sábado, 26 de diciembre de 2015

22-10-02

     Hay épocas de sequía informativa, sin duda. No siempre el género que se ofrece es tan fresco como se anuncia. Hoy es uno de esos días. De ahí que el cambio de cromos –nuevo Estatuto por gobierno de coalición tras las próximas legislativas- propuesto por el irrelevante Artur Mas haya llegado a alcanzar el honor de figurar en la primera plana, aunque de forma discreta. El espacio estelar se lo lleva de nuevo una realidad ourobórica: un nuevo atentado suicida palestino, preludio de la inmediata represión salvaje que le seguirá, por parte israelí. El cansancio de Clonista, aquejado del síndrome octobreño, colabora lo suyo para que la contemplación de la realidad no tenga el carácter genesíaco que suele tener habitualmente, que ha de tener, para ser capaces de renovar el compromiso con ella, día a día. Ni siquiera, en tiempos de desidia física e intelectual, se ve como una provocación ese deseo mafiosconiano de meter en la Constitución europea un reconocimiento al cristianismo. Y menos interés aún, a pesar de su importancia, tiene la pugna sobre la comparecencia de los agraciados por la privatización nepótica de las empresas públicas hecha por el goppierno. La inexorabilidad del enriquecimiento de los amigos de los poderosos tiene rasgos de axioma incontrovertible. Ni siquiera la pieza de arqueología histórica que supone la conmemoración de los 20 años que no son nada de la pseudoconquista del poder por los socialistas, a juzgar por el timoratismo endémico que acompañó sus años de gobierno y por la sensación que quedó de haber sido ellos los conquistados por el factopoder de siempre, logra animar la veta nostálgica de  Clonista. La buena fe del subdirector general de la Unesco, tras el deprimente final de la clónica de ayer, y su confianza en que se puede vencer la pobreza en el mundo no dejan de ser una ración de realidad enmoquetada, además de un delirio caritativo. Afirmar que la pobreza es “una violación de los derechos humanos” tiene más de los caducos brindis al sol que de otra cosa. Es curiosa la resignación humana ante la realidad, independientemente de que sepamos que es una creación interesada. Pues eso.

viernes, 25 de diciembre de 2015

21-10-02

     Hoy lunes, terrible día de la devastación profesional, a lo que se suman las desesperaciones anejas al curso de confección de páginas web, amén de otras lindezas de agenda, abre Clonista una realidad adelgazada a fuerza de expansión dominical.  Cuando las declaraciones son la base de la realidad, malo: poco ha sucedido de sustantivo. La resaca del mitineo de fin de semana se alarga hasta la realidad del lunes y la impregna con efluvios electoralistas de subasta, como la propuesta del PSOE de dar a los funcionarios una paga extra realmente doble, no esa escasa mitad del sueldo que más se parece a un aguinaldo que a otra cosa. El PP propone la enésima versión del fracaso electoral, esta vez con el rostro fresco como de Rosa del rey de las reverencias cuellicimbreantes y hasta casi genuflexiones, a juzgar por la aviesa fotografía con que ilustran su acaudillado nombramiento digital. El PNV, en su feudo vascongado, anda repartiendo estopa a los empresarios para quebrar el frente monolítico que se le opone y sacar algo de pecho de tejido social, a ver si se disimula el culo al aire que se le ha quedado al proponente Ibarretxe. Irlanda alivia con su sí la angustia que había cundido entre los miembros de la Unión Europea partidarios de la ampliación. Es importante disponer de nombres para relacionarse con la realidad y poder domarla, o intentarlo, y sobre todo manipularla a nuestro antojo. El dios asesino de la mirilla telescópica ha pasado a ser en cuestión de días, con carácter fijo, el “asesino del tarot”, que no es poca degradación, desde luego, respecto de su pretensión original. Los motines alcohólicos se extienden. Ahora son los jóvenes zaragozanos. De aquí a nada, ni se sabe. Como bien señala Adela Cortina: “La gente ni siquiera sabe por qué consume.” Añade, además, una reflexión que cae de lleno en una de esas obviedades típicas del discurso contemporáneo: “la argucia del ‘marketing’ es decir a la gente que encontrará su identidad a través de él.” Algo tendrá que ver con esas argucias el hecho de que las gasolineras hayan hecho de las ventas de recargas de móviles su segunda fuente de ingresos. De simulacro de identidad, cabría hablar; como cabe hacerlo de simulacro de realidad, según expuso tiempo ha Baudrillard, un auténtico especialista en la materia. Lo que no es simulacro, sino indiferencia política programada –y una coz en el estómago y la conciencia de cualquier contribuyente- es la ausencia de alojamiento para los 8.000 indigentes catalanes cuya esperanza media de vida no pasa de los 55 años. Imposible seguir.

jueves, 24 de diciembre de 2015

20-10-02

     De nuevo un domingo abocado a la realidad suspendida, a los rincones extensos donde anidan explicaciones que precisan de un cierto reposo para ser expuestas y no menos para ser digeridas. Entre las muchas realidades estrictamente incorregibles –y ese no sería mal subtítulo para esta clónica, La realidad incorregible, pues Clonista se ve en la imposibilidad de, más allá de cuestiones estilísticas de menor entidad, corregir nada de cuanto ha escrito, violentando, así, lo que es su inclinación artística-, se halla la manifestación en defensa de la libertad promovida en San Sebastián por ¡Basta Ya! Una verdadera demostración de la estricta división social vascongada; una verdadera muestra de la voluntad constitucional de no dejarse arrebatar la libertad. De menor importancia informativa es, con mucho, la revelación de la advertencia española a Indonesia sobre la existencia de bases de Al Qaeda en aquel país asiático. La reconstitución del grupo terrorista islámico y su regreso a la sangrienta actividad que tanta atención prensada le depara en todo el mundo, se contempla como una vieja película: El regreso de Al Qaeda, es decir, casi El regreso de Fu-Man-Chu. Y de ahí no nos movemos. Si algo enseña la realidad asociada al terrorismo y al bandidaje es que las sociedades democráticas tienen mucho que sufrir y mucho que aprender para dejar de padecerlo, si es que lo consiguen. El nuevo coche bomba que ha estallado en Moscú es algo así como el signo de los tiempos, el rostro agrio y bronco del siglo veintiuno. La batalla de Medellín –más películas, pues va implícito el recuerdo de La batalla de Argel- es prueba inequívoca de lo difícil que será, en economías subdesarrolladas, erradicar ese bandidaje teñido de tinte mafioso, guerrillero o de corrupción institucional. Como confiesa una habitante de los barrios que están siendo “reconquistados” por el ejército: “Es una maravilla vivir en paz.” Alicante y Valencia son dos ejemplos cercanos de consolidación de clanes mafiosos, ¡hasta 30! En Perú, Toledo sufrió un acoso de la oposición por su negativa a reconocer a una hija extramatrimonial. Diez años después ha llegado a un acuerdo por el cual reconoce como hija suya a quien durante todos esos años se ha negado a hacerlo: Zaraí. Ahora quiere sacar pecho y dice a los cuatro vientos que eso no ha sido una derrota, sino que ha ganado “una hija inteligente y hermosa”. Pero se ha defendido de la ganancia panza arriba, con uñas y dientes jurídicos, durante diez miserables  años. ¿Por qué la realidad ominosa de los campos de concentración franquista y sus más de 400.000 mortadores, muchos de ellos esclavos, ha de comparecer en la realidad prensada en forma de columna arrinconada? IU “exige honrar la memoria de los ‘esclavos del franquismo’”, lee Clonista. Lo desolador es que aún se haya de exigir algo así, sobre todo después de haber tenido un gobierno socialista durante doce años. “Los principios morales están por encima de la ley”, dice el obispo Ricard Maria Carles. Su moral de excepción es, en realidad, una moral de exención, sobre todo económica, como debe saber su ecónomo particular. El sociólogo Ulrich Beck proclama que pensar en los problemas desde una óptica nacional no sólo no es realista, sino que es de una irrealidad total, y no le falta razón. Lo desolador es la conclusión reaccionaria a la que llega: para que a Europa se la escuche y se la tenga en cuenta lo que necesita es un buen ejército armado hasta los dientes y con capacidad disuasoria. Clonista leyó con interés la entrevista de Espada a Castilla del Pino en la que éste afirmaba haberse sentido más golpeado por la pérdida de la cátedra de psiquiatría en Madrid que por la pérdida de su hija. Frente al primer golpe estaba indefenso; frente al segundo halló una coraza que lo protegió. Vicente Verdú, siempre atento y al quite de lo que se cuece en la sociedad encuestable, y con buen olfato para detectar los muchos porvenires agobiantes e insoslayables que se nos echan encima, enseguida ha tomado la pluma para analizar el “cambio de paradigma”, ¿o no se dice así? Es publicidad, ciertamente, pero en la realidad prensada la publicidad tiene un rango equivalente al de las noticias o los reportajes. Al pobre Mas, Artur, el espacio prensado le ha hecho una jugarreta que Clonista no quiere malpensar que sea intencionada. Su publicidad a doble -¡y carísima!- hoja dominical, deja una parte, la de las preguntas, junto a La última frontera del Islam; pero deja la segunda, donde aparece la foto del candidato, justo al lado de una página de ofertas de empleo cuyas líneas de color azul parecen enlazar con la página del candidato en una clara alusión a su futuro político y personal. En fin, cosas del diseño, el espacio y el azar, sin duda. La publicidad, al fin y al cabo, es bastante más que una realidad del montón. Tentado está Clonista de decir de ella que es, en realidad, lo real. A secas.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

19-10-02

     No sabe Clonista si, hecho el cambio de disquete, dejará de tener los problemas de lentitud cursora que padecía hasta ahora y que tanto le complicaban la existencia, en términos de tiempo malgastado. Bienestafados, sin embargo, pueden considerarse en la UE, a la luz de los regalos que les han hecho a los pesebreros que vieron una bicoca en el supuesto descontrol de los fondos para la reeducación de los parados, ¡de los parados! ¡Qué país éste, en el que no se paran en barras a la hora de reírse de los desgraciados! Que al festín de la risa desvergonzada y el bolsillo lleno se hayan apuntado desde los sindicatos hasta la patronal, pasando por los ayuntamientos y algunos partidos, como en el famoso caso Pallerols que afecta a los democristianos de Unió, es una muestra inequívoca de la raigambre de la picaresca, quizás una seña de identidad española que salva fronteras internas. Que al dominio soviético sobre Rusia le haya sucedido el dominio de las mafias no es algo alentador, sobre todo porque su tendencia es vivir de sus rentas asesinas en el levante español, donde se han aclimatado perfectamente. Los augurios sobre el porvenir no invitan al optimismo, ciertamente. “La geografía es un destino” es una frase que debería hacer pasar a su autor, Askar Aitmátov, ministro de Exteriores de Kirguizistan, a la posteridad política. Define su país, un enclave montañoso rodeado de vecinos codiciosos. La brillantez oculta, sin embargo, la corrupción de un régimen sostenido por el amigo americano tras haber invocado su condición de baluarte frente al islamismo que lo acecha. Clonista anda ya escarrealmentado, tras tanto andar yendo y viniendo por esos andurriales donde las realidades se complacen en jugar con él al escondite y el travestismo como si de una ingenua trilería se tratase. En San Sebastián, la plataforma ¡Basta Ya! se manifiesta contra el “nacionalismo obligatorio” que allí trata de impnvonerse por Buevos y que, en Cataluña, por ejemplo, se ha ciumpuesto, de forma contundente e irreversible, por la vía sutil y ascética de la renuncia al programa máximo, amén de por la franca colaboración del resto de las fuerzas políticas, sostenes permanentes del nacionalismo pragmático y crematístico, a la par que cortijero, de CiU. Que Maragall se haya postulado como heredero natural de Pujol lo dice todo. Que las perspectivas electorales hayan de apresociarlo con los soberanistas de Esquerra, lo acaba de decir.  La doctrina casquivana del “interés general” ha hecho fortuna en el goppierno. Rajoy recurre a ella ¡nada menos que para justificar la negativa del goppierno a que pasen por el Congreso los responsables de empresas públicas privatizadas! ¿Sabrá ese hombre lo que dice? ¡Cómo que han de callar “por interés general” lo mucho que pueden largar sobre las muchas maniobras en la oscuridad que han regido esas privatizaciones opacas!  La realidad prensada tiene la virtud escasamente grata de evidenciar la inmensa despensa de barbarie que tiene el planeta, unos recursos inagotables. “Gau mata Ki jai” (¡Viva la madre vaca!) gritaron los fanáticos que apedrearon, sacaron los ojos y quemaron a unos parias que fueron entregados a la turba armada, según las familias de los fallecidos, por los policías que, al descubrir que se trataba de comerciantes de cuero de vacas, exigieron un soborno que no consiguieron, por lo que los entregaron a los exaltados y muy religiosos asesinos añadiendo que se trataba de musulmanes. No muy lejos, una encuesta indica que la mayoría de alumnos de secundaria no confía en los partidos políticos. Clonista se pregunta si quienes han contestado tenían claro qué era un partido político. Todorov piensa que la gran amenaza del siglo XXI es “el populismo, el nacionalismo, la política de la identidad excesiva, que reacciona [...] crispándose sobre los valores identitarios o religiosos.” ¿Por qué no consideran la ignorancia, la alienación? En la oposición de visiones sobre el distrito barcelonés 22@, tan radicalmente opuestas, la de los vecinos y la del ayuntamiento, una carta de Salvador Pastor introduce alguna luz al señalar que los acosadores del concejal eran los miembros del Casal Independentista, émulos de “Jarrai y Batasuna”, según señala. Que la institución Òmnium Cultural no se llame Nòstrium Cultural es un misterio que ha de añadirse a los muchos que genera el rinconalismo catalán. La realidad también puede considerarse una colección de misterios insondables, sin duda. Por ejemplo, frente a los malos resultados de la economía americana, influyeron más en la cotización del euro las polémicas declaraciones de Prodi. La sensibilidad bursátil es una de esas realidades que aún esperan su inspirado intérprete, desde luego. Otra realidad curiosa: el goppierno pone al frente de la lucha antifraude al especialista en inversiones fraudulentas del BBV, aunque sorprendentemente exonerado por GarZón. ¡Cuántos hilos heterogéneos tejen el tapiz de la actual Corte de los milagros! De ayer a hoy sólo va la ausencia de Valle, claro. La exposición de Roberto Gargarella sobre la behavioral economics” a propósito del Nobel de Economía al psicólogo Daniel Kahneman, le permite comprender a Clonista –ludópata descafeinado- los fundamentos de su rechazo a participar en las múltiples loterías nacionalistas.

lunes, 21 de diciembre de 2015

18-10-02

     Convertida en hábito, una clónica también acaba adquiriendo unas inercias que pueden acabar velándole las realidades que caen bajo su alcance. La realidad prensada induce también a esas visiones mecánicas. Se da por sentado que la portada resume lo esencial de la jornada y a partir de ahí la cadena de sobreentendidos acaba convirtiéndose en un dogal esclavizador. Bush recula, y no cabe duda de que es noticia de primer orden el hecho de que Bush no ataque hasta que los expertos revisen los arsenales iraquíes. ¿Lo es también que el gopnvierno de Ibarretxe se querelle contra GarZón por los autos de éste contra B? ¿Y cómo se entiende que en la misma noticia vascongada, y mediante un simple “por otra parte”, se recoja la desarticulación de infraestructura de ETA? ¿Se quiere decir que son partes de un mismo todo?  ¿Y qué relación hay entre ellas: de subordinación, de coordinación, de contigüidad...? ¡Cómo se complica siempre la realidad cuando se la quiere encerrar en tan poco espacio! Más chocante y anecdótica, a fuer de sintomática, es la rebeldía de Romano Prodi contra el Pacto de Estabilidad, al que califica de “estúpido, rígido e imperfecto.” Se ha abstenido de decir que tenía poca solbencia, pero ganas no le han faltado, desde luego. No se destaca suficientemente, sin embargo, el anuncio usamericano de que Corea del Norte posee armamento nuclear, aunque el factor de desestabilización que ello supone implica que se establezca un “nuevo foco de tensión internacional.”  Acceder a una comprensión suficiente de la realidad no es siempre fácil, y a veces la precipitación de los juicios taxativos tiene su origen en esa carencia de información necesaria. Que la plataforma del no al Tratado de  Niza esté encabezada en Irlanda por la extrema derecha y que dicha campaña suponga el esfuerzo decisivo de esos grupos neonazis para retrasar la articulación política del continente, según interpretación del ministro irlandés de Exteriores, es una visión del referéndum que permite comprender, aunque no justificar, la campaña de bienintencionado amedrentamiento que han sufrido los posibles votantes irlandeses. ¿Cómo encaja aún en la realidad que Israel siga asesinando palestinos, niños incluidos? ¿Qué realidad es esa? ¿Y cuál será la del intrigante y corrupto Menem, el venerador del “maestro de los maestros en el mundo de la política, que fue Juan Domingo Perón”? Por sus maestros los conoceréis, sin duda. Lejos, relativamente –porque declaraciones así pueden acabar llevándolo de nuevo al tormento-, del alcance de la injusticia guineana, un preso político denuncia las torturas a que fue sometido durante su encarcelamiento en las prisiones de exterminio guineanas, así como la ayuda española al dictador, un aval de sus atrocidades. La realidad que no cesa es el flujo migratorio de tan trágicos resultados. El Constitucional le ha dado la razón al PSOE en lo de las comparecencias denegadas en su momento por el PP y sus aliados parlamentarios –incluido, en aquel entonces, el meloso PNV -¿o nadie recuerda el casi babosín acaramelamiento de Cascos y Arzalluz?-, pero no está dispuesto a aceptar que se autoricen ahora. “¿No le han dado la razón? Pues que se quede con ella, pero que no la use”, parece querer decir el goppierno, que va camino de gobernar durante ocho años sin haberla usado nunca, y ahí están, con posibilidades de seguir otros cuatro. Los epíscopos, que son el copón, tienen clara la doctrina tradicional: la homosexualidad tiene un origen educativo. ¡Si lo sabrán ellos! Ahí sí que la voz eclesiástica es una voz autorizada, sin duda. Escondida en los pliegues de la noticia de la reposición de El gran dictador, de Chaplin, Clonista se entera de la recuperación técnica de una película de Hugo Santiago, Invasión, con guión de Borges y Bioy Casares. La nueva película de Woody Allen trae escondida una perla de ingenio parecida a aquel personaje difuminado, borroso, o al propio Zelig: un director que se queda ciego decide disimular su ceguera y continuar el rodaje de su película: toda una metáfora de nuestro tiempo. ¿O no se decía así? Lo que no necesita dicción específica de ninguna clase es la bonita secuencia de breves de agencia en Economía: Despido, despido, beneficios, beneficios, beneficios, pérdidas. La vida misma.

domingo, 20 de diciembre de 2015

17-10-02
            Nada como las entretelas cibernéticas para que el tiempo se esfume como si hubiera uno recibido un virus devastador, que así ha sido, a juzgar por el tiempo perdido en rescatar memorias tan frágiles como las de ciertos archivos endemoniados. Regresar de la realidad enredada a la realidad prensada en esta clónica no deja de ser un alivio. Reconocer las ridículas manifestaciones previsibles de lo real prensado siempre ayuda a reconciliarse con uno mismo. Contemplar el ridículo bélico del goppierno sacando a pasear el esmoquin de alquiler que acabó siendo el tanque Leopard sólo es comparable al ridículo procedimiento del incombustible GarZón: acusar de algo a alguien o a algunos y después mandar a las policías a buscar las pruebas que le den la razón. En este caso, acusa a Batasuna de practicar una “limpieza étnica de baja intensidad.” Aunque su opinión política pueda tener fundamento, e incluso ser incontestable para mucha gente, como procedimiento judicial resulta la mar de insólito, desde luego, y acentúa espectacularmente la seguridad jurídica de los ciudadanos. ¡Ojito, pues, con cruzarse en el camino de GarZón! Menuda realidad de desastrosa ficción. Y sin des, qué puñetas, simplemente astrosa.  Éxtasis ha sido siempre un concepto privilegiado, hasta que acabó bautizando unas pastillas asesinas que permiten seguir una marcha constante hacia ninguna parte. Ayer el éxtasis lo alcanzaron 18.000 personas, se supone que al unísono, en el concierto de un rocoso rockero usamericano, Bruce Springsteen. Clonista, en cuya tradición el éxtasis está más asociado a Juan de la Cruz o al orgasmo, no puede dejar de sentir que también al éxtasis le ha afectado una cierta devaluación. En Usamérica, hasta los aviones militares se han sumado a los esfuerzos policiales para acabar con un terrorista no particularmente experto, a juzgar por lo rudimentario de su método. La incapacidad policial para dar con él y detenerlo prueba la facilidad y casi impunidad del terror en un estado democrático, lo cual supone uno de sus riesgos inherentes, si bien tampoco desaparecería en un estado policial o totalitario. Seis meses es lo que ha tardado en saltar por los aires el zapeo –o la inaceptada  pero hermosa canaleo- político del pueblo holandés. Las sorpresas se desmoronan, porque no tienen consistencia alguna, salvo la de aparecer al zapear como un anuncio no visto con anterioridad y las encuestas vuelven a situar las cosas en su sitio, es decir, abiertas a las futuras irrupciones de nuevas emociones basadas en el juego suicida del “Y si...” Muchos devotos Isidoros de Ysis juegan con sus votos para combatir el aburrimiento, el hastío, la indignación o, en célebre reflexión Máxima, porque “Pepita no me quiere y la culpa es de los socialistas” o algo así. El cuentagotas guineano suelta prisioneros opositores como si dosificara cemento, en vez de justicia, a juzgar por la exasperante lentitud de las excarcelaciones, aún selectivas. Curiosa manera de ver la realidad: “Varapalo jurídico al Congreso” por parte del Constitucional, quien ampara al PSOE en su reclamación de que los gestores de empresas privatizadas estaban obligados a comparecer en las comisiones de investigación. ¿Y a nadie le choca que entre aquellos denegadores figurara el PNV, dócil aliado del goppierno entonces? Las vueltas y revueltas de lo real, amigas de Escher, no dejan de sorprender a quienes se dejan el precioso tiempo de su vida prendido en la red viscosa de lo político. Ahí está el juego de retos entre primeros espadas y subalternos o entre machos que cruzan las testuces sobre si en el debate de Presupuestos ha de defender éste o el otro y ese fuera el contenido, no la crítica a la pendiente de ficción contable  por la que trinea el goppierno y contra la que trina la oposición. Hoy, 17 de octubre de 2002, sin embargo, ninguna realidad puede compararse con un descubrimiento científico de primerísima magnitud: ha sido aislada “la enzima responsable de que las cebollas hagan llorar”, la “sintasa del factor lacrimógeno”. Así pues, se espera un futuro en el que el “tiosulfinato”, responsable de su sabor y de sus propiedades nutritivas, dejará de aparecer escoltado por el dramón de la sintasa. Si ayer a Clonista ya le parecía que la responsable de educación del gociuerno mentía a sabiendas, hoy se sabe por boca de sus propios susbordinados que lo hacía y con un descaro político sólo comparable a la ironía decrépita de su jefe de partido. Por otra celdilla de la realidad cominera, porque para colmenera habría de esperarse, en realidad, una mutación de las aviesas, insidiosas y laboriosas abejas que liban y libelan el campo político, el PSOE anuncia generosas ayudas para la vivienda que inician la exhibición de su futuro programa electoral. De la derrotada casa común de la izquierda almuniesca, se ha pasado a la casa individual –y se espera que solidaria- a que tienen derecho casados y solteros. En fin.
16-10-02

     Sabina de fondo y, más lejos aún, el golpe seco de las raquetas contra las pelotas de tenis. En la mesa de la cafetería, Clonista abre esa otra realidad prensada, tan poco pulcra y tan sumariamente ordenada, y se dispone a repasar su docilidad engañosa bajo el síndrome del agotamiento. Pasan por delante de los ojos inquietos del aventurero un par de jugadores-botijo, pitillito en mano y llevando con orgullo su embarazo estéril. En la otra realidad, una nueva euforia bolsística que preludia la depresión que hará entonar trenos apocalípticos. En resumen, una ciclotimia excesiva, la verdad. Los dineros abren hoy el escaparate, o mejor dicho, la estafa de los dineros públicos hecha al alimón por empresarios, sindicatos y ayuntamientos, en un pacto que arruina la reputación de quienes han sido incapaces, los sindicatos, claro, de no meter la mano. Debe ser que la cercanía de las rapaces lleva a relativizar muchas conductas. ¡Qué franquista, el referéndum de Sadam! El toque sanguinoracial le pone una dimensión religiosoesperpéntica de un Kistch que pone vallestupendo a cualquiera. Tras las presiones hueuropeas –así como de por huevos hueros, casi- sobre los votantes irlandeses, el rechazo de los serbios a seguir las órdenes de la superioridad continental se suma al alejamiento de Ucrania, hundida en sus propias corrupciones, lo que la convierte en un caso muy distinto del de Serbia, donde el nacionalismo y la desesperanza se dan la mano fecunda de la desolación. Más dineros, porque la realidad prensada es deudora de la importancia capital del mismo en las realidades asilvestradas que se reproducen como por partenogénesis por ahí fuera. Ahora le toca al paraíso fiscal de Gibraltar, una cueva de beneficios bajo un peñón de simios. Cuando pierda su condición paradisíaca, ¿en qué quedará su independencia? ¿Y qué tiene que ver, junto al paraíso gibraltareño, que Rajoy admita que el modelo de RTVE “no está bien resuelto”?  No se acaba de entender. Será que les parece poca la manippulación, seguramente. Con la subida del precio de la vivienda y de los alquileres –debido a la riqueza que ha generado el goppierno y que a todos nos alcanza, según la doctrina casquiana, y no poco casquivana-, no es de extrañar que los propietarios se impacienten y, al primer impago, se líen la manta a la cabeza y hagan lo que un par de exaltados hicieron: echar del piso a la inquilina y arrojar por la ventana a la calle todas sus pertenencias. Fueron detenidos. Hubo justicia poética. ¿La habrá judicial? ¿Volverá esa realidad de miserables y humillados a buscar los ojos de Clonista? Cada vez más le ha ido pareciendo a éste que la identidad esencial del tiempo y la realidad constituye un axioma incontrovertible. Hoy vuelve, porque tiene trámites parlamentarios pendientes, la realidad de la concesión de impunidad ante la CPI a los usamericanos protegidos por su gobierno. Y ahí se queda solo el goppierno felpudo del caudillito, más chulo que un ocho. La vida te da sorpresas, sorpresas te da la realidad: el uso del móvil robado no es delito. Se propone que lo sea. Con la cantidad de información confidencial que cabe en un móvil, ¡robar la intimidad no es delito! ¡Como si no fuera equivalente a una violación de la correspondencia! Clonista ignora cuántas veces habrá tenido que reflejar esa parte trágicamente absurda de la realidad que es la tenencia de armas caninas, pero la muerte de un infeliz a dientes de esas bestias feroces seguirá siendo la anécdota que no contradice la famosa ley por la que una noticia lo es, según los manuales tradicionales de los taumaturgos de la realidad prensada. Los transportistas han cerrado las fronteras para protestar por el exceso de siniestralidad en el sector. No es el único al que le afecta esa negligencia empresarial. En todo caso, a quienes más afecta es a quienes no tienen capacidad de negociación para imponer mejoras de seguridad en sus trabajos. La realidad es siempre una suma de visiones que, obviamente, no son armónicas. La de los vecinos del distrito 22@ no parece coincidir con la de los gestores municipales del invento. Pero siempre alguna se impone. ¿Adivínese cuáles? Ahí está la consejera privada de educación, Laura Gil, defendiendo su sucia gestión antipública con un discurso camaleónico en que defiende lo que los hechos desmienten. Y ahí sigue, claro, hasta la derrota final. Bryce Echenique se lleva el Planeta. Vila-Matas hace el elogio envenenado. Como Clonista no extiende su aventura a los adocenados suplementos dominicales, perdió la oportunidad de leer la entrevista de Arcadi Espada a Castilla del Pino. En ella, por referencias hechas hoy, con motivo de la celebración de su 80 aniversario, declaraba al parecer la diferencia de sentimientos que le produjeron dos acontecimientos de muy distinto signo: la pérdida de la cátedra de Psiquiatría de Madrid y la muerte de sus hijas. Clonista se queda con la verdad temploria: “En España, la hipocresía social que rodea a la familia es muy grande.” Clonista, con turbia historia familiar a sus espaldas, comprende perfectamente al psiquiatra altivo.