7-8-02
Más
desplazamientos, ahora ya al destino estival definitivo, con el susto por medio
de un accidente en carretera en el que casi acaban Clonista y familia
empotrados contra el vehículo precedente. Desde el clima hiperhúmedo de la
ribera del Mar Menor, y a hora tardía de la mañana, con un fondo de cigarras y
verderones, Clonista recoge la realidad prensada de ayer y tiene la impresión
de que acoge en su atención voluntariosa una suerte de realidad desfallecida y
boqueante. El caudillito, que no tuvo prisa para el debate de la nación que se
le ha escapado de las manos, achucha ahora para agravar la situación en las
vascongadas. O Clonista tiene los sesos reblandecidos o le parece que ese
intento de ilegalización tiene menos futuro en un tribunal que la candidatura de Martínez
Pujalte a la sucesión de Aznar, por decir un disparate. La materia sensible que
es todo lo relacionado con el terrorismo obliga a vasallajes incomprensibles,
de ahí que la posición de IU sea, en parte, lo más sensato que ha leído Clonista
cuando la histeria domina los actos guppernamentales y el PSOE se deja llevar
más en actitud de lacayo que de estado. De lo que ya no está tan seguro Clonista
es de que el objetivo del goppierno sea “echar una cortina de humo” para tapar
el fracaso de la lucha antiterrorista. De hecho, lo incomprensible, frente al
fenómeno terrorista, es que pueda llegar a hablarse de éxito o de fracaso. Al final,
con ese vaivén de desarticulaciones y atentados, todo se reduce a un triste
espectáculo que sólo engaña a los bobos. Cada vez que Clonista oye a cualquier
político animando a la ciudadanía con la estupidez de que los terroristas no
vencerán, de que se acabará con la lacra y toda la secuela de mensajes cifrados
oficiales piensa que han perdido por completo el sentido de la realidad, que
toman a los ciudadanos por imbéciles y por menores de edad sin criterio ni
posibilidad de formárselo. El paternalismo también es una lacra. Ahí está
Arenillas de Aznar prometiendo inversiones a diestro y siniestro en Ceuta, para
darle a la españolidad su verdadero contenido. A la que los marroquíes
propusieran convertir Ceuta en el “motor de su desarrollo”, en la “niña bonita
de sus ojos económicos” o cualquier otra deferencia que asegure una zona de
desarrollo privilegiada, el goppierno lo iba a tener crudo, seguro. Bien oscuro
tendrán su futuro los negreros detenidos por la policía cuando abordaron el
Ocean King y liberaron a los esclavos que buscaban el paraíso del primer mundo
en cualquier empleo basura que pudieran conseguir en España. Ahora, después de
haber perdido su inversión para el viaje clandestino, serán repatriados.
¿Cuánto tiempo pasará antes de que quede en nada la condena? En vez de
llevarlos por mar, los lanzaron a él, a dos colombianos apalizados, cuatro
porteros de discoteca –Clonista no sabe si son todos purita carne de gimnasio y
cerebro de magnesia- que velaban armas nada menos que a las puertas de El
Bribón de la Habana. El verano es tiempo adecuado para la realidad de bazar.
Los fraudes en los tratamientos de belleza, por ejemplo, en los que inyectan
productos de exclusivo uso tópico, como pasa con un anticelulítico que deben de
prometer a la buena panda de incautos perezosos que se prestan a ello, el oro y
el moro de la belleza cuché. O las declaraciones del exquisito Claudio Magris,
a quien le parece un caso “sin parangón en la historia política” el que fuera
elegido senador en un partido creado ex profeso para la ocasión y cuyo único
afiliado era él. El senado tiene, con todo, una connotación de singularidad que
permite la extravagancia, pero no deja de ser sintomática de la incapacidad de
adaptación a la verdadera política, y una confesión de las viejas raíces del
despotismo ilustrado. A Clonista le parece bien, no obstante, de que alerte del
peligro de Mafiosconi, porque está convencido de que para Magris, y como se ha
señalado repetidamente en esta clónica, no será ninguna broma el hecho de que
la legislación se haga ad hominem, por capitostem que sea. Con todo, en la
realidad bazariega tiene mucha más miga la información referida a Anita
Alvarado. Tanta más que cae más, a su vez, del lado de una astuta campaña de
promoción de la autobiografía de inminente publicación, que propiamente del
lado de la noticia. Con el despiste de quien en verano baja las defensas y
tiene bastante con la realidad de supervivencia, Clonista no había caído en que
los marujeos de cierre se alternarían con las millasadas, y puesto a leer la
que tocaba hoy al azar o a un ritmo que Clonista aún no ha detectado, ni
detectará, ha tenido que detenerse al llegar a “hay días en los que abro el
periódico y llego al editorial con la lengua fuera.” Clonista no quiere saber
más, y advierte que su aventura aficionada es recurso en los profesionales.
Arrimado al ojos que no ven…, Clonista se serena y se anima para seguir en su
afán, empeñado en salir con bien del reto añal. Hebdomadario es, dónde va a
parar, palabreja que le hubiera gustado más para la gesta, pero no cabe, o
mejor dicho, no llega.
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