sábado, 6 de febrero de 2016

DICIEMBRE

1-12-02

Llegó el final. No para incitarle a Clonista a la nostalgia ni mucho menos para hacer ejercicios líricos de recapitulación, a los que tan aficionada es la realidad prensada, sino para convidarlo a la alegría de la llegada a  puerto, al  buen puerto del 2003, que tan lejano le pareció allá por el día de año nuevo del mes de eneuro del año en curso. Incursiones en territorio agreste y lleno de trampas han sido las excursiones llenas de discursos irreprimibles, infatigables y, por lo general, insolventes, acerca de ese bicharraco indomeñable y arisco que responde al nombre insignificante de “realidad”, y ahí sigue, terne –no por su belleza, ciertamente- y desafiante, en el centro geométrico de su laberinto inabarcable. Como si el calendario acompañase para confirmar las constantes que han acompañado a Clonista a lo largo de su aventura, hoy, domingo, principio del fin, y al margen de la fragmentación de la gran mancha de fuel amenazadora que se mece hacia las costas gallegas, con su negro aturdimiento, con su negra desolación, ¿qué realidad se echa al coleto Clonista sino los refritos, pringosos de aceite, de toda la semana? Ni siquiera que la autoría de los atentados en Nigeria corresponda al nuevo Fumanchú puede considerarse una novedad. Sí puede considerarse un cambio de escenario –como les gusta decir a los políticodicentes, ahora que coyuntura anda casi desaparecida y situación suena casi a vulgaridad- la nueva política del gobierno islamista de Turquía respecto de los Kurdos. A ver en qué para. Lo propio del día de hoy son realidades especulativas, o mánticas, a juzgar por el artículo de Julián Santamaría, ¿Quién va a ganar las elecciones generales?, pregunta que constituye la idea principal del mismo, pues el solo hecho de plantearla implica un diagnóstico sobre la realidad impensable seis meses atrás. B se manifiesta en silencio, por prudencia, y apenas es realidad de cuarto de página. De mayor envergadura es el gasto en seguridad privada de la Generalitat, cuyos Mossos d’Esquadra, ni siquiera adornan las sedes del gociuerno. ¿La pregunta? La misma que la respuesta. A alguien se beneficiará. Por cierto, Bieito ha estrenado “su” Don Giovanni de barriada y, como era de esperar, ha tenido que pagar tributo a la etiqueta: palmas y pitos, como en los toros. No se especifica en qué tendidos. Clonista, que suele usar en su labor docente un provocador texto de Verdú, Odio a la Navidad, ha de ver cómo la realidad prensada se hace eco de la verdadera realidad de esas fiestas empalagosas: “Todo listo para las compras navideñas.” Se avecinan tiempos depresivos, ¡de enorme tristeza económica! Como era previsible, hoy era el día adecuado para desarrollar la dramática noticia del inglés fallecido de rabia por el virus que le transmitió un murciélago. En España, el último caso se dio en Murcia. Claro: ¿Es la etimología de Murcia, tierra de murciélagos? Si non é vero... Sobre el carácter instrumental de la especie humana al servicio de los virus no cabe duda después de saber que la “agresividad, la necesidad de morder, no es otra cosa que el medio que utiliza el virus para buscar nuevas víctimas, ya que se transmite por la saliva.” Otro tanto pasa con los genes. El día que no les sirvamos como carcasa, se buscarán otra.

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