jueves, 11 de febrero de 2016

6-12-02

       Día de la Constitución, que aquí ha sido colocado junto a la Inmaculada para que, según la inclinación política, el puente resultante acabe siendo de una o de otra. El caso es no decidir lo racional: suprimir todas las fiestas religiosas y sustituirlas por festividades civiles. Que el calendario de vacaciones escolares se guíe en parte, por ejemplo, por ese baile de fechas que es siempre la Semana Santa, ¿en qué cabeza regida racionalmente cabe? Las servidumbres de la Transición incluyen cosas así y peores. La festividad del día, con todo, ha quedado eclipsada por la marea dálmata, a ojos del goppierno y en boca de quien ha rajado, en su representación, durante más de dos horas para tratar de esconder la verdad y la realidad con una marea verbal no menos negra, por lo cínica. Las maneras de decir son muchas veces el fondo de lo dicho. Que las pérdidas de fuel de los tanques del Prestige se conviertan en “pequeños hilillos(...)cuatro regueros que se han solidificado con aspecto de plastilina en estiramiento vertical” ¿a quiénes puede convencer de su insignificancia? La aparición de la “plastilina” infantil indica por dónde van los tiros de la puerilidad guppernamental, tan bien escenificada por el niño-bronca de Fomento pillado en falta, con las manos en la escopeta. El anuncio de la amenaza de morir de hambre que sufren 14 millones de etíopes sí que es una tragedia a la que será difícil ponerle remedio. La sequía devasta el país y diezmará la población. El agua sigue siendo el oro negro del presente siglo y los venideros. La investigación avanza en según qué áreas del conocimiento a unas velocidades de vértigo; pero hay que ver cómo se resiste en algunas tan vitales como el perfeccionamiento de la desalación del agua del mar, y el abaratamiento de las plantas potabilizadoras. ¿Puede ser noticia que la imagen de Usamérica se deteriore en todo el mundo? Pues se lleva casi una página de realidad prensada.  En la realidad apaisada ha tenido poco eco la guillotina de CQC, pero sus corresponsales le recuerdan que el fenómeno se inscribe en esa marea de censura que está conociendo su apogeo con la marea negra del Prestige. Álvaro Fontes, sin embargo, se queja del cachondeo que se traen los poderosos con los paisanos. Manda 100 euros como paga y señal de un alquiler y le piden 119,02 para poder enviarlo. Cuando llega, quienes lo reciben sólo cobran 92,50. Queja pertinente. Respuesta impertinente, carcajada incluida: aunque estemos en la zona euro nada ha cambiado y los bancos cobran por todo. El interventor del banco llegó a decirle que el banco alemán cobró comisión por recibir un ingreso de moneda extranjera, aunque fue una transferencia en euros, obviamente. ¿Hasta cuándo seguirán riéndose de todos? Realidades como la del corresponsal Fontes esclarecen qué es Europa bastante más que ese debate sobre el federalismo, la constitución, las alusiones al cristianismo y otras abstracciones propias de tecnoélites  bien remuneradas. Como hoy es día de la Constitución, parece que las Cartas al Director han querido estar a la altura de la celebración, que lo es, en realidad, del pueblo llano que la aprobó. Javier  Cudeiro Mazaira  arremete contra “la ciencia del taxi espacial” con una sorna gallega muy de agradecer en estos tiempos de tribulación, una sorna que recuerda la vía de escape de los pueblos ante la nulidad de sus gobernantes. Propone que el goppierno corone su disparate espacial pidiéndole encarecidamente “ya metido en portentosa hazaña, que se hagan bien las cosas y que, por favor, lo envíen vestido de torero” al Duque. Pues eso. Ordenada la realidad en torno al fuel vertido, ¡qué descansada vida la de quienes no han de lidiar con el toro vascongado al modo apocalíptico de hace unos meses! La propuesta de manifestación contra ETA hecha por Ibarretxe, casi inmediatamente después de que ETA descalificara su propuesta portorriqueña, no tiene al parecer, ninguna relación causa efecto. No. ¿Y quién no va a creer al Lehendakari de la mitad menos algunos del pueblo vascongado? El contable secretista de Banca Catalana aupado por el gociuerno al cargo de Síndico mayor de las Cuentas de la Generalitat no da su brazo a torcer, como no lo da Pujol, quien aspira a consumir mandato sin haber mandado nada, con el simple afán de que el tiempo juegue a favor del protegido de su clan y el batacazo no sea de órdago. Pero mientras en el nivel político de la realidad todo sigue en ese ínterin de tiempo muerto que ha provocado que el cadáver gociuernamental hieda ya, la economía se reajusta a la baja para emigrar hacia tierras del este más productivas: Valeo y Tycsa se suman a los despidos de personal, a pesar de no ser, en ambos casos, empresas con dificultades. Lentamente, sin embargo, las condiciones del mercado laboral se van degradando y degradando hasta que la industria amenace con desaparecer de estas tierras tan bendecidas por el sol y los malos gobernantes. Ahí está el lugarteniente pujoliano presentando un Libro Blanco de la cultura sin proponer ni un solo gasto concreto, pero ya se sabe que la propaganda y lo concreto son polos que se repelen, aun no siendo del mismo signo. Signos simpáticos son las metáforas y el lenguaje tecnoerótico usado por el promotor de un curso de interpretación de cine pornográfico: “cuando se encienden los focos se produce la deflación. Y si los actores no están a pleno rendimiento, pierdes dinero. Lo que necesitamos son personas que funcionen siempre, y eso es lo que les vamos a enseñar.” Pues si eso es lo que les enseñan, y abren la matrícula para todos los interesados, van a tener más alumnos de los que se habían matriculado en Opening. Igual tienen que dejar el negocio de los rodajes y buscarse la vida en la docencia, por indecente que le parezca la misma al alcalde de Barcelona, que a veces parece el portavoz de su arzobispo. La otra religión, la económica, tan llena de sectas y de dogmas como de milagros y de inverosimilitudes ofrece hoy una de sus caras desconcertantes: ha bajado el precio del dinero y las bolsas responden con caídas. Para el consumidor consumido, ¿qué sentido tiene ese abaratamiento cuando el precio de la vida se ha encarecido lo que no está escrito? Menos mal que hoy se anuncia la proyección de They live by night, el estreno como director de Nicholas Ray. Allí estará el vídeo de Clonista, atento al acontecimiento. 

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