jueves, 10 de marzo de 2016

31-12-02
Estando su casa sosegada y con ansias de libertad inflamado, Clonista se asoma, tal día como cuando comenzó –porque las del alba le dieron ayer en la larga y alegre nochevieja-, por última vez a la realidad prensada. Podría vencer el deseo de libertad a la ambigua emoción de perder su esclavitud, exclavitud desde el último punto final de la clónica de hoy –otro día, como aquel lejano 1-1-02, en que la realidad tampoco existe, salvo el silencio de una casa que duerme a la luz del día bien entrado el rito animado del culto a la transición calendaria del gran enemigo de la especie–, pero Clonista, a pesar de su contenida euforia por haber llegado al puerto de su reposo, se acerca a la última puerta que le franquea la entrada al gran bazar de la realidad prensada y se siente confuso, fundido con una emoción tan difícil de describir como de evitar. Contempla sus garabatos apresurados y viscerales, sus círculos y sus flechas, y le parece estar descubriendo un legajo antiguo con anotaciones silenses. No ha inventado una lengua, pero la realidad toda, después de haberla buscado aquí y allá incansablemente, es únicamente lengua. La carne ¡y aun la médula del hueso! se han hecho verbo. Y lo que se ve es el juego de la voz que recrea y enamora, que hace y deshace a su antojo, el de la real gana, la de crear la realidad y decir que es nuestra obra de arte, el espejo de nuestra alma y la única sangre que nos alienta. Y el anuncio de la sangre que vendrá le pone fin al año, como también que el horizonte carcelario se ensanche hasta los 40 años, que es cifra caudillesca que debe llevar muy dentro quien reside en el goppierno, porque presidirlo no lo hace, si acaso “presidiarlo”, pues los impulsos encarceladores del disciplinado gerente se ensanchan a menudo hasta el deseo de trincar a la desleal oposición y trenarla para que sus trinos de protesta le recuerden los lejanos años de su juventud –perfectamente instalado en la pax franquista de sus amores- en que se burlaba de quienes se arriesgaban para que a él, ¡paradojas de la historia!,  le acabara eligiendo el pueblo. En la mismísima puerta del Bazar aparece la sangre derramada, que es realidad de privilegio en la realidad de realidades que es la realidad prensada: un extremista islámico mata a tres médicos misioneros usamericanos en Yemen. El cegado por la fe estaba convencido de que, sacrificando corderos occidentales, se haría más grato a los ojos de Dios, a cuya diestra se sentaría, llegado el caso de la muerte. Por otro lado, el propio concepto sonrojante de “misionero” –nada que objetar a la generosa y solidaria condición de médicos de los tres infortunados-, ¿cómo es posible que se acepte como si tal cosa? ¿A quién coño han de ir a convertir al otro lado del mundo? ¿Cómo sonaría que a tantos imames como están instalados en Europa se les denominara misioneros? Y lo que es peor, ¿cómo se reaccionaría? ¿Es el proselitismo consecuencia de algún gen concreto?, porque marca singular de la especie sí que lo es. Hoy, a su modo, también es el día del euro, el de la rendición de cuentas que salen bastante abultadas, aunque las autoridades económicas nos dan ese 0’2% para no dejarnos por imbéciles, aunque aún hay quienes llegan a decir públicamente que no ha repercutido en los precios la entrada del euro: ¡bendita malafé! El gran espacio real donde el euro se mueve como pez en aguas turbias, la bolsa, no deja de acumular pérdidas. El indicador español por excelencia, el Ibex 35 –Ibe de ibero, quiere suponer Clonista ingenuo-, ha descendido un 48’14% en tres años, ¡pero “en plena crisis de confianza”! ¿Qué quedará para los tiempos aciagos de la desconfianza? Clonista se despide de ese cogollito de realidad que es el dinero, y cuanto gira a su alrededor para generar más, con idéntica perplejidad que al comienzo de su aventura: no hay quien entienda los infinitos caminos del único dios contemporáneo que, en vez de enfrentarse a los fanatismos religiosos, tiene, además, la mala sombra de aliarse con ellos, porque in god they trust, los del eje del mal y los del eje del bien, para perplejidad del resto. El mismo baile de muertos que se produjo en la liberación de los rehenes en el teatro moscovita, se produce ahora con la contabilidad de quienes fueron asesinados por el comando terrorista suicida que atentó contra las instalaciones gubernamentales del gobierno checheno títere: ya van por 85, se espera que pasen de los 100. La oposición a Chávez añade una consigna fácil de seguir: la huelga de impuestos: ni un duro para el estado bolivariano. El tira y no afloja en que anda metido un país partido en dos tendrá un desenlace no difícil de prever: campo abonado para profetas de vía estrecha. Resulta casi enternecedor el afán reparador de la mala conciencia de la realidad prensada: a un año de olvido, media página acelerada de recuerdo atropellado: Angola, Somalia, Liberia, Sudán, Colombia... Eso sí, la realidad consignada es la del informe de Médicos Sin Fronteras: Las crisis humanitarias más olvidadas del año 2002. En Ecuador, Lucio, que parece seguir la estela de Lula, ha nombrado a una india ministra de Asuntos Exteriores. Clonista no ignora que nombramientos así tienen un carácter modestamente revolucionario. Clonista quiere huir de los arqueos y la carta de José Suárez muestra bien a las claras el porqué: “Pero, en fin, lo que ya es irremediable, año 2002, es que todo [la descripción ut supra de los males correspondientes] se haya recrudecido en el curso de tu tiempo y, por ello, siempre serás recordado como un año de males. Eso ya no tiene remedio.” A Clonista nunca le han gustado los juicios sumarísimos, y menos a los años. No hay años buenos ni malos, obviamente; pero todos ellos vendrán y nos harán más ciegos, en justa sentencia ferlosiana.  ¿Puede aparecer como “novedad” la denuncia de Belloch: que “el PP usa el terrorismo de forma partidista”? Lo lleva haciendo desde antes de aquel atentado lamentable contra quien salió de él autoinvestido de carisma, baraka, azulete y con la autoestima demagógica hiperbolizada. Clonista siempre agradece la información y sería deshonesto no reconocer cuanta le ha llegado, y tan buena, a lo largo de su travesía. Miguel Angel Aguilar comienza su columna con la referencia a una novedad editorial: un libro de aforismos compilado por Jorge Wagensberg: Si la naturaleza es la respuesta, ¿cuál era la pregunta?, que Clonista ha pedido para Reyes. A los Reyes tendrán que pedirles argumentos convincentes los responsables de que se haya producido el lamentable suceso en la comisaría de Málaga, en una de cuyas celdas originaron un incendio los esclavistas que imaginaron una huida imposible en la confusión subsiguiente al desalojo, el cual acabó siendo, sin embargo, muy diferente de como lo habían imaginado, y cuyo saldo dramático es ya de tres muertos y ocho inmigrantes hospitalizados, cuatro de ellos graves. Según confesión espontánea, la policía actúo a los 20 segundos de producirse el incendio; según los bomberos, cuando ellos llegaron la celda aún no había sido abierta. Que se coja antes a un mentiroso que a un cojo lo saben bien en el goppierno desprestigiado, pero lo ignoran sus subordinados, o tal parece. Clonista ha dudado si el anuncio de un acto de canibalismo en directo en una televisión británica cae del lado de la realidad, pero ha tenido que reconocer que sí. Y mayor realidad aún es la defensa que el canal 4 británico hace de la emisión: “para entender el arte”. ¿El arte? “En el documental, un artista chino prueba el cadáver de un bebé que nació muerto” ¿Artista?  Clonista ha acompañado los estertores pujolianos a lo largo de este año que ha sido el de su despedida política, con buena parte del que acaba de entrar, y su último mensaje virreyal ha sido como el primero: “Pujol pide a la sociedad civil un compromiso en defensa de la identidad.” ¡Aún con la baratija de la identidad!  A su lado, el PSC envía su mensaje particular de fin de época cortijera: un sondeo electoral partidista le confirma 8 puntos de ventaja sobre CiU. A veces, sin embargo, la realidad partida y la entera coinciden, sin que sirva de precedente. Lo que se daba aquí se acaba. Sin rencor. De corazón. Nada es real. Y menos aún esta Clónica del año 2 a la que el año 3 le pone puntos suspensivos. Clonista se despide con la convicción de Roquentin: “una aventura no se empieza de nuevo ni se prolonga.” Pues eso.
                                                                                                          Vale.


            P.S. Conclusa la clónica, recibe Clonista de su amigo fraternal Luis Valdesueiro una rareza olvidada, la Historia de Medio Año, de Ramón Gómez de la Serna, quien se propuso escribir durante 1935 lo que iba a llamar La novela del año. Desengañado de su esfuerzo, y de encontrar editor para continuarlo durante varios años, se acogió a la generosidad bergaminesca de Cruz y Raya y publicó una síntesis de lo que había escrito. Las últimas palabras de ese medio año sirven igualmente para el año entero de Clonista: “Y aquí acaba mi esfuerzo inútil de contener lo más destacado del año que ha ido pasando, desengañado de poder continuar esa galería de años con sinceridad de cronista secreto.”


            Vuelve a Valer.

miércoles, 9 de marzo de 2016

30-12-02

Penúltimo día de la aventura que termina como empezó, para Clonista, pues le avanza a uña de caballo una faringitis de ídem. El círculo está a punto de cerrarse y lo hará, además, el mismo día de la semana en que se abrió, el martes. ¡Si Clonista le hubiera hecho caso a la sabiduría quintaesenciada del refranero, que aconseja no embarcarse en martes! Casi completada la travesía, no es hora, sin embargo, ni de la recapitulación ni del recuerdo. La realidad, lo que quiera que se esconda bajo esa máscara verbal, no cede, y Clonista se debe a su compromiso. El caudillito, en fase ya de estertores políticos, sigue dando palos de ciego para lavar un prestigio más hundido y sucio que su homónimo naviero. ¿El último conejo? Subir de 30 a 40 años la pena máxima de cárcel y convertir el presidio en tumba. La torna del chapapote parece la desmesura, pero en esas está el goppierno con su caudillito a la cabeza, quien insiste  -para ver si hay alguien en el país cuya estupidez sea equivalente a sus malas artes de goppierno y su desmesurada  afición a la demagogia y a sembrar la inquina y la división-  en que “se intenta responsabilizar al Gobierno por el accidente de un barco”. Lo lleva repitiendo semanas. Y lo seguirá haciendo hasta elevarlo a la categoría de real, si puede. La cazurrería no es patrimonio rural, está claro. A Clonista, siempre tan apegado a la creencia poética de que el verbo funda la realidad, le choca la intención chavezista: “endurecer” su revolución y repartir más tierras. ¿El reparto significa expropiación por las bravas? La palabra endurecer tiene más de represalia que de promesa de futuro, ciertamente. En la realidad, y más en la política, prensada o no, pero sobre todo en la prensada, las palabras son “los” hechos, no hay más. El espacio físico, la presencia humana, la naturaleza, todo desaparece tras la presencia imponente y demoledora de las palabras. El forgiano “¡Huy, lo que me ha dicho!” es siempre un “lo que me ha hecho”. Y los hechos de Chávez enconan, y Clonista ignora si enquistan, la situación venezolana. Ideas esquinadas es concepto unamuniano. La realidad se esquina con una facilidad insuperable, y por ahí andamos, de punzada en punzada, hechos unos sietes, hasta el descalabro final. Si en el comienzo del euraño la economía dominaba la realidad, en el final es la trompetería bélica la que impone su estruendo. El gobushierno usamericano ha atemperado su reacción contra Corea del Norte, extremo del famoso eje del mal trazado por el integrista religioso que preside el Imperio. La bravuconada de un segundón oval: ser capaces de mantener dos guerras a la vez (y no estar locos...), cede ante la contundencia de los números: “el régimen  comunista del Norte tiene un millón de hombres en filas y puede movilizar hasta ocho millones de reservistas, según fuentes de Corea del Sur.” Demasiado para una operación relampagueante y ceenenista, llena de los siniestros verdes trazadores. Los sobornos y las compras de material bélico en el mercado clandestino de armas llevan a Al Qaeda/Fu Man-Chú al seno de una mala película de espías, una de esas mediocres producciones cuya veracidad excede con mucho la capacidad de asentimiento de los espectadores, siempre tan exigentes en punto a la verosimilitud. Que la propia realidad se convierta, por obra y gracia de sus patéticos protagonistas, en una obra desangelada y torpe no puede inducir a la extrañeza, ni menos al desengaño. Siempre hay motivos para la esperanza en donde menos se piensa. El relevo político en Kenia, donde la oposición le ha ganado en las urnas al pripartido KANU, tras 40 años de hegemonía política, es un auténtico ejemplo de vida democrática no singular. Desde Internet ha rescatado Andrés Ortega una síntesis cuya elocuencia estremece: Nuestro pueblo. Se trata de una reducción sociológica de la humanidad al símbolo de la centena: “Si la Tierra fuera un pueblo de 100 habitantes, 57 de ellos serían asiáticos, 21 europeos, 14 americanos y 8 africanos. Estarían repartidos...” Es una ficción excesiva, que hace abstracción de la Historia, pero la conclusión es bien real, aun habiendo llegado a ella por la vía del simplismo analítico: “Seis, todas ellas nacidas en EE UU, de estas 100 personas tendrían en sus manos el 59% de la riqueza del pueblo.” Y ahí se podría detener el juego, pero la continuación es una descripción estremecedora de la desigualdad planetaria. El artículo funciona como los resúmenes añales típicos, pero va más allá de los tópicos, sin duda. ¿Por qué irrumpe Guatemala, “paraíso de la impunidad”, en la realidad prensada, saliendo del silencio que ha sido cómplice de una situación que coincide a escala con la reducción a la centena recién clonicada? Se verá. Lo que no se ve, quizás hasta que no se cierre la “Operación Navidad”, cuando la realidad de los muertos en accidente de tráfico escale los peldaños de realidad prensada hasta llegar a la cima del titular de portada, son esos 104 muertos en solo diez días. Francia ha reaccionado hace poco contra lo que aquí sigue considerándose una fatalidad, un peaje del progreso. Viajar en coche, ya se sabe, es un peligro..., y en países avanzados como España el goppierno debería regalar más sancristóbales –el del niño al hombro, no el del gal a sus órdenes- para colgar del espejo retrovisor, y los portafotos del “no corras, papá”. El gociuerno ha decidido dar marcha atrás al enchufismo más descarado para no seguir dando la sensación de solar en derribo que tan patético lo hace aparecer ante la opinión publicada: ha desestimado su plan inicial de colocar a militantes del partido gociuernante en el elitista cuerpo de abogados de la administración. Si a eso se suma el hecho de que la religión se ha convertido, cada vez más, “en un objeto de consumo”, las esencias patrias del nacionalismo conservador cristiano andan tan anémicas como sus propios representantes políticos. El yo también necesita consumir consuelo, y la propuesta fustigadora de la hipocresía católica no se compadece con los tiempos que corren, desde luego. A preúltimos de año, aquella euforia paletina de la nueva moneda se ha convertido en el desengaño de una inflación riñonera que Rato desmiente al afirmar que sólo ha afectado a dos décimas del IPC. ¿Serán la mentira y la realidad una y la misma cosa? El Pentágono, por si las moscas, ha decidido entrenar en artes de supervivencia a los periodistas para llevárselos a primera línea de fuego y que sean testigos de sus desvelos por el eje del bien. Se admiten malos pensamientos.  Como si la realidad fuera ya poco adversa de por sí, el portátil le juega una penúltima mala jugada a Clonista y buena parte de su esfuerzo clonicador se le ha perdido en una de esas “operaciones no válidas” con que la cibernética suele desesperar a los usuarios poco duchos. Superado el trance de la pérdida, rehace, de mal humor, lo que siempre en el recuerdo le parece infinitamente superior a lo acabado de escribir y se dispone a prepararse para despedir el año y recibir el próximo.
29-12-02

No se equivocaba Clonista, aunque acierta sin mérito. Y en sección destacada, Protagonistas del Año, nada menos que GarZón encabeza una lista en la que, tipográficamente lejos, le sigue el caballo ganador de la prensadora de realidad, Zapatero; y más lejos aún, casi en listín telefónico, Bush, Lula, García Márquez, Ronaldo y los voluntarios contra el chapapote se reparten la titularidad. La actualidad reserva su cupo con Corea y el gran reportaje de fondo se centra en la esotérica iglesia Raeliana, que nunca soñó con una campaña de propaganda de tales dimensiones. El año se va, obviamente, y Clonista se irá también, camino de un silencio bien largo, el del desengaño, pero la guerra quedará, y todos los movimientos usamericanos van en esa dirección. Sadamirak advierte, con la torpe solemnidad bobalicona que engendró aquella “madre de todas las batallas”, que “dará a Washington una ‘lección inolvidable’”. Clonista pasó como sobre ascuas por la dolorosa realidad de los hijos que le fueron robados a los represaliados durante la dictadura militar argentina, realidad que ha vuelto a la actualidad –aunque nunca se haya ido del todo, por supuesto-  con el caso de los hijos adoptivos de la gran mandamás del periodismo argentino, la dueña de Clarín, de quienes se sospecha que podrían haber sido robados a quienes después se hizo desaparecer. Los jóvenes se niegan de momento a hacerse los análisis genéticos que determinarían su filiación real. ¡Qué dura es siempre la verdad! ¡Qué verdadera ha sido siempre la letrilla de Quevedo! En cualquier caso, los círculos del poder oligárquico argentino se han dispuesto en formación concéntrica para defender a la empresaria frente a la actuación del juez Marquevich. En la información se hace alusión a la participación activa en la entrega de los niños del obispo Plaza, quien colaboró activamente con la represión, al modo de aquellos obispos españoles que participaron en la sanguinaria cruzada contra los rojos durante la guerra civil española. Y ya que sale de rebote la guerra civil, es oportuna la carta del navarro Pedro Otaduy, quien acusa a la serie Cuéntame... de edulcorar hasta el empacho la realidad dolorosa de los vencidos: “los ex combatientes del lado leal a la República fueron mucho peor tratados, tuvieron una realidad mucho más penosa que la que en ese capítulo [de la serie televisiva] se dibujó.” ¿Olvida el espectador indignado que la serie se pasa en la telepepé? Seguramente. Una confusión la tiene cualquiera. ¡Lo que faltaba! Está visto que el asunto del Prestige está reuniendo tal cúmulo de despropósitos que va a ser difícil igualar la cota que acabará alcanzando. Ahora resulta que el CSIC ha plagiado un informe toxicológico francés. Los prensadores de realidad tienen mala fe, indudablemente. ¿Por qué usar plagio cuando “intercontextualidad” es un concepto acuñado en los aledaños gubernamentales y validado por la ministra correspondiente?  Se espera, sin embargo, que se acuñe el concepto correspondiente a la mayor chapuza parlamentaria del año, una derrota ocurrida en Vitoria y celebrada soberanamente en Ajuria Enea. Sergi Pamies elogia el último libro de Jordi Costa: ¡Vida mostrenca!, contracultura en el infierno post-moderno. De obligada lectura. Jordi Costa tiene el don de la síntesis, la concisión y la capacidad de relación: hubiera acabado siendo, de haber insistido en sus estudios filológicos, un maestro de la literatura comparada, sin duda, quizás un digno sucesor de Claudio Guillén. ¡Menuda bofetada de realidad es la denuncia en la Opinión del lector hecha por Antonio Armengol, cuyo suegro lleva camino de fallecer de un cáncer hepático después de haber sido diagnosticado en enero de 2001, operado en noviembre de 2002 y necesitar una segunda operación urgente que no se le practicará, le han dicho, hasta la cuarta semana de enero de 2003! El suegro del señor Armengol jamás suscribió un seguro médico privado porque creía en el sistema sanitario público y, según afirma su yerno, en Jordi Pujol. ¡Bendita ingenuidad! El cortijerito está más preocupado por invertir los dineros públicos en campañas privadas de prensa y propaganda, pero a lo grande: papel del mejor, fotografías “a dojo” –que decimos en el rinconación- y, sobre todo, bien destacados: el virrey y el delfín. ¿El lema coincidirá, sospechosamente, con algún otro que acabe utilizando CiU en las próximas elecciones?  Ya se verá. Puestos a chapuzar, las épocas estertóricas se prestan como ninguna. Clonista no se entretiene en referir el contenido intemporal del suplemento dedicado a los protagonistas del 2002, a los nombres propios, a lo que son negritas en Umbral, porque ni es amigo del culto a la personalidad ni los nombres propios son, en la mayoría de los casos, propiedad ninguna, sino mero usufructo. Pero el signo de los tiempos que corren aparece crudamente en ese suplemento en la sección dedicada a la cultura. En recuadro destacadísimo aparece El año de Aserejé, una canción macarrapenada de un trío de muchachas llamado Las Ketchup, hijas de un guitarrista apodado El Tomate. Y en un subrecuadro, bajo el título Y además, aparecen ¡Imre Kertész, Eduardo Chillida, Barenboim y Edward Said! Clonista agradece que el fin de año se le eche encima y no prevé que  los demonios de la nostalgia se lo lleven con ellos así que ponga fin a su aventura insólita e inverosímil. De hecho, la patada en el culo ya se la ha dado quien puede, pues en la sección de la todopoderosa Economía, cuyo alarde tipográfico destaca sobre cualesquiera otras secciones, se ha entrado ya en el próximo año: “2003 arranca con la amenaza del petróleo”. Clonista cierra la realidad ofendido: ni siquiera dejan salir antes de entrar. Suerte que al final del día siempre cabe la esperanza de una buena película que le permita recuperar a Clonista, y la sociedad limitada de la que forma parte, la verdadera realidad. Hoy, The leopard man, de Jacques Tourneur.

lunes, 7 de marzo de 2016

28-12-02

Después del parón de un día, ése que no hace daño al año, Clonista se ha notado un tanto “encogido”, poco suelto,  como si le hubieran devuelto el toro a los corrales y, de repente, se lo sacasen otra vez para que acabase la  faena comenzada y no descabellada. Los Santos Inocentes deberían ser los patronos de los lectores de la realidad prensada, sin duda. Antes fue tradición decir tal día como hoy, la gran mentira impresa; hoy, desmarcado El País de ella, Clonista ignora quiénes la siguen, pero haberlos haylos. Y que no se mente a las noroesteñas ni de pasada, que no está el horno para bollos ni la fiesta para gaitas. De hecho, la realidad ya se encarga de convertir en inocentadas muchas de sus presencias, quién lo duda. Escrito ayer lo anterior, Clonista comienza la realidad prensada del día por el final, donde se explica que las autoridades chinas le han cogido miedo a Internet y han decidido cerrar los cibercafés, y coincide plenamente, una vez más, con Verdú, de cuya frecuentación supone que se le debe haber quedado la afición a reparar en esa trascendencia de lo trivial que, sin embargo, sólo tiene sentido en la elaboración estilística del asunto en cuestión. Como atinadamente observa el semiólogo, “la palabra inocente ha dejado de evocar algo positivo para referirse, sin mencionarlo, a todos nosotros, asiduamente burlados por las argucias del poder.”  La gran inocentada del día podría corresponder –entre las noticias de portada, que es donde solían figurar, en un alarde jocoso- al anuncio del nacimiento de un bebé clonado. Los experimentadores y las cobayas pertenecen todos ellos a la secta de los raelianos, fundada, según preciso informe de Rosa Townsed, por el corredor de coches y periodista francés Claude Vorilhon, quien fue abducido por extraterrestres clonados, los cuales le aseguraron que la especie humana es el resultado de clonaciones hechas con su material genético. De ahí al anuncio, lo habitual: fieles, dinero, estafas, más fieles, más dinero, más estafas, etc. Pero ahí está, abriendo la realidad prensada como aquellas antiguas inocentadas de entonces. Dos realidades de tomo y lomo lo son, sin embargo, el ataque de los rebeldes chechenos contra el gobierno títere de Moscú, que ha asesinado a más de 45 personas; y la clamorosa ausencia de Mayor Oreja del debate de Presupuestos en el parlamento vascongado, lo que ha propiciado que Ibarretxe saque adelante su proyecto de presupuestos, los que el PP había calificado de paso decisivo hacia el soberanismo. Andaba el hombre junto a los otros dos tenores, dando el do de adhesión al caudillito en una reunión del partido, cuando helo ahí que, por un mal cálculo –y Clonista sospecha que por la malicia de sus compañeros postergados (que vale tanto como postiturgaizados), que no se decidieron a agotar los tiempos de justificación de su posición, a que tenían derecho- el tenor orfeónico llegó tarde y mal a la votación. El comando checheno atravesó tres controles previos al acceso al edificio gubernamental sin que nadie sospechara nada. Realmente son pocos los méritos terroristas, y excesiva la ingenuidad de las autoridades. Poco a poco, aunque Clonista  no puede hacer otra cosa que ejercer de agorero, Corea del Norte va asumiendo su papel de protagonista, con poco texto y mucha amenaza en el desconcierto universal. Otra nota discordante, en una escala menor, es la ambigüedad calculada de Turquía, quien está dispuesta a hacerse de rogar, aunque su presión a Bushamérica la contrarresta ésta con su apuesta por un futuro estado kurdo, ¡la peor de las pesadillas turcas! ¿No es entrañable la diplomacia de las reacciones infantiles? La guerra de los botones debería ser libro de cabecera en todas las cancillerías de mundo y de todos los ministros de asuntos exteriores que en el mundo son. Una realidad paralela a la del Prestige es la huelga general venezolana contra Chávez. El bolivariano resiste allá; el caudillito resiste acá, contra viento y marea. Sin embargo, a pesar del chapapote, el conflicto vascongado vuelve a retomar las riendas de la omnipresencia. Clonista iba a escribir que por suerte para el goppierno, pero, después de la orejada presupuestaria de ayer, hasta su reserva espiritual de votos demagógicos puede acabar secándose. El goppierno lleva mal que se le opongan legítimamente, y en vez de contraatacar con argumentos, lo hace con agresiones presupuestarias. Ahora se desentiende de la promesa de dar más medios a los pescadores de las Rías Bajas. ¿Motivo? ¡Nada menos que montarle al padrecito de todos los españoles de bien una huelga de hambre para prestigiarle! Han detenido en un pueblecito de La Rioja a un presunto terrorista  ligado a Al Qaeda. Lo sorprendente es el lugar, Tudelilla, pues cuanto más pequeño sea más probabilidades deben de existir de que el terrorista pueda ser identificado y controlado por las autoridades. La confianza recíproca en la inepcia de ambos conduce a seguridades absurdas. A Clonista, no obstante, sensible a los enunciados gramaticales, no deja de chocarle el subtítulo de la noticia: “La policía dice que lo entrenó Al Qaeda y que tiene un homicidio.” Así, casi como quien tiene un herpes, una hernia o un lunar a lo Virna Lisi... La proximidad del fin de año excita los buenos sentimientos demagógicos: el gociuerno de la Generalidad se rasca el bolsillo y anuncia a bombo y platillo la calderilla que les ofrecerá a las familias: 525 euros anuales por hijo menor de tres años; y para que sea vea que a ellos a igualitarios no les gana nadie, se lo darán por igual a familias que no llegan a fin de mes y a las que se pasan de mes, de año y aun de siglo, por así exagerar. ¿Pero no había ciento y la madre de asesores del gociuerno? La conclusión es que entre todos ellos no debe haber ninguno que sepa exactamente qué puede hacer una familia con esa calderilla escupida como un regalo de los dioses. Sí, la realidad tiene demasiados dioses, y demasiados profetas, y demasiados fieles. Por cierto, ¿qué hace una referencia a la obra folclórica capital de Joaquín Díaz en el rincón corazoniego y mundanillo de la realidad? ¿Purga ahí sus simpatías poppulares? Excesivo castigo, considera Clonista, a poco que se tenga cierta sensibilidad para las creaciones del pueblo. La subida del precio del petróleo significa, como es habitual, que la inflación acabará castigando a los mismos de siempre. Lentamente el fin de año va acumulando señales de inmerecidos castigos por venir. Durante los próximos tres días, además, se huele Clonista que los resúmenes del año le pondrán sordina incluso a las más crudas realidades que busquen su lugar bajo el sol prensado. Mañana domingo es día idóneo, y hasta obligado, para el arqueo, no obstante.

domingo, 6 de marzo de 2016

27-12-02

Se hizo la realidad. ¡Loada sea Prisa! Aunque hoy convenga comenzar por el final, donde Millás describe el vacío como símbolo de la modernidad. “ ‘Da pena abrirlo’, ésta es la expresión que más se oye en  la actualidad cuando alguien recibe un regalo. Toda la realidad tiene ya algo de envoltorio, lo que en estas fechas tan señaladas se nota más que nunca.” Eso es lo que le ha pasado a Clonista cuando ha recibido su realidad prensada a cambio del euro inflacionario que cuesta: le da pena abrirla. Sobre todo porque, a muy poquitos días del tricentésimo sexagésimo quinto día de su aventura, va a ser muy difícil que, abierto el envoltorio, algo sea capaz de sorprenderle. Todo es tan vacío como el “equipaje científico” de la excursión espacial que el goppierno va a regalarle a Pedro Duque. Los ataques en tromba contra la realidad siguen marcando la agenda política del goppierno.  Se reúne el PP para afrontar la crisis del Prestige y, condicionados verbalmente, salen de la reunión con una conclusión de prestidigitadores de pacotilla: leña a los presos de ETA, y que cumplan íntegras las condenas, o asín…, aunque las asociaciones de juristas señalan que eso ya está previsto en la legislación vigente: fuegos de artificio, típicas cortinas de humo, pues, o maniobras de distracción, si han sido apadrinadas por Trillo. De Galicia, sin embargo, nada se supo, salvo que quizá repartieran pinchos de mejillones durante el cónclave en acto de solidaridad, porque Fraga ya no está para demostraciones como la de Palomares, y el caudillito ya se sabe que no va a hacer demagogia con las fotografías, que eso debe de quedar para el Rey y el Príncipe, que no tienen tan claro el porvenir laboral como él, qué coño. Clonista espera, ansioso, la cartita publicitaria que el PP va a enviarle, y en la que pone a caldo a la oposición, que es quien gobierna, ¿o no? La pregunta pertinente, de ecónomo, es: ¿por cuánto saldrá ese buzoneo? ¿O acaso entrará en los imaginativos artificios contables con que se saldan las cuentas de los gastos electorales? La primera regla elemental de la demagogia quizás obliga a preguntarse si no sería más adecuado invertir esos gastos en material para luchar contra la marea de chapapote. Acabada la Navidad, bienvenida la normalidad: nueve palestinos asesinados por el ejército israelí, aunque el titulador de El País se los adjudica al día. Las tropas acaban con la tregua en “un día que se cobró nueve muertos.” Es que allí los días son muy violentos, demasiado. El 1 de enero próximo, cuando Clonista haya entrado en un aislamiento estilita, aunque no buñuelesco, Lula tomará posesión de su esperanza, pero desde una semana antes comienza, con buen criterio, a preparar la reelección, pues no en balde señala que la “herencia” que va a recibir es bastante peor de lo que se pensaba. Javier Pérez Royo, cuya inquina razonada contra el goppierno comparte Clonista, distingue entre el miedo a perder las elecciones que padece el goppierno y el pánico a lo mismo. El primero le parece saludable en una democracia. El segundo “puede convertirse en un reflejo antidemocrático” y “me temo que en esas estamos”,  en el predominio del juego sucio al que no le importa llevarse el sistema por delante. El ayuntamiento de Barcelona ha decidido editar un libro en el que se narra la vida de un luchador antifranquista, Manuel Martínez, al que la profesionalización de la política ha arrumbado en el gueto de las luchas vecinales, ¡tan indispensables!: una vida ejemplar, se mire por donde se mire: un héroe de nuestro tiempo, aunque no haya sido la suya una vida triunfal. ¡Cuántas vidas como la suya no serán nunca, no ya reconocidas, sino simplemente conocidas! En medio de tantas desdichas, Aznar preside un acto de reparación cultural: el inicio de la rehabilitación de la sede de la Institución Libre de Enseñanza. Poco le llegó a él de aquella nueva pedagogía y de aquel espíritu liberal, pero ha de reconocérsele el detalle de no haber empantanado, aunque igual es lo único, los esfuerzos emprendidos por los gobiernos de Felipe González en pro de la recuperación de una parte importante de la historia cultural española. Dicho queda. José Suárez Carreño ha muerto. Clonista ha leído sus títulos de crédito, escritor y luchador por la democracia, y ha seguido leyendo hasta descubrir lo que quizás sea una más entre sus muchas lagunas formativas. En 1955, su novela Proceso personal perdió el reconocido Premio de la Crítica ante La Catira, de Cela, aunque en la época se valoraba más la novela de Carreño. Clonista acaba de comprometer una lectura inmediata, si es capaz de encontrar la novela, claro, porque en las librerías de nuestros días, como en los museos que denuncia Millás, no hay fondo, esto es, nada se retiene más allá de los pocos meses que duran las viejísimas novedades sobre los estantes privilegiados. Mientras, en Portugal luchan contra el déficit a golpe de despidos en el sector público, hasta 40.000 nuevos cesantes habrá en los próximos cuatro años, en los tiempos preelectorales españoles que se viven, la política para matar el rato de Cascos consiste en aumentar la plantilla fija de Correos en 6000 nuevos empleados, que eran temporales. ¿No se debería vivir en estado electoral permanente? Pues se debería, sí.
26-12-02

Hoy no hay realidad prensada. Nada existe. Silencio.

viernes, 4 de marzo de 2016

25-12-02

El día de Navidad también existe la realidad, aunque se disfrace de glotonería. Y en Cataluña, donde se celebra más San Esteban, en tanto que protomártir, también hay realidad prensada, pero no mañana. No es cuestión de llevar la contraria, sino de coherencia idiosincrásica. Hoy la realidad se desciñe a la gran comilona y a la reunión del clan familiar. Ritos. También lo es el mensaje navideño del Rey, cuyo contenido, por prescripción simbólica, ha de abrir el espacio de la realidad prensada de hoy, aunque no en el resto de España. Buenos deseos paternales y obviedades. ¿Sinceramente puede hablarse de un mensaje personal? A su lado, el expediente a la jueza que quiso beneficiar a Mario Conde tiene todos los visos de una realidad que pone al descubierto esa camaradería entre los poderosos y los funcionarios públicos sin la cual muchas tropelías de todo tipo y condición no podrían cometerse. En este caso, María del Prado Torrecilla –a quien desde ahora le cabría rebautizarse María del Pardo- ha escogido mal, y es posible que se haya jugado la carrera. También se la jugó Liaño, pero al servicio del caudillito, y obtuvo su escandaloso favor. ¿Habrá pecado de romántica la jueza? Bien puede ser. ¿Perdura aún el encanto de la gomina? No puede ser. Lo que no ha podido ser es que el goppierno responda al ofrecimiento de ayuda de algunos científicos, entre ellos Víctor de Lorenzo, premio Jaime I de 2001 de Protección del Medio Ambiente ¡Cientifiquitos a un goppierno tan sobrado, amos anda! Entre las matas trilladas por donde rajan los cascos, ¿quiénes son los guapos que se atreven ni siquiera a sugerir que el goppierno necesite alguna ayuda? Y si se atreven es que son caldereros contubernistas, profesionales de la demagogia. Llueve sobre trillado: “las playas están esplendorosas, no es el ‘apocalipsis’ que nos han descrito”, dice el ministro del Perejil después de contemplar a vista de pájaro la costa gallega. ¿La gallega? ¿Por dónde le volaron al ministro? La nota emotiva, la apelación a los buenos sentimientos obligados por la festividad aparece en la segunda página: el acuerdo para que las tropas de ocupación israelíes se retiren del centro de Belén. Ahora bien, el acuerdo no empaña la percepción universal de que este año en Belén no hay nada que celebrar o, en segundo titular, que es “la fiesta más triste”. El origen de la tristeza lo encuentra el lector en la única tristeza auténtica, la económica. El sueño de reyes berlanguiano de los belenitas es “que aparezca un autobús enorme, blanco, nuevo y reluciente, cargado de turistas”, lo cual no deja de ser comprensible en una ciudad con un 70% de paro y en la que ha aparecido el jinete apocalíptico de la miseria, hermano siamés del de la guerra. ¿Quién podría disputarle a Palestina e Israel el primer puesto de la industria turística, si ambos estados, confederados o no, pudiesen convivir en paz?  En Corea del Norte, cuya singularidad, además del fracaso social del régimen comunista –hambrunas incluidas- es la capacidad de destrucción masiva, los dirigentes les piden a los ciudadanos que se conviertan en “bombas humanas contra EE UU” a raíz del conflicto que les enfrenta con los halcones usamericanos, que no están dispuestos a permitir que Corea del Norte, nada sujeta a la imperialpolitik reinante en Washington, disponga del mismo poder que tienen India y Pakistán, entre otros. Lula sigue dando pasos de concentración política y ya se esperan con ansiedad sus primeros cien días de gobierno casi de unidad nacional. Algunos ejercitando las palmas, otros afilando las navajas. Quienes no metafóricamente las afilan son los venezolanos: “Doce de cada veinte familias de Venezuela tienen armas en sus casas. El miedo a la guerra civil favorece el almacenamiento de arsenales”. Así pues, en cualquier momento puede armarse una balacera mejicana de aúpa, pues están al acecho de a ver quién desenfunda primero. Reconocimiento de méritos que engrandece al gopnvierno: “Un sondeo del Gobierno vasco indica que crece el rechazo de la independencia”. Pudiera tomar ejemplo el goppierno, tan aficionado a maquillar las del CIS, cuando no directamente a practicar una cirugía radical. Galindo, en libertad provisional; el presunto violador de la soldado Quiñoa, ídem; Roldán, ídem; Conde, frustrada; De la Rosa, en situación desconocida. La Navidad enternece el alma de los jueces, está visto. La todopoderosa creencia de que la escuela es la institución vertebradora de los países, cuando se trata de un sistema carcelario en el que los jóvenes han de purgar su minoría de edad hasta que, llegados a la penal, puedan salir a enfrentarse con las bofetadas del capitalismo neoliberal, se pone de manifiesto en la decisión blairiana de que en el Reino Unido se impartan clases contra las drogas. El dato es escalofriante: 45.000 jóvenes de entre 16 y 24 años son consumidores de crack. ¿Ese mismo número es el de potenciales alcohólicos y adictos al tabaco o se les han de sumar algunas decenas de miles más?  La sonriente responsable de Educación del PSOE arremete contra la Ley de Calidad, pero no dice ni una palabra del escándalo mayúsculo: ¿por qué el estado español financia a las empresas privadas de educación tan generosamente? ¿Acaso la UE considera el negocio de la educación una actividad económica distinta de la fabricación de coches? ¡Cuántas cosas ignora Clonista! ¿Se atreverían a proponer la conversión en centros públicos de todos los centros concertados?  Sabe y no contesta. La “fatiga de vivir” no es aceptable legalmente para avalar la eutanasia, de ahí que haya sido condenado un médico que ayudó a morir a un hombre de 86 años. Los padecimientos psicológicos, pues, no caben dentro de la Ley de Eutanasia. O tienes una enfermedad tremebunda e irreversible, esto es, o se te deteriora el cuerpo hasta el pudrimiento o no tienes quien te dé el pasaporte para el otro barrio dulcemente. ¡Ay, el materialismo occidental! Mientras haya cuerpo hay esperanza, debe ser su lema.  También con 86 años, pero sin suicidio dulce por medio, ha muerto Frederick Knott, autor de tres obras de teatro, de dos de las cuales consiguió vivir hasta su muerte: Dial M For Murder y Wait Until Dark. Ambas fueron exitosas películas: Crimen perfecto y Sola en la oscuridad. Según su viuda, “odiaba escribir”. ¿Contribuyó a ello que le rechazaran hasta en siete ocasiones –siete avispados productores-  Crimen perfecto? No deja de ser un estímulo para Clonista.
24-12-02

Pillado de tiempo, como siempre que hay vacaciones, y más ayer, que fue un día de compras desde las 9 de la mañana hasta las 9 de la noche, pero ya hay nuevo motor para la fuente de agua del belén, amén de haber dejado dispuesta la comida familiar de Navidad. El goteo espeso de chapapote no cesa. Rabat cede aguas propias a 64 barcos gallegos, como gesto de buena voluntad. Y Protección Civil dice que la cosa no va con ellos, que ellos sólo están disponibles cuando se trata de una “emergencia nacional”. Lo del Prestige, así pues, debe haber pasado en Honduras, siempre para ellos, claro. La afición a descubrir los “hombres en la sombra” de los estadistas, los verdaderos “cerebros” de sus éxitos electorales, ha dado como resultado la emergencia pública de un tal Karl Rove, de quien dice el periodista que “dice al presidente lo que tiene que hacer”. Será uno más entre los muchos que le han de decir casi a cada instante qué debe decir o hacer el ínclito Bush. Después de la manifestación contra ETA, Savater se ve en la necesidad de explicar pedagógicamente por qué fue necesario que ¡Basta ya! participara en ella. José Ignacio Rioja, en Cartas al Director, propone que el goppierno aplace un año la reforma del IRPF y que dedique los ingresos de más a la reparación de la catástrofe producida por el Prestige. Se trata de la propuesta que sustenta públicamente Josep Oliver y que le valió un ataque furibundo de la plana mayor del PP catalán. Como dice el señor Rioja: “¿Será que los principales beneficiarios de esta rebaja, con las rentas más altas, le dicen al Gobierno que con las cosas de comer no se juega?” Así pues, la percepción de para quiénes se goppierna está más que extendida y, sobre todo, bien fundamentada. La realidad prensada tiende a conformar la realidad, y cuando una encuesta –encargada por la propia prensa- se lo confirma, el alborozo es mayúsculo, máxime si lo que se pretende es un vuelco parlamentario. Ahí está: sobre el papel el PSOE aventaja en tres puntos al PP. Por algo se empieza, desde luego. Porque si con lo que se ha derramado las cosas siguieran igual, algo estaría podrido en este país, desde luego. En 10 años España ha perdido dos millones de menores de 16 años, y los mayores de 65 los superan. Y lo que se ha disparado hasta casi el 40% son los centenarios. ¡Excelente noticia para este Clonista al que la ausencia de tiempo libre tanto le mortifica!  Debe ser por esa longevidad que se extiende por lo que los altos cargos de la Sanidad catalana han blindado sus contratos fraudulentamente; aunque Clonista mucho sospecha que más se debe al batacazo electoral que los desalojará de sus puestos de privilegio, pero eso es profecía sin riesgo. También lo era que el capitalismo popular acabaría convirtiéndose en un robo a largo plazo. Y ahí están los datos: “las familias acumulan pérdidas de 55.800 millones en acciones, un 12’5% de su renta.” La retirada, con los mermados ahorros entre las piernas, del juego perverso, en el que les ha tocado jugar el papel de los incautos que caen en las garras de los trileros, ¿supone el fin del ciclo Españavabién? Que la realidad económica, aun siendo el cogollito de lo real, tiene una vena disparatada más que notable lo demuestra la subida de los precios de los hoteles, un 4’9%, a pesar del descenso de la ocupación. ¿Qué más da que no se entienda? Se supone que, mientras no cierren, beneficios han de tener. ¿Otro ejemplo? La minicrónica sobre la vida bursátil de Jazztel: “La operadora de telecomunicaciones Jazztel perdió ayer un 34’38% en la Bolsa de Madrid [...] tras completar la emisión de 457 millones de nuevas acciones ordinarias y bonos convertibles por el valor de 75 millones de euros con vencimiento en 2012[...]. Los analistas consideran este volumen de capital muy elevado, lo que perjudica la cotización, aunque reconocen que la compañía ha reducido su deuda de forma significativa.” La bolsología  no es ciencia experimental, por supuesto, sino arte mántica de oscura raigambre. En cualquier caso, gurús tiene su santa iglesia cuyos análisis son auténtico esoterismo para el común de los mortales, y más si jamás han puesto un euro en el dicho mercado voraz, lleno de valores y vacío de ética.

jueves, 3 de marzo de 2016

23-12-02

La realidad del Gordo de ayer es la realidad prensada de hoy, aunque la huida rocambolesca del responsable de los comandos de ETA en Francia –custodiado tan chapuceramente que parece impropio de esa nueva Francia policial de Sarkozy cuyos descosidos han quedado a la vista, si bien la amenaza de ETA no se siente allí como aquí, obviamente, y poco, en consecuencia, empañará la fama dura del ministro escoba- y el Prestige compiten con ella. La gran aspiración de todos y cada uno de los ciudadanos de este país se convierte hoy en la gran decepción de casi todos ellos, aun de los no creyentes, pero practicantes. Con todo, la máxima realidad del día aparece en un cuadernillo central, acotada, aislada, como queda aislada la Ciencia, la Salud, la Educación o la Literatura, y en menor medida el Cine. La dinámica de las festividades en cadena, todas ellas dedicadas a la Gula y a Baco, además de a Consumo, que gobierna todas las devociones, incluidas las anteriores, obliga a Clonista, con la prole en casa, a hacer malabarismos horarios para recorrer el ultimísimo tramo de su aventura. El goppierno ha cedido a las peticiones de los pescadores que se habían puesto en digna huelga de hambre sin espectáculo, pues impidieron que hubiera fotografías de su encierro y su padecer. Más de un mes después de la catástrofe admiten que, en efecto, faltan medios y procurarán enviarlos. Pero ha habido otra reacción inconcebible y más propia de fulleros que de políticos, aunque muy a menudo cuesta lo suyo trazar la línea divisoria entre unos y otros: los políticos del Partido Popular gallego, que se ven en el futuro como ahora están los mariscadores y pescadores de bajura gallegos, han reaccionado como El Pardo, es decir, como  la Moncloa misma lo hubiera hecho: frente a la contundencia de los hechos, el embeleco de los dichos, de la propaganda: en vez del “Nunca mais”, que les da una buena patada cinegética en el trasero, quieren ellos vocear un “Mais que nunca con Galicia”, ¡y a ver cuántos pican! Que los votos se pesquen y que bajen las aguas revueltas, y enchapapotadas, no les beneficia, ciertamente. El truco del almendruco, que comenzó con el Españavabién ya está demasiado visto, según parece, y Cascos lo padeció en la inauguración de una autopista de pago, que podrían ser el emblema de este goppierno, casi como las autovías gratuitas lo fueron del anterior. La particular campaña política gratuita que le sirve en bandeja El País a la oposición incluye esta vez, en excelente ejercicio de hemeroteca, un caso idéntico acaecido en 1989, en el que la reacción fue exactamente la contraria de lo que ha hecho el goppierno, es decir, entrar el buque Aragón en puerto y traspasar la carga contaminante. La diferencia cualitativa cae del lado de que el Aragón era español y el Prestige de conveniencia, cree Clonista. Duhalde, que ha ido ganándose el respeto ajeno por la perseverancia en su tenaz lucha contra el Fondo Monetario Internacional por ajustar el pago de su deuda inmensa –equivalente a todas sus reservas- a su recuperación económica, que ya está comenzando a producirse, habla desde la posición de quien, ajeno a la competición electoral inmediata, le ha visto las orejas al lobo de la realidad y ha podido comprobar la facilidad con que puede destruirse un país, casi la misma con la que puede un presidente inepto, demagógico y voceras arruinar un club de fútbol y llevarlo a la desaparición. Con todo, afirmar que el hambre en Argentina tiene que ver con la “desorganización de la realidad” supone no haber perdido aún esos reflejos electoralistas que dominan el verbo político, una auténtica aguja de marear literal. Poco a poco, con una discreción impropia de los tiempos que corren, Francia se está involucrando en la guerra civil que asuela Costa de Marfil, el primer productor de cacao del mundo. De momento son 2.500 soldados los que luchan contra tres guerrillas enfrentadas al gobierno legítimo, pero la perspectiva no puede ser más oscura. Se intuyen tiempos tribales de represalias y exterminios. Hemos vuelto, acabando el año, al tema estrella del país a lo largo de todo este tiempo de aventura pseudoespeculativa: ETA. La manifestación convocada por Ibarretxe en defensa de su proyecto, amparado en la trampa escrita del ETA Kanpora y en el silencio desfilante, sólo se rompió cuando los miembros de ¡Basta ya! se sumaron a la manifestación con su propia pancarta, que incluía “Por la libertad” al lema único de la convocatoria. Y allí estaban, Savater entre otros, aguantando el tipo ante los insultos de manifestantes supuestamente del PNV, pues B se abstuvo. La conclusión del filósofo es evidente: los muy religiosos seguidores del PNV le indujeron a decir lo siguiente: “hoy hemos comprobado que el PNV nos odia más a nosotros que a los terroristas.” Ese es el trato que recibe el pensamiento libre por parte de la masa cautiva, lo cual tampoco es una novedad. Poco a poco, la Iglesia de ecónomos y gescarteras va imponiendo su cara rapiñadora y muy humana. Los profesores de religión que dejaron de cobrar sus sueldos durante cuatro meses han recibido del goppierno la notificación de que éste sí que los abonó a la Iglesia, ergo... La reclamación judicial de los mismos puede acabar volviéndose contra el goppierno si éste no fuerza a la Iglesia a que cualquier ecónomo que pase por ahí se avenga a librarlos a sus legítimos propietarios. Se ve que lo de la expulsión de los mercaderes del Templo no ha cuajado en el seno de la Iglesia, cuyas finanzas son más opacas que la capa de chapapote, pero tampoco muchos otros mensajes del Fundador, que no deja de ser un estorbo, según y cómo se mire, deben pensar sus fieles oficiales. El telepredicador Flavià, Carles, se ha asociado en un espectáculo nada menos que con Norma Duval, ex musa del PP. El ex sacerdote cambia de púlpito, con el pálpito de que se abrirá a nuevos públicos a los que endilgar sus monsergas de frustrado monseñor, si bien con la convicción de que cada vez más se asemejará al otro monseñor, don Quijote, según su asendereada vida artística lo proclama. Un apunte sincero: “yo he hecho cosas revestidas de elitismo mucho peores que este trabajo”. Clonista lo cree. Los revestimientos son toda una especialidad de la realidad, y descubrir el fresco original, todo un reto. A Clonista, con todo, se le acaba el tiempo para ello. ¡Afortunadamente!

martes, 1 de marzo de 2016

22-12-02

Día oficial y popular del azar. Hoy no habrá más realidad que el bombo y los números, pero esto toca a día vencido, luego no hay más que volver la vista atrás para, desde este domingo prefestidepresivo observar los escasos movimientos de lo real y el amplio abanico del fondo duradero sobre el que se agitan las noticias como estrellas fugaces. La muerte de José Hierro domina la portada con una foto insuperable de Joan Sánchez en la que no aparece el rostro del poeta, oculto, mientras recita, tras las páginas de su libro emblemático, Cuaderno de Nueva York. Insuficiencia respiratoria fue el diagnóstico, nada poético. Por fin, tras tanto desencuentro, Marruecos está decidido a reemprender las buenas relaciones con España. Y en Venezuela, los chavistas -¿por qué no chavezistas, si los chavos son calderilla?- amenazan con reconquistar la empresa nacional del petróleo y con un escarmiento divinal: “los medios que transmitan las noticias de manera no sesgada y de manera optimista son los que van a sobrevivir. Los que traicionen el interés del pueblo no pueden seguir transmitiendo en Venezuela”. Fin de la finca, esto es, del mensaje: en mi casa mando yo y hago lo que me da la gana, ¡la real gana! El conflicto palestino-israelí, tan cotidiano, por fuerza obliga a desviar la atención de quienes lo leen hacia el modo como se lo presentan. Que una niña palestina de 11 años muera “por disparos de un soldado” al salir de la escuela, y que después se sepa que “los disparos [la] alcanzaron en la espalda”, ¿es o no es un doble asesinato? Cualquier lector, poco ducho o avezado, comprende enseguida que es difícil morir “por disparos de un soldado”, como si estos se hubieran escapado del fusil y hubieran ido a tropezar, ¡vaya por yavhé!, contra la infortunada criatura. Nombrar la realidad es crearla, como bien señala el tópico. Luego ciertas realidades prensadas no son sino intentos de colar mercancía averiada. En mejor estado está la que procede de Galicia, quizás porque el proceso de importación altera el producto, en el caso de Oriente Medio, y sigue siendo una continua bofetada en el durísimo rostro del goppierno. Más de 100 pesqueros se niegan a faenar chapapote en protesta por unas multas de entre 2 y 3 mil euros impuesta hace casi un año y que ahora, precisamente ahora, pasan al cobro. Este goppierno ha sido agraciado con el don de la oportunidad, desde luego. Y Fraga no dimite “porque nadie lo haría mejor”, lo cual es una verdad incontestable: nadie mejor que él en la inoperancia y la pasividad. ¿Por qué en una misma página el anuncio de que Roldán hará supuestas revelaciones sensacionales en un libro-negocio ocupa más espacio que la nueva oleada de 364 inmigrantes en pateras? Nada como lo habitual para generar la costra, ¡la coraza!, de la insensibilidad. Las autoridades están demasiado volcadas en el imaginario patriótico como para atender problemas de orden menor, que puede despachar un simple jefecillo de negociado, como ocurrió con el Prestige. ¿Cómo iba a quedarse el Folclòsrum, también patriocinado por CiU, sin el gran acto de propaganda? Y para eso está el Born, faltaba más. Soledad Gallego-Díaz, en su Crónica semanal, destaca la estacada que ha supuesto para el PP que se le arruinara su famosa campaña: “Menos impuestos, más seguridad”, con la que esperaban acorralar a los socialistas, aun siendo el goppierno en buena parte responsable, por el recorte de los gastos, del deterioro de la seguridad. ¡Menos mal que no se les ocurrió hacer caso a Trillo y añadir “por tierra, mar y aire”! Mafiosconi ha prohibido en Italia la prostitución callejera, que mueve unos 1.120 millones de euros al año. Como la amenaza legal es la de multar y encarcelar hasta tres meses, todo parece indicar que el gobierno italiano ha inventado lo que podría denominarse “grúa sexual”, otro órgano móvil de recaudación. ¡Son insaciables!, las autoridades. Como lo son los buscadores y expoliadores de tesoros. La casa de Victoria Ocampo, propiedad de la Unesco, ha sufrido ese acoso y el resultado ha sido la desmembración de un fondo coherente: la propia vida de la mecenas. ¿Lugar? Buenos Aires, Argentina.

lunes, 29 de febrero de 2016

21-12-02

Segunda taza del día después de la primera noche de auténtica recuperación del trimestre agotador y después de una tirada amena,  cómoda y relajada  de 17 km. La realidad se ha estancado desde hace más de un mes, como si el chapapote famoso la hubiera inundado e hiciera imposible que se desenvolviese con el ritmo habitual con que lo venía haciendo hasta ahora. Cualquier noticia palidece ante esa mancha de fuel “de la extensión de Menorca” que baila su macabra danza frente a la Costa da Morte, como si el nombre la hubiera convocado. Sí ha servido, al menos, para que Rato abandone el culto a su divinidad particular, el Gran Déficit Cero, si bien a regañadientes y arremetiendo contra las comunidades autónomas, a quienes culpa de la desviación. ¿Podrá culpar a alguien del regateo infame para pagar menos por día a los pescadores que recogen el chapapote en que ha caído el goppierno? Blix, el encargado de la inspección en Irak, riza el rizo de la ingenuidad y pide a los servicios secretos bushblairianos que le digan dónde están los depósitos de armas, cuya existencia y paradero tan bien conocen, para poder inspeccionarlos. Pues la realidad se escribe así también. Luchar para conquistar lo obvio es una empresa no menor de la afrontada por Clonista. La nueva manifestación convocada por el lehendakari contra ETA debería ser un asunto que fortaleciese la unidad democrática y que sirviera para manifestar los acuerdos básicos de todas las fuerzas democráticas. Lo obvio se destiñe, sin embargo, por la contumacia con que unos y otros se han encastillado en la desconfianza. Y es bien lógico que suceda así, a juzgar por el mareo de la perdiz que constituye la acción de gopnvierno de Ibarretxe, quien no se puede quejar de que se haya instalado la política de la sospecha en una situación de excepción como la que se vive en las vascongadas, y ello a pesar de que sea la parte de España donde los negocios van viento en popa, a pesar de los pesares, tal y como los indicadores económicos señalan. Sobre ese aspecto: degradación de la vida democrática y auge simultáneo de los negocios no suele Clonista leer muchos análisis, pero los expertos deberían escribirlos. Que la democracia es a veces un estorbo para el capital bien se sabe, pero que no lo sea el terrorismo requiere de alguna explicación más allá de la supuesta inmunidad que conceda el robo revolucionario. Realidad paralela, aunque no del todo semejante, es el veto de Usamérica y la oposición de la UE y de Suiza al acuerdo de la Organización Mundial de Comercio para facilitar el acceso de los países pobres a los medicamentos genéricos. ¡Qué poder el de las empresas farmacéuticas! Eso sí que es un poder, y no el de los lacayos políticos que defienden sus ganancias. Los éxitos de la técnica siempre arrastran la curiosidad y la admiración humanas. La presencia imponente de una tuneladora de 92 metros, ante la que se ve la insignificancia de los policiúticos que se retratan ante ella como si acabara de salir de sus manos, impresiona a Clonista en lo poco o mucho que éste, y sus semejantes, tengan de homo faber. Hacía tiempo que El Roto Rábago no clavaba su editorial como hoy: manifestación unipersonal –¡caudifaltaba más!- de Aznar con pancarta donde escupe –que en él vale tanto como reza-: “¡Pueblo dimite! ¡El gobierno no te admite!” Que firme, además, El Presidente, clava aún más la necesidad patética y cargante del personaje de serlo de en-cargo, de las patronales, obviamente. Como Marià Nicolás, fiel a su ex jefe de Banca Catalana hasta el ridículo final, el intelectual orgánico Villatoro exhibe su servilismo mediático y reverencial a la figura ya caducada de Pujol, quien dispone en su teleciu de barra libre y venga cuando quiera, que tenemos el NO-DO en guardia de veinticuatro horas a su disposición. A Clonista, con todo, son las inversiones fallidas las que le llaman la atención de una empresa en pérdidas geométricas como le ocurre a la televisión catalana. ¿No hay ningún control externo de la oportunidad o inoportunidad de unas inversiones que, como en el presente caso, pueden acabar siendo ruinosas para el erario público? Probablemente el descontrol de los dineros públicos sea la causa del  creciente distanciamiento de la ciudadanía del sistema democrático. No es este un país amigo de las cuentas claras y los gastos justificados: un contable es, aquí, a efectos prácticos, casi un novelista. Nada que ver, no obstante, con la “Necesidad de la literatura” que proclama Emilio Lledó en una reflexión tan acertada como hermosa, aunque tópica. ¿Quién no tiene un “Elogio de la palabra” para cuando la ocasión lo requiera? Quienes viven ante, cabe, con, contra, de, desde, en, entre, hasta, hacia, por, según, sin, sobre, tras y para ellas lo saben bien, aunque no sepan expresarlo, por lo común, con tanta belleza y precisión como Lledó, por supuesto. Punto por punto va pasando revista ordenada a las virtudes de la palabra escrita, y aun dicha, pues, como bien señala, aquel “Canta, Musa, la cólera de Aquiles” marcó los límites del territorio de la ficción donde los lectores pueden huir del esfuerzo alienador de lo real insustancial que gobierna las sociedades y cosifica a las personas. No son, propiamente, ideas que pertenezcan a la realidad prensada, aunque estén en ella, como huéspedes importunos. Clonista se horroriza ante las muecas desesperadas de sus alumnos de bachillerato que habrán de leer este texto de Lledó y oye, por adelantado, la solemne queja de la ignorancia: “¡No me entero de nada, pero es que de nada!” Lo que para ellos equivale a sentenciar que es el texto el que nada dice y, por supuesto, un auténtico don Nadie quien lo dice. ¿En qué programa sale, ese Lledó? No existe, pues. Y todos tan contentos.

domingo, 28 de febrero de 2016

20-12-02

Decididamente, el final se aproxima a una velocidad ahora ya incontrolable y un punto devastadora. La deriva seguida a lo largo de todo este tiempo se vuelve, a día de hoy, antesala del vértigo de las fiestas gastronómicas y devoraextras, un lapso no mayor que el tiempo que tarda en extinguirse el chasquido deslizante del pulgar sobre el corazón. De la novedosa irrupción del euro, lleno de puentes y puertas, hasta la irrupción aniquiladora del triste chapapote, ¿en qué ha quedado todo lo vivido? La realidad, tan imperiosa, no es muy amiga de la memoria, e instalarse en ella, o en su ficción, como lo ha hecho Clonista, casi  equivale a someterse a una operación de borrado que, sin llegar a la bendita amnesia, nunca acaba de dejar buen cuerpo a nadie. Se tiende a pensar que la vivencia intensa de la realidad nos estafa, que nos roba la memoria. Más aún si, en vez de excluirse de la realidad para instalarse en el recuerdo, los sujetos tienden a proyectarse hacia el futuro para no dejar escapar nada del presente fugitivo. “Vivir para contarla”, sostiene García Márquez. Clonista, sin embargo, cree haber contado para vivir, pero probablemente se ha equivocado. O la vida contada es la ausencia de sí misma. Demasiadas elucubraciones para un clonicador aficionado. Lo seguro, siempre, es la presencia de la creación, la vieja historia penelopiana del tejer y destejer. De nuevo la cúpula de ETA –adicta a la cópula reproductora con notable éxito- ha sido detenida. ¿Cuánto tardará en reaparecer exactamente la misma noticia? En Corea del Sur un resistente antiautoritario, Roh Moo-Hyun, ha conseguido la presidencia. Pretende acercarse a Corea del Norte y, así mismo, someter a las fuerzas usamericanas presentes en su país a las leyes coreanas, acabando, así, con su impunidad. Afortunadamente, parece que lo real prensado ha cumplido su objetivo de control y denuncia de los poderosos: “Nestlé asume su reclamación a Etiopía y promete invertir en el país”. Suena a rectificación retórica, sin duda. Tanto que la decisión de Jaume Sancho, con quien ha coincidido Clonista, “he decidido negarme a consumir, y mucho menos a comprar, cualquier producto que esté relacionado con la marca Nestlé hasta que esta empresa no sólo sea capaz de perdonar la deuda a Etiopía, sino que con sus miles de millones de ganancias anuales demuestre públicamente que hace algo por intentar paliar el hambre en el mundo”, le parece un acto de solidaridad ejemplar. Quizás es una pretensión excesiva responsabilizar indirectamente a Nestlé del hambre en el mundo, a tenor de lo que le exige el corresponsal, pero no deja de ser disculpable la irritación que debió haber sentido al leer una noticia como la que ha sacudido tantísimas conciencias. La política, sobre todo en su variante agitprop, tiene unas exigencias ineludibles. La decisión de Zapatero de obviar la torpeza de Caldera para no darle fuel al disparadero en que se ha puesto el goppierno quizás peque de ingenua. Asumir los errores propios con elegancia es, la mayoría de las veces, el mejor ataque a la línea de flotación del brulote guppernamental. Que los decanos de Biología, una ciencia de cuya existencia quizás el goppierno no sabía nada, descalifiquen la actuación del goppierno debe de formar parte, para éste, de la conjura prestigzapamasónica que intenta acabar con la reserva espiritual de occidente. Clonista tenía una referencia sobre la nula calidad del programa dedicado a Alberti por la telepepé a través de su conjunta, que lo aguantó heroicamente casi hasta el final, a pesar de que la intuición de Clonista le había anticipado la decepción, pero como ella es tomasiana por naturaleza hubo de padecerlo personalmente. Antonio Elorza lo critica en artículo de opinión y vuelve sobre un concepto que ya se ha hecho familiar en este final de etapa del neocaudillismo: la censura, como se manifiesta en la columna de Millás donde critica la censura ejercida contra QCQ en Tele 5. La despolitización del poeta debe de haber dejado convertido el especial casi en un especial Parada, o algún engendro sentisemejante. Un retrato de “ande yo caliente, y con ley...” de la ministra Del Castillo agrede a los interesados, y discrepantes, en el asunto académico. ¿El lema? “Vuelve la autoexigencia y el esfuerzo.” ¿No es increíble? Vuelve la autoexigencia, ¡por decreto! Y así todo. Con una ley pparticular como la aprobada, Clonista teme que se haya entrado en una época pendular que hará oscilar los fundamentos académicos en función de las fuerzas que gobiernen. Ahora bien, esa continua oscilación solo puede acabar donde es previsible que lo haga. Exactamente ahí. Pombo ha entrado en la RAE y con él entra un raro al modo rubeniano: están de enhorabuena. Eso sí, habrá que verlo de pingüino el día de su discurso solemne ¿o se resistirá? Los modos de entrar en relación las personas cambian, claro está, y Clonista ha tropezado por casualidad en un rincón de Tentaciones con la ultimísima moda: 7minutos7.com es la empresa que organiza citas a ciegas rápidas –speeddating en Usamérica- por el módico precio de 35 euros para conocer a 7 personas en una hora, a razón de 7 minutos por persona: ese es el plazo de tiempo de que se dispone para evaluar y juzgar si iniciar una relación con alguno de los candidatos, o de las candidatas. ¿De qué siglo son, pues, aquellos galanes que seguían a las señoritas casaderas por la calle pidiéndoles la merced de poder subir a su casa a presentarles los debidos respetos a sus padres y pedir su autorización para cortejarlas? Sí, todo va rápido. Menos las sentencias del Constitucional, que llegan tan tarde que maldita la razón que dan para lo que sirve, como por ejemplo las comparecencias de Villalonga o Martín Villa. Ahora se la han dado a Chaves, tres años después de que el goppierno lo hubiera acusado nada menos que de “romper la caja única”, fomentar “el mercadeo político” y de “vulnerar la lealtad constitucional”. Esto último será el soniquete del tiempo electoral por venir. En épocas caudillescas de adhesiones inquebrantables, ¿cómo aceptar una crítica? ¡Pero quiénes se han creído que son! ¡Criticar a un líder mundial bushdixit!
19-12-02

            A medida que se acerca el final se acentúa el desencanto que le ha producido al clonista su aventura a través de la realidad. En teoría lo real no debería decepcionar, porque es lo dado, lo en-sí, lo que hay, la cera que arde, pero no hay duda de que la travesía prometía alguna captura de mayor enjundia que una variante más del desengaño. La frecuentación de lo real, sobre todo a través de lo real prensado, deja un poso hediente de cieno contra el que es imposible luchar, como si la realidad fuera ese chapapote pringoso que ha hundido definitivamente la credibilidad del goppierno y del partido que lo sustenta en el Parlamento. Las viejísimas maniobras de distracción han  sido escenificadas de nuevo a partir de una torpeza -¿deliberada? ¿ingenua?- del portavoz socialista en un detalle ciertamente menor. Suficiente, sin embargo, para que los perros de presa de la derecha más rancia y agresiva, llamados en defensa del caudillito con cuatro graznaridos de la mejor escuela autoritaria, hayan arremetido, con abandono del Parlamento incluido, contra Jesús Caldera, de quien han solicitado la dimisión. ¿Ensayan de nuevo el bronco y navajero estilo de oposición que les llevó al poder para reconquistarlo cuando lo pierdan? Eso sí, después de un mes de despropósitos continuos, la única vez que se ha escuchado la palabra dimisión en boca del goppierno ha sido para pedir la del portavoz de la oposición. Ejemplar. Pero así se escribe la realidad. En este caso con la tinta espesa del galipote. Y así sale la redacción, que no hay secante que arregle los desaguisados de los incompetentes redactores. Ahí está Cascos, con su típica desvergüenza montera, dando lecciones de ética a los patrones que se han declarado en huelga de hambre, reprochándoles que la hagan en vez de recoger el chapapote.Y en capítulo aparte, la policía interviene contundentemente por segunda vez contra manifestantes que usan la palabra contra Rajoy, quien prefiere defenderse con las porras policiales. Y suma y sigue. Menos mal que una descompresión de dos horas y media corriendo con J.O. por los alrededores de la UAB le han renovado al clonista bronquios e ideas. Bushblair sostienen que Irak miente, pero ellos no exhiben las verdades que rebaten aquellas mentiras. Vendrá la guerra, porque estando todo preparado, ¿cómo va a desperdiciarse esta ocasión de hacer tantos y tan buenos negocios en nombre de la libertad duradera?  En Francia le han declarado la guerra a las escalofriantes estadísticas de muertes anuales en las carreteras y lo hacen con la amenaza de la pena de cárcel -¡hasta 10 años!- para determinados infractores, la multiplicación de controles por radar, etc., pero sobre la tolerancia cero al alcohol, en el paraíso de la vitivinicultura, como lo es Francia, el gobierno se lo piensa hasta la extenuación. ¿Lo peor? La redacción del señor Prieto, corresponsal: “La culpa de todo esto la tienen los 8.000 muertos por año en las carreteras de Francia.” Y se queda tan convencido de que le ha salido una frase impresionante. Y no anda equivocado. Confesadas las intenciones de los jinetes del terror, poner coches bomba en cinco centros comerciales de Madrid en Nochevieja, se confirma que la ley de la oferta y la demanda de notoriedad pública prensada exigía una gran atrocidad para reconquistar unos titulares de primera página que sólo han conseguido a medias, pues la detención del comando asesino echa por tierra el futuro de terror que habían planeado. La compartimentación de la realidad crea, sin embargo, un continuo monstruoso. La sucesión de las secciones conduce a veces a ese disparate de la contigüidad que se manifiesta en el cambio de unas realidades a otras. Pasar del terror al aumento del número de jóvenes deseosos de abandonar el hogar familiar no es fácil de entender ni de asimilar. El batiburrillo de realidades, ofrecidas en tan gran número, inducen a desvalorizarlas todas, por sensatas que parezcan. La realidad del día para Clonista no puede ser otra que el anuncio de la alteración del calendario escolar anual. Puede que Clonista reaccione ante esa realidad reaccionaria desde la perspectiva de un damnificado, pero el anuncio de que los colegios e institutos van a servir de guarderías para satisfacción de unos padres que sólo piensan en recluir a sus hijos en la institución académica, en vez de aspirar a tenerlos más tiempo con ellos para poder educarlos,  ofrece una imagen nítida de la concepción actual de la familia y de la escuela. ¡Patético! Aulas de la reclusión, no del saber; del estar, no del ser.  En páginas interiores, sin embargo, se desmiente la inmediatez de dichas reformas y se anuncia el aplazamiento de la decisión. El Ducesconi amigo del caudillito se ha quedado con Tele 5 tras el cambio de la ley de TV privada. El goppierno, enemigo de las concentraciones de poder en manos de Prisa, no duda en ver la jugada de Mafiosconi con los buenos ojos de quien suma una televisión más a sus intereses políticoelectorales. ¿Volverán las mamachicho? Pues igual. De las imágenes de las soluciones arquitectónicas para el solar que ocupaban las Torres Gemelas, quizás ninguna tan airosa como la de Foster, aunque su gigantismo rompe en exceso la skyline de la manzana. Telefónica vuelve a pagar dividendo tras cuatro años de no hacerlo.  ¿Y de cuanto ha ganado con anterioridad, qué se ha hecho? Debe de ser duro ser accionista de los triunfadores, sin duda.

viernes, 26 de febrero de 2016

18-12-02

Han reconquistado, al fin, la primera página, pero a los terroristas de ETA les sorprenderá y contrariará haberlo hecho de forma tan chapucera como trágica: han asesinado a un guardia civil, y el comando, dos asesinos aficionados, ha sido detenido. El objetivo era instalar un coche bomba en Madrid para volver a la primera página de hoy con los honores sangrientos de una matanza “por todo lo alto” que recordara que ni siquiera la catástrofe del Prestige podía competir con ellos. Como en varias ocasiones anteriores, una vida ha salvado, quizás, muchas otras. Lo que no salvará a los gallegos de nuevas mareas será la incompetencia del goppierno, empecinado en revolverse contra la oposición para continuar lo único que les importa: no desatender el frente electoral en el que tanto se juegan –y en el que probablemente ya lo hayan perdido casi todo, a pesar de sus esfuerzos-. La petición de dimisión que le ha dirigido Rajoy a Caldera, portavoz chapucero del PSOE, acredita bien a las claras que el goppierno sólo sabe hacer oposición, pero no gobernar. Y la realidad gallega, más allá de especulaciones clonicadoras, es terca como una mula de noria. He ahí la salida por la puerta falsa de Fraga, dejando plantado al Príncipe, a quien acompañaba, para no sufrir las iras de 2000 manifestantes que hubieron de soportar, sin embargo, una carga política de la policía, como en los viejos mejores tiempos del siniestro personaje que ha atravesado la escena del poder español desde la dictadura franquista hasta nuestros días. Felipe González le echó un cable, porque le convenía electoralmente, con aquello de que le cabía el Estado en la cabeza y ha acabado cabiéndoles él a todos, especialmente a los gallegos, hasta en la sopa. Curioso personaje, Biljana Plavsic, ex presidenta serbobosnia, una mujer de una cultura exquisita que, a pesar de ello, se convirtió en una bacante incondicional de la orgía asesina de Karadzic. Hermann Tertsch la retrata en síntesis modélica. Extraño viaje, de la cultura a la coltura, parecido, salvando muchas distancias, al de Ramiro de Maeztu. Una sensibilidad parecida a la de la genocida es la de la casa Nestlé, que reclama a Etiopía nada menos que seis millones de dólares por la nacionalización de una empresa tras el golpe militar de Mengistu Haile Mariam, sin que lleve trazas el pleito de que esté dispuesta, Nestlé, a perdonar ni un centavo. Noticias así deberían condicionar la estrategia de compra de mucha gente, como acaba de condicionar la de Clonista. La modificación de la realidad, como se ha estudiado con acierto en la teoría del caos, no requiere, a veces, de grandes esfuerzos. El esfuerzo individual, propagado en onda, puede conseguir resultados espectaculares. Álvarez del Manzano, el rey del madroño, se irá envuelto en escándalos de malversación de fondos o, en lenguaje políticamente correcto, en “usos incorrectos de fondos públicos”, pero se irá. ¿Devolverá el dinero de todos que tan alegremente ha usado para beneficiar a unos pocos? Asciende a dos millones la cantidad de mujeres que sufren malos tratos domésticos por machos de la especie sin domesticar. Esa es una realidad de tomo y lomo, que se decía antes, de toma y te deslomo que se debería decir ahora, y contra la que el goppierno aún no ha acabado de reaccionar como debería. Se resolvió el pleito francés sobre el velo de la empleada. El tribunal ha fallado a favor de la represaliada, luego ha de ser readmitida. No está todo dicho, sin embargo, en los tribunales. En el sector público, por el contrario, hay sentencia favorable al despido. La empresa que la despidió la acogió al principio con el pañuelo; pero al ser trasladada a las oficinas centrales, donde era más “visible”, decidieron quitársela de encima, sin duda por estética. Esa torpeza de gestión recuerda a la política de confrontación de Mas quien se llevó una buena tunda de palos parlamentarios el día que celebraban la unión de todas las fuerzas políticas, salvo el PP, para modificar el Estatut. A ese candidato le sobran esfuerzos desesperados y le falta empaque, programa y credibilidad; pero eso no se adquiere en media legislatura, claro. Por lo menos los sindicatos “temen”, que ya es cautela, que el nuevo calendario escolar perjudique a los profesores. Eso se arregla rápido: que nadie hable por ellos, que evacuen consulta vía referéndum y se sabrá qué piensan. En este país, ahora que cae en ello Clonista, se le tiene cierto medio a los referendos, quizás por la historia franquista que abusó de ellos, pero deberían rescatarse, en determinados asuntos, para calibrar bien la respuesta de los afectados ante ciertas decisiones políticas. Lo del Folclòsrum se ve que no da una a derechas. Después de entrar en la política nominal de responsables de los debates y proponer algunos candidatos “de prestigio”, faltaba más, el goppierno se echa atrás y no quiere ni oír hablar de nombres antes de consensuarlos, lo cual quiere decir que los intentos de manipulación interesada del acontecimiento se suceden a un ritmo vertiginoso. Un nuevo ataque, esta vez desde Bruselas, contra la salud mental y física de los trabajadores: para salvaguardar los fondos de pensiones hay que alargar la vida laboral hasta casi los 70 años. Eso es lo que quieren: exprimir al proletariado hasta que coincida el adiós al trabajo con el adiós a la vida, que se pase de la cadena al nicho. ¿Quién fue el profeta, lamentable, de la nueva civilización del ocio? ¡Menuda pesquis la suya!

jueves, 25 de febrero de 2016

17-12-02
      Superar los lunes es algo así como superar la propia semana. El martes es día amable, pero cuando la realidad sigue pringada en fuel, nada escapa a la sensación viscosa de que, de repente, todo se ha detenido, que la vida se ha vuelto más pesada y cansada. Y las novedades no sirven de aliento, sino de todo lo contrario: los damnificados de las Rías Bajas han iniciado una huelga de hambre. ¿Se apresurará el goppierno a responsabilizar de la misma a la acción desleal de la oposición? ¿Llegará esa noticia a las telepepés? ¿Provocará un conflicto institucional la presencia –a juicio del goppierno claramente demagógica, sin duda-  del Príncipe entre los voluntarios, pisando las playas que el caudillito se negó a pisar? A medida que se van conociendo los “detalles” de la catástrofe, va arraigando la idea de que todo se ha complicado por la incompetencia de quienes tenían la última voz de mando, Cascos en la cúspide. Anecdótica es la noticia de que el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, desaparecido en combate en las marismas onubenses, no sufriera el chapurreo agresivo con que  los combatientes contra el chapapote recibieron al séquito político del Príncipe. Cosas de la mediocridad, sin duda. Bajo la marea, una aportación de la bushadministración  usamericana a los nuevos usos políticos. Desechado aquel departamento de creación de información falsa, de intoxicación informativa, ahora buscan, concretamente desde el Pentágono, captar y poner en nómina a periodistas de todo el mundo para que trabajen en pro del amejoramiento de la imagen del mismo en todo el mundo. No es tarea que el propio Heracles redivivo pudiera acabar con éxito, desde luego. En Rusia se sigue usando la psiquiatría al servicio del poder: un informe técnico del instituto Serbski –famoso otrora, al parecer, por sus dictámenes contra los disidentes- exculpa a un coronel acusado de matar a una joven chechena alegando la famosa “enajenación mental transitoria”, que viene a ser algo así como la carta blanca para la comisión de cualquier atrocidad sin tener que responder penalmente de ella. Peor carta blanca aún  es ese 99´5% de votos a favor del caudillo carismático de Guinea, Obiang, en las elecciones presidenciales. No han llegado noticias de que el 0’5% disidente haya ingresado en prisión, pero no se descarta. En el cuerpo de la noticia aparece un dato muy curioso: “En 1999, España negoció con el régimen de Obiang un mínimo de 20 escaños de los 80 del Parlamento para la oposición. La respuesta fue: ‘veinte son muchos’”. O sea, ¿se negocia la voluntad popular? ¿Son los guineanos ciudadanos de 7ª?  Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía 2001 celebra el galardón de los premiados en 2002 y destaca su contribución a los estudios económicos: “estudiar a las personas y a las economías tal como son, no como queremos que sean”. En el fondo es un elogio de la aceptación de la realidad, lo que pudiera parecer una perspectiva conservadora o reaccionaria y que, sin embargo, es justo lo contrario: las dosis de irracionalidad de la vida económica son determinantes para su funcionamiento y conviene detectarlas y comprenderlas. Clonista sospecha que el prurito científico de los economistas les ciega demasiado, tanto como les aterra que se les acabe asimilando a una especie de arúspices modernos, lo que en tantas ocasiones acaban siendo, con resultados muy variados. Los padres de los alumnos y los políticos complacientes con las bolsas electorales siguen en su decidida acometida contra las vacaciones y el horario escolares hasta que acaben consiguiendo su sueño ideal: que sus hijos estén once meses al año recluidos en la escuela en doble sesión de mañana y tarde. ¡Ay, si Ivan Illich levantara la cabeza!  A medida que aumenta el tiempo que los niños pasan en la escuela y el desinterés de los padres por su formación, el fracaso escolar crece en progresión geométrica; pero lo evidente ¿a quién le interesa verlo? Negar las evidencias es el deporte social por excelencia, salvo excepciones. Como la de Schröder, por ejemplo, dispuesto a ofrecer una amnistía fiscal a los alemanes que “repatríen sus ahorros”. Esa amnistía encubre, en realidad, la incapacidad política de la UE para controlar el poder casi omnímodo de la Banca en el continente. Pero esa realidad es de las que va por libre, sin duda.

miércoles, 24 de febrero de 2016

16-12-02

Antepenúltimo lunes de dolores laborales antes de llegar a la estación término 2003, en cuyo primer día del año pondrá Clonista el punto final a su insensata aventura con la promesa solemne de no embarcarse en otra parecida en lo que le pueda quedar de vida. Alienado hasta las heces se siente. Tanto que ya entrevé, hacia el futuro postclónico, un cierto síndrome de abstinencia del que espera que no le suma en la oscura melancolía. La frecuentación de la realidad prensada tiene eso, se acaba convirtiendo en una dependencia difícil de reconocer como tal y más aún de combatir. A lo largo de esta clónica traicionera y un punto alevosa, en muy contadas ocasiones ha recurrido Clonista a la realidad omnipresente del deporte, aun sabiendo que tal decisión constituía una desviación perversa de su esfuerzo clonicador, pero hoy una fotografía de Joan Gaspart en trance resignado de aceptar una bronca de los socios, con una mueca que es paradigma universal de la crispación, le recuerda a Clonista la pueril importancia trascendental que, en una sociedad democrática avanzada como la catalana –sin comentarios-, puede tener el que el equipo culé ande a dos puntos de los puestos de descenso a Segunda División. ¿Pasará Gaspart a la historia del Barça como el primer presidente con el que el equipo bajó a Segunda? Probablemente no llegará la sangre al río, pero el asunto tiene consumidos a los más fanáticos seguidores del club, empezando por el presidente, modelo emblemático de fanáticos. Cascos, por su parte, también está modelando su propio fanatismo: ni un error cometido. Y solo parabienes habría de recibir por haber decidido alejar el Prestige de las costas gallegas, pues evitó así “una catástrofe de consecuencias inimaginables”. Clonista no ha dudado en imaginar la destrucción y el hundimiento de La Coruña o la levitación ballesteriana de la misma, aunque tras las referencias casquivanas a Chernóbil no quiere ni pensar en la naturaleza de esa catástrofe que ha pasado por la mente Casfquiana del Fomentador mayor del reino y un punto fementido. “Combatiente enemigo” es la etiqueta mediante la que uno tiene todos los números para que la CIA se lo lleve por delante, según lo ha autorizado Bush por escrito. Pero no acaban ahí las sorpresas de lo real que dejan algo más que estupefacto al lector. Para distanciarse de Al Qaeda, a Arafat sólo se le ocurre decir que Bin Laden “ha estado trabajando en un área completamente diferente y en contra de nuestros intereses.” ¿No son terribles esos eufemismos perversos? ¡Trabajar en un área! fueron, pues, los asesinatos del 11-S. Clonista lamenta no entender nada de nada o entender demasiado, que nunca sabe a ciencia cierta lo que hace realmente. Mariana Figueroa se queja en Cartas al Director de la basura televisiva. “Ante esta pandemia urge un antídoto”, dice, pero no se desprende de su queja que sea capaz de aplicar el único que cura de raíz el mal: apagarla. Es una decisión simple cuyos frutos permiten disfrutar de una auténtica nueva vida. Clonista lo recomienda. Groucho también lo recomendaba. De intransigencias: “Sopas de todo el mundo para el Raval” reza el titular. Festival de confraternización de culturas a través de la gastronomía mediante la degustación de 15 sopas distintas. “El único requisito que se exigía es que no incluyeran entre sus ingredientes el cerdo.” A Clonista ciertas “exigencias” le abren las carnes.

martes, 23 de febrero de 2016

15-12-02

A dieciséis días de este calendario de recluta en el que Clonista va marcando los días que le faltan para estar lili, y después de una mitja marató en la que J.O. le ha llevado arrastrando el belfo, una clónica dominical, que es día de transición y reflexión, de rescate de noticias discriminadas con anterioridad, no es la mejor tentación para seducirlo y excitarle las manos sobre el teclado. Ahora bien, la insólita realidad cautelosa de la visita clandestina del caudillito a La Coruña constituye de por sí una excelente manifestación de cómo el poder secuestra a quien lo ejerce y lo convierte en un fugitivo de la realidad, un vulgófobo que incluso rehúye, cuando vienen mal dadas y peor organizadas, el eco mediático que otras veces reclama con la ansiedad de quien ha sido destinado a glorias que, en su caso particular, más son estadísticas –y amañadas- que de estadista. El “tu mare muerde con la boquita cerrá” es, en el caso del caudillito, las disculpas con la boca  chica, tan embigotadas como funcionariales, pues, en su argot de escalafón, el presidente demediado ha presentado “las correspondientes disculpas” a las que Clonista ignora si les ha precedido un “habida cuenta” o un “es gracia que espera alcanzar”. En cualquier caso, una visita de tres horas escasas al “mayor desastre ecológico de la historia de España” no parece que sea un ejercicio de “respeto”, sino de indiferencia. Aznarpote de la Mancha se ha abierto una fosa de fuel en la que acabará chapoteando durante bastante más tiempo del que se piensa, si la agitpprop de su partido no es capaz de remediarlo con una inversión cuyos fondos “sería menester”, dicho a su modo, controlar de dónde procederán. Ya se entiende que la marea dálmata y la plastilina acaparen, de repente, la atención exclusiva del goppierno (por cierto, Miguel Izu hace una pregunta pertinente y saludablemente impertinente en su carta al Director: “¿Dónde se esconde Acebes?, Ministro del Interior, a quien la Ley de Protección Civil le otorga la condición de ‘superior autoridad en materia de protección civil’” ¿Será la catástrofe un “asunto exterior”? Que de Cañete no se acuerde nadie es comprensible, tan aislado en el gabinete desde la salida de su alma gemela villalobezna, a quien debió de dedicarle aquellas iniciales declaraciones de que los vertidos del Prestige ni se acercarían a Galicia; pero que a Acebes le hayan rebajado Interior a un negociado de extranjería y delitos comunes, y más ahora que ETA ha desistido de luchar contra la marea mediática, ¿quién lo puede entender? ¿Será que Rajoy vio la oportunidad de su vida para convertirse en el destapado sucesorio? De seguir así, Clonista puede acabar haciendo una edición especial del Trivial dedicada a la catástrofe, desde luego, pero la representación ubuesca de las elecciones obianguianas deberían haber provocado alguna nota de Exteriores. Ni España, ni Francia, ni la ONU han dicho esta boca es mía ante esa triste pantomima de democracia allí perpetrada. Han nacido la navidad con los fórceps de la publicidad masiva y el consumo, como reza el pie de foto y al tiempo titular de la noticia “se adueña de Barcelona”, lo cual significa que ha comenzado el expolio mercantilista de la futura extra navideña, rematado, como siempre, por las rebajas de turno. ¡La época más depresiva del año se acerca al galope de adornos luminosos archicutres y anuncios de elaborada pornografía sentimental! Hasta la coalición gociuernante, en las horas bajas de la seducción política, ha intercalado su postal navideña con las sonrisas más de compromiso que el fotógrafo más perverso y antinacionalista pudiera haber imaginado. Sólo en el dominical aparece, al fin, una crónica de la desaparición de QCQ, que incluye la genésis del programa, su desarrollo y su muerte, es decir, una biografía apresurada que, con todo, no acaba de evidenciar el censurable acto de censura que se lo ha llevado por delante de la parrilla, es decir, que lo han lorenzado  hasta la calcinación definitiva.
14-12-02   

A medio mes vista del final, concluido el primer trimestre escolar, sigue el clonista conquistado por esa sensación de balance de temporada que le invade como una amenaza. La realidad se ha resistido al escalpelo analítico y a la mirada intuitiva –por redundante que sea la expresión- con unas defensas que se han revelado inexpugnables. La desazón se ha convertido en desaliento, que no ha sido pequeño el trecho recorrido, porque los resultados, le duela o no a Clonista, son tan magros como las carnes del galgo corredor quijotesco. El desconcierto de Clonista ante la potencia proteica de la realidad no acaba nunca de desvanecerse. Y las realidades, que se suman a velocidades cibernéticas, componen, al final, un entramado de ficciones verosímiles y de verdades ficticias –que no son una y la misma cosa, salvo en apariencia, aunque las limitaciones de Clonista le impiden explicar esas diferencias sustanciales- en el que perece el afán de claridad, de luz, de entendimiento. No hay, pues, como la pasión para enfrentarse a la realidad, e incluso para instalarse en ella y dejarse arrastrar por el torbellino de los cambios perpetuos. Lo que no cambia, por ejemplo, es la mediocridad e incapacidad política del caudillito, quien no ha conseguido que la UE trate a España como trató a la Alemania de las inundaciones. Y probablemente en la UE tengan razón: las riadas fueron un desastre natural; la marea dálmata/ negra del Prestige ha sido un desastre de gestión guppernamental. ¿Les escuece que les signifiquen, para mal? Les da igual, probablemente. La desidia con que se han comportado durante la tragedia indica bien a las claras que el estado de descomposición en que ha entrado el goppierno, espoleado por la indeterminación de la sucesión del Gran Jefe de Negociado, es irreversible. Al mismo tiempo que ponía la UE al Caudillito en su lugar, de bien poco relieve continental, se aceptaba la ampliación hacia el este y el Mediterráneo, no sin algunos interrogantes que posponen la “alegría” para cuando la máquina ande rodada y la Babel resuelta. Turquía sigue a la espera. Kissinger ha optado por los negocios inconfesables, antes que por el empleo público, si ambos, como le han sugerido desde el Congreso, son incompatibles. Adiós a Bush y allá se las componga con gentes más dóciles y menos ambiciosas, qué caramba. El editorial del día analiza la “inflación de fondo”, pero se abstiene de señalar la repercusión microeconómica de la misma, limitándose solo al análisis macroeconómico, a la economía de los grandes números, que, traducido a la vida corriente, es la economía de los grandes números rojos, por los que, además, te cobran un interés de escándalo; unos números que te llevan a tocar fondo, sí. El rey de Marruecos tiene un gesto piadoso y ofrece sus caladeros a la flota gallega durante tres meses renovables. Por el desacuerdo respecto a la negociación de la UE con Marruecos para pescar en esas aguas comenzó la gran crisis hispano-marroquí. ¿Vendrá por este ofrecimiento el restablecimiento de la buena vecindad? Pasado el mes ya se sabe quién tomó la decisión final: José Luis López Sors, director general de la Marina Mercante, subordinado plenipotenciario de Cascos. Como se ha demostrado, esta crisis se ha gestionado desde el escalafón, de ahí la escalada del desastre. El guirigay nacional en que se ha convertido el desastre, con comisiones de seguimiento de las que se echan a los del bando político opuesto, con acusaciones de “separatismo” por entenderse con las vascongadas y con privación severísima de información a cuantos no sean leales y manifiesten adhesión incondicional al caudillito y sus ministros está llamado a convertirse en uno de esos episodios que, con el tiempo, requerirá de un Valle, no necesariamente gallego, que lo esperpentice para devolverle su auténtica realidad, la inteligible, al menos. Los paquetes bomba enviados a El País y a la sede de Iberia en Roma, al parecer como represalia por el encarcelamiento en España, tras sentencia judicial firme, de un peligroso delincuente italiano, son llamados “libro bomba” en la edición de hoy. ¡Libro bomba! En vez de una imagen que describa el poder del libro, la expresión convierte al libro en un adjetivo que ni especifica ni explica, sino que asesina. Como a su manera asesinaba también el ciudadano –de origen desconocido, aunque con Folique de nombre bien puede pensarse que sea de la misma nacionalidad que los adolescentes explotados por él: de Bangladesh, o alrededores, si bien se admite cualquier sorpresa, por supuesto- adicto a la esclavomanía que ha propiciado las necesidades de mano de obra sumisa y barata. ¿Cuándo se tomará en serio la UE la necesidad de acabar con la esclavitud de nuevo cuño ancestral en el continente, incluida la explotación sexual? Que el cambio es el fundamento necesario de la realidad se advierte, sin ir más lejos, en el recuerdo que le ha llegado a Clonista de lo bien que le sonaba al PSOE la “música” de la nueva ley de sanidad del goppierno y que tanto contrasta con el “rechazo total” que se recoge hoy. Debe ser que la “letra” no había por dónde cogerla, supone Clonista. Que Mas corrija a Pujol tiene de noticia lo que supone de reconocimiento de la chochez política del mentor, sujeto al calentón mental del desvarío de quien anda en permanente dejación y despedida, en cesión de trastos que acabarán por dar al traste con su deseo de ser sucedido por lo que ve como una reencarnación más bien pobretona, aunque atildada y barrada, de su propio proyecto político; pero no deja de ser una noticia de saldo.