27-2-02
De nuevo
aquí, es decir, por partida doble, y con el sueño y el cansancio doblado por el
día primaveral en el que correr -hoy sólo 15 km- se le ha hecho a Clonista muy
cuesta arriba. A estas horas de la noche, sólo la apetencia del sueño, que es
deseo de borrarlo todo y de explorar el caos, le gobierna. Entiende, por otro
lado, Clonista que la gente en general
no sea aficionada a la lectura de la prensa, y que hayan proliferado los
cuadernillos de titulares que se reparten gratuitamente: algo así como la
noticia convertida en aforismo, o poco más. Estimula coincidir con De Azúa en
el agradecimiento a Verdú por aquella columnita trasera tan explosiva, y Clonista
agradece al primero la suya de hoy, un abundamiento tan claro, y clarificador,
que raro será el votante socialista -pronto seremos legión de exvotantes, pues
a este ritmo llevamos camino, si no, de acabar convertidos en exvotos del altar
del beato Zapatero o en comparsas del histriónico Maragall- que no lo suscriba. Tiene algo de
rebelión discreta entrarle por detrás a la realidad prensada, haciendo caso
omiso de su despliegue frontal de pavo real, hoy con la foto trentina de los
altos ejecutivos católicos. La moda de la deformación informaintoxicativa gubernamental
parece haberse quedado hecha jirones en un plis plas. Eso sí, ha servido lo
suyo para mantener vivo el anodino enfrentamiento entre gobierno y oposición,
como corresponde a una democracia consolidada. Ayer, por lo leído, un conseller
del desgovern Pujol hizo que la policía cargara contra 30 manifestantes que
impedían el paso a la comitiva gubernamental. Despejado el camino, arreciaron
los insultos contra la autoridad legalmente constituida, y entre ellos llama
uno poderosamente la atención: “peseteros” ¿Qué lo sustituirá, en un futuro
inmediato europeos, europeros, eurófilos,
euristas, lladreuros, rapiñeuros, robeuros, afaneuros, eurones...? Lo que
sea sonará. Como sonará, algún día, la hora de que la autoridad legislativa y
ejecutiva haga algo para que ese 90% de mujeres extranjeras que trabajan en los
clubes de alterne de las carreteras pueda abandonar la esclavitud en que viven
y, si así lo deciden, dedicarse libremente a la vieja profesión, sin
arriesgarse a perder el “más preciado don” para los hombres, que dijo quien
sabía de qué hablaba. Noticias como la de hoy, que la vergüenza ajena y el
horror propio habrán impedido convertir en titular de primera página, sí que se
aparecen como realidades contundentes y depresivas: algunos colaboradores del
ACNUR y de la oenegé Save the Children
han sido acusados de haber abusado sexualmente de niñas y niños africanos.
Obliga a irse, del diario y de la realidad, la perversión autoritaria de esa
sexualidad enferma. Real como siempre lo es el imperio de la carne y como lo
saben muy bien los pedófilos que huronean por internet en busca de carne
estampada o vídeos abominables. Y nos vamos yendo. Clonista lo hace con la moda
de la tergiversación de la realidad, tan en boga. Ahora le toca a la presidenta
del INE, quien habrá de dar cumplida cuenta del famoso enmascaramiento de los
precios que ha supuesto el primer IPC del año. Y esa sesión congresual sí que
será un bonito ejercicio de juegos malabares con lo real, lo irreal y lo
relativo. Macbeth, adaptada por Bieito, se ofrece como una buena bofetada
escénica, dice el crítico, aunque no sepa explicar muy bien qué es lo que queda
de Shakespeare en la obra representada. Seguimos en el ámbito de la traducción,
imprescindible para poder ajustar la realidad en el lecho de Procusto de
nuestra vanidad. A su modo, algo parecido han hecho los jueces del Supremo: le
dan la razón al gobierno, pero lo que no se sabrá jamás es qué habrá hecho o
dejado de hacer el ejecutivo para que el supremo comprendiera que si les pagaban
las deudas a los funcionarios -siempre rehenes de los presupuestos
restrictivos- peligraba la salud financiera del estado, o poco menos. Y así nos
va(mos).
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