sábado, 12 de diciembre de 2015

8-10-02

     Es evidente  que el desdecretazo tiene una dimensión política y social incomparablemente mayor que la noticia contenida en el recuadrito -después ampliado estelarmente en la sección de Economía, sin embargo-, donde se informa de que la mayoría de los hogares españoles no llega a fin de mes. No le reconforta mucho a Clonista saber que se hunde con  todos, pero tampoco le disgusta excesivamente. Ganarse la vida es un imperativo que le resulta poco simpático a Clonista, quien siempre ha considerado que dedicarse excesivamente a ello vale tanto como perderla o, dicho de otro modo, que se gana uno la muerte. No se queja, pues, de sus tristezas económicas quien siempre ha preferido las alegres aventuras de la imaginación. Sobra ésta, no obstante, a la hora de representarse la nueva acción terrorista de Israel en un campo de refugiados en la franja de Gaza, donde quedaron 14 muertos y más de cien heridos. Como sobra la retórica de las condenas y se echa en falta la contundencia de los hechos. Pero ya se sabe que la realidad práctica le mete el miedo en el cuerpo al más pintado de los dicharacheros estadistas, y subordinados correveidiles correspondientes. La tensión entre el gobierno usamericano e Irak, pues la nación usamericana parece no secundar de modo entusiasta la futura campaña militar, se ha convertido en el biombo tras el que Sharon ejecuta penas de muerte al por mayor con total impunidad. Cuando deje el gobierno, sin embargo, acabará amparándole del acoso judicial la demencia senil, variante pinochetiana. Se admiten apuestas. En Costa de Marfil lo que era una protesta ha degenerado en abierta guerra interna militar, que no civil, aunque en la parte de territorio controlado por los rebeldes ni hay agua ni víveres, ergo... La avalancha de inmigrantes sin papeles comienza a acumular un caudal de historias que acabarán conformando una novela colectiva tan llena de lances extraordinarios como de dramas habituales. Probablemente esas aventuras individuales, que no siempre acaban trágicamente, tengan su más adecuada expresión en el género de la crónica, pero alguien habrá, algún día, que reivente la novela coral de unas migraciones que van a convertirse en el fenómeno social más importante de la vida europea del próximo siglo, o de parte de él. Si a España no la iba a conocer ni dios después del paso de la izquierda por el poder, que decían aún poseídos por el éxtasis de la victoria casi revolucionaria del 82; ¿quién va a conocer a Europa dentro de cincuenta años, después de la invasión pacífica de las hordas migratorias? Pues eso. Realidad, y dura de pasar, debe de ser quedarse sin bares abiertos desde las 4’30 hasta las 8 de la mañana, de ahí que los jóvenes cacereños se hayan batido en batalla campal y salvaje contra la policía para protestar por esa lesión innegable de sus derechos a la curda matinal. Edificante. Mientras tanto, en otro lugar... tienen que contratar a 59 camioneros polacos porque no debe de haber españoles que estén dispuestos, o preparados, para entrar en el sector. Como cobran el mismo salario que los profesionales españoles, es imposible recurrir, en este caso, al argumento fácil de la explotación consentida. Entre sacerdotes y conductores acabarán formando una minoría étnica que, sumadas a otra más, ya asentadísimas en otras localidades, Barcelona entre ellas, por supuesto, puede convertir a Cataluña en lo más parecido a Usamérica, aunque mucho se teme el clonista que sin aquella dimensión de melting pot tan característica de aquella tierra de emigrantes. No aprenden. Clonista se quejó de que no se dieran datos del seguimiento del debate sobre el estado de la autonomía. Ahora, el gociuerno va y encarga una encuesta a una empresa, Line Staff, que le estafa a los paganos los resultados que estos quieren leer, porque ni siquiera es fiable que solo ascienda a un 53’5% el porcentaje de ciudadanos que no se enterara siquiera de que se celebraba el debate. Que del resto haya una mayoría, el 32’5%, que considere que Pujol fue el líder que salió mejor parado debe de ser como una especie de regalo de despedida que le hace el gociuerno a su presidente para que se jubile contento. Antes, en las empresas, se solía regalar un reló; ahora, en las instituciones, se regalan encuestas, que cuestan bastante más y lucen bastante menos, como se sabe. ¿Son o no son como críos?  La página de Agenda está llena de realidades discretas llenas de una vida intensa que difícilmente lograrán escapar de ese gueto. El documental sobre Copito de Nieve, ¿lo logrará aun a pesar de su pase televisivo? En él se aportan documentos y testimonios nuevos, amén de anécdotas como la existencia de su nombre en lengua fang, Nfumu Ngu. Cualquiera de ambos, en fang o en castellano, es su propio nombre, y no el ridículo Floquet de Neu, cuyos bautizadores siguen la tendencia de considerar que los nombres propios son traducibles, aunque abominarían de que en el resto de España se hablara de Jorge Pujol, verbi gratia. Hermosa declaración: “Arthur Miller reitera su compromiso con la realidad.” Clonista, que lleva casi diez meses atareado en determinar la índole de semejante fenómeno y va camino de llegar al año sin haber resuelto nada al respecto, excepto que el singular es el más avieso de sus disfraces, se queda perplejo ante la seguridad con que se abraza la realidad como deus ex machina. Vienen, y ya es curiosa coincidencia, tiempos millerianos, porque se cierra la realidad con la más dolorosa de las noticias que pueden leerse: JP Morgan despedirá a 4000 empleados. Morgan Stanley cierra 11 oficinas. Alcatel despedirá a 9000 personas. Panasonic despide a 115 trabajadores en España. Leídas una detrás de otra, como aparecen en la doble página, parecen el famoso paisaje después de la batalla. Lo son.

jueves, 10 de diciembre de 2015

7-10-02

     A punto ha estado Lula de salir elegido por mayoría absoluta. La segunda vuelta tiene toda la pinta de ser un mero trámite, aunque supondrá, para sus detractores, una pírrica victoria. Juan Pablo II el Papa más santero de la historia del Vaticano, corona como tal al fundador del Opus Dei, negotium mei, en una ceremonia casi de primera comunión a la que una ministra del que habría de ser gobierno de España ha acudido disfrazada con mantilla y peineta, al más puro estilo Carmen Franco bajo palio, para rendir pleitesía al nuevo santito milagrero y a su jefe de Iglesia. La estampa en primera plana de la ministra arrodillada ante el Papa llena de vergüenza a Clonista, y de una indignación de la que no le libra que la ministra sea representante colegiada del goppierno. A su manera, hereda los cabezazos marciales de su predecesor, para que quede claro que hay absoluta continuidad en la línea de sumisactuación. Ni se sabe, al otro lado de la página, qué historia sexoideológica tendrá el apuñalador del alcalde homosexual de París, Delanoë, para haber confesado que odia a los políticos y a los homosexuales. A Clonista le anonadan las cifras que se han invertido para poder simplemente realizar las elecciones en Brasil, y desea que una cantidad similar esté, como mínimo, a disposición del gobierno para hacer frente, con carácter de urgencia, a unos índices de pobreza y subdesarrollo que hasta el presente no parecen haber avergonzado a ningún dirigente de cuantos han precedido a Lula en el poder. El atentado contra un petrolero resucita a Al Qaeda, si bien a una escala infinitamente menor de lo que se esperaba que pudieran hacer, a juzgar por sus bravatas. Bravatas son también las declaraciones simultáneas, israelí y palestina, de Jerusalén como capital de sus estados, el reconocido y el por reconocer. Piedra de escándalo, parece que haya de ser siempre Jerusalén, la deseada. ¡Cómo no habían de tener éxito los lapidarios en los tiempos oscuros del pensamiento y claros del fanatismo religioso! Sigue la ronda vascongada de propósitos, despropósitos, disparates y ríos revueltos. Otegi saca pecho y hace suya la soberanía peneuvista, servida en bandeja por el desvarío de sus rivales fraternales. El papel de víctima y de verdugo se lo reparten peneuveros y peperos con tal desfachatez que a Clonista le sorprende que el pueblo vasco aún no haya caído en el juego de collares que se trae el perro nacionalista. ¿Lo peor? Que al PSE le van a llover mordiscos de ambos lados, así que se empeñe en mantener cierta cordura democrática. ¿No es encantador el rey Gaspar de las componendas izquierdistas? “Se pueden gestionar las diferencias con Madrazo”, sostiene Llamazares con esa verbosidad tecnocrática de quien se siente encandilado por el poder, por mínimo que sea. De aquí a poco, las parejas “gestionarán un polvo” que será un contento. Está al caer. ¡Ocho meses de campaña electoral! ¿Se lo han pensado dos veces? ¿Harán campaña a favor de la abstención, entonces? Nadie puede resistir un bombardeo demagógico durante tanto tiempo sin acabar seriamente afectado. A Clonista, tan escaso siempre de recursos, le parecerá un insulto el monto total de los gastos electorales. Si Woody Allen se propuso cómo acabar de una vez y por todas con la cultura, ¿por qué no podría surgir un grupo de ciudadanos hastiados que se propusiera lo mismo con las campañas electorales vía iniciativa legislativa popular? ¡Adelante! ¡Serán legión los firmantes! La fina diplomacia aznarí se escora hacia Argelia, a la que eleva en rango de consideración a la altura de Marruecos. No es mala manera de resolver problemas: despreciarlos e ignorarlos. Los pequeños e importantísimos asuntos de intendencia tienen una trascendencia que se traduce en vidas humanas. Que la epidemia del SIDA siga avanzando porque no se provee a los países de mayor riesgo con los condones necesarios para luchar contra ella ¿cómo puede entenderse? La tacañería occidental es tan miserable que, a pesar del despilfarro continuo que tanto ofende –Clonista piensa ahora en el Folclòrum 2004, por ejemplo-, no es capaz de reunir los escasos 300 millones de dólares que se necesitarían para comprar los 8.000 millones de condones que permitirían frenar –y no en seco, ciertamente- el avance de la pandemia. Igual la afortunada y desafortunada fumadora a quien se quiere compensar del cáncer con 28.000 millones de dólares pueda detraer esa limosna de su indemnización. Por fin en la realidad prensada tienen a bien “desprenderse” de una página –¡tan valiosa en términos de espacio!- para que la buena pluma discursiva de Eduardo Mendoza salgo al paso, afectuoso, del supuesto menosprecio de Poe en círculos intelectuales exquisitos denunciado por Bozzo, con  motivo del musical inspirado en la obra y quizás la vida del atormentado escritor usamericano. Tan sumido como suele estarlo en la corriente fétida de la actualidad, Clonista casi no ha sabido cómo reaccionar ante la felicidad de ver representarse ante sus ojos una realidad tan verdadera. Coincide, además, con la devoción con que lee el famoso Diario de la guerra del cerdo, de Bioy, tantas veces postergado injustamente. Pero eso tienen de bueno las lagunas pendientes, siempre que se disponga de tiempo: muchísimo mayor es el placer de desquitarse de ellas cuanto mayor es la edad, esmirriada la sabiduría y una entelequia el gobierno. Piqué pica en profeta y anuncia la descomposición de CiU cuando pierda el poder. ¿Hay que descubrirse? ¿Y la suerte de Piqué, a quien tanto favorece aquí el nacionalismo central de su caudillito y su jefe de armas? De circo. Un nuevo salto ¿también circense? y Clonista recibe con alborozo la noticia del próximo estreno de David Cronenberg, Spider. Su afirmación de que el lenguaje cinematográfico de los éxitos de hollywood está arruinando la libertad creativa es tan cierto como que, ahora mismo, directores como Bergman, Fellini o Kurosawa tendrían serios problemas para poder rodar, o estrenar. Clonista, que vio el otro día en la televisión El infierno del odio –Arriba y abajo en el original japonés, que es muchísimo más apropiado al contenido de la película-, duda mucho de que la película de Kurosawa durara en cartel más allá de los cinco días de gracia que se les concede a los estrenos antes de pasarla a la sesión  golfa o directamente prescindir de sus servicios. Compañero de sensibilidad, sin duda, aunque de orientación estética muy diferente, Sanchis Sinisterra anuncia una mezcla explosiva y con un sentido comercial innegable: una pieza sobre el Opus con estética de La Codorniz. Ya veremos. Clonista, un tanto pretenciosamente, para qué negarlo, se ha empapado de trascendencia barateja al plantearse una investigación sobre la realidad a través de su clónica que, además de quedar casi en nada, de ser bien poca cosa, no admite el contraste, o la falsación, con la verdad de las cosas, porque, ¿en qué realidad cabe que en ella no quepa el debut de Ronaldo en la Liga con el Real Madrid?  Pues eso. Y hoy que no hay maniozozobras bursátiles, pues menos aún.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

6-10-02
            Asediado por la esclavitud de las correcciones, auténtica maldición de Sísifo, Clonista se enfrenta al doblete dominical del débito con las malas consejeras habituales, pero dispuesto a no dejar fuera de la clónica todo aquello que, a su modo, rellena el escenario de lo real y lo deja preparado para el espectáculo. Zapatero sigue siendo promocionado desde la buena consejera y define su posición: “No cabe el diálogo sobre el plan presentado por Ibarretxe.” Suma y sigue. Si dos no pelean si uno no quiere, ¿qué decir del diálogo o de la negociación? Al asesino en serie usamericano, se suma el racista francés que debe haberse sentido animado por la nueva administración francesa de derechas. La UE va camino de admitir que el problema de las oleadas de inmigrantes no concierne solo al gobierno español, sino a la comunidad en su conjunto. Con todo, la predicción de la OIT es desalentadora: “la avalancha es y será inevitable.” En la cadena inacabable de reflexiones que comienzan a repetirse, como no podía ser de otro modo, Javier Corcuera dice lo que nadie ignora, que los objetivos nacionalistas han sido desde siempre “no tanto el dejar de ser españoles, sino el ser españoles de primera.” Y En eso coinciden con sus socios catalanes, quienes no hace poco dejaron bien claro que ellos no estaban dispuestos a ser como Cuenca en España, ¡hasta ahí podrían llegar las cosas, qué cony! De hecho, muy probablemente lo esencial de lo español sea la negación contumaz y despreciativa de lo español. Las palabras gruesas siguen apareciendo y creando realidades sobre las que luego todos se preguntarán cómo es posible que se haya llegado a ellas. La exquisita y fina sensibilidad del caudillito, tan cuartelero en eso como con  quien tanto se identifica, a la hora de embestir dialécticamente –si es que sus exabruptos avinagrados permiten tal adverbialidad sin menoscabo de lo justo- ha hecho comparecer el contagioso fantasma de los Balcanes en el escenario vascongado: ¡prodigio de sutileza!  Por la contabilidad al absurdo podrían considerarse las mentiras contables del gociuerno. Gobernación paga con créditos importes de 180 euros y menos; un crédito a 10 años con el Instituto Catalán de Finanzas. Lo que cuesta que algo tan absurdo haga recapacitar a quienes gociuernan... Entre los habituales reportajes dominicales destaca, junto a las memorias de García Márquez, una revisión del Opus Dei y la biografía de su fundador. La ministra Palacio sostiene que la doctrina balagueriana ha calado en el mundo. Clonista no sabe si en el mundo, pero sí sabe que sí lo ha hecho en el presidente, a juzgar por la cita que se extrae del texto fundacional, Camino: “¿Adocenarte? ¡¿Tú... del montón!? ¡Si has nacido para caudillo!” Eso tienen los piropos devotos a los santos lóbbycos. Completado el ciclo derechista en el poder, el caudillito se apresta a vaciar el estado de responsabilidades empresariales excepto de cuatro: Infoinvest, Hunosa, RTVE y Agencia EFE. De las dos últimas ya se entiende que no quieran despegarse, ya, aunque cuando la cedan a quienes les releven se revelará la quiebra irreversible en que habrán dejado a la primera.

martes, 8 de diciembre de 2015

5-10-02

     Cumplir con el débito clónico es inexcusable, pero también aplazable. Lo que sucede es lo tantas veces consignado: lo que parecen recios mimbres de lo real –esa ilusión escénica que propone lo real prensado- se reblandece hasta que lo real se pierde, como suele decirse, como agua en cesta apenas pasado un día. Que las comunidades socialistas se rebelen contra el déficit cero, tan lleno de mentiras contables y de política antisocial; que la policía allane el parlamento de Irlanda del Norte para registrar la sede del Sinn Fein, o que una fumadora aquejada de cáncer haya logrado que un tribunal condene a Philip Morris a pagarle 28.000 millones de dólares por haberla envenenado y engañado, pues la empresa no dejó de insistir en la nula vinculación entre el tabaco y el cáncer, parecen realidades de hace mucho, o de nunca: capítulos de una novela ya leída una y otra vez. Los asesinatos en serie no son exclusivamente usamericanos, aunque allí tienen una irrefrenable tendencia a ser más comunes que en otras partes del mundo, Hollywood por medio, por supuesto. Bushbélic parece dar un pasito adelante y un pasito atrás –le falta flexibilidad política para acabar bailando la yenka- en su campaña: Los Kurdos se unen; los turcos –que acaban de conmutar la pena de muerte a Okalan, el terrorista kurdo- se ponen firmes y sólo admitirán un ataque a Irak con el respaldo de la ONU. En medio de los ensordecedores arrebatos de los clarines belicistas, se descuelga Javier Solana con una petición de que los Quince aumenten sus gastos militares. Se debe haber percatado de que la política exterior es cuestión de saber qué armamento respalda cada una de las afirmaciones, planes, propuestas o negociaciones que se hagan; que las razones no por ser buenas son tan convincentes como un buen par de amenazas. La cascada de reflexiones sobre la situación vascongada amenaza con convertir la realidad en un marmitako insípido e indigesto, a fuer de mal cocinado. Un título como Ante el desafío del nacionalismo vasco es tan explícito que vuelve prelegible cuanto en él se diga, aunque siempre caben variantes como la “firmeza” en la defensa de la legalidad, esgrimida con un ardor patriótico que Clonista espera que sea, por lo menos, habermasiano, tratándose de un catedrático de Teoría del Estado.  El aznazalluz sería la moneda política que circula con un descaro que ofende a la razón. En este choque de siameses, serio peligro corren quienes se sitúen en medio, si no lo hacen con una determinación a prueba de irracionalismos fascistoides. Patxi López la tiene, y así se las tuvo con Mayor Oreja en la reunión del Pacto Antiterrorista, donde quedó claro que el entreguismo de Redondo ha sido superado. De todo lo planteado, a Clonista le ha llamado la atención desde un primer momento la cuestión del referéndum. Ibarretxe sabe que la iniciativa de la consulta es la victoria en la consulta, porque ya se sabe que quien pregunta responde, como suele ocurrir en la mayoría de los casos. ¿Quién puede haber tan ingenuo que crea que hay preguntas inocentes, neutras o no sesgadas? Lo mismo ocurre con la gestión de los dineros públicos, la piedra de toque de la democracia. Pecan ya de reiterados los escándalos en la administración de los fondos del pedigüeño, a los que tan afectos son los gobernantes populares, es decir, contra populares. Porque eso tienen las máscaras de la realidad en la política: nada es lo que se declara. Política de inversiones supone, casi siempre, en el caso del PP, regalar contratos generosos a amigos y familiares, como en Orense y en Málaga. Cuatro años más de mandato popular y la revuelta alcohófila de los jóvenes cacereños, huérfanos de baretos nocturnos, será la única manifestación de rebeldía juvenil que se dará en este país, al margen de las agresiones filmadas a los mendigos, claro. La necrológica política de Pujol, hecha por Tusell, tiene el tufo de los pesebristas y el desconocimiento de quien no ha sufrido su cortijera acción de gociuerno. No hay como hablar bien de lo que se desconoce, o se conoce solo al nivel de la superestructura, esa antigualla dialéctica que aún debe servir de apoyo a más de uno. El clonista, sesgadamente, recoge una realidad que padece en sus carnes, descrita por la Unesco y la OIT: “el deterioro de las condiciones laborales de los docentes así como los bajos salarios, dos razones que no invitan a optar por esta profesión.” ¡Y bastante más que podría añadirse! La tontería trapense de Trillo y el caudillito va a tener su réplica en Montserrat, ¡faltaba más!, donde van a desplegar una bandera catalana de 720 metros cuadrados. ¡Tan lejos, tan cerca! ¡Tan distintos, tan iguales! ¡Tan patriotas todos ellos! ¡Qué asco!
4-10-02

     Normalidad absoluta en el devenir de lo real: la maraña de realidades se exhibe con esa suerte de orgullo de quien se sabe inexpugnable: difícilmente alguien podría introducir un principio de orden, de jerarquía. El caos es la genuina expresión de lo democrático, por lo que se ve. Mientras Barghuti, ante un tribunal israelí, llama a la rebelión contra el invasor –como lo hubiera hecho Begin ante un tribunal británico-, los reyes del bipartidismo imperfecto se enfrentarán a Ibarretxe para que éste no “rompa las reglas de juego”. Clonista tiene la impresión de que el seguidismo practicado por el PSOE en todo lo concerniente a las vascongadas no le reportará ningún beneficio, teniendo en cuenta que la perspectiva del goppierno es exclusivamente la de la rentabilidad electoral. De hecho, en las últimas elecciones vascongadas el fracaso socialista fue haberse subordinado a la estrategia del PP hasta desfigurarse. Por el contrario, en el frente educativo, el goppierno se ha quedado solo a la hora de imponer una ley cuyas posibles bondades quedan en nada ante la realidad antisocial de su planteamiento último: han dejado que la LOGSE minara los cimientos de la educación pública y ahora ellos se limitan a completar el derribo. ¿Qué gobierno tomará la decisión de nacionalizar la red de centros concertados? O dicho de otro modo, ¿cómo Bruselas permite que negocios privados, tan rentables muchos de ellos, estén financiados íntegramente con dineros públicos? Otras dos realidades del mosaico heterogéneo completan el arranque: la vivienda ha subido en los últimos tres años el 48% y sólo un 10% de las nuevas construcciones lo son de viviendas protegidas. Luego se extrañan de que haya bajado el consumo de las familias. ¡Y cómo no, si solo trabajan para pagar la hipoteca! Por otro lado, el del mundo al revés respecto de hace solo 25 años, se recoge la pugna legal entre una embarazada de quince años que no quiere abortar y su familia que sí lo quiere y, al parecer, la ha presionado para que lo haga. De momento, sus defensores más acérrimos son la familia del padre de la criatura. Los padres de la embarazada han tenido que retractarse, ante la dimensión pública que ha acabado adquiriendo el proceso. Lo dicho, el mundo al revés. La lluvia fina de la involución caudillista va calando. ¿Cómo es posible que la Iglesia no haya salido aún en tromba episcopal a prohijar a tan eximia representante de las virtudes católicas ortodoxas? Tiempo al tiempo. En Francia los trabajadores de las empresas públicas amenazadas de privatización se manifiestan a lo grande, una vez que le han visto las orejas al lobito malo de los recortes de personal, tipo Alcatel. En Inglaterra, sin embargo, Blair abandera las privatizaciones en aras de no se sabe qué intereses, porque lo que ya se ha archidemostrado es que ni existe competencia ni hay una mejora sustancial de los servicios, antes lo contrario. La guerra por venir anda aún en fase de borradores escritos en la ONU, antes de que entren en danza los borradores aerotransportados, los de borrón y cuenta ¿nueva? La vieja ley de la evolución política de las personas, salvo honrosas excepciones, se cumple en la biografía de la mano derecha de Lula, o su cerebro en la sombra, José Dirceo, de cuya biografía el cronista no deja de señalar su carácter fílmico. Antes lo insólito o extraordinario era siempre algo “de novela”; hoy, “de película.” Es en el fondo la vieja cantinela de los tullidos expresivos: “anda que si yo te contara mi vida, menuda novela sacabas de ahí.” Bendita ignorancia. Peces Barba lo señala con toda crudeza en su Anatomía de un disparate: “cada vez resulta más difícil hacer un seguimiento y una valoración racional de las propuestas del PNV.” Debería extenderlo a otras actitudes ante el conflicto vascongado, desde luego, y entonces Clonista lo asumiría como propio. La posición de éste, con todo, es la muy incómoda de tener que volver una y otra vez sobre lo mismo, acarreando un agua podrida en los cangilones. Por fin aparece Pérez Royo, quien renunció a meterse en la espinosa cuestión de la legalidad de la negativa del Parlamento vascongado a suspender a B y arremete ahora contra el PP, “un partido que no participó y estuvo en contra del consenso constituyente y posconstituyente respecto de la estructura del Estado.” Es decir, se ha pasado de un problema político a un problema constituyente, a su juicio, y al de cualquiera, claro.  No muy lejos de esa reflexión salpica enseguida la sangre política hecha contra un funcionario de educación al que se le ha represaliado por defender el modelo educativo vasco, en el que se invierte bastante más dinero que en el del resto del Estado. El funcionario en cuestión, estudioso de reconocido prestigio sobre los sistemas educativos, sólo debe plantearse, no obstante, la forma del sistema, porque es opinión unánime que el fondo de ese sistema ha creado generaciones de alienados ideológicos. En Valencia, los centros de acogida de mujeres maltratadas están obligadas a denunciar a las inmigrantes sin regularizar que, encima, hayan sufrido las agresiones machistas. La instancia guppernamental pertinente sostiene la obligación legal de actuar así, aunque, con un cinismo insoportable, la Directora de la Mujer señaló que una medida así no busca la expulsión de las mujeres que hayan acudido a esos centros en busca de socorro. Es imposible que a la realidad, deformada sistemáticamente por el discurso político, se le vea nunca su verdadero rostro: sencillamente no existe. Ahí está el lacayo Sánchez, director del Ente, que cada día que pasa lo es más, entelequia y tEnte tieso, dispuesto a revelarnos, como un oráculo, la auténtica realidad: el público –reducido el pueblo a esa condición, manifestada usualmente en el ámbito de lo privado, donde se le priva, de paso, de la voz y el voto y el derecho a la información veraz (¡huy, esto último es un chiste con quilates, ciertamente!)- está más pendiente de la canonización de Escrivá que del debate sobre los Presupuestos. Ya se sabe, voxtve, vox Dei. El azar trágico apareció ayer en Terrassa, donde una joven recibió una puñalada a manos de un desconocido que siguió su camino tras la agresión. La joven murió poco después, no sin antes haber explicado que creyó que le habían dado un puñetazo y haber descrito a su agresor. ¿Llegará hasta él la ley? A Clonista le impresiona esa realidad dramática porque tuvo una experiencia similar, con distinto final, obviamente. Por las calles del centro comercial de Boston se cruzó con un vagabundo que dejó ir la mano hacia él como para darle precisamente un golpe. Al girarse hacia atrás para recriminarle su acción vio que en el puño del agresor brillaba la hoja de una navaja. La desgraciada joven sufrió la agresión por la espalda. Este no fue nunca un país de luces, por eso la cobran a precio de oro, los de siempre, claro.

lunes, 7 de diciembre de 2015

3-10-02

     Con la inequívoca capacidad para construir lo real que tiene la prensa, lee Clonista que el FBI ha detenido al cerebro estafador de Enron. Más adelante, en la sección propia, la de Economía, lee, sin embargo, que el delincuente se ha entregado voluntariamente al FBI, que no es lo mismo, ciertamente. Sea como fuere, bien está que el joven y amoral tiburón de las finanzas acabe entre rejas, además de sufrir la congelación de su fortuna, de donde habrá de salir parte de la reparación a los damnificados. Clonista ignora si las dotaciones presupuestarias pueden proteger de los terroristas, pero no es muy optimista al respecto. El gopnvierno vascongado se ha apresurado a facilitar protección policial, algo más eficaz, pero tampoco nada definitivo, desde luego. Bush no desiste de acorralar a Irak, haciendo imposible un acuerdo a través de la ONU, pero sigue sufriendo reveses serios, como lo demuestra la oposición cada vez más decidida de Francia y Alemania, quienes dejan en evidencia a la trilateral bélica europea: Blaznusconi, el felpudo bushiano por excelencia, o la propia presión de Al Gore, atacando a Bush por su flanco más débil: el desastre económico que está propiciando su ¿gestión?, más acusado que el de 1929, incluso, según los expertos. La representación escénica del solo contra todos de Milosevic en el Tribunal de la Haya continúa. El croata Mesic, quien protege a un asesino de serbios, trata de salvar el tipo, pero sale tan tocado como saldrá quien ha decido entregarse al Tribunal, la antigua presidenta serbobosnia Biljana Plavsic, colaboradora del gran demente criminal que sigue huido, Radovan Karadzic, ¿para evitar que se lleve por delante a quién? ¿Y cómo es posible que aún no haya sido capturado? Sorpresa mayúscula. La trilogía descriptiva de Brasil no ha tenido continuación. A Crimen, Economía y Narcotráfico se reducen los ejes vertebradores de la descripción de un país como Brasil. Desolador. A tenor de lo leído, más valdría ponerle el típico letrero: “Se traspasa”, y sentarse a esperar que pique algún ingenuo. La ibarretxada continúa provocando desahogos más o menos razonados, y análisis ajustados y valiosos. Joseba Arregui, nada sospechoso del españolismo de que se acusa a Juaristi, por ejemplo, dicta una lección magistral sobre lo que significa el entrañamiento vascoespañol y la imposibilidad de definirse como antagónicos, siendo complementarios, como lo han sido siempre. Las tres amenazas de la revelación ibarretxina son evidentes: la limpieza del pasado, la división del presente y la escisión del futuro. Acaba diciendo que se remite a la historia que no juzga las intenciones de los gobernantes, sino los efectos que causan en la sociedad que gobiernan. ¿Acaso ignora Arregui que también esa historia se rescribe, como se limpia estalinianamente el pasado que se les enseña a las criaturas en las escuelas, o habría que decir secuelas, de la empanada míticoideológica? Hay coincidencias que van más allá del azar. Patxo Unzueta, con legítima mala leche, recordó que “el futuro es nuestro”, que rezó Ibarretxe en el programa radiofónico de Gabilondo, es el estribillo de la canción que entona el adolescente nazi de Cabaret. Igual es que, si vio la película, le llegó al alma la emotividad nacionalista de la escena, sin duda. Al alma del franquismo se llega por la vía directa de promover homenajes al trapo simbólico del Estado los primeros viernes de mes... Lo sorprendente es que los otros nacionalistas, tan apegados a sus enseñas nacionales, pongan el grito en el cielo. Igual es que no se les ha ocurrido colgar de ningún mástil una que tenga los casi 300 metros cuadrados del corazón nacional de las huestes del PP. Una aún lo es; Grande, al menos la bandera; Libre, ellos para disponer a su antojo. Van de cara al sol, sin duda. Aunque con repentino cambio de estrategia estén dispuestos a traspasar a las autonomías la gestión del contingente de innmigrantes, que tanto les está nublando el balance de su gestión. Mejores noticias, como ayer la de la patente anulada a las todopoderosas multinacionales del negocio de la salud, es la del descubrimiento de los genomas del parásito y del mosquito de la malaria, una enfermedad que mata en el mundo a más seres que el SIDA. ¿Hubo ayer un debate trascendental en el Parlament de Catalunya? La realidad prensada le dedica páginas y páginas con críticas, elogios y descripciones ajustadas a la “película de los hechos”. Las valoraciones implícitas se bastan para satisfacer la necesidad de los lectores de saber “quién ha ganado”, como le acostumbran con las encuestas post factum. Francesc de Carreras, no obstante, aunque no renuncia a los tópicos propios de los análisis del debate, valoración escolar de los líderes incluida, sitúa el debate en sus justos términos: un ritual protocolario previsible. Lo que la realidad prensada de referencia de Clonista no dice, ni por asomo, es el casi nulo seguimiento popular del acontecimiento. En el 2000, 19.000 personas por término medio, por la mañana. 42.000  por la tarde. ¿Un partido de fútbol? 1.000.000 de personas. Uno de sus alumnos lo ha recitado hoy en clase, al hacer el resumen de la noticia a que les obliga su severísimo profesor. La gente de posibles sigue elogiando la calidad de vida de Barcelona, para satisfacción de los munícipes. Debe ser que ni por asomo han pisado jamás determinados barrios. La vida de excepción de ciertas élites es una realidad paralela a la del común de los mortales sujetos a las mil y una adversidades de la vida asendereada. Se reúnen 150 pensadoras en congreso y se proponen hacer oír sus discursos, distintos de los “ya gastados y repetidos”, porque tienen el convencimiento de que tienen “cosas nuevas que decir”. La primera novedad, a cargo de Victòria Camps, consistió en reclamar el distanciamiento de las identidades colectivas para, desde esa libertad y gracias a la autoestima, poder autogobernarse, “elegir la forma de vida que uno quiere y llevarla a cabo.” No hubo necesidad de llegar a una ponencia alternativa para escuchar la refutación. En los propios pasillos ya se alzaron voces contrarias al pensamiento campsiano y en defensa de la indiferenciación entre la autoestima individual y la colectiva. Sin novedad en el frente, pues. Novedosa es la biografía que ha escrito Joan F. Mira de su compatriota Sant Vicent Ferrer, y será digna de lectura, sin duda. Por el camino de la crítica elogiosa aparece una ambigüedad sintáctica simpática: “El llibre (...) acompanya el text tant amb fotografies com amb gravats de l’època.” El suplemento cibernético ha sido siempre un territorio vedado para Clonista, una de esas realidades ciertamente excluyentes, casi religiosas. No obstante, al pasar las hojas para saltarlo, lee Clonista una noticia estremecedora: “El aumento de la potencia de los radares militares acaba con ballenas y delfines.” Y Bush aparece como responsable de haber autorizado un sonar cuya potencia es 100.000 veces superior a cualquier motor acuático. No sólo de iraquíes se alimenta la voracidad bushiana, parece. Poco a poco se va sabiendo toda la verdad: la dirección de SEAT se las pira para Eslovaquia porque le ofrecen unas ayudas fiscales de hasta el 30% de la inversión. El que no corre, vuela.

domingo, 6 de diciembre de 2015

2-10-02

     Clonista ha tenido que pasar por la reivindicación pujoliana del modelo de integración de Cataluña en el Estado, nunca para él del todo satisfactorio y menos para su Mas; por el freno y marcha atrás del goppierno en su decretazo a través de un Zaplana al que le toca perder la cara, que para eso se le ha contratado, qué coño; por la cicatería usamericana a la hora de aceptar tratos desde la ONU con Irak, y por la detención de unos jóvenes hijos del bienestar supuestamente enfangados en la violencia sádica y fascista, si ambas no son una y la misma, antes de dar con una noticia quizás minúscula: Arcadi Espada ha obtenido el Premio Espasa de Ensayo, pero que para Clonista supone parte importante de su realidad. Que haya ganado un premio cultural no le sorprende a Clonista, conociendo su trayectoria, pero sí que lo haya hecho con una obra, Diarios, en la que repasa la actualidad de 2001. ¡Ahí es nada la coincidencia! Clonista, que tiene el defecto, en este país, de alegrarse de las dichas ajenas, padece ya las ansias propias de quien desea echarse a los ojos el fruto de una invención que le es tan próxima como propia. Lo que podía constituir un  “desánimo” para Clonista –en cuyos planes había llegado a entrar, por cierto, la remota posibilidad de presentar su Clónica del año 2 al Anagrama de ensayo-, supone, sin embargo, un acicate. En su fuero interno –más antiguo que los fueros vascongados, porque es fuero de especie- agradece Clonista que la revelación de la aventura dietaria de Espada se haya producido tal día como hoy, cerca ya del final de su clónica. No se deduce de la información facilitada que Espada se haya autocomprometido con la exhaustividad relativa que supone el esforzado y titánico seguimiento día a día de la vida asendereada de un concepto tan lábil como lo es el de realidad. Probablemente, él, que domina el arte de la síntesis, además del de la sindéresis, haya sido capaz de preservar lo esencial y rechazar lo anecdótico. Que nunca se sepa con exactitud qué puede determinar la realidad, y menos aún lo que tendrá trascendencia, es una suerte inmensa. Como se decía no hace mucho, la realidad admite múltiples lecturas. Siga, pues, Clonista con la suya y, contra sus generosos deseos iniciales, aguarde a culminar su travesía para iniciar la propuesta por Arcadi Espada. Amén. ¡Bonita trilogía le dedican, entre ayer y hoy, a Brasil: el crimen, la economía y el narcotráfico! No describen la realidad de un país, sino un campo minado que acabará haciendo saltar por los aires, en sangrientos pedazos, el proyecto lulista. Como acabarán volándole la cabeza a Arafat los tiradores de élite israelíes que lo controlan en Ramala, un gesto Sharonicida para demostrar a sus seguidores sanguinarios quién tiene en sus manos la decisión sobre la vida y la muerte ajenas. Sorprende, y no poco, que la chulesca inflexibilidad guppernamental que forzó una huelga general se haya derrumbado ante los atisbos estadísticos de los nubarrones electorales que se recortan, amenazadores, en el horizonte. ¿Se deberá a ellos la acometividad antinacionalista del caudillito nacional en la precampaña electoral? ¡Qué repugnancia provocan las exhibiciones pectodemocráticas de quien se oponía a la Constitución! Leer que dijo “nos ha costado demasiado esfuerzo, lucha, sacrificio y víctimas” conseguir la democracia lo recibe Clonista casi como el escupitajo fascistoide de esos jóvenes sádicos que apaleaban a mendigos y grababan en vídeo sus hazañas perejilienses. Más eficaz, socialmente, será la distancia que comienzan a marcar los empresarios respecto a la ibarretxada. Hoy es día de muy distintos conocidos. Ayer se concedió la extradición de Juan Ramón Rodríguez Fernández, alias Marc, rockero de armas tomar, y hermano de crítica literaria Ana Rodríguez. Ahí tendrá, la crítica y escritora, materia literaria, sin duda, si puede llegar a poner la necesaria distancia por miedo. ¡Cómo no va a dejar Clonista la típica teclerrata! De medio a miedo nada cambia, desde luego. Entre tanto desquiciamiento –Clonista considera que la raíz del terrorismo es siempre la impotencia ante la realidad, la desesperación que genera la constatación de la imposibilidad de modificarla-,la excelente noticia de que los jueces de un tribunal tailandés le hayan quitado a una multinacional la patente de un fármaco antisida, con lo que el estado tailandés podrá fabricarlo y venderlo por la mitad de lo que lo vendía la multinacional Bristol-Myers, es lo más satisfactorio que ha leído Clonista en meses. ¿No es indignante que no se repartan gratuitamente los fármacos que puedan combatir o aliviar la pandemia? En aquella cumbre sobre el desarrollo sostenible no parecieron muy interesados en la sostenibilidad de la vida de tantos y tantos contagiados, ciertamente. Cuando un ciclo político ha acabado, saberse retirar a tiempo, hacer un mutis elegante, dice mucho de los actores políticos. Pujol, en su último debate del estado de la autonomía, ha preferido dejar la imagen de quien se va renegando de que todos vean la necesidad de echarlo cuando a él le encantaría seguir gociuernando el cortijo, como se deduce de los titulares: Pujol defiende (...) pide (...) riñe (...) y culpa(…). ¿Quién, no sin hastío, no se ve capaz de completar los huecos sin fallar ni uno? Pues eso. Continúan las batallas contra la trata de blancas, esto es, el esclavismo y la explotación inmisericordes. El final de la noticia que recoge la detención de 30 personas en Tarragona por esos delitos deja a Clonista de piedra: “la Guardia Civil tuvo conocimiento de los hechos la semana pasada, cuando una de las jóvenes pudo escapar de uno de los locales.” ¡Qué desfachatez! Si hasta en los documentales televisivos se describe con pelos y señales ese tráfico inhumano. A su modo, las grandes empresas automovilísticas también buscan el mayor beneficio al menor costo, como Volkswagen, y si en algún país impidieron con ayudas públicas que las empresas luego adquiridas por las multinacionales quebrasen, ¿quién puede exigirles que ahora no hagan y deshagan con lo suyo a su antojo? De todos modos, ¿qué sindicatos son aquellos a los que les roban la niña bonita de su producción sin haberlo advertido? ¡Ay, los pesebres, cómo emgordobotan!