sábado, 25 de julio de 2015

25-5-02

     Preludio del vacío informativo de los domingos, el día de hoy, sábado, apenas si tiene un apunte de relieve: el real decreto que impone la aniquilación del sistema de protección al desempleo, a juzgar por cómo lo deja. Diríase que es real por la realeza del reino donde el valido hace y deshace a golpe de decreto -curiosa manera de entender el diálogo- tras el berrinche del siglo por lo deslucida que le va a quedar la eurocumbre a quien se despide de la efímera notoriedad de sus presidencias rotativas. Eso de que los desheredados de la fortuna se den cita al pie de los manteles impolutos y exquisitos de los mandarines, se ve que no le ha gustado al creador de la segunda transición -caída ya en el olvido, como la recuperación de Gibraltar, la defensa de la república saharaui, la seguridad ciudadana, el pleno empleo, la desaparición de las listas de espera, el descenso del gasto farmacéutico, la política de buena vecindad con Marruecos, etc.-; que los cada vez más parias de la tierra le den tres gritos abochornadores al caudillito, mientras ejerce de anfitrión repeinado con sonrisitas colmilludas, le ha provocado. ¿Respuesta en el turno del diálogo imposible? Pues realidad por decreto, la más fácil y la más injusta siempre. La desafección hacia lo real también se inicia en la facilidad asombrosa del poder político para cambiarlo todo en un abrir y cerrar de ojos, ante la casi indefensión absoluta de los ciudadanos. Putin y Bush se desamenazan poco a poco. Y la realidad prensada se acaba pronto. Los niños de la calle pueden ser reportajeados si son de Brasil, Caracas, México o India, por ejemplo, pero no si son de Ceuta, y menos aún si quienes gobiernan la ciudad la goppiernan. De ahí se deduce, y hoy el círculo se cierra como se abrió, que la realidad aparece y desaparece por arte de censura en la televisión guppernamental (¡Casi ruppernamental, what a coincidence!). Además, como fin de fiesta autocrático, y para que el país siga retrocediendo en el túnel del tiempo hacia el entontecimiento y las novenas, por ahí amenaza la galería de espectros que llenarán de chundachún deplorable y telepatriótico, cenicienta botejara por medio, los altares catódicos patrios, siempre propensos a la exaltación del régimen (¿es maliciosa invención del clonista que Uribarri, de adhesivo e inquebrantable recuerdo, anda en el barrido y en el fregado?). Las migajas de la realidad a veces se convierten, evangélicamente, en primeros platos prensados, ciertamente.

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