26-8-02
Con cierta
normalidad, no exenta de imprevistos y aplazamientos súbitos, Clonista se
dispone a descorrer el velo de la realidad al tiempo que levanta la clónica
pertinente –o impertinente, según se consideren ciertos arrebatos que tanto
modifican la actitud que ha deseado mantener desde el inicio de su aventura– de
un día en que, al tacto, más le parece coger entre sus dedos a Clonista la
antigua Hoja del Lunes que propiamente todo un País. Cada vez más próximo el
fin de las vacaciones que se toma lo real cada año como un absurdo rito
propiciatorio, parecido al del inicio del año -¡pues no iba a escribir Clonista
el inicio “natural” del año!-, lo propio de estos últimos días, más propensos a
la depresión por el rencuentro con los hábitos undecimesinos, es cubrir el
expediente, salir del paso, cumplir el trámite, recordar que se existe. Al gran
tótem prensado de la ilegalización de B, se le suma una cumbre de las muchas
que se suceden con candorosa abnegación y parvísimos resultados. En esta
ocasión, el título prensado se rimbomba hasta decir basta: Cumbre de la Tierra,
en lugar del aséptico y hasta cierto punto modesto Cumbre de Naciones Unidas
sobre Desarrollo Sostenible. La postal veraniega de los Zapatero les recuerda a
los lectores la apuesta electoral de la empresa: espontaneidad, ternura y
sencillez dominan el encuadre y el mensaje. A Bush le están enfriando los
ardores bélicos sus propios seguidores y es posible que su partido haya de ir a
elecciones sin una mala bomba patriótica y religiosa que llevarse a la boca. En
Palestina, las milicias terroristas continúan atentando contra supuestos y
supuestas confidentes de Israel. El caso de una mujer denunciada por su hijo,
quien reconoce que se inventó la historia de las traiciones de su madre tras
ser torturado, y asesinada posteriormente por los aguerridos combatientes, pone
de relieve el desquiciamiento a que conduce la situación impuesta por Israel.
Estas realidades dramáticas comienzan a recordarle a Clonista la guerra que
destrozó el Líbano, la antigua Suiza de Oriente Próximo, cuya complejidad
siempre le impidió orientarse moralmente en ella. Demasiado verano en las
realidades políticas, y reiteraciones sabidas. Los discursos machacantes
quieren abrir una vía de racionalidad en quienes se niegan a anteponer la razón
a la nación. Difícil va a ser que se abra. La publicidad gratuita electoral de
Zapatero es contestada en columna anoréxica por el colmo de la inanidad,
Zaplana, quien a su habitual discurso laminado, añade la perlita de reprocharle
al propagandeado que su política es “el vacío más absoluto.” ¡Hay que ver la
pesquis política del ex alcalde de Benidorm! Bastante más real, a pesar del
estadistiqueo que la avala, es la realidad descrita por el equipo de Josep Oliver:
cuanto mayor es el dinamismo del mercado laboral, menor es la tendencia a
continuar los estudios entre los jóvenes. El mito de a mayor educación mejor
salario ha caído en el descrédito absoluto. ¿Será tomar el rábano por las hojas
decir que la ministra Castillo leerá complacida el informe? Seguramente lo
será. ¡A buenas horas, mangas amarillas! Ahora el gobierno canario dice que
realizará el proyecto de Chillida para Tindaya. ¡Ay, qué poder el de la muerte!
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