sábado, 17 de octubre de 2015

15-8-02

     Una fiesta en plenas vacaciones sorprende a Clonista como a cualquier hijo de vecino con un repentino cierre de los comercios sin, de buenas a primeras, entender qué ocurre. Con todo, tras un día de playa tardía, Clonista, con el ruido de fondo familiar de un telediario más que appañado, intenta concentrarse en el levantamiento de su clónica diaria. Es evidente que aquel entusiasmo inicial relativo ha dejado paso a una serenidad crítica no exenta de ciertas airadas rebeldías o algún que otro cinismo moderado. A estas alturas del calendario, Clonista sabe que es muy impropio haber bautizado como Clónica del año 2 su aventura un tanto hermenéutica, otro masoquista y un mucho absurda. En modo alguno esta suerte de dietario monotemático puede ser una réplica de la realidad. Como mucho, una réplica a la realidad, lo que, bien mirado, tampoco deja de ser un cierto consuelo. Siguen las noticias de desastres naturales propios de la estación, y en realidad de cualquier estación, pero más llamativos en la presente. Praga, inundada, ha sido la más afectada, pues al desastre propio de la naturaleza se le sumará el de las cancelaciones turísticas. Pero no diferente suerte han corrido Alemania y Rusia. Clonista sí que puede testificar que, a su juicio, este verano del año 2 ha sido francamente sorprendente, con unas variaciones de temperaturas más que inusuales. En Israel, un líder de la Intifada es juzgado como terrorista prisionero de guerra por pertenecer al movimiento Al Fatah que, sin embargo, gobierna en lo que acabará siendo el futuro Estado palestino. En otra corte judicial, en Venezuela, se absolvió a los golpistas y Clonista ignora si el argumento de la defensa, que Chávez renunció al poder, fue factor decisivo. Mafiosconi endurece su posición antiinmigración ilegal y establece una competición con el goppierno español. Por fin, en el PNV, consolidada la propuesta de ilegalización  de B, hay señales de achantamiento. De la chulería del plazo de dos meses han pasado a “tiempo hay” para cualquier negociación, precedida del claro mensaje de que el PNV “no romperá las reglas de juego.” Los partidos estatalistas presionan como pueden: identificando a Arzalluz con ETA mientras está caliente la indignación. Decididamente, las noticias de sucesos ocupan un primerísimo plano que llena la realidad de sangre, furia y miseria. El “cierre electrónico del Estrecho” supondrá, se supone, un control de la avalancha de pateras. La inversión, al menos, debería garantizar que se redujera sustancialmente el tráfico esclavista entre los disputadores vecinos de Perejil. Hay debate para años, y la realidad oscilará en función de las sentencias judiciales. Los propietarios de un cámping de Tarragona han obligado a irse a 8 familias gitanas que veraneaban en él desde hacía nueve años. Las quejas de los otros campistas respecto de los supuestos comportamientos incívicos de los gitanos han sido determinantes. El alcalde de la localidad, del PSC, les da la razón a los propietarios. IU denuncia el caso como una clara muestra de racismo. El titular no se pronuncia. El que sí lo hace es el siguiente: “Un ratón castrado hace de semental de cabras y cerdos.” Los ocho minitestículos que lleva injertados en la espalda el roedor dan comprensible explicación del provocador y veraniego titular. Cerca de ese artículo, el de la deseada clonación de una mujer, le toca muy de cerca a Clonista, como es obvio. Y desde esta clónica la anima, además, a su clonación, por mucho que haya un cuestionamiento científico, moral y político. La identidad, la descendencia y otras cuestiones colaterales, a veces dañinas, ciertamente vuelven comprensibles la clonación.

miércoles, 14 de octubre de 2015

14-8-02

     En verano las riadas de climas europeos más asperos suelen entretener a los lectores amantes, o no, de los sucesos, como preámbulo de las gotas frías que, a su vez, acaban devastando el litoral mediterráneo. Realidades de Gaya, que parecen caprichos endemoniados. Algo más normal es el anuncio de las repretasalias, un purito llover sobre mojado, sangre, claro. Impresionado el goppierno por la nuevayorquización de sus manzadriles, amenaza con adelantar uno de sus fantásticos planes de choque performativos, esto es, actúan en el decir, pero con pobres resultados prácticos, para qué nos vamos a engañar. El reportaje sobre la inundación de Praga forzosamente es noticia nacional también, dados los flujos turísticos desde España hacia la ciudad del Golem. Por aquellos barrizales debe andar el sobrino de Clonista, currándose una visita guapa y quién sabe si, a la postre, evacuado junto a esas 50.000 personas. Noticia reconfortadora es que el Tribunal Supremo israelí haya congelado las  deportaciones de los familiares de los  terroristas palestinos. En el laberinto de grupúsculos y facciones, no deja de sorprender el enfrentamiento entre grupos rivales palestinos. Algo hasta cierto punto parecido ocurre en Buenos Aires, donde las rivalidades internas del peronismo, más los abusos policiales, han provocado un titular novecinelístico: Arde Buenos Aires. Palacio ha sacado pecho y herencia franquista –se supone, sin embargo, que sin consejo del caudillito, hombre de rancho y de inclinaciones cowboybushísticas– para reafirmar las tradicionales buenas relaciones de España con los países árabes y desaconsejar a Usamérica el ataque inminente a Irak que ya se huele. Las pateras siguen llegando a pesar de haber desaparecido el efecto llamada de la antigua ley de extranjería y estar vigente el efecto deportación de la presente. Un respiro secular es la estimación de despido improcedente de un empleado de Cáritas por visitar páginas web de contenido porno, económico, deportivo y automovilístico. La indemnización, además, 111.246 euros más los salarios de tramitación, los que acaba de suprimir el Decretazo del goppierno, supone una seria advertencia contra la mojigatería empresarial represora. Greenspan, palabra del Señor de las Bolsas, ha hablado y todos se han acojonado, porque se anuncian dificultades. A Clonista siempre le ha parecido un peso imposible de soportar y de llevar el que cada frase que salga de la boca de uno tenga repercusiones de tanta envergadura. Ahí va uno de esos contrasentidos ante los que el goppierno mete la cabeza bajo el ala o silba de perfil: El Banco de España anuncia jubilaciones a los 50. Pues eso.
13-8-02

     A deshoras robadas al sueño, lo que ha acabado convirtiéndose en un hábito, vuelve Clonista a su fútil empeño clónico. Ha de confesar que, camino del final, por más que esté a cuatro meses vista, su afán cae más del lado de la ficción, el terreno natural de sus desvelos, que propiamente del documento, la historia, el dietario o la investigación sociológica. Supuso, con esa cándida ingenuidad que es marca indeleble de su superficialidad intelectual, que lograría descubrir los mecanismos por los que la realidad se constituye como tal y solemos reconocerla y aceptarla como un todo ineludible, inexorable y hasta implacable. La verdad –a veces otro alias de la realidad– es que esa realidad se le ha vuelto imperceptible, como si de repente Clonista fuera una especie inepta sin órganos de percepción, sino sólo de pasión, algo así como un juguete sufriente de los dioses en el mundo de la tragedia helénica. La acumulación de realidad prensada, su seriación, su jerarquización, su tergiversación respecto de una supuesta prístina epifanía de la misma inducen a Clonista a caer en un escepticismo nihilista -¿es esto un azaroso ejemplo de la contradictio in adjectio?- del que le cuesta salir para seguir al pie del cañón en este encadenamiento de batallas contra la fantasmagoría de su afán inclasificable que, por lo menos, acredita con creces su testarudez, su perseverancia –Clonista renuncia por respeto, ¿a quien en un futuro pudiera perderse en este año enmarañado?, al fácil calambur de su constancia acreditada-. Y suma y sigue. La expresión de ese deseo consciente y negado, compartir su aventura con futuros lectores, introduce mayor narratividad en su afán, ¿hasta desvirtuarlo? Imposible saberlo. Clonista no ignora que ese deseo debe haberlo animado desde aquel lejanísimo 1 de eneuro en que echó su nave en manos del capricho de los vientos, por más que nunca hasta hoy se haya atrevido a darle la única realidad que tiene, ésta de la letra que sale de las teclas por las que corre su sangre; con todo, ha sabido sepultarlo bajo la gravidez de las muchísimas atmósferas bajo las que cumple a diario con su obligación impuesta ¿e impostada? Dejemos la psicología barata y sumemos otro serón de realidades al gran océano donde busca esa realidad proteica, evanescente, habilidosa, cruel, bendita, imbécil, lasciva, ininteligible, inasible, amorfa y cuantos adjetivos, de toda laya, quepan en la ristra infinita que nunca la definiría, sino que, como mucho, la adornaría estrafalariamente. Sigue con la suma, pues. La primera realidad prensil es la extrema delgadez, casi anoréxica, de la realidad prensada agosteña, pues apenas si se percibe grosor entre los dedos que escogen la versión de la realidad en el quiosco. Y de la primera cara –y no precisamente la más acicalada–   con que salen todos los diarios a competir por el favor del lector, el que, como en las teorías literarias, crea el texto al actualizarlo con su lectura, la primera mueca que le llega a Clonista es la confirmación de la estrategia autoritaria del colombiano Uribe, quien acaba de decretar el estado de excepción, allá bautizado como “estado de conmoción interna”, cuya innata poesía vuelve inútil cualquier comentario: cuando habla la poesía, la realidad se desnuda. El azar ha querido que esa conmoción se empareje con lo que se ha vuelto realidad cotidiana en las calles madrileñas: dos delincuentes matan, en una balacera, a un policía. Los dos, de gatillo fácil y nombre de culebrón, son colombianos. La nuevayorquización de la capital del reino es una modernez manzanada cuyo cutrerío le resultará muy difícil de modificar a su sustituto o sustituta, si es que la extensión del fenómeno no lleva incluso a la necesidad de un gran gobierno de coalición municipal que le devuelva a Madrid lo poquito que ya le queda de su raíz de acogedor poblachón manchego. Lo que nunca entenderá Clonista es que la negativa del PNV a votar en el Congreso a favor de la ilegalización de B sea un gran titular, ni tampoco que intenten no quedarse solos en esa iniciativa y quieran que CiU les acompañe. Cuando la obviedad causa estos estragos en el criterio prensado, ¿cómo no recordar la única frase de Francisco Fernández Ordóñez –alias “call me Paco”– que quedará en la crónica política de la democracia, aquella en la que bautizaba al caudillito aznariego como “el gran solemnizador de lo obvio”? Pues eso. Las ficciones hollywoodienses siguen haciéndose realidad barata y absurda en la política usamericana. Ahora, el gran bushpectador ha decidido que comandos al modo de Misión Imposible recorran el mundo amañando accidentes de los hijos de la gran madre de todos los terrores: Al Qaeda. Que el racismo tiene varias direcciones lo está poniendo de manifiesto Robert Mugabe con su política de apropiación forzosa de los bienes de los blancos y de su expatriación no menos forzosa. Que por el camino acabe con la débil economía zimbabuana y él se convierta casi en una réplica de Idi Amin Dada, el carnicero dictador contemplado por el diamantino Giscard, parece tenerlo furioso, según narra novelísticamente Ramón Lobo, pues la imagen resultante del dictador se aproxima mucho a las del género sudamericano, sin duda porque el autoritarismo no es que sea global, sino raíz atávica de la especie humana, allá donde haya medrado desde su aparición en el continente africano. No muy lejos de la literatura anda la crónica dedicada a la emergencia política de los Inuit, los mal llamado esquimales, es decir, un término que la corrección política hará desaparecer en pocos años. Esa realidad, tristemente ofrecida en la crónica desde la perspectiva conservacionista y paternalista de los ecólogos le recuerda a Clonista, aunque no sea una gran película, pero lo hace  siempre con cariño,  El hombre de hielo, una ficción científica en la que se logra revivir a un inuit que hallan congelado, en un caso parecido al del cazador encontrado en los Alpes. Recomendable para amantes de la antropología poco exigentes con la verosimilitud o, lo que es igual, de exigente imaginación. Menos imaginación hay que tener para saber lo que hubiera ocurrido si hubiera explotado la bomba que al final sí que estaba en la playa de Santa Pola. Enseguida, no obstante, hemos de volver a la imaginación, en este caso febril, pues la estadística, auténtica diosa sin fronteras, ha culminado su estudio sobre la evolución bursátil del activo Dios, entre otros indicadores que deben permitir obtener una imagen apropiada de las sociedades humanas que destrozan el planeta. Uno, llamativo, es el de la felicidad. La encuesta viene a certificar, al modo francapriano, que los ricos también lloran y que en la pobreza abunda la felicidad. De hecho, la lectura completa de la macroencuesta, más de 80.000 encuestas en 80 países, tiene todas las posibilidades de convertirse en un auténtico bests-seller del humor negro. ¿Habrá alguna editorial que sea capaz de ver ese filón? Clonista sabe que le pide demasiado a un sector empresarial atestado de miopes y escasísimos nictálopes, aunque de haberlos, haylos. Una nueva catástrofe aérea, esta vez económica, la casi quiebra de Airways, vuelve a meterles en el cuerpo a los bolsistas el miedo a las alturas y, sobre todo, al batacazo. La noticia sobre la cooperación televisiva entre Canal Sur y TV3, en una serie sobre la emigración  andaluza a Cataluña en los años sesenta, le hace estar atento a Clonista, pues le va a hablar de una realidad cercana. Lo primero que Clonista recuerda es, allá por el 68, cuando era un deportista de los de dedicación exclusiva, una invitación a comer a la casa de una familia catalana cuyo hijo era compañero de selección nacional, una familia bien amable y que le acogió con todo el cariño del mundo. Eso sí, a la hora de los postres, tuvo que oír cómo el hermano mayor de su compañero leía una composición en la que se hacía una parodia de una serie televisiva de moda entonces, Los invasores. ¿Se adivina quiénes eran éstos? Los murcianos, que, a los efectos, vale tanto como decir los andaluces. Clonista representaba a un equipo murciano, en aquel lejanísimo entonces. Lo escrito, pues, habrá que estar al tanto; aunque lo mismo recibe uno un alcantarazo y tente tieso. Tiempo habrá y, a lo mejor, ni cae en el ámbito temporal de la presente clónica. ¡Ojalá! Ahorrará bilis, atrabilis.

lunes, 12 de octubre de 2015

12-8-02

     Ayer acabaron los éxitos de los atletas españoles en casi todas las disciplinas. La herencia de la olimpiada de Barcelona aún se ve, y éxitos como el presente es posible que animen a más jóvenes a practicar una mística deportiva cuya vía ascética no es apta sino para auténticos gladiadores del sufrimiento. Por lo demás, la realidad prensada del día lleva un titular que tiene todos los visos de una oferta de rendición incondicional propuesta por el goppierno al gopnvierno vascongado, antes que una oferta de negociación global, que es lo que dice el cuerpo de la letra, no su espíritu. Tras haber sido acusado de promover los ataques con ántrax, el científico Steven J. Hatfill acusa al FBI de convertirlo en chivo expiatorio de su propio fracaso investigador. El baile de las pruebas no acaba de ser concluyente y nada puede ser descartado, pero los amaños policiales, como se hizo en Génova, han dejado de pertenecer al selecto núcleo de lo impensable en los usos sociales, para mal de todos, lógicamente. Por fin una iniciativa ciudadana, encabezada por Ben Ami, tras su abandono de la Kneset, parece querer buscar con confianza una paz que ha de nacer desde la base si se quiere que sus raíces impidan en el futuro enfrentamientos como los actuales. Clonista quiere creer que el redactor de la agencia Reuter le ha dado un brochazo novelístico al suicidio de una mujer tailandesa cuando incluye la opinión de un guía turístico, testigo del suceso, quien afirmó que, al lanzarse a un estanque lleno de cocodrilos para suicidarse y, al ser apresada por el primero que descubrió la presa, la mujer pareció que se abrazaba al saurio. Apenas establecido ese primer contacto romántico, unos 100 cocodrilos contribuyeron al festín ante los ojos horrorizados de los turistas que aguardaban el momento de alimentarlos con sus bolsas de pollo. Lo sorprendente es que hace diez años se produjo un suicidio idéntico en el mismo sitio. De alcalde virtual puede tildarse al de Marbella, o de fiel correveidile de quien, habiendo sido suspendido en el cargo por sentencia judicial firme, aún sigue mandando, extramuros la voluntad popular, ¡o quizás coincidiendo con ella!, que es lo peor, obviamente. ¿No sería preceptivo, en esos casos, celebrar nuevas elecciones?  La realidad burlada lo es siempre por otra más real aún, en una espiral de emulaciones y simulacros que se acaba convirtiendo en una grotesca pirotecnia de absurdos políticos y legales. Las torres de refrigeración se levantan, durante los veranos, aunque también en los inviernos, como presencias amenazadoras que arrojan, desde sus alturas inclementes, la legión de la muerte neumónica. Combatir el calor y el frío extremos tiene esos inesperados ataques por el flanco que dejan tieso a más de uno. La realidad prensada vive de anécdotas tan curiosas como la trágica del suicidio cocodrilófilo, si bien las hay de naturaleza artística o científica, como la del resultado de una década de excavaciones arqueológicas en Murcia para desentrañar la falsa leyenda del Neanderthal; o la espectacular lluvia de estrellas conocida como las “lágrimas de San Lorenzo.” Carmen Reina, que fuera mujer de Alfonso Guerra, y es librera, desgrana en la Revista de Agosto las quejas tradicionales del gremio y constata su pertenencia a una secta cada día que pasa más minoritaria, la de los lectores, la de los amantes de la visita a las librerías y la compra en ellas, incluida, que cabe, la conversación con los lectolegas para quienes aún el baile de las novedades y las visitas al fondo constituyen parte fundamental de sus vidas. Probablemente no serán esos jóvenes sometidos –o esclavizados– a la precariedad laboral, al abuso de los contratos basura temporales, quienes refuercen la secta, aunque algunos habrá, sin duda, porque a la magia de la letra impresa que levanta la verdadera realidad, la de la ficción, siempre habrá quienes no puedan resistirse. Leer es reiterar el goce de pecar. Y pecar es reiterar el goce de vivir.
11-8-02

     Nunca el domingo es menos domingo que durante las vacaciones. Y la realidad habitual de todo el periodo vacacional halla su correlato en la línea definida de la edición dominical, fiel a sus reportajes amplios, entrevistas de dos páginas y recapitulaciones varias. Clonista está desengañado de su pequeño reto de ayer, cuando no por mayor acumulación la realidad emergida  acabó pareciéndole más real. Comprobó que seguir noticia a noticia la realidad prensada en ningún momento le añadía más realidad a su clónica, antes al contrario: se perdía en una suerte de galimatías inconexo, absurdo y casi hasta alevoso. Ni el propio Clonista creía que en lo que estaba escribiendo hubiera ni una pizca de aquella realidad que se propuso rescatar día a día, no crear, como sí lo hacen los medios de comunicación. Clonista no ignora, sin embargo, que, en cierto modo, también la suya es una construcción de la realidad  -¿desinteresada?- , esto es, una ficción. De ficción parece la decisión electoral del goppierno de abrir el Congreso en agosto para que todo el país perciba que se mueven contra el terrorismo, aun cuando, por otros lados políticos, se empeñen en consolidar la situación, el statu quo, que tanto les ha gustado a propósito de Perejil. De otro modo lo ve Uribe, quien se atreve a “reservar escaños” para los guerrilleros que abandonen las armas. Con razón justifica en las páginas interiores que es una “solución muy nuestra”. A pesar de ser tan suya, Clonista supone que en el PNV habrán tomado  buena nota de ella, y que el día menos pensado se apuntan. La realidad casi siempre –teniendo en cuenta que testigo viene de testículos– acaba teniendo una dimensión sexual que no conviene despreciar. Es bien conocida la decisiva influencia de la satisfacción sexual para la consecución de la felicidad individual, de ahí que la industria del sexo mueva en España doce mil millones de euros. La otra ladera del descenso aliviado del orgasmo es, sin embargo, oscura y, sobre todo, atávica y humana, muy humana: la esclavitud, el reino de los Leika que viven traficando con jóvenes ya embaucadas ya desesperadas. El 66% de las prostitutas son de origen extranjero, la mayoría, además, de países del este de Europa, lo que viene a confirmar indirectamente el hechizo sexual que aún sigue ejerciendo entre los españoles el tipo nórdico tras el que babeaban tantos excelentes actores en aquellos engendros desgraciados del cine español durante el franquismo. Usamérica sigue haciendo valer su hegemonía mundial: los que no les den inmunidad a sus tropas, se quedan sin cooperación militar, medida que no vale para la UE, claro, sino para sus satélites estratégicos, salvo los cruciales: Israel, Egipto, Japón, Corea del Sur y Australia, o sea, los pringaos, aquellos de donde ellos pueden acabar sacando un hermoso beneficio a cambio de casi nada. Ningún discurso más fácil que la denigración de la política a través de los facinerosos ejemplos de los políticos. Clonista no ignora que esa crítica legítima, caída en según qué  yermo cultural, como el español, por ejemplo, puede contribuir notoriamente a la defensa de la extendida ideología de “la mano dura”, “el hombre fuerte” y soluciones tan simplistas y cavernícolas como las correspondientes a la edad mental de sus adalides, que son millones. Arnoldo Alemán Lacayo –¡nada menos que Lacayo!– anda acusado de haber evadido 32 millones de euros. El ex presidente de Nicaragua, país que no nada en la abundancia, ciertamente, encontró tiempo durante su mandato para ir juntando no sólo esos 32, sino hasta 250 millones de dólares. Meter la mano, ¡afortunadamente distinta de la muy satisfactoria meter mano!, acaba siendo siempre la gran tentación insuperable de quienes, en el fondo, no han accedido a la política sino con el ánimo de que sus bellas y solidarias palabras perversas les sirvan de disfraz a sus deseos rapiñadores. La caza de brujas sobre qué grupos se van a oponer a la decisión de la coalición antiterrorista PSOEP ha empezado. La propaganda ya actúa, como denuncia Labordeta, diputado de Chunta Aragonesista, cuando revela que le han calificado de proetarra por oponerse a la Ley de Partidos. IU se abstendrá, para otorgar, Clonista supone que a instancias de Ezker Batua. IC, sin embargo, antiguo PSUC, se vale de la imposibilidad de que cale en el electorado la manipuladora identificación que denunciaba Labordeta y votará no en esa sesión de agosto en la que a más de dos y tres se les agriará el mosto. La noticia trascendental de la jornada, la que tiene por sí sola realidad a espuertas, es la del alarmante titular “Guerra del agua a la vista.” Rato anunciaba que habría cortes en el suministro eléctrico, pero en ningún caso, después de haber aprobado el goppierno su plan hidrológico, está su compañero del ramo correspondiente dispuesto a revelar públicamente que en este país el agua acabará  siendo motivo de enfrentamiento. El ritmo de despilfarro del agua, sobre todo en el sector agrícola y en el industrial, y también en el doméstico, aunque en proporción a su participación reducida en el gasto general, acabará convirtiendo el agua en lo que es: algo más precioso que el propio petróleo. Y si no que se escarbe en el pozo de la guerra palestino-israelí: se descubrirá que en el fondo hay agua, no mucha, pero valiosísima agua. Son habituales las noticias sobre una realidad hiriente: la situación de la justicia. Las decisiones de los jueces se llevan la palma, porque el efecto espectacular de las mismas atrae más lectoclientes que los informes sobre la incapacidad del aparato judicial para cumplir con su tarea. Lo que se presenta como la última polémica se acerca bastante al patinazo que pegó el diario de referencia de Clonista cuando el caso de las lesbianas sordas.  El juez Forcada Miranda ha concedido la custodia de su hija a la madre tras un divorcio tormentoso. Eso sí, ha sentenciado que ésta se trate psiquiátricamente para superar el fracaso amoroso y existencial que ha conducido al divorcio, pero, sobre todo, para algo tan sensato como que “admita la existencia e importancia de la figura paterna en la vida de sus hija y asuma que la menor no es de su exclusiva pertenencia, en el sentido de que debe tener a su disposición a ambos progenitores para su adecuado desarrollo.” La opinión prensada implícita parece decantarse hacia la opinión de los abogados de familia, que consideran “insólita” la decisión del juez, amén de fuera de su ámbito de competencias. Pues tenga o no la competencia para ordenar algo así, Clonista no ve sino sensatez en esa sentencia. Clonista incluye esta realidad, que es tan común ya en España, pues siguen aumentando los divorcios  cada año que pasa, casi casi para garantizar su imparcialidad, aunque no necesite probarla ante nadie, y menos ante él mismo; pero la experiencia del divorcio de sus padres, entre muchísimas otras sentencias públicas y ecoprensadas de lo más variopinto, le ha dejado un escepticismo incurable respecto de que la justicia sea lo que debería ser: justa. Carmen Alborch es la entrevistada en el cuadernillo de colorines del suplemento Domingo, no se sabe si como promoción de su último libro para mujeres, como icono socialista  o al modo Solerserraniano (despistado como estaba Clonista en el repaso liviano del cuadernillo festivo, no había reparado en la firma del entrevistador, pues es evidente que las preguntas definen tanto o más  la entrevista que las respuestas). Hecha la comprobación de a quien le parecía vana, superficial y cargante la mujer, se encuentra con el viejo amigo Espada, Arcadi, haciendo una faena de aliño con una mansa aleonada, que son las que más despistan a los deslustrados. La mansedumbre ideológica clicheada se advierte cuando sostiene, la consagrada escritora, que el espíritu crítico de los ciudadanos comienza a formarse en la escuela. Larra sigue bigente, en realidad. La investigación prorrealidad de Clonista llega a virtuosismos tales como haberse detenido nada menos que en la página 31 del cuadernillo salmón, sección Ofertas de Empleo, y haber descubierto allí una noticia tan de nuestros días y tan relevante que no merecía figurar en ese apartado rincón, sino en el desarrollo del titular sobre el gasto español en los placeres -¡o vaya usted a saber qué, que en ese amplio campo de actividades limitadas hay de todo!- sexuales. Las empresas despiden a sus empleados por hacer mal uso de internet. En el 69% de los casos por consultar webs de contenido pornográfico. El capitalismo castrador, pacato y puritano siempre atento a la represión del más hermoso de los instintos. ¡Como si un trabajador satisfecho sexualmente no rindiese más! El capitalismo a veces no sabe ni lo que quiere, y si no ahí está la Bolsa para botón de muestra. Aunque igual ese vaivén de sobresaltos y euforias bursátiles provoca orgasmos más intensos que los tradicionales de la entrepierna, ¡vaya usted a saber! La jornada de hoy recoge lo que fue realidad ayer, emocionantísima, en las victorias de Marta Domínguez y Antonio Jiménez Pentinel en los Campeonatos de Europa de Atletismo. Como Clonista conoce al detalle la exigencia de los duros y  muy a menudo solitarios entrenamientos que hay detrás de ese éxito, sintió en cada zancada la belleza inmensa del esfuerzo técnico y la inteligencia competidora. Pasará inadvertida, pero la propuesta de Schröder de una amnistía fiscal con condiciones suena a rendición ante la rebeldía de la vaca explotada. No parece serio, ni honesto ni justo premiar a los evasores de capitales. Malas expectativas electorales tendrá cuando ha de recurrir a esas blanduras impropias de la socialdemocracia alemana. 

domingo, 11 de octubre de 2015

10-8-02

     Hoy Clonista parece haberse despertado con aquellas ganas anunciadas de ajustarse a la realidad prensada al milímetro. Ya veremos si es capaz de satisfacerlas o si, como es habitual, se acomoda al repasillo de una realidad que se devalúa cada día más a medida que agosto se remansa en el piélago de la estupidez y la indiferencia universales. Aprovechando un huequecito familiar, esto es, en soledad relativa de escasa duración, allá va Clonista embalado a levantar el atestado de la realidad prensada. ETA aprovecha su primera plana y, como una famocotilla sus buena racha de exclusivas, no la quiere perder. Peregrino fue el lugar –pues el clonista ignoraba la condición de lugar estratégico que reunían los aseos de la hamburguesería de una familia iraní en Torrevieja– pero afortunadamente sólo en él quedaron los daños. Muertos sí que los hubo, por el contrario, al estallar una bomba en la sede de una ONG en Afganistán. El titular sórdido, que le revuelve el estómago a Clonista en la tardía sobremesa de un sábado de agosto, se lo lleva la banda de pederastas que abusaban de sus propios hijos y otros menores y alardeneteaban de ello. Un rapto de lucidez debe haber llevado a uno de los sospechosos a suicidarse después de ser arrestado. Clonista sabe por la impecable clónica antimanipuladora de Arcadi Espada sobre el caso del Raval, que buena parte de los pederastas viven su pulsión sexual como una adicción de la que no pueden deshabituarse, ni siquiera con ayuda psicológica. Más claro aún lo vio en el desolador retrato visual que hizo Gonzalo Herralde de José Luis Cervato, el asesino de Pedralbes. 13 desgraciados de los encerrados en Sevilla serán repatriados en el acto y sólo 40 de los restantes quedará en libertad. Centros de internamiento, ¿por qué no campos de concentración? Que formalmente estemos en una democracia justifica quizás la primera definición, pero los inmigrantes ilegales viven en la realidad de la segunda, nos guste o no. Tras el rostro doloroso y alarmado del día, las entrañas removidas inciden en lo habitual. Tres enfermeras son las nuevas víctimas de la que ya se puede caracterizar como ola de atentados contra centros cristianos en Pakistán. ¡Qué miedo han tenido siempre unas religiones de otras! ¡Qué inseguras y sin fundamento les han parecido sus convicciones frente a las de las demás! La histeria antiterrorista occidental inducida desde el gobierno usamericano comienza a hacer aguas jurídicas en Inglaterra, donde la absolución de un inglés de origen árabe ha dejado en ridículo a la fiscalía. ¿Pasará otro tanto aquí cuando se intente la ilegalización de B? Clonista –y lo llevaba sobre su conciencia desde que se le ocurrió la idea sintética de reducir a Batasuna a su inicial bombística–  ha de confesar que le cuesta horrores ser fiel a su decisión, pues cada vez que la plasma se le viene a la memoria la excelente película de Borau, Hay que matar a B. El gobierno usamericano se ha reunido con la oposición iraquí para buscar una coartada política a la anunciada segunda intentona de derrocamiento del califa de Bagdad. A la vista de las aguerridas mujeres que ayer desfilaban dispuestas a inmolarse en la defensa de su líder, el paseo militar amenaza convertirse en una masacre colateral de órdago. La ONU quiere mediar entre Uribe y Tirofijo –Clonista no recuerda si convirtió Fijo en apellido la última vez–, pero, personalismos aparte, la situación igual se encamina hacia la partición del país y a la emergencia de un estado independiente cuyas relaciones con su vecino siempre habrán de ser tirantísimas. Ese peligro de la fractura social sin posibilidad de arreglo va camino de consolidarse en la Venezuela de Chávez, cuyos grupos paramilitares han hecho lo posible y lo imposible por llevarlo todo al terreno de los enfrentamientos violentos. A la sombra, Carlos Andrés Pérez, vestidito de cordero reformista, aguarda su turno. Los derechistas franceses aprietan el cinturón al país y suspenden inversiones públicas, con lo que eso significa de repercusión en los más desfavorecidos. Desde el punto de vista de la grandeur, han decidido renunciar a la Expo de 2004 con total tranquilidad y el alivio del ahorro consiguiente. O sea, que Maragall iba de profeta a trompicones cuando reclamó la Expo de 2004 para Barcelona. Entonces se le echaron encima porque ya estaba reservada la fecha por Francia, pero pocos cayeron en la cuenta de la visión a larga distancia del político intuitivo y genialoide. A Clonista le resulta enternecedora la posición del abogado defensor del asesino de Pim Fortuyn cuando se queja de que “tanto la opinión pública como la prensa han emitido ya la sentencia contra su cliente.” Sobre todo porque al militante defensor de los animales –un dato que se ha remarcado mucho para considerarlo como una incongruencia, cuando a Clonista le parece sobre todo un rasgo de coherencia de primer orden– le detuvieron pocos minutos después del asesinato con una pistola en la que se encontraron restos de sangre de la víctima. El Bosque Santo usamericano nos tiene acostumbrados a milagros mayores en las ficciones judiciales, pero mucho se teme Clonista que ni la realidad prensada será distinta de la realidad real cuando el tribunal o el jurado correspondiente emita su veredicto. Más noticias de verano, y casi siempre con el tono trágico que les es connatural: temporales e inundaciones en Rusia: muertos y desaparecidos, más el pertinente desastre económico. Leído el titular, “Al menos 48 muertos en combates en Congo”, parece que el combate sea una diversión nacional congoleña. Leída en detalle, la confusión permanece, pues cuesta trabajo encontrar una explicación mínima de cuáles son las partes en conflicto y de cuál sea éste. Más comprensible es, pero sorprendente, la colaboración entre Palestina y la CIA para reformar el servicio de seguridad palestino. Mientras, la madre de todos los conflictos, el estado palestino independiente, sigue en eternizado proceso de gestación. Las planas nacionales están acaparadas por la ofensiva etarrorista. Descripciones, declaraciones a ciegas del goppierno y ayudas directas de Francia y Suiza componen el decorado habitualísimo del fenómeno, como si fuera un calco de años anteriores y, anticipado, de los venideros. Clonista echa pie a tierra y desespera de su intentona, o la deja para mejor ocasión. Tras el espacio graciosamente reservado para la propaganda indirecta de ETA, Clonista encuentra diez noticias cuyo mero enunciado, multiplicado por las que vengan después, llevaría la clónica de la presente realidad prensada del día a una desmesura que amenazaría la continuación de la presente aventura, so pena que Clonista dedicara las 18 horas íntegras de su tiempo a ella, lo cual cae del lado de la más absoluta ficción. Rescatada del pasado, por más que sea presente, es la referencia a Luis Roldán, alias el ingeniero, a quien le han denegado el tercer grado. La Generalidad anda ahora con prisas para cerrar la concesionaria del permiso para abastecer de agua a Santa Maria de Palautordera, tras el brote de disentería que ha causado. El monopolio del suministro lo tenían desde 1972, luego los controles oficiales han fallado estrepitosamente. Eso sí, ni a Pujol ni a Duran ni a Mas habrá que pedirles responsabilidad alguna, ¿se adivina por qué? ¡Premio! Como en El Escorial la diversidad es la reina, Chano Lobato ha sentado cátedra, y Clonista lo recuerda aún como si lo estuviera oyendo en un recital en la muralla de Vejer a las tres de la mañana en una ya lejana noche de Agosto. Raras veces Clonista, tan amante de la práctica del deporte, como ha quedado dicho, ha llevado a la realidad del día lo que es realidad dominante para tantos millones de seres en España y en todo el mundo, pero los campeonatos de Europa de atletismo, con brillantes éxitos de deportistas españoles, le tocan la fibra sensible, sobre todo en las pruebas de resistencia y concretamente en la de 3000 obstáculos, por la que siente predilección. ¡Hay que ver con qué rapidez se suceden en los pantanosos terrenos de la Bolsa las euforias y las depresiones! De ayer a hoy ya todo ha cambiado. A Clonista le extraña que una andanada económica contra el gobierno de Mafiosconi aparezca en la sección de Economía, en vez de hacerlo en Internacional, aunque una y otra son intercambiables, por supuesto, como casi todas las noticias de todas las secciones, en realidad, en la prensada.