viernes, 24 de julio de 2015

24-5-02

     La de hoy sí que es buena, para comenzar: no hay nadie que tenga  pasión por la realidad. ¿O acaso sí? Ahí queda la duda. Parece evidente, con todo, que la realidad como tal, la famosa en-sí, no despierta precisamente pasiones. Está ahí, inerte, como instrumento de disputa, como dato, como testigo mudo y ciego de intereses bastardos, pero devociones no suscita. La materia ya es otro cantar, copla de físicos. A su modo, la realidad no compromete a nada, en apariencia es fácil de malear y siempre permite que hasta los más necios apelen a ella como el aval de avales par excellence. A Clonista  se le ha recriminado tanto en su adolescencia y juventud haber estado casi permanentemente fuera de ella que esta clónica debe tener algo de íntimo ajuste de cuentas con una etapa vital que era un cadena de topes, y también un toparse contra quienes los ponían. En cualquier caso, entrar en la realidad prensada tiene mucho de simulacro, de juego virtual, de territorio privilegiado por donde no campa el dolor sino sub especie teatralis. Si hay días que se suceden unos a otros como la astrosa continuidad del tedio, el clonista tiene la sensación de haberse metido en una mala racha de los mismos, y ni siquiera la confirmación de la anunciadísima huelga general, más las descalificaciones ramplonas del rampante grAznar en campo de hules, dispuesto a devorar los caperucitos rojos, al compás de la copla de la antiespaña, es capaz de levantarle a Clonista el ánimo, en la fase decadente de su molesta ciclotimia. No obstante, no se le pasa por alto a Clonista la disposición democrática del Bundestag: el orador -en la fotografía Bush, aunque cueste adjudicarle el calificativo, ciertamente- se halla a la altura de las tres primeras filas de diputados. El probo Serpa no aguantará la ascensión a la jefatura del estado colombiano, y quizás de ahí la alerta de que viene el lobo populista a prometer mano dura uribeña mientras con la otra deja en cueros el sistema democrático, asistido en su empresa por el contrapoder de las FARC, dispuesto a permitir justificar lo injustificable. De más risa, si no fuera una tragedia, son los juicios en Guinea Ecuatorial. El líder carismático español ni siquiera ha levantado la voz para protestar ante el líder carismático guineano. Debe estar atareado en levantar muros de contención  hispanobritánicos por tierra, mar y aire. Se supone que están de gira mediática para dar a conocer la realidad sufriente de África, pero la crónica de la visita de Bono, el cantante, y el ministro de Hacienda usamericano aparece reflejada en la realidad prensada como un baile de disfraces y un simulacro de ejercicio de supervivencia para ociosos adinerados. Sí, en la realidad también hay insultos en-sí.

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