domingo, 26 de abril de 2015

27-2-02

     De nuevo aquí, es decir, por partida doble, y con el sueño y el cansancio doblado por el día primaveral en el que correr -hoy sólo 15 km- se le ha hecho a Clonista muy cuesta arriba. A estas horas de la noche, sólo la apetencia del sueño, que es deseo de borrarlo todo y de explorar el caos, le gobierna. Entiende, por otro lado, Clonista  que la gente en general no sea aficionada a la lectura de la prensa, y que hayan proliferado los cuadernillos de titulares que se reparten gratuitamente: algo así como la noticia convertida en aforismo, o poco más. Estimula coincidir con De Azúa en el agradecimiento a Verdú por aquella columnita trasera tan explosiva, y Clonista agradece al primero la suya de hoy, un abundamiento tan claro, y clarificador, que raro será el votante socialista -pronto seremos legión de exvotantes, pues a este ritmo llevamos camino, si no, de acabar convertidos en exvotos del altar del beato Zapatero o en comparsas del histriónico  Maragall- que no lo suscriba. Tiene algo de rebelión discreta entrarle por detrás a la realidad prensada, haciendo caso omiso de su despliegue frontal de pavo real, hoy con la foto trentina de los altos ejecutivos católicos. La moda de la deformación informaintoxicativa gubernamental parece haberse quedado hecha jirones en un plis plas. Eso sí, ha servido lo suyo para mantener vivo el anodino enfrentamiento entre gobierno y oposición, como corresponde a una democracia consolidada. Ayer, por lo leído, un conseller del desgovern Pujol hizo que la policía cargara contra 30 manifestantes que impedían el paso a la comitiva gubernamental. Despejado el camino, arreciaron los insultos contra la autoridad legalmente constituida, y entre ellos llama uno poderosamente la atención: “peseteros” ¿Qué lo sustituirá, en un futuro inmediato europeos, europeros, eurófilos, euristas, lladreuros, rapiñeuros, robeuros, afaneuros, eurones...? Lo que sea sonará. Como sonará, algún día, la hora de que la autoridad legislativa y ejecutiva haga algo para que ese 90% de mujeres extranjeras que trabajan en los clubes de alterne de las carreteras pueda abandonar la esclavitud en que viven y, si así lo deciden, dedicarse libremente a la vieja profesión, sin arriesgarse a perder el “más preciado don” para los hombres, que dijo quien sabía de qué hablaba. Noticias como la de hoy, que la vergüenza ajena y el horror propio habrán impedido convertir en titular de primera página, sí que se aparecen como realidades contundentes y depresivas: algunos colaboradores del ACNUR y de la oenegé Save the Children han sido acusados de haber abusado sexualmente de niñas y niños africanos. Obliga a irse, del diario y de la realidad, la perversión autoritaria de esa sexualidad enferma. Real como siempre lo es el imperio de la carne y como lo saben muy bien los pedófilos que huronean por internet en busca de carne estampada o vídeos abominables. Y nos vamos yendo. Clonista lo hace con la moda de la tergiversación de la realidad, tan en boga. Ahora le toca a la presidenta del INE, quien habrá de dar cumplida cuenta del famoso enmascaramiento de los precios que ha supuesto el primer IPC del año. Y esa sesión congresual sí que será un bonito ejercicio de juegos malabares con lo real, lo irreal y lo relativo. Macbeth, adaptada por Bieito, se ofrece como una buena bofetada escénica, dice el crítico, aunque no sepa explicar muy bien qué es lo que queda de Shakespeare en la obra representada. Seguimos en el ámbito de la traducción, imprescindible para poder ajustar la realidad en el lecho de Procusto de nuestra vanidad. A su modo, algo parecido han hecho los jueces del Supremo: le dan la razón al gobierno, pero lo que no se sabrá jamás es qué habrá hecho o dejado de hacer el ejecutivo para que el supremo comprendiera que si les pagaban las deudas a los funcionarios -siempre rehenes de los presupuestos restrictivos- peligraba la salud financiera del estado, o poco menos. Y así nos va(mos).

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