23-12-02
La realidad del Gordo de ayer es la realidad
prensada de hoy, aunque la huida rocambolesca del responsable de los comandos
de ETA en Francia –custodiado tan chapuceramente que parece impropio de esa
nueva Francia policial de Sarkozy cuyos descosidos han quedado a la vista, si
bien la amenaza de ETA no se siente allí como aquí, obviamente, y poco, en
consecuencia, empañará la fama dura del ministro escoba- y el Prestige compiten con ella. La gran aspiración
de todos y cada uno de los ciudadanos de este país se convierte hoy en la gran
decepción de casi todos ellos, aun de los no creyentes, pero practicantes. Con
todo, la máxima realidad del día aparece en un cuadernillo central, acotada,
aislada, como queda aislada la Ciencia, la Salud, la Educación o la Literatura,
y en menor medida el Cine. La dinámica de las festividades en cadena, todas
ellas dedicadas a la Gula y a Baco, además de a Consumo, que gobierna todas las
devociones, incluidas las anteriores, obliga a Clonista, con la prole en casa,
a hacer malabarismos horarios para recorrer el ultimísimo tramo de su aventura.
El goppierno ha cedido a las peticiones de los pescadores que se habían puesto
en digna huelga de hambre sin espectáculo, pues impidieron que hubiera
fotografías de su encierro y su padecer. Más de un mes después de la catástrofe
admiten que, en efecto, faltan medios y procurarán enviarlos. Pero ha habido
otra reacción inconcebible y más propia de fulleros que de políticos, aunque
muy a menudo cuesta lo suyo trazar la línea divisoria entre unos y otros: los
políticos del Partido Popular gallego, que se ven en el futuro como ahora están
los mariscadores y pescadores de bajura gallegos, han reaccionado como El
Pardo, es decir, como la Moncloa misma
lo hubiera hecho: frente a la contundencia de los hechos, el embeleco de los
dichos, de la propaganda: en vez del “Nunca mais”, que les da una buena patada
cinegética en el trasero, quieren ellos vocear un “Mais que nunca con Galicia”,
¡y a ver cuántos pican! Que los votos se pesquen y que bajen las aguas
revueltas, y enchapapotadas, no les beneficia, ciertamente. El truco del almendruco,
que comenzó con el Españavabién ya está demasiado visto, según parece, y Cascos
lo padeció en la inauguración de una autopista de pago, que podrían ser el
emblema de este goppierno, casi como las autovías gratuitas lo fueron del
anterior. La particular campaña política gratuita que le sirve en bandeja El País a la oposición incluye esta vez,
en excelente ejercicio de hemeroteca, un caso idéntico acaecido en 1989, en el
que la reacción fue exactamente la contraria de lo que ha hecho el goppierno,
es decir, entrar el buque Aragón en
puerto y traspasar la carga contaminante. La diferencia cualitativa cae del
lado de que el Aragón era español y
el Prestige de conveniencia, cree Clonista.
Duhalde, que ha ido ganándose el respeto ajeno por la perseverancia en su tenaz
lucha contra el Fondo Monetario Internacional por ajustar el pago de su deuda
inmensa –equivalente a todas sus reservas- a su recuperación económica, que ya
está comenzando a producirse, habla desde la posición de quien, ajeno a la
competición electoral inmediata, le ha visto las orejas al lobo de la realidad
y ha podido comprobar la facilidad con que puede destruirse un país, casi la
misma con la que puede un presidente inepto, demagógico y voceras arruinar un
club de fútbol y llevarlo a la desaparición. Con todo, afirmar que el hambre en
Argentina tiene que ver con la “desorganización de la realidad” supone no haber
perdido aún esos reflejos electoralistas que dominan el verbo político, una
auténtica aguja de marear literal. Poco a poco, con una discreción impropia de
los tiempos que corren, Francia se está involucrando en la guerra civil que asuela
Costa de Marfil, el primer productor de cacao del mundo. De momento son 2.500
soldados los que luchan contra tres guerrillas enfrentadas al gobierno
legítimo, pero la perspectiva no puede ser más oscura. Se intuyen tiempos
tribales de represalias y exterminios. Hemos vuelto, acabando el año, al tema
estrella del país a lo largo de todo este tiempo de aventura
pseudoespeculativa: ETA. La manifestación convocada por Ibarretxe en defensa de
su proyecto, amparado en la trampa escrita del ETA Kanpora y en el silencio desfilante, sólo se rompió cuando los
miembros de ¡Basta ya! se sumaron a la manifestación con su propia pancarta,
que incluía “Por la libertad” al lema único de la convocatoria. Y allí estaban,
Savater entre otros, aguantando el tipo ante los insultos de manifestantes
supuestamente del PNV, pues B se abstuvo. La conclusión del filósofo es
evidente: los muy religiosos seguidores del PNV le indujeron a decir lo
siguiente: “hoy hemos comprobado que el PNV nos odia más a nosotros que a los
terroristas.” Ese es el trato que recibe el pensamiento libre por parte de la
masa cautiva, lo cual tampoco es una novedad. Poco a poco, la Iglesia de
ecónomos y gescarteras va imponiendo su cara rapiñadora y muy humana. Los
profesores de religión que dejaron de cobrar sus sueldos durante cuatro meses
han recibido del goppierno la notificación de que éste sí que los abonó a la
Iglesia, ergo... La reclamación judicial de los mismos puede acabar volviéndose
contra el goppierno si éste no fuerza a la Iglesia a que cualquier ecónomo que
pase por ahí se avenga a librarlos a sus legítimos propietarios. Se ve que lo
de la expulsión de los mercaderes del Templo no ha cuajado en el seno de la
Iglesia, cuyas finanzas son más opacas que la capa de chapapote, pero tampoco
muchos otros mensajes del Fundador, que no deja de ser un estorbo, según y cómo
se mire, deben pensar sus fieles oficiales. El telepredicador Flavià, Carles,
se ha asociado en un espectáculo nada menos que con Norma Duval, ex musa del
PP. El ex sacerdote cambia de púlpito, con el pálpito de que se abrirá a nuevos
públicos a los que endilgar sus monsergas de frustrado monseñor, si bien con la
convicción de que cada vez más se asemejará al otro monseñor, don Quijote,
según su asendereada vida artística lo proclama. Un apunte sincero: “yo he
hecho cosas revestidas de elitismo mucho peores que este trabajo”. Clonista lo
cree. Los revestimientos son toda una especialidad de la realidad, y descubrir
el fresco original, todo un reto. A Clonista, con todo, se le acaba el tiempo
para ello. ¡Afortunadamente!
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