jueves, 29 de octubre de 2015

26-8-02

     Con cierta normalidad, no exenta de imprevistos y aplazamientos súbitos, Clonista se dispone a descorrer el velo de la realidad al tiempo que levanta la clónica pertinente –o impertinente, según se consideren ciertos arrebatos que tanto modifican la actitud que ha deseado mantener desde el inicio de su aventura– de un día en que, al tacto, más le parece coger entre sus dedos a Clonista la antigua Hoja del Lunes que propiamente todo un País. Cada vez más próximo el fin de las vacaciones que se toma lo real cada año como un absurdo rito propiciatorio, parecido al del inicio del año -¡pues no iba a escribir Clonista el inicio “natural” del año!-, lo propio de estos últimos días, más propensos a la depresión por el rencuentro con los hábitos undecimesinos, es cubrir el expediente, salir del paso, cumplir el trámite, recordar que se existe. Al gran tótem prensado de la ilegalización de B, se le suma una cumbre de las muchas que se suceden con candorosa abnegación y parvísimos resultados. En esta ocasión, el título prensado se rimbomba hasta decir basta: Cumbre de la Tierra, en lugar del aséptico y hasta cierto punto modesto Cumbre de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible. La postal veraniega de los Zapatero les recuerda a los lectores la apuesta electoral de la empresa: espontaneidad, ternura y sencillez dominan el encuadre y el mensaje. A Bush le están enfriando los ardores bélicos sus propios seguidores y es posible que su partido haya de ir a elecciones sin una mala bomba patriótica y religiosa que llevarse a la boca. En Palestina, las milicias terroristas continúan atentando contra supuestos y supuestas confidentes de Israel. El caso de una mujer denunciada por su hijo, quien reconoce que se inventó la historia de las traiciones de su madre tras ser torturado, y asesinada posteriormente por los aguerridos combatientes, pone de relieve el desquiciamiento a que conduce la situación impuesta por Israel. Estas realidades dramáticas comienzan a recordarle a Clonista la guerra que destrozó el Líbano, la antigua Suiza de Oriente Próximo, cuya complejidad siempre le impidió orientarse moralmente en ella. Demasiado verano en las realidades políticas, y reiteraciones sabidas. Los discursos machacantes quieren abrir una vía de racionalidad en quienes se niegan a anteponer la razón a la nación. Difícil va a ser que se abra. La publicidad gratuita electoral de Zapatero es contestada en columna anoréxica por el colmo de la inanidad, Zaplana, quien a su habitual discurso laminado, añade la perlita de reprocharle al propagandeado que su política es “el vacío más absoluto.” ¡Hay que ver la pesquis política del ex alcalde de Benidorm! Bastante más real, a pesar del estadistiqueo que la avala, es la realidad descrita por el equipo de Josep Oliver: cuanto mayor es el dinamismo del mercado laboral, menor es la tendencia a continuar los estudios entre los jóvenes. El mito de a mayor educación mejor salario ha caído en el descrédito absoluto. ¿Será tomar el rábano por las hojas decir que la ministra Castillo leerá complacida el informe? Seguramente lo será. ¡A buenas horas, mangas amarillas! Ahora el gobierno canario dice que realizará el proyecto de Chillida para Tindaya. ¡Ay, qué poder el de la muerte!

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