jueves, 18 de febrero de 2016


11-12-02

Ha sido nombrado un comité científico que aconseje al goppierno en todo lo relativo a la catástrofe del Prestige, pero sigue sin saberse quiénes fueron los técnicos que aconsejaron llevarse el buque mar adentro y en dirección sur. Los “hilillos de plastilina” de hace unos días se han convertido en vertidos de 125 toneladas al día a través de 14 grietas. La fortuna verbal del goppierno sigue siendo tan escasa como pródigo es el sombrío humor del caudillito, si bien aún, con lo que está cayendo, no se le ha escapado ningún submarino amarillo, pero todo se andará. Los buques usahispánicos de la Libertad Imperial Duradera han disparado contra un barco norcoreano que traficaba con misiles. Debe de ser, tras la heroica reconquista de Perejil, la primera acción de guerra con uso de fuego real desde la guerra de Sidi-Ifni, o por ahí. La mujer de Tony Blair, enredada por desconocimiento en una relación comercial con un facineroso, está experimentando lo imposible que es luchar contra una marea amarilla prensada. Contra esas mareas sí que no hay solución, ni siquiera el desprecio. Lo que comenzó como una asonada corporativista en Costa de Marfil acabará convirtiéndose en una auténtica guerra civil. ¿De dónde sacan los africanos esa tendencia cainita? Por un quítame allá esas pajas se montan una guerra carnicera en menos que canta un gallo. Desde Cabo Verde llega la noticia de la muerte de un etarra, allí deportado. A causa de una flebitis, previsiblemente, pues tenía problemas de coagulación en una pierna, fue hallado en su cama, en avanzado estado de descomposición. Y acabar así, tan  sórdidamente, en el culo del mundo, en una soledad absoluta, ¿qué tiene que ver con la lucha por la liberación de las vascongadas? Hay destinos patéticos que deberían invitar a la reflexión; pero la capacidad de perseverancia en el error o en la infamia es infinita, al parecer. A Ducesconi le han dimitido todos los rectores de las universidades públicas. Cuando ya todo haya sido privatizado, ¿sobre qué gobernará el magnate? ¿Será su lejana dimisión la última expresión de la descomposición del Estado? Será. Más realidades estadísticas. En este caso aflora la realidad de la desorientación de los padres respecto de la educación de sus hijos. Y como no saben qué hacer, no hacen nada, renuncian a ejercer como tales y luego andan pidiendo responsabilidades ajenas de por qué sus hijos hacen o dejan de hacer, fracasan o dejan de fracasar. ¿Quién, entre los limpiadores del chapapote, dará crédito a la realidad de esos diminutos diamantes, o nanodiamantes, que se forman en el petróleo? Nadie. Y a muchos les costará darle crédito a la decisión personal del candidato a la alcaldía de Madrid, Ruiz-Gallardón, de bautizar con el nombre de Joaquín Leguina una nueva biblioteca construida en Madrid, en el distrito de Arganzuela, castizo donde los haya. Suena a tregua en la contienda civil a la que ha llevado al país el caudillito, y se agradece. Ha muerto el autor de Mi vaca lechera, Fernando García Morcillo. La sorpresa es descubrir que las canciones tradicionales tienen autor, desde luego. Después del escándalo, la defensa. La emisión de la entrevista al caudillito en su televisión fue “modélica”, en palabra del director/dirigido de la misma. Y no le falta razón. Como modelo de informatilavozdesuamo es, ¿efectivamente?, modélico.
10-12-02

Hoy Clonista no ha tenido un buen día afectivo y esa realidad  dolorosa se impone sobre cualquier circunstancia, esta aventura disparatada incluida. La realidad de los sentimientos tiene una fuerza de rección y una capacidad euforizante o devastadora a cuyo lado palidecen las drogas de diseño o resultan pueriles los hados de la adversidad. Si además todo sigue sumergido bajo la marea negra, tanto que resulta casi una heroicidad quedarse con la copla de alguna realidad prensada que pueda siquiera aproximársele en importancia, pues bien escasa es la motivación de que puede disponer Clonista para cumplir, a medias, con su compromiso. Tras la presencia publicitaria del caudillito en su televisión, en horario estelar con sumiso periodista a sus órdenes, la vergüenza por la actuación del goppierno sigue extendiéndose imparable por toda la geografía española. El bruto de Beiras, tan dócil y sumiso en los últimos tiempos, siempre del bracete de Fraga, se descuelga ahora con que si el caudillito va por Galicia puede que haya incluso muertos, se supone que a raíz de las fuertes protestas que exigirían una represión policial desproporcionada. En fin, reacciones así prueban, cuando menos, que todo está bien lejos de estar encauzado y en vías de solución. El escaso prestigio que hubiera podido lograr el caudillito como gobernante lo ha perdido todo, lo está perdiendo todo. La mancha que ensucia su carrera funcionarial, porque es el primer presidente más funcionario que político –aunque en dura competencia con Suárez y con Calvo Sotelo-, acabará uniéndose a su expediente de por vida. El gran misterio a día de hoy es saber quiénes fueron los expertos que aconsejaron al goppierno llevarse el barco en la dirección en que lo hizo, pues, según otros expertos, estos con nombre y apellidos, esa solución era la única que ningún colega suyo podría aconsejar. ¿De quién fue la decisión, quién la avaló? Ahí van a naufragar más de tres. Después de lo ocurrido, además, ¿quién es el niño bonito que sale y dice que él aconsejó tal o cual cosa? Todo huele a comisión de investigación cerrada en falso, como todas las abiertas cuando ha habido una mayoría absoluta en el Parlamento. Que los precios de los alimentos básicos hayan subido entre un 8% y un 30% indica bien a las claras a quién le come la inflación incontrolada el escasísimo poder adquisitivo, esa ficción que ni siquiera sirve de consuelo a los nóminodependientes cuando protestan por su merma. La concepción medieval y pueril del zapatista Marcos, retando a una ordalía a GarZón, y poniendo como prenda de su posible derrota su desenmascaramiento, lo dice todo del megalómano personaje e invita a pasar por alto su realidad publicitaria con la desgana con que uno soporta las interrupciones de las buenas películas. De pasada lee Clonista que hay en la Justicia más de dos millones de asuntos pendientes. El goppierno, sensible a las demoras judiciales, ha previsto la creación de 30 plazas de juez. Los sectores progresistas del Poder Judicial reclaman 150. ¿Tendrá que acabar yendo el ejército a desatascar los juzgados? Pues igual. Con más detenimiento lee, sin embargo, que no pasa del 17% el total de los hogares españoles que tiene acceso a Internet. Y aun sabiendo eso, como lo saben, han decidido convertir elpais.es en un servicio de pago. La realidad tozuda indica que en cuanto los contenidos solo sean accesibles previo pago ese 17% irá descendiendo hasta hacer imposible la rentabilidad de esos grandes negocios de la lechera con que sueñan las voraces empresas. Un accidente como el reseñado ayer por Clonista por fuerza había de tener mar de fondo. Ahora se sabe que la conductora, de 20 años, no tenía carnet de conducir y acumulaba dos órdenes de búsqueda y captura. ¿Es responsable civil subsidiario el estado por su negligencia a la hora de haber puesto a disposición judicial a la “nenita” de marras? Los familiares de los asesinados no estarán para ese tipo de pensamientos, pero por ellos deberían internarse así que puedan empezar a reponerse del mazazo sufrido. Aquí se suele achacar todo a la fatalidad –que parte importante tiene en todo, eso se sabe desde antiguo-, pero ha de ir extendiéndose la costumbre de exigir responsabilidades, porque de la dejación de ellas se derivan muchos dramas. United Airlines se ha declarado en quiebra. Debe tanto como tiene. Hasta el más negado de los amos de casa, como el propio Clonista, sabe que uno no puede tener tantas deudas como ganancias entran en casa. ¿Cómo se deja pudrir una situación así? De nuevo las responsabilidades andan por medio.

martes, 16 de febrero de 2016

9-12-02

Lentamente se aproxima el día del abandono, aunque los días se alargan a veces hasta la extenuación y la desolación de quien se empeñó en seguir su trazo grueso prensado. Una aventura como la de Clonista permite una experiencia del tiempo muy diferente de la del ritmo tranquilo de la desidia cotidiana o de la atención discreta a las realidades particulares; pero, se mire como se mire, el exceso siempre tiene efectos perversos. Cuando un suceso ocupa la realidad de modo tan extenso como la marea negra del Prestige, quedan pocos huecos por donde pueda aflorar el resto marginal de esa realidad súbitamente desfigurada por las leyes incontrolables del capitalismo. Y a Clonista, hecho a la monotonía dolorosa del chapapote, del galipote levantino de su infancia, le cuesta acabar de dotar de entidad a esos esfuerzos desesperados de tantas realidades como pugnan por instalarse en su conciencia de lector despierto, de espectador atento y sorprendido, aunque escarmentado. Le ha costado, al goppierno, salir del ensimismamiento irresponsable, aunque va dando pasos vacilantes y torpes, propios del recién nacido que no está seguro de nada. Los pasitos atrás y las culadas son las denuncias de los alcaldes no populares de que el goppierno facilita las ayudas a los ayuntamientos de su signo político, marginando a los demás. 120 neonazis celebran una concentración en una granja escuela de Madrid para festejar el putsch hitleriano del 23. Podrían haber incurrido, al parecer, en delito de “ensalzamiento de valores raciales” y ahí es donde Clonista se queda perplejo. ¿Y los nacionalistas de todo origen y condición? ¿Y el inefable Arzalluz del Rh? ¿Y los comentaristas deportivos?  En la página donde se desarrolla la noticia el redactor se desmelena y dice que celebraron un “aquelarre” para festejar la efeméride. A la vista del sesgo diabólico que tomaba el asunto, Clonista ha leído toda la noticia, pero su desilusión ha sido enorme: ni una briznilla de azufre, ni un beso ciego, ni una patita de chivo, ni una babosidad lasciva… Por no haber, ni siquiera había una mala bruja que echarse a los ojos, una lechuza o un cuervo lustroso. ¡Qué energías combativas, las de Fernando Savater, que hasta considera necesario responder la necedad del icono pseudoizquierdista zapatista sobre la realidad, para éste tan lejana como desconocida, de las provincias vascongadas!  A lo largo del año Clonista ha llevado poco a su clónica la realidad espeluznante de los accidentes de tráfico. El más grave de la operación regreso del semipuente ha consistido en un choque frontal de un vehículo con cinco mujeres que se cruzó al otro lado de la autopista y se empotró contra una tranquila familia, ajena por completo al día escrito de su final. Los visitó el azar y los arrastró a la muerte súbita. ¡Qué delicadeza de corrección política la de la redacción para informar de que las cinco mujeres eran gitanas! Y si la relación con los gitanos no se ha normalizado después de tantos siglos de relativa convivencia, ni que decir tiene que lo por venir aún entrañará mayores, o distintas, distancias. Un mosso, que quedó parapléjico después de un tiroteo con un fugado mientras estaba en el periodo de prácticas antes de ser nombrado funcionario, acaba de ser declarado no apto para el servicio. La medida es legal y, al tiempo, inhumana. Todo normal, todo policial, todo controlado.

lunes, 15 de febrero de 2016

8-12-02

Se empieza con la Constitución y se acaba con la Inmaculada Concepción, es decir, el calendario sigue el ritmo de los tiempos que se detienen en este país. El fuel, sin embargo, es mácula mayúscula, casi hiperbólica, que cubre de mierda la festividad, como lo viene haciendo con el calendario desde hace más de 20 días y lo seguirá haciendo quién sabe por cuánto tiempo más. Por fin aparecen las famosas responsabilidades y las dificultades de todo tipo con que se van a encontrar las autoridades españolas para sacarle ni un rublo a quienes fletaron el barquito de marras. La chirigota auténtica es que un goppierno que apuesta por un estado escuchimizado en el que las empresas dicten su ley, siempre la del más fuerte y la del embudo, se vea ahora en el trance de andar requiriendo controles, supervisiones, inspecciones, y responsabilidades. Se ha puesto muy fuerte y muy farruco para impedir o condicionar hasta la imposibilidad el acuerdo entre plataformas digitales por satélite, pero no se le ve con tanto brío a la hora de exigir responsabilidades a quienes lo son de una chapuza con resultados tan catastróficos. Clonista se ha imaginado su propia casa cubierta con ese galipote: los suelos, los armarios, ¡los libros!, la cocina, los armarios roperos..., y ha sufrido un amago de depresión profunda que no se la desea a nadie. En Venezuela, por el contrario, el petróleo, con dimisiones por medio en la empresa nacional del mismo, se suma a la marea de indignación contra Chávez, mayor aún después de que las pistolas paragubernamentales se llevaran por delante a varios manifestantes.  Que algunas oeneges islámicas se conviertan en tapadera de terroristas de Al Qaeda supone un golpe bajo a la credibilidad del humanitarismo en general. Pero es lo propio de lo real: el engaño a los ojos, el trampantojo. Sigue siendo domingo, a pesar de algunas realidades con apariencia de noticia perecedera. Y lo propio del aliento largo del día se manifiesta en esa sombra pringosa y espesa que cubre la jornada de reflexión. Los augurios sobre la evolución de la carga del Prestige, los famosos “hilillos” rajoyanos que tanto recuerdan a los Sanchorofianos “bichillos” de la colza, más el debate político sobre la incompetencia y chulería del goppierno, con su caudillito a la cabeza, se llevan la parte del león de lo real prensado. Capítulo fijo es el de la competencia entre opinadores profesionales para ver quién resulta más ingenioso a la hora de cargar contra el goppierno. Y en ello siguen. La festividad trae la noticia de un suicidio a los 92 años, el de la madre del anterior presidente de gobierno francés, Lionel Jospin. Clonista lee unos “retales” del reportaje, que incluyen una biografía sintética de la madre de Jospin, una activista de izquierdas que se manifestó en 2001 contra el gobierno de su propio hijo, por cierto, y tropieza con un “hecha en falta” que no sabe si es obra de Octavi Martí, que firma el artículo, o de los famosos duendes de la imprenta que ya no existe, o del buen nivel de la instrucción escolar, o simplemente de que para echar en falta no hay como una buena hache inicial donde sentarse para lamentarse, al menos, con cierta comodidad. Los cineastas europeos piden que el cine sea una asignatura obligatoria. Clonista está y no está de acuerdo con ellos. Cronenberg se quejaba hacía poco de que se está perdiendo el arte de ver cine, que los productos americanos están arruinando la capacidad de ver auténtico cine, pero, con la muerte de Illich tan próxima, ¿de verdad una asignatura podría garantizar que ese adiestramiento diera frutos? Clonista no ignora, por otro lado, lo mucho y bueno que se podría hacer por el cine de verdad en alguna asignatura de carácter lúdico y en la que la evaluación no constituyera otra espada de Damocles más. 
7-12-02

Depresión central del gran valle vacacional. Dia de intendencia, de visitas fraterna y paternal. La ciudad no es el desierto que se esperaba: los consumidores bullen como virus de la gripe en un aula escolar. Las fechas señaladas imponen su ley y las pagas dobles se esquilman por adelantado. En ese barullo, en esa bullabesa espesa a la que tantos llaman vida –“disfrutar de la vida y consumir han venido a ser conceptos sinónimos”, sentencia Luis Goytisolo en su minúscula Paideia del día- , casi pasa desapercibido que el caudillito haya decidido crear un gabinete de crisis y que anuncie, como si fuera el gordo de navidad, su presencia inmediata en Galicia, como un santo que les llegara a los gallegos con  peana y sin apearse de la soberbia de su incompetencia. Que ese homúnculo pseudopolítico tilde a Zapatero de “desleal, demagogo e insolidario” no es un despropósito, sino el poso sólito y sólido de la mediocridad que tanto ha contribuido a que la acción civilizadora de la especie siga el ritmo lentísimo que sigue. A pesar de serle indiferente a Clonista la vida menuda de la implacable administración Bushamericana, la destitución o dimisión –que el cronista da las dos versiones en la misma página- de Paul O’Neill, quien se hizo “famoso” por su viaje por la miseria africana en compañía del cantante Bono, pone de manifiesto unas convicciones económicas que Clonista ha tenido ocasión de manifestar días atrás. Enfrentado a la “economía virtual de los especuladores”, para O’Neill “la realidad económica era el trabajo, la producción, la competitividad”, glosa el cronista. ¿A quién le puede extrañar que esos valores tan “conservadores” hayan sido defenestrados por los adalides del chollo, el chanchullo, la ficcioeconomía y la especulación bolsalvaje? Su oposición a mayores reducciones de impuestos –sin duda porque habrá previsto, por ese camino, el futuro de un déficit que acabaría provocando una recesión o incluso un crack- le honra y le acerca, quién se lo iba a decir, a la sensibilidad de sus adversarios políticos. La venganza israelí se cobra la vida de diez palestinos, una niña de once años entre ellos. Las manifestaciones claman venganza. El marcador siniestro de esta partida de ajedrez demencial volverá a moverse en breve, a buen seguro, a mal morir. Distinta es la que juegan Giscard y Prodi sobre la futura Constitución europea, pero no deja de ser juego, al fin y al cabo. ¿Por qué los consumidores de la realidad, sabiendo que el juego es parte consustancial de la misma, aceptan de tan mala manera que los protagonistas de lo real lo muestren, por activa y por pasiva, con un desparpajo cínico insoportable? Capítulo aparte en la construcción y recepción de lo real es el caso de Cascos. De la marea dálmata ha pasado a equiparar el desastre del Prestige con el de Chernóbil. ¿Rige Cascos? Que se ríe hasta del lucero del alba no hace falta periodista sabueso que lo siga para probarlo, pero de que rija –y Clonista renuncia a convertir al rijoso en sujeto del regir, que conste- ¿quién podrán dar fe fehaciente? Las carencias de la educación española, tan remisa a la hora del elogio, le hacen difícil a Clonista elaborar el elogio que le nace del corazón hacia cuantos, al margen de la Xunta y del goppierno, sin esperar la ayuda que las autoridades legalmente constituidas –pero quizás desde hoy no legítimamente- han regateado y siguen proporcionando con cuentagotas, se han remangado y se han puesto manos a la obra de defensa de la tierra, del país, de la nación, de la vida. ¡Vaya por ellos! A su lado, ¡cómo palidece el bazar de la realidad prensada! En tiempos de revuelta literal, es decir, de regreso al pasado, patrocinado por el goppierno y seguido en usos y costumbres por tantos secuaces, el padrinazgo pujoliano de la Convención de Cristianos por Europa, ¿qué parece, junto al heroísmo galaico y el de las brigadas de voluntarios, sino una asamblea de monaguillos amantes del vinillo dulce y las obleas? Otra señal de la guerra futura: el presidente de la región francesa de los Pirineos Orientales dice que, de agua del Ródano, nanay de la nana, y menos si es para que la agricultura compita con la gala. Pues eso.