10-10-02
Si ayer Clonista
aducía su experiencia docente para avalar todos los temores del mundo ante la
inexorable decadencia de la literatura, hoy, aunque no pertenezca propiamente a
la visión prensada, no quiere dejar de reseñar lo escuchado en la cadena SER de
buena mañana: “Hoy se publican las memorias de Gabriel García Márquez. En
Barcelona, Lola Herrera, quien actualmente representa una de las obras más
conocidas del autor, Cinco horas con
Mario, leerá unos fragmentos del libro”. ¡Ya están aquí, ya han llegado,
esas promociones a las que se refería Clonista! Para ellas, Borges será un
aceite, D.Quijote un souvenir de turistas, Gaudí una flota de autobuses
turísticos et sic de caetaris. A medias se reparten la realidad dos miradas
bien distintas, pero ambas temerosas: la patronal vasca teme un empobrecimiento
de las vascongadas si prospera la división social que propone el nacionalismo
gopnvernante; la UE acepta diez nuevos socios, pero rechaza a Turquía, por
mora, y a Bulgaria y Rumanía por paupérrimas. Se ve que la pretensión del Papa
de que la futura constitución europea mencione el cristianismo católico como
elemento definidor del continente ha hallado oídos favorables entre los
tecnócratas meapilas bruselinos. Como
durante el mes de agosto, de nuevo las lluvias sobre Barcelona se han bastado,
ellas solitas, para poner en evidencia la incapacidad de una ciudad que se
pretende moderna y que ha vuelto a quedarse aislada, al anegarse las
principales vías de acceso a la ciudad. Cayeron las murallas en el XIX, pero la
incompetencia urbanística de siempre sigue en pie. Todo ello sin hacer sangre
de la inundación de la sala donde se encuentran los transformadores de alta
tensión del centro de control aéreo del aeropuerto, lo que ha supuesto un auténtico
caos de cancelaciones y retrasos típicos de jornadas de huelgas salvajes.
Menudo corte de mangas le ha hecho el rey marroquí al proceso electoral
eligiendo un valido e invalidando, casi, tan incipiente democratización.
¿Movimiento estratégico para recuperar las buenas relaciones con España? Ya se
verá. Aunque cada cual es hijo de sus obras, como pensaba y sostenía Cervantes
–la errata teclear, hijo de sus sobras,
también se las trae...-, el asesino de Washington, que tiene atemorizado al
condado de Montgomery, se ha manifestado verbalmente: “Querido policía: Yo soy
Dios.” De hoz y coz, pues, en la previsible mediocridad mesiánica usamericana;
el país, recuérdese, donde el 90% de la población cree a pies juntillas en el
ángel de la guarda. ¡Cómo cambian los tiempos!, que es lo propio de ellos, por
otro lado; como cambia la realidad, su alias. La CIA contradice a Bush y rebaja
el peligro de la amenaza iraquí. De hecho, solo se considera que podría ser
peligrosa si se sintiera acosada, lo cual es otra perogrullada más de los altos
análisis políticos con que se rigen los destinos del planeta. Flores d’Arcais y
Vattimo arremeten contra la presencia en la canonización de Escrivá de Masssimo
d’Alema. ¿Qué se le ha perdido a d’Alema en la fiesta del santo fascistón, el
franquista y “apologista de las matanzas de Pinochet”, como escriben los
defensores de una auténtica política de izquierdas en Italia, una política
nacida de la base. Muy sonriente aparece Zapatero en su encuentro con Blair al
inicio de la gira internacional en la que se irá dando a conocer para
equilibrar la abusiva presencia internacional del caudillito. Elogia algunas
políticas del inglés, pero se reserva la discrepancia en otras, para no
enturbiar una relación recién iniciada. De todos modos, más le valía buscar
pareja internacional en Alemania, porque Blair ya ha hecho buenas las migas con
el Bush’s felpudo, [pronúnciese félpudou].
Mientras, sube de tono la protesta contra la política de fronteras del
goppierno para evitar la inmigración ilegal. La Asociación Pro Derechos Humanos
de Andalucía denuncia que el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior solo ha
servido para que las pateras desvíen sus rutas tradicionales y busquen
escenarios que acaban siendo abruptos y llenos de acantilados, lugares donde
muchos de los pasajeros hacia el bienestar occidental acaban perdiendo la vida.
Melilla, que no parece sufrir el acoso inmigrante de Ceuta, al menos con tanta
intensidad, ha celebrado el quinto centenario de su fundación, pero lo ha hecho
en Madrid, consciente de que una celebración así ha de ser un acto de la
capital del reino, pues de otro modo difícilmente se hubiera ni siquiera sabido
que existía tal efeméride. Lo que sí se ha sabido es el desigual reparto de los
fondos para I+D, cuya mayor cuantía se destina a la fabricación de armas. Todo
muy congruente con la acción habitual de un goppierno tan belicista y
banderardoroso. La noticia sobre los detenidos en Irán por bailar “agarrados”
en los guateques -¡desde cuándo no oía o decía Clonista esa palabra tan de
su juventud, como el partí del tetas, un guaperas paleto y coleguilla
de aquella época- de las familias
acomodadas, y que remite a aquella película-documental estremecedora llamada El círculo, parece incrustada en la
realidad prensada como referente del retroviaje que se ha empeñado el
caudillito que haga la sociedad española, ni más ni menos. Con motivo de haber
tomado la decisión de que el Born finalmente no albergue la megabiblioteca
pública que se pensó instalar en él antes de ser descubiertos los restos
fibropatrióticos de 1714, Francesc de Carreras le ahorra a Clonista repetirse
con pronunciamientos ya reiterados y le permite descansar en la copia del
párrafo que suscribe, como suele decirse, con puntos y comas: “Que quede claro:
seleccionamos los pedazos de historia que nos convienen y tapamos lo que nos
molesta. No queremos conocer nuestro pasado por un legítimo afán de
conocimiento: utilizamos la historia para satisfacer opciones políticas
actuales. La historia como arma, como constructora y conservadora de mitos,
contra el peligroso conocimiento crítico a que pueden dar lugar los libros.
Igual, exactamente con la misma intención, que la siniestra ceremonia militar
ante la gigantesca bandera rojigualda de la plaza de Colón en Madrid. Ni lo uno
es historia ni lo otro es Constitución. Todos están en el mismo cesto de la
propaganda dirigida a los sentimientos más primarios. Malos tiempos para la
razón”. Eso sí, por el Museo de Greuges
pasarán todos los alumnos de los colegios públicos de Cataluña para recibir el
imprimátur de las pétreas beceroles del
nacionalismo triunfante. Se ve venir. A tono con la presencia de Ferrusola, MH
consorte, en Roma, los vecinos de una finca urbana en la que han instalado un
lenocinio, han decidido luchar contra un negocio que, además de dar mal ejemplo
a las criaturas es una fuente de desagradable convivencia con los poco cívicos
clientes que lo visitan. Sentados en la entrada del edificio controlan las
entradas de los clientes y les avergüenzan que vayan allí a desahogarse: “¿Ya
lo sabe su familia?” y “¡ya nos encargaremos de avisar a alguien!” son el tipo
de presiones y amenazas verbales que se gastan las y los celosos inquisidores
de las canitas ajenas. Las autoridades, que en la lucha contra la prostitución
esclavista –las pupilas tienen unos macarras con quienes la patrulla antivicio
ya ha tenido sus más y sus menos- siguen una política que no quiere acabar de
enfrentarse del todo al problema, lo que originaría una contestación social de
órdago, con innegables repercusiones electorales y mediáticas, se han quitado
de encima a la patrulla con un argumento de manual: el puticlub tiene los papeles en regla, y adiós muy buenas. Clonista
tiene cierta sensibilidad para detectar incoherencias. En el suplemento en catalán
de su diario de referencia aparece un reportaje sobre la radio y en el pie de
foto de una en la que se ve al periodista y escritor Joan Barril, se lee: “Juan Barril, ahir, mentre feia el seu
programa La R-Pública, a ComRàdio.” ¡En el Quadern! Por segunda vez en poco tiempo Clonista ha
rescatado dos realidades de las páginas del suplemento CiberP@ís de
indudable interés. Una de ellas ya ha llegado a las páginas “normales” del
diario. La de hoy aún no, la aparición de un programa de software que permite
censurar las películas para verlas a gusto del consumidor. El programa tiene
varios niveles de censura y el consumidor puede escoger el que le interese, en
función de sus principios, de su ideología o, lo que será más común, de su
religión. No todo iba a ser libert@d en la red,
ciertamente. Del mismo modo que lo que comenzó siendo gratis acabará costando
lo suyo. El viejo conocido Andreu Morte vuelve a estar al frente de El Mercat
de les Flors. Con él arrastra una modernidad vistosa pero superficial, si bien
parece haber conseguido que se abaraten las entradas, lo cual sí que tiene que
ver con sus modestos orígenes esforzados. Aparece entre las frivolidades y las
anécdotas de la sección Gente, pero
la apuesta de Marco Pannella, el líder radical italiano, por que las misses
vayan a Nigeria para lanzar desde allí su alegato contra la pena de muerte y la
barbarie de la sharía merecía, cree Clonista, otro espacio. Más allá de que la
necia realidad de los concursos de misses sea algo inaceptable, Pannella,
siempre tan pragmático, pretende que, al menos, pueda rendir un servicio
inestimable. Posibilismo, ¿no se le llama así, a su posición? El goppierno, a
la vista de las elecciones en cierne, se decide a dar el gran subidazo de
sueldo a los funcionarios, unas decimillas por encima del IPC, del que han
estado tan alejados como el caudillito del evangelio cristiano. No tienen
remedio. Clonista, aprovechando la primera prueba de medio maratón en compañía
de Josep Oliver, le pedirá información sobre las teorías de los dos Nobel de
economía. Especialmente sobre la influencia de la perspectiva psicológica en
los procesos económicos. Lo que parece algo más que un exceso es la
presentación hecha en la entradilla: “la concesión premia el hecho de haber
roto con la visión tradicional de que la economía es una ciencia meramente
racional.” Así dicho parece una reivindicación de López Rega, alias “el brujo”.
¿Aún se acuerda alguien de él, aparte de este clonicador impenitente de anárquica
memoria?
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