleno de imposibles consonantes, pero la receta ortoaznardoxa, más policía, más cárceles, lo saca de su pequeña aventura pequeñoburguesa y le enfrenta con la tragedia imprevisible de los destinos humanos. Y entonces tiene que callarse.
21-7-02

     Avanzando inexorablemente hacia la aniquilación del tiempo que supone el mes de agosto, y del que para Clonista es el mes de julio un anticipo sobrado, encara hoy el levantamiento del nuevo edificio a una hora razonable en un lugar razonable y con una predisposición ambigua, dado que al escepticismo habitual de su condición se unen el desencanto y la decepción producidos por el cumplimiento de su disparatada aventura. Clonista supone que de una relectura atenta de cada uno de los días que integran su clónica se sacaría la impresión de que cada uno de ellos ha sido como una mole granítica casi imposible de ser desplazada por el que le iba a la zaga. Y algo de ello hay, por supuesto; pero lo cierto es que la fugacidad de la realidad clonicada aún le sorprende a Clonista como lo hizo desde el primer mes de su al principio ilusionante tarea, hoy simplemente ilusa y carente del arte que sigue habiendo dentro de ella, por más que él no haya conseguido extraerlo. Aún tiene cinco meses por delante para intentarlo, no obstante. La crisis de Perejil/Laila se cierra, aún no se sabe si en falso, gracias a los interesados  oficios de los usamericanos, es decir, a pesar de la inepta diplodocusmacia española. El ridículo más espantoso se extiende ahora como una mancha indeleble, y alcanza incluso a quienes, infografía en mano, narraron los acontecimientos, en acertada expresión de Vicent, “con la parafernalia grandilocuente del desembarco de Normandía.”  La ausencia del perejil que adorne el plato medio vacío y calcinado del verano prensado permitirá el regreso a los temas tradicionales, los de toda la vida. ¿Cuándo se acabaron las veraniegas guerras de las banderas? Suenan a guerras de nuestros antepasados, ciertamente. Mucho más aliciente tiene, para los nazis vascongados, el acoso a los judíos socialistas y populares, como denuncian en Navarra. Y es que siempre hay alguien un peldaño por debajo de la peor de las situaciones, y habitualmente en el olvido, o ensombrecidos por la escasez de radio del foco mediático. Clonista considera que la verdadera realidad es una suerte de negociación entre la vida personal y la vida colectiva: hasta aquí dejo que entres, hasta aquí permito que lo general condicione mi vida individual y hasta allí participo o me intereso en y por lo y los demás. Es una negociación desequilibrada y fallida. La insatisfacción lo domina todo. Clonista considera que tan perjudicial es dejarse habitar, o colonizar, por la realidad prensada, como proyectarse exclusivamente hacia fuera de uno con el convencimiento de que esa acción es el gran fundamento de la realidad individual, la sólida roca de nuestra identidad. Con todo, se trata de una negociación que nunca cesa. Lo que cesa es el flujo turístico hacia España. El descenso de hasta el 25% es un toque de atención que justifica las ofertas de última hora y el desengaño de los previsores. Reservas con antelación y acabas pagando casi el doble que quien decide contratar dos días antes de salir de vacaciones. Clonista, que es turista atípico, por no decir que nunca se siente como tal, dada su íntima condición apátrida, entiende que quizás incluso la fiebre de los viajes organizados vaya remitiendo, y, sobre todo, que las crisis económicas pasen su factura ominosa. Que diez millones de españoles dediquen alrededor del 30% de sus ingresos a pagar la hipoteca de su casa, en un plazo medio de 20 años, es un indicador clarísimo de que son muchos los entrampados y pocos quienes disponen de disponibilidad. Y aquí sí que Clonista sabe que toca carne caliente de realidad: letras, facturas, impuestos, y el inmovilismo desafiante de los sueldos. Pero para penar y lamentar no se metió en la clónica de este año dos, ¿o sí? Un domingo es siempre un domingo, y su aire de gran reportaje se cumple ya en la amplitud del gesto postdesayuno con que se sostiene el periódico sobre las piernas cruzadas. ¿A quién le toca hoy poner el nombre a la trivialidad? Ángel González y Caballero Bonald: la democracia es aburrida, no ahuyenta la tentación totalitaria y la realidad cada vez es más vulgar, espesa y gregaria. Pues eso.