sábado, 28 de noviembre de 2015

24-9-02

     Charlando Clonista con Paco Marín, amigo, novelista y, sin embargo, historiador, le confesaba la aparente esterilidad de su aventura clonista cuando, de pronto, cayó en la cuenta de que el interés de semejante hazaña no podría valorarse sino a larguísimo plazo: 50 o 70 años, como mínimo. Enseguida Clonista se puso en la piel de un futuro lector que revolviera en las montañas del mercado de libros viejos de San Antonio, o de cualquier otro similar, y se encontrara, por puro azar con un volumen que le anunciara lo que éste: Clónica del año 2. ¿Dudaría, después de hojearlo, de su anecdótico interés? ¿Pensaría que se trataba de otra forma de contar la Historia? Probablemente no, siempre y cuando a Clonista no se le ocurra, en mala hora, ponerle algún subtitulo pretencioso al estilo de Los límites de la realidad y la realidad de los límites, o cualquier pedantería por el estilo. Esa figuración le ha insuflado a Clonista unos ánimos que su realidad laboral estaba consiguiendo esquilmar. De hecho, hoy es el segundo día in a row que ha de levantarse a ciegas y baldado –esta noche pasada le ha tocado el turno a la nominalmente bellísima “alergia colinérgica”, y, en realidad, un suplicio atroz que le desvela y le impide volverse a dormir en un plazo de dos horas y media, si el Atarax actúa rápidamente, por supuesto- para pacer su afán. Arafat continúa levitando en su asedio hasta que Sharon se atreva a mandar pinchar la burbuja artificial y se derrumbe quién sabe si con un tiro en la sien o volatilizado por un misil que lo convierta en el mito que justifique centenares de futuros asesinados en Israel. Con todo, la promesa de Arafat de intentar acabar con las actividades terroristas de muchos de sus compatriotas es una declaración implícita de cierta culpabilidad. En el terreno de la negociación imposible los muertos sobre la mesa siempre son baza negociadora, sea cual sea su origen: eso es lo inmoral. ¡Menudo ramalazo ético que le ha dado a Clonista! Su ingenuidad no parece alcanzar límites, desde luego. El fracaso de unos asesinos de ETA, a los que les explotó en las manos la bomba con la que querían limpiar las vascongadas de indeseables, no tardará mucho en llevarse otras vidas por delante: ¡a cuántas barbaridades no conduce el desquite de la vergüenza pública, de la humillación! Siguen actuando como realidad de primer orden los resultados de las elecciones alemanas y las famosas reacciones. Si hay alguna significativa es la negativa de la administración bushamericana a felicitar a Schröder, a quien acusan de haber “envenenado” las relaciones bilaterales. Usamérica está, pues, dispuesta, a pelearse con todos los aliados, menos con uno, y a enseñarle al mundo entero que se basta y se sobra ella sola, con Blairglaterra, para hacer lo que se ha de hacer, por encima de escrúpulos y blandenguerías interesadas. Esa posición de Gran Padre Blanco es, por otro lado, dato inequívoco de la realidad, al margen de sus humos y de sus aires. Ahí está el ultimátum a Sharon para que no le toque ni un pelo a Arafat y se siente a negociar cómo diablos salen del embolao en que se han metido, o en que Sharon los ha metido a ambos con esa mentalidad belicista para la que la única negociación posible es la rendición. Aznar ayer, aun aliándose con el extrañísimo eje italobritanicoespañol probushiano, dejó caer que Israel debía cumplir las resoluciones de la ONU, como Irak. No será ajena a esa declaración la nota que le habrán pasado sobre los resultados de las encuestas ciscadoras sobre el tema, que auguran éste y futuros desencuentros con la masa electoral. Ya se sabe, con todo, que la soberbia ciega. Y si no que se lo digan a su predecesor, en quien no ha hallado escarmiento, sino a quien ha cubierto de escarnio, que no es poco pecado tampoco... El vicesecretario de los socialistas marroquíes, excesivamente complacientes con el feudalismo monárquico de su país, produce un titular para el que debe de haber estado reflexionando muchas lunas: “En el fondo, a los islamistas no les gusta la democracia.” Es razón de liviano peso. Tampoco le gusta al caudillito, y ahí está, ¡hasta dando lecciones de ella, cuando se tercia! Todo muy grotesco, sin duda, ¡pero tan real! Si Atutxa azuzó el ordenamiento jurídico contra GarZón, un sindicato minoritario de policías busca abrirse paso electoral y denuncia a la Mesa del parlamento vascongado por desobediencia a la justicia. Lo propio es pensar que embolicar més la troca debe obedecer a una estrategia ruidosa cuyo supuesto beneficiario directo seraía el PP, pero ¿quién conoce la voluntad de los dioses? No este Clonista, ciertamente. ¡Qué contumacia, la hispanomarroquí, a la hora de malentenderse! Realmente parecen dispuestos a darse la espalda y a esperar futuras mediaciones del amigo americano, de ambos, o de la ONU. Que la publicidad tiene una realidad que va más allá de lo real prensado es indudable, como también que invade el poroso espacio privado con una facilidad que asusta. El fotomontaje publicitario de El País con  Kafka, por bienhumorado que fuera el escritor praguense, es de un mal gusto difícilmente superable. En vez de un feliz anacronismo ingenioso, el chistoso Franz aparece como un secuestrado que enseña la portada del diario para dar fe, por la fecha, de que sigue vivo. ¡Secuestrado por la publicidad!, que es el único mensaje. Sus relatos, ¿a quién le importan? Hace mucho tiempo que la gloria de Kafka es su valor icónico y su importancia adjetival. Zaplana parece haber llegado al goppierno para convertirse en zapisonadora de Zapatero, en poética conjunción zezijunta de su caudillito admirado, pero anda labrando su ruina, al estilo de la antigua primera autoridad sanitaria del país, alias Villalobos. De los sucesos truculentos de ayer quedó Clonista con la intuición de que existía una diferencia de edad notable entre la pareja en trámites de divorcio y la madre a quien asesinaron para robarle el hijo que volviera a unirles. Hoy conoce Clonista que la asesina tiene 24 años, y la víctima los mismos de ayer, claro, 22. Se diría, como en aquel lejano asesinato por celos que reseñó Clonista en verano, que la crueldad de los niños no admite parangón, porque es evidente que no puede hablarse de adultos en este caso. Que la sociedad infantiliza hasta extremos insensatos es un hecho solo comparable a la progresiva renuncia a la responsabilidad de educar y formar a los hijos que se está produciendo en innumerables familias españolas, y Clonista sabe de lo que habla, pues no en vano es testigo privilegiado. Aún no se sabe en qué parará el denostado Folclòrum, pero la construcción de un hospital geriátrico y de salud mental cerca del evento asegura la memoria monumental del mismo, pues se llamará Centro Fòrum del Hospital del Mar, a mayor gloria del publievento  municipal. Tanto vuelo está alcanzando el Folclòrum –pues que se hable mal de él no deja de ser un éxito desde la perspectiva publicitaria desde la que se plantean todos estos acontecimientos-, que el gociuerno enseguida ha tomado cartas diplomáticas en el asunto y ha acordado ya, con el Quebec oprimido, la realización de un Ciufòrum de las culturas, oprimidas, naturalmente, para estudiar cómo se defienden del paso marcialavasallador de la globalización rampante. ¿Hay quien dé más? Aún quedan números de la rifafòrum. Los suplementos específicos de la realidad prensada suelen ser fuente inagotable de conocimientos sustanciales que, aislados en su gueto, pueden parecer anecdóticos, pero cuya trascendencia es más que notable. Que las varices sean cosa de hombres y que se den básicamente entre profesores, camareros, pilotos y cirujanos –que vale tanto como destacar su espíritu democrático-, no deja de ser un recordatorio de una penalidad más que añadir a la larga lista de calamidades laborales de la profesión, entre las que el desequilibrio mental ocupa un lugar de excepción. El anuncio de Los lunes al sol, de Fernando León, autor de la excelentísima Familia y la interesante Barrio, supone una promesa de futuro goce cinematográfico. Al menos en ello confía Clonista. ¡Se hacía raro no despedirse de la realidad real sin el correspondiente vaivén bursártil, capaz de aburrir al más limitado de los oyentes de historias! ¿Qué toca esta vez? Desplome y negros nubarrones, además del disgusto por la repetición de Schröder y el inminente ascenso al poder de Lula. ¿Significa todo ello que la voluntad de los accionistas del mundo entero serán las órdenes de su lacayo bélico usamericano? En el caso de Brasil pocas dudas caben. En el de Alemania no cabe ninguna. Respecto del primero, pronto comenzarán las maniobras en la oscuridad. Respecto del segundo, arrogancia y distancia, y poco más. ¡No admite límites la voluntad mediáticovillalobiana de Zapisonaplana! ¿Caballo? El despido libre. En buen zarzal se mete, ¿o le meten? Hay patrones azorados para quienes su juego favorito consiste en deshacerse de la tripulación. El drama del desempleo, del despido, se corrige políticamente en las bajas con que se refleja en la realidad prensada la situación personal en que quedan 900 trabajadores de Opening, arrinconados, además, junto a las cotizaciones bursátiles, un mapa de lo real por el que nunca se ha aventurado este Clonista. Hoy, contraviniendo su inclinación y su hábito, sí se adentra en la columna-martillo-de-herejes de Rosa Montero para compartir una preocupación que afecta a no pocos columnistas, a juzgar por lo que lleva leído Clonista a lo largo de estos nueve meses. Bajo el siempre inquietante título de La realidad, Rosa Montero está de acuerdo con Cclonista, o éste con ella, en que “se diría que la realidad más real es siempre aquella que porporciona pingües beneficios a unas pocas personas.” La columnista se rebela contra el consejo conservador clásico: hay que ser realistas. “La historia del ser humano es precisamente la historia de una lucha contra la realidad, esto es, contra los límites que esa realidad impone a unos ideales de felicidad y de mejora”, escribe Montero. Esa creencia en considerar que la realidad es lo dado, lo establecido, no la comparte Clonista, aunque no discute que lo dado tiene una inercia dominadora apabullante. Los ideales de la felicidad y del amejoramiento  -se entiende que el progreso material individual- son, muchas veces, los causantes de una realidad tan chata que difícilmente puede considerarse distinta de la realidad dada, la que, según Montero, ha sido creada por los poderosos. Resulta enternecedora esa visión monteriquea de las dos realidades en pugna: la creada, merced a la manipulación, por los folletinenigmáticos ellos y la de quienes no se dejan que se la impongan, quienes poseen los ideales y los sueños. Como se suele decir, de nuestros amigos nos libre dios...

viernes, 27 de noviembre de 2015

23-9-02

     Ahora sí que la realidad de cada día se le ha caído a Clonista como un mazazo de agobio. De buena mañana, deprisa y corriendo, ha de recuperar una realidad prensada que cada día qué pasa tiene más de ficción esperpéntica, pero no por ello menos dolorosa o jocosa, según las circunstancias. No sabe Clonista sí la realidad prensada supone tener el mundo en casa, pero, en cualquier caso, no deja de ser una lata que en su pequeño mundo, de por sí tan dado al trajín y al desquiciamiento horario, ese supuesto gran mundo, el que llenará quizás las ignorantes páginas de la Historia, se le aparezca como su verdadera realidad. Se acumulan los meses de clónica y, en plena época laboral, ¡tan deprimente!, la visión de la realidad cambia de cuajo. Ilustrar mentes tan reacias a la luz no es labor para la que Clonista tenga redaños ni ya, a su medio siglo de vida, paciencia. Paciencia sí que habrá de tenerla Schröder, que gobernará de prestado y muy atento a los deseos de Fischer, auténtico ganador de los comicios, aun cuando su partido no haya pasado del 8% de los votos, que eso tiene también la democracia, y ese es también, a menudo, el significado de las minorías: no solo condicionar las mayorías, sino a veces imponerse a ellas. El ascenso de los verdes en Alemania prueba también la importancia del factor humano en la política, tan estudiado muchas veces en función de los carismas individuales, pues a la personalidad de Fischer se debe sin duda el ascenso de su partido. Marruecos sigue empeñado en cortar cualquier intento de aproximación a España, y lleva el problema camino de enquistarse. La situación de Arafat cambia en función, parece, del humor del gran gatazo Sharon. Acorralado como una fiera, se le pasan ahora alimentos para enviar al mundo el mensaje de que las represalias israelíes tienen sus límites. Cada vez más, salvando infinitas diferencias, Arafat se va pareciendo a Allende encerrado en La Moneda sitiada por el demente asesino Pinochet. Junto a esa situación límite aparece la noticia de la niña palestina sometida a un trasplante de riñón proveniente de un adolescente israelí que murió en el último atentado suicida perpetrado en Tel Aviv. Después de imponerse militarmente en el Tíbet durante décadas y tratar de “chinificar” al país sin resultados apreciables, China ha decido emprender la vía de las inversiones en infraestructuras, bienes y servicios para captar la buena voluntad del país ocupado. ¿Cuánto tardarán, las nuevas generaciones que se acerquen a la prosperidad en olvidar ciertas reivindicaciones nacionales? Habrá de verse. Zapatero promete diálogo con el nacionalismo democrático vascongado, que no es poca novedad en estos tiempos, ciertamente, de la amenaza y el insulto. La política autonómica de Aznar -que propiamente no existe-, no tiene otro objetivo que rebajar la importancia política y administrativa de las mismas, a pesar de que su partido gobierne en muchas de ellas. El “ascenso” de Zaplana a un ministerio de segunda deja bien clara la situación, o el de Gallardón a una alcaldía, que aún la deja más. Una pareja en trámites de separación debió ver el cielo abierto cuando se les pasó por la mente criminal, pues eran las dos de ambos, Ángel e Isabel, una y la misma, asesinar a una joven a quien su madre, funcionaria de la Armada, dejó en Galicia embarazada y sin medios propios para mantenerse. Esa realidad truculenta, de romance de ciego, siempre es bien acogida en la realidad prensada, e incluso destacada, pues los medios de comunicación a las masas saben perfectamente el numeroso público real que tienen esos sucesos. Clonista descuidó hace unos días comentar la reforma que había hecho la Generalidad en las máquinas tragaperras. Hoy, las reacciones de Ludópatas Anónimos y la izquierda en primera plana del suplemento rinconacional obliga a ello. Las autoridades naciunalistas no se cortan un pelo y admiten que esa reforma se ha hecho porque la han pedido los empresarios del sector, que saldrán beneficiados. Y hay que cuidar a aquellos de quienes tantos euros se sacan en impuestos por el juego, una competencia autonómica. Desde luego, nunca ha sido muy transparente la relación de la autoridad con el mundo de las apuestas, excepto para cerrar los garlitos y las timbas clandestinos, claro. Una ciudad en fiestas es un agobio añadido al de la propia vida cotidiana, una fuente de estrés inagotable y un prodigio de falta de invención, o una muestra exuberante de invención infantiloide que asusta. Al estilo de la que han tenido los productores pidiendo a los actores que rebajen sus exigencias económicas para que la crisis del cine no se los lleve a todos por delante. ¡El arte siempre tan cerca de Rato y sus recetas! Continúa la guerra sórdida entre el goppierno y las Baleares, a las que debe tener conceptuadas como las niñas de sus ojos, por el empeño sucio y trapero que pone en recuperarlas aun a pesar de abrir heridas de difícil cicatrización. El PP se caracteriza por tener enemigos, no adversarios, y así resulta casi imposible gobernar un estado como el autonómico. No acostumbra Clonista a meter la realidad deportiva prensada en esta clónica, pues ya vive él la realidad deportiva no prensada con harto sudor y no poco placer, pero la subida al Angliru, en condiciones atmosféricas tan adversas, supuso un espectáculo ciclista de primerísima magnitud, como ni siquiera se había visto en el Tour de Francia. No es de extrañar que siga creciendo la afición a la bicicleta en el país.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

22-9-02

     Decididamente, el domingo es el día de la realidad declarativa, usualmente arengas ante un público incondicional. Inaugurada la temporada de caza del voto, los cinegéticos líderes limpian los cañones y sacan la indumentaria apropiada del fondo de armario: chaleco, canana, botas  de goma altas, sombrero de fieltro con pluma y ¡hala!, a escopetear contra la sindéresis, los principios elementales de la lógica y la vergüenza. Aunque la incertidumbre sobre quién gobernará los destinos de Alemania se lleva la parte del león de la realidad foránea, la situación dramática de Arafat, a un paso del abismo, simbólico y real, después de los ejercicios de precisión misilística del ejército israelí, por fuerza tendría que suscitar una reacción por parte de los países que han mostrado su preocupación activa por el conflicto. Sin embargo, el máximo representante de la diplomacia europea, Solana, se limita a expresar su “profunda inquietud”, para desconcierto de este Clonista que no sabe exactamente cómo ha de traducirse a la jerga vulgar del pueblo llano semejante filigrana diplomática. Probablemente la lectura de una reacción así le haya permitido conocer de primera mano una muestra de la “alta política” eurofuncionaria. Newsweek ha sacado a la luz las sucias bambalinas de esa alta política al exponer las relaciones del actual Secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, con el régimen de Husein, al que ayudó a derrotar a Irán, facilitándole armas químicas con las que masacró, por ejemplo, a la población iraquí de etnia kurda. El gobierno Reagan culpó enseguida a Irán, pero no tardó en conocerse la verdadera realidad. Y esto, que suena a película hollywoodiense, “el criminal nunca gana”, suele acabar siendo cierto, aunque no del todo, pues ahí están los famosos “misterios de la Historia” que tanto hacen para entretener a legiones de historiadores. En términos generales, no obstante, sí que es cierto que las imposturas históricas acaban siendo desenmascaradas. ¡Por fin apareció Pérez Royo! Lo hace en falsa polémica con Diego López Garrido, pues ambos están de acuerdo en bastantes cosas, pero lo hace a medias. Su impecable argumentación contra el recorte de derechos constitucionales que supone la intervención de GarZón, no se completa con los argumentos que Clonista buscaba para saber si los expuestos por Atutxa han de merecer todo el crédito que a lectura de lego merecen. 103 africanos interceptados en Canarias y Tarifa: suma y sigue. A ellos han de añadirse las 70 prostitutas esclavas –una auténtica brigada internacional- a las que no se les dará otra alternativa a su secuestro y explotación que la de ser extraditadas sin mayores consideraciones. Hay destinos tristes, sin duda. Las realidades dominicales prensadas tienen la virtud de introducir a sus lectores en mundos insospechados. El reportaje de Juan Francés sobre los Invasores destructivos es una buena muestra de ello. Desde el siluro descomunal -cuya introducción en el Ebro contó admirablemente Arcadi Espada- hasta el lucio voraz, pasando por el mejillón cebra o el cangrejo rojo americano que tiene de todo menos de amigo americano, pues transmite una enfermedad que es letal para el cangrejo autóctono. En resumen, que ciertas especies alóctonas –solo por haber leído esta palabra le hubiera hecho espacio Clonista a esta realidad que preocupa socialmente más de lo que pueda parecer- están poniendo en peligro de extinción a las especies autóctonas. Que el PP catalán quiera indepiquendizarse de Madrid parece un viaje ya ensayado con anterioridad y siempre saldado con un madrileñísimo ¡firmes! que solía dejar las filas más prietas que las nalgas de un aquejado de diarrea sufriendo un achuchón en una piscina pública. El jueves pasado, Joan de Sagarra se burlaba del Folclòrum a partir de una proposta de programa que se le pasó para que hiciera las sugerencias oportunas. Hoy le toca el turno a Sergi Pàmies, que abunda sobre lo mismo. Se sabe que ambos articulistas no son antropólogos de reconocido prestigio. De tan aburrida como es la perseverante guerra lingüñística –¡Clonista deja la errata porque es el colmo de lo sintético!-, la misma que a veces tiene episodios nacionales que exaltan los ánimos de los resistentes, de uno y otro bando, dudaba Clonista si había de reflejar el escándalo provocado por el cardiólogo Valentí Fuster al utilizar el castellano y el catalán en su pregón de las fiestas de la Mercè. Supone Clonista que el primer sorprendido por las rasgadas vestiduras erciunas habrá debido ser el  propio cardiólogo, quien, además, tendrá el inglés como primera lengua, actualmente. Clonista ha declarado en numerosas ocasiones su ignorancia en no menos numerosos asuntos, entre los que se encuentra la ¿ciencia? económica. Ahora bien, ¿cómo no sentirse estafado cuando de la pluma de uno de esos aprendices de gandalfes de la economía, en este caso Paul Samuelson, sale algo como que “el bienestar de los pobres en las regiones productivas sigue superando las rentas de los pobres en zonas menos acaudaladas”? De la realidad sepia, porque el dinero es siempre un viejo retrato de familia, se queda Clonista con la noticia del invento español para la bicicleta, el Rotor, que le permite al usuario sufrir menos sobre ella, castigarse menos las rodillas y desarrollar una mayor potencia con igual frecuencia de pedaleo. En la presentación de Ten minutes older, película coral donde se exhibe el último trabajo de Víctor Erice, recordó éste una hermosa y tramposa –como casi toda la belleza- frase de Jean Renoir: “los cineastas somos ciudadanos del cinematógrafo, pertenecemos a un país que no viene en los mapas y que se llama cine.” ¿Y quién no quiere ser ser de excepción? Perdónesele a Clonista su debilidad atlética, pero el triunfo de Antonio Manuel Reina en los 800 m lisos, en la Copa del Mundo, una distancia nada española, y los buenos aficionados ya saben a qué se refiere Clonista, supone un éxito cuya repercusión será mínima, como el propio atleta hizo notar al quejarse del “mal trato que se le da al atletismo en España, aquí siempre estamos que si Ronaldo y que si fútbol.” Quede aquí, al menos, constancia, por anónima que sea esta clónica, nada prensada, de la admiración que Clonista siente hacia quienes labran su éxito en infinitas jornadas de entrenamiento cuyo sentido depende muchas veces de esta o aquella tarde feliz en que se dan cita la fuerza y la inteligencia estratégica, ¡apenas un soplo! tras meses y meses de abnegada dedicación solitaria y anónima.

martes, 24 de noviembre de 2015

21-9-02

     En mala, precipitada y adelantada hora cantaba victoria ayer Clonista sobre los plazos que cumple o incumple. Con las malas consejeras aparece hoy antes de salir de expedición cinematográfica gracias a la benevolencia -literal- de la abuela de las criaturas. Con la insultante prepotencia del gato gordo y mal criado sobre el famélico ratón, Sharon acorrala a Arafat y lo tiene a tiro de tiro desgraciado, y si algo le frena a la hora de dar la orden de la ejecución, es decir, del asesinato, quizás sea que, automáticamente, se convertiría en un criminal internacional que ni dentro de sus propias fronteras podría sentirse a salvo. A su manera, esa realidad es continuidad del proyecto de política exterior esgrimido por Bush ante el Congreso y que puede resumirse en el viejo adagio: quien da primero, da dos veces. Y desde que se formulara el axioma hasta hoy, la humanidad no ha avanzado ni un pasito, como quien dice. Quienes reclaman una fuerza internacional de interposición tienen la razón, pero no tendrán esa fuerza. Que EFE era una institución en fase de extinción se había convertido en un lugar común. Clonista advierte que esa desgana informativa alcanza a la redacción, en este caso la de La Habana, desde donde se nos comunica que evacuan a los cubanos por la llegada de un huracán que va dejando a su paso fuertes lluvias ¡y vientos de 250 kilómetros por hora! Pues eso, a evacuar. ¡Qué terrible que haya grupos policiales o parapoliciales, como demuestra el tipo de arma usado en el asalto, que hayan buscado como objetivo nada menos que a la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo! ¿Qué pretenden acallar: la Historia, la memoria, las acusaciones de robo de niños, las acusaciones de asesinatos, la esperanza de volver a ver a los familiares perdidos, o de saber si aún existen, en alguna fosa colectiva sus restos? ¿Por qué, a pesar de algunas polémicas posturas políticas de la anterior presidenta, no le han concedido a ese movimiento cívico ejemplar el Premio Nobel de la Paz que insulta a quienes lo conceden, a quienes le dan eco, y a quienes escuchamos ese eco, desde alguna vitrina de la casa de Kissinger o de Peres?  A Javier Tusell le asusta la espiral de despropósitos que se ha adueñado, como una borrasca activísima, de las vascongadas. El título de su artículo, Por el órdago al vértigo, tan esdrujular, no cae en la cuenta de que ese vértigo está atontando ya, de hecho, a muchos, y que va a más, que es amenaza popular patentada. Sobre el regocijo de los violentos no se atrevería Clonista a llegar a tanto, pero coincide con el articulista en lo que coincidió casi un millón de personas en la manifestación tras el asesinato de Ernest Lluch: que dialoguen. Hasta el presente el único diálogo practicado ha sido el de sordos, pero, como no se le escapa a nadie, eso es una frase hecha que menosprecia la inteligente y activa capacidad dialéctica de los sordos, bastante más dicharacheros, en términos generales, que los políticos con responsabilidad en el goppierno y en el gopnvierno. ¿Habremos entrado en la fase mudal de la democracia? ¿Asistirán los mudamentarios al Mudamento? De hecho, el suma y sigue diario de detenciones de inmigrantes sin papeles ni siquiera parece interesar ya a los parlamentarios, ni su situación provoca parlamento alguno. Incluso el cálculo prensado de los dos metros por inmigrante campoconcentrado es algo que le suena a viejo a Clonista, casi como de otro año, tras haberlo echado él hace más de un mes, quizás. ¿O ni siquiera ha pasado un mes? Esta clónica tiene un efecto demoledor sobre las inseguridades temporales de Clonista, quien padece de una desorientación-devastación  temporal aguda. Luego dicen que todos somos iguales ante la justicia. Hachuel y Pérez Escolar, dos delincuentes de alta escuela, no han pisado la cárcel más de 53 días el primero y 40 el segundo; y ambos han sido excarcelados por razones de edad y se supone que de sabiduría y de gobierno, ya puestos, qué puñetas. Seguro que hasta le sacan partido social a su temporada a la sombra, y, entre cóctel y canapé, se convierten en Dantes redivivos que asombran a las señoras dijetales con su tétrica descripción del infierno carcelario, antes de reírse con ellas de lo tonta que es la justicia, y lo encantador que es el caudillito, a pesar de que aún no les hubiera dado el pasindulto, que seguro que estaba al caer. El caudillito estaría muy ocupado en establecer, desde su Castillo, la prioridad de las subvenciones a las fundaciones culturales: Primero Franquito, eh, ojo. Y a Juan Ramón Jiménez, ni un duro, que ese ya es un poeta reconocido y no se lo merece, y además era un tío estiradísimo. Se ha instalado la Feria del Libro de Ocasión. Clonista siempre la espera y, al final, siempre se desespera: no hay ocasiones, ni con pelo ni calvas. La marea de libros anodinos que han de recorrer los ojos cansados del lector habitual le provoca un vértigo que le hace desistir a la hora de haber comenzado el escrutinio. La burbuja de las telecomunicaciones sigue pasando factura y eso significa despidos. Lo mismo sucede con el textil en Cataluña. ¿Llegan las vacas flacas? Nunca es el tiempo de las vacas flacas para todos, ni siquiera donde el hambre es espectáculo de televisiones que acuden como buitres y moscardas.

lunes, 23 de noviembre de 2015

20-9-02

     Entrar en el primer fin de semana, que no significa de ocio en la voluntariosa profesión evangelizadora de Clonista, sin que se le acumulen las clónicas parece una hazaña que espera tenga continuidad en los próximos por venir. Cuando comenzaron las vacaciones estivales, Clonista se las prometía muy felices, pero, al final, las dentelladas del tiempo siguieron igual de voraces y descomunales, de modo que no fueron pocas las veces en que la presión del compromiso le hizo rozar el desangelado territorio de la desesperación. La serenidad es un ideal que sólo alcanzará Clonista, previsiblemente, cuando se quede lelo o el filo de la guadaña le corte, definitivamente, la respiración. Con todo, es bien cierto que la realidad prensada sigue siendo una de las primeras fuentes de regocijo de Clonista, además de justo todo lo contrario, por supuesto. Ver las caritas del caudillito y de su caudillón asomando por el puente de mando de la recién botada fragata Álvaro de Bazán, tocado cada uno con su sombrerito de circunstancias, el caudillito tipo usamérica style  y el caudillón modelo tradicional franquista es todo un poema cómico-siniestro que no tiene desperdicio. La reacción de Sharon ha elevado la tensión en Oriente Medio hasta unos límites que rozan lo inimaginable, porque el asedio a Arafat en su cuartel general no busca sino acabar con él, asesinarlo, que es la única obsesión del genocida de Sabra y Chatila. Las dramáticas ironías del capitalismo son hirientes. Costa de Marfil produce el 40% del cacao mundial. Los precios han caído por los suelos y, después de haber sufrido un golpe de estado, el país ha entrado en una crisis que se intuye dramática. El simple anuncio de la sublevación militar, sin embargo, ha permitido que subiera el precio del cacao en el mercado internacional. ¿El saldo? 105 muertos y 150 heridos, de momento. Abrir un bote de cacao para desayunar le parece a Clonista que es como abrir una sepultura. Natalia Junquera, con su carta, le recuerda a Clonista su ceguera transitoria ante las palabras de monseñor Ajenjo, amargas como ellas solas, con las que defiende, como portavoz de la Conferencia Episcopal, que la violencia doméstica no es motivo suficiente para anular un matrimonio. Igual no aparecieron por exceso de vascongadurías, pero si lo hicieron, debía de estar sufriendo Clonista una bajada de glucosa, pues no puede desatenderse, en plena controversia sobre si es necesaria o no una ley integral sobre la situación de la mujer, indefensa en su mayoría frente a los malos tratos causados por los hombres, una participación tan iluminadora por parte de los pastores –de pasta gansa en los paraísos fiscales, claro- católicos. Al primero a quien deben de haber iluminado debe de haber sido al caudillito, que se retracta de sus compromisos y se refugia en el donde dije digo digo que no dije, ¡y a ver quién le tose!, escudado como habla en su mayoría absoluta, quizás muy próxima a ser disoluta, no obstante. No puede sorprender a nadie que después de haber sido detenido un policía que espiaba para ETA, los dirigentes de B usen documentos de usos interno de la policía para atacar al consejero de Interior Javier Balza. ¡Cómo va a sorprender si, prácticamente, son parte activa del poder gubernamental! ¿Por qué, si no, iba a disculparse el ejecutivo vascongado con los asistentes a la manifestación por el trato recibido por los Betaseguidores? Se vuelve a la época de los manifiestos, ¿o nunca ha acabado de pasar esa época que, en realidad, es más un estado de ánimo que un tramo temporal? 150 intelectuales españoles y marroquíes... ¿Por qué al malévolo Clonista se le solapa aquel título de si hubo o no once mil vírgenes...? Destacar que la Guardia Civil ha detenido a dos constructores que empleaban a inmigrantes no regularizados en Torrevieja es reconocer que junto a esos dos hay más de dos mil veces dos y quizás más, pero las órdenes... ¿cuáles son, por cierto, las órdenes?, ¿úntame y explota feliz? No está claro por qué no aparecen noticias de ese tipo a diario, nada claro. Mientras Clonista aguarda la iluminación jurídica de Pérez Royo se consuela leyendo las enrevesadurías de Verdú, tan atento siempre a lo último, y a sacarle el partido conveniente. “¿Es real la realidad?”-pregunta que fue el título de un libro de Watlawick, como recuerda Verdu- es, para el sociólogo, la “cuestión central de nuestro tiempo”. Lo analiza en relación con la película Simone, del autor de la más que interesante Gattaca. Para Verdú el triunfo cae del lado de la ficción, pues el público no admite que una mujer real haya suplantado a la heroína virtual. Clonista, aunque debiera, a estas alturas, ser ya un auténtico experto en realidades e irrealidades, verdades y ficciones, no sabe qué decir, salvo que todo puede buclearse  ad absurdum. Las palabras dan  mucho juego, sin duda, y que haya una Moratti, ministra italiana de Educación, dispuesta a reimplantar el crucifijo en las escuelas, tras haber recibido del rincón italiano de la realidad como penúltima noticia la manifestación antiMafiosconi organizada por un Moretti, parece algo más que un chiste. La medida ministerial no lo es, sin embargo. Y dada la amistad del caudillito con Ducesconi, mucho se teme Clonista que del castillo becqueriano como un fantasma de otros tiempos se descuelgue, para volver a enjaularse, ese crucifijo tan apto para consolador como para martillo de herejes. ¡Qué paciencia no ha de tener Clonista para pasar por la pequeña política rinconacional y empeñarse en que un personajillo mediocre como el consejero Franco, por ejemplo, haya de tener una importancia que jamás tendrá, aunque de su departamento pudieran salir medidas que paliaran una situación tan espeluznante como la que señala la estadística de los accidentes de trabajo? Por otro lado, le espera al clonista La madre muerta y, la verdad, no hay color. Lo dicho.

domingo, 22 de noviembre de 2015

19-9-02

     Con qué facilidad puede cualquiera descolgarse de la realidad prensada. Basta, como es obvio, con no leer los diarios. Pero el clonista va más allá con su afirmación. De lo que se descuelga, cualquiera, es de la jerarquía opresiva de lo real. Esta torpe reflexión se la sugiere al clonista la lectura del resumen lateral que se ofrece en la primera plana, y en algunos periódicos en la contraportada, pues es bien sabido que se ha generalizado la tendencia a empezar los diarios por detrás, donde suele ubicarse la programación televisiva. Qué extrañeza le causó a Clonista, ya puestos a hablar del espacio, la decisión de El Periodico de colocar en las últimas páginas la sección de Cartas al Director cuando hicieron una reordenación de secciones de la que se han arrepentido antes de llegar al año. La realidad prensada tiene sus espacios rituales, y es difícil luchar contra el mapa, más aún si los cambios solo contribuyen a desconcertar y desorientar a los lectores. Bush, y casi resulta de obligado cumplimiento comenzar por él, ya ha conseguido el respaldo de los líderes del Congreso usamericano para bombardear Irak. La aceptación iraquí de la llegada de los inspectores pone un poco más difícil el ataque inmediato, pero Clonista no cree que la industria armamentística usamericana desaproveche esos avales políticos. Las frases de los políticos acaban a veces en los bazares de citas que son algunas antologías de frases célebres. La del candidato Lula bien pudiera ser una de ellas: “Aquí no hay un pueblo que quiera más, sino un Gobierno que da menos de lo que el pueblo tiene derecho” (sic), en traducción de Relea. Lo propio sería de a lo que el pueblo tiene derecho, pero ¿a quién le importa que la lengua diga lo que el hablante habría de decir, en vez de lo que sale al buen tuntún del sin ton ni son? Un nuevo atentado suicida palestino abre la espiral de la represión. Resulta difícil evitar preguntarse si el único objetivo de esos atentados es provocar una reacción que justifique los próximos atentados, la verdad. El latiguillo de Ibarretxe “una inmensa mayoría del pueblo vasco” ha acabado convirtiéndose en su argumento ómnibus y en su escudo, pues nadie como él sabe interpretar ni representar a esa inmensa mayoría, de modo que cuando él habla no habla él, sino su latiguillo, y extrae de ahí una legitimación demagógica que puede tener unos efectos más que perniciosos en el conflicto electoral que se vive en las vascongadas. En IU ya se empieza a considerar que su sección vascongada ha ido más lejos de lo que el propio Anguita fue cuando se convirtió en el tonto útil de Aznar. Llamazares, que le debe apoyos a Madrazo, sale por la tangente del enriquecimiento de las diferencias. Continuará. De todos modos, parece que, a juicio del presidente del Supremo, desobedecer el auto de GarZón sobre la disolución del grupo parlamentario de B sí que es delito perseguible de oficio. Clonista, a pesar del bombardeo propagandístico, se entretiene en leer las explicaciones de Atutxa y no le cuesta nada reconocer que su exposición es harto razonable. Parece, aunque Clonista es lego en materia jurídica y de poco o nada vale su opinión, que la “invasión” de GarZón es evidente. Clonista espera, con verdadera expectación, que Pérez Royo salga de su mutismo –da la impresión de que se haga de rogar un poco, a tenor de lo mucho que tarda en desplegar su sabiduría jurídica- y acabe de iluminarlo convenientemente. Pero es más que razonable, según Atutxa, que el auto de GarZón invada competencias exclusivas del Parlamento si, como se sostiene, el cumplimiento de ese auto implica que se condicione el voto de los parlamentarios. Francia siempre ha tenido a gala -¿y a qué si no, salvo el a galo imposible y ajustado?- ser un país de acogida, de asilo. España, nunca, y los muchos exilios que ha provocado su bullanguera historia ahí están para demostrarlo; pero ahora menos, a la vista del rechazo del 90% de peticiones de asilo. El goppierno parece haberse especializado en mandar leyes al Parlamento sin adjuntar la memoria económica que diga de dónde va a salir el dinero para las inversiones que de ellas se derivan. ¿Se ha dado el pistoletazo de salida de la próxima  -y aún lejana- campaña electoral? Arenillas de Aznar, por si acaso, templa los nervios de sus aznareligionarios y le quita hierro a la larga espera que se prevé hasta que una hoja volandera de la libreta azul -¿y de qué otro color si no, aparte del pardo, podrían ser las libretas del caudillito?- revele la voluntad del líder todopoderoso. Si la literatura es, sobre todo, provocación, se cuenta que Martin Amis acaba de provocar a todo el mundo, en su país, y se espera que pronto en aquellos donde se le traduzca. En su caso, la literatura se reviste del género ensayístico y toma como pretexto la figura de Stalin y su régimen genocida. Las primeras informaciones están teñidas de tal animadversidad hacia la obra que les va a ser difícil a los futuros lectores abrir el libro con la inocencia que se les ha de presuponer a todos ellos. De hecho, se le hace nacer en Osford (sic), que es un modo –el errático-, como cualquier otro, de menosprecio. ¿Tendrá algo que ver la renuncia del ex-rector de la Pompeu Fabra  a continuar como miembro del consejo asesor del Fòrum con las reflexiones antropológicas hechas últimamente? Nadie explica nada, ni el Ayuntamiento ni el interesado. Y así se va haciendo el Folclòrum, a golpes de silencio y urbanismo.
18-9-02

     Día de rutina absoluta. Vuelta a la normalidad, que suele significar, para muchos, vuelta al tedio. Redactar esta clónica después de haber leído la realidad prensada unas horas antes constituye un ejercicio memorístico que acaba deprimiendo a Clonista. La realidad cotidiana erosiona de tal manera que ni siquiera esa realidad que habría de imponerse con la evidencia de su importancia o de su trascendencia logra impresionar al ajetreado Clonista más allá de las tres realidades de rigor que se arrastran día tras día y que acaban convirtiéndose en el monótono motivo recurrente que hastía hasta la saciedad. Ni siquiera la rebelión institucional del gobierno vascongado va más allá de un juego retórico que, a pesar del carácter casi de punto de no retorno que le adjudica Rosa Díez, únicamente servirá para añadir más vacío al panorama sin ideas del secesionismo militante. El reto, no obstante, tomado a la tremenda, puede acabar disparando hasta el absurdo las reacciones: desde la destitución del gobierno vascongado y la disolución del Parlamento hasta lo que se quiera imaginar dentro de la política ficción que tiene allí su asiento. Presentar una querella criminal -¡criminal!- por prevaricación contra GarZón cae, después de todo, dentro del terreno de la legalidad vigente. Desobedecer sus autos, se piense de ellos lo que se piense, sí que puede volverse, legalmente, contra los desobedientes. ¿Se volverá? ¿De qué manera se harán cumplir dichos autos? El juego de faroles va perdiendo la caballerosidad que se les supone a las partidas clandestinas y se entra en el terreno de la especulación sucia. ¿Se llegará también al de las represalias sucias? Ya están las cosas allí donde el Caudillito se ha empeñado en llevarlas a fuerza de electoralismo pendenciero y demagogia sin escrúpulos. Ese talante lo comparte con Bush, quien lo manifiesta frente a Irak no dándose por enterado de la jugada diplomática iraquí –quizás también otro farol meramente dilatorio, sin duda. A Clonista le llama la atención que la ministra Palacio se ciña tanto a la posición de la opsoesición y casi casi desautorice a su jefe, al Jefe. Misterios diplomáticos, capítulo uno. Parece, afortunadamente, que la xenofobia de la CDU en Alemania se ha vuelto contra los conservadores y el tropezón en las encuestas puede convertirse en batacazo. Que la demagogia no tiene límites ni fronteras ni falta de personal que la asista, la cuide y le dé lustre para estar presentable en todo momento se advierte enseguida en las declaraciones sedemadrileñas de Carod Rovira, quien, de repente, echa mano de sus orígenes y saca pecho ajeno para “probar”, como quien dice, que él es españolista de pura cepa, un español de tomo y lomo por parte de padre, algo indiscutible y, por lo que se ha de entender obligatoriamente, apodíctico a más no poder, además de ser garantía de exculpación de perversiones ideonacionales pasadas. La campaña de solidaridad prensada con él sigue adelante, aunque el lavado de cara tiene más de cosmética que de otra cosa. Desde que la sección real de la inmigración tiene página fija en la realidad prensada, Clonista no recuerda ninguna noticia como la de hoy, la detención de 241 personas “sin papeles” por parte de las autoridades marroquíes. A la realidad hay que acercarse como quien lo hace a un síntoma, de ahí que la razón deductiva encienda todas las alarmas para esclarecer de qué es o deja de ser un síntoma esa noticia. Curiosa coincidencia, después de haber estado buscando información en internet sobre las cruzadas medievales para la exposición escolar que ha de hacer el hijo de Clonista, que El Roto recuerde el imposible progreso de la Historia: “¡Los santos lugares del petróleo están en manos de infieles!” Pues eso. La fundación Pablo Iglesias convierte auténticamente en Historia –sección intrahistórica- la realidad dolorosa del exilio español provocado por la victoria de los rebeldes encabezados por Franco. Clonista no recuerda si ayer o anteayer tuvo a bien recoger la aventura judicial de Michel Houellebecq tras haber menospreciado el islam, pues fue denunciado, entre otros, por el rector de la mezquita de París, pero hoy se amplía esa realidad que se asemeja, en parte, a aquella amenaza que hasta hace bien poco ha pesado, o que incluso a lo mejor pesa aún, sobre la cabeza del autor de Los versos satánicos. La solidaridad de Clonista con el escritor francés es absoluta, sobre todo por esa necedad intelectual de considerar que la crítica a las religiones es un menosprecio a sus practicantes. Almodóvar se destapa con un rasgo de conciencia política que habrá hecho las delicias del PP y que sería intachable, desde la izquierda, si no fuera porque el  calificado como “festejo de corte” en modo alguno debe ser  muy distinto del de la “meca” del cine. La imagen de “sus pobres y sus cadáveres naufragando en nuestras costas” no debe ser muy distinta, sin duda de otras pobrezas no menos hirientes que se dan en el imperio todopoderoso. En fin, la Carodovarmanía se extiende que es un contento. ¿Se deberá a las incertidumbres terrobélicas el declive de las inversiones internacionales? En tiempos de crisis, el dinero busca refugios seguros. Y la publicitada iniciativa empresarial busca cuarteles de invierno donde replantearse estrategias. Debe de ser eso.