11-6-02
Crisis de realidad, como crisis de
identidad e incluso como crisis económica o sentimental. El goppierno
rectifica, Aparicio aparece y escamotea sus intenciones, ¿a instancias de
quién? ¿Encuestas habemus? De mucho tiempo a esta parte, gobernar sin el apoyo
estratégico de las encuestas orientadoras, e incluso dictadoras, es una tarea
imposible: no se sabe. Que la labor de gobierno se ha simplificado enormemente
es un secreto a voces desde la llegada de Aznar al poder, está claro. Es más,
incluso el CIS, derrotado y cautivo, ha acabado convirtiéndose en la voz
imperiosa de su Azmo. Hablando de amos, Rabat se ha aprestado a
desarticular ni se sabe qué para hacer
méritos delante de sí saben quién. Hoy, exclaustrado de su desaparición
mediática, Rubert de Ventós, exsocialista, sale al ruedo, como salió hace ya
cierto tiempo, para reivindicar su particular nacionalismo de catalán
centrifugado y problematizado en España -¿y cuántos no se sentirán como él en
su nación: un problema e igualmente centrifugados, aunque aquí con inmersión
previa para quitar bien todas las manchas originales, incluida La Mancha y su
Hidalgo, personaje non grato y extraño, culturalmente, al MH-. La ingenuidad
política del filósofo roza el esperpento cuando dice que ningún partido de obediencia
española ha ganado las elecciones catalanas. No parece que CiU peque de
desobediente al goppierno central, ciertamente, y m(M)á(a)s por la cuenta que
le trae, sin duda, que vale casi como sin Dura...n. Y el despropósito se
consuma cuando desea alguna victoria de la Esquerra Republicana de
Carodxenófobo. Clonista, que asiste
conmovido al conato de demencia senil, inducido por los medicamentos, de su
progenitor hospitalizado, mira con cierta prevención los daños de la edad, y
quizás se anime a hacer una suerte de documento notarial en el que desautorice
futuras posibles reacciones ideológicas a cierta edad; que no le ocurra como al
desdichado y cristiano Bergamín, vampirizado en sus postrimerías nada menos que
por HB. Que la realidad tiene contrasentidos y paradojas difíciles de admitir,
más que de comprender, se comprueba cuando a uno le llega la noticia de que una
reclusa muere por sobredosis en una cárcel. Idéntica renuncia a la asunción de
la responsabilidad es la que se da en casi todos los niveles de la sociedad. Y
una perla final: el señor Villatoro, lacayo gubermasmental en TV3 y
alrededores, se queja de que las antenas parabólicas impiden integrarse a los
inmigrantes, al haber dos circuitos informativos. La realidad queda ahí
consignada, y Clonista se abstendrá de sacar los corogoebbelslarios
pertinentes. En fin...
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