3-12-02
Hoy no está Clonista para nada, ni para realidades
reales ni para realidades clonicadas ni para realidades ignotas o fantaseadas.
Debería hacerle caso a su primogénito y declarar el día “cerrado por fiebre”.
Pero con ese vaivén del entendimiento y la percepción a que obliga la fiebre, Clonista
se arma de valor y repasa, hasta donde le lleguen las fuerzas, una realidad que
se ha ennegrecido de fuel hasta límites insoportables. Los momentos cruciales
ponen a prueba a los gobernantes, y a los administrados. El buen Cascos,
pillado en cacería de rebecos mientras Galicia se pringaba –entre otras cosas
por la incompetencia inicial de alejar el barco mar adentro, frente a otras
teorías más razonables (aunque a toro pasado es siempre fácil decirlo) que
aconsejaban delimitar los daños a una acotada zona de costa- casi se ha ahogado
por la carlanca después de haber arremetido con rabia murcielaguil contra la
oposición, recordándoles los tiros en la nuca, la cal viva y otros
espeluznantes episodios nacionales pasados. Ahora bien, de por qué andaba tras
los rebecos por los recovecos del Pirineo, en vez de estar en un puesto de
mando del que desertaron todos los miembros del goppierno y del gallegoppierno
también al grito de ¡vámonos de caza y marisma que esto no hay quien lo
arregle!, o algo parecido, pues ni mu, es decir, ni mu. El recurso caudillar a
la conjura prisocialista ocupa hoy la anterior judeomasónica con un desparpajo
que llega a límites intolerables. Clonista teme, con todo, que haya una mayoría
que acabe votando los 25 años de Pazvabien. De momento, los bancos se enfrentan
a los jueces y dicen que de revelaciones ni tantico así. Ni a la jueza de
Gescartera, ni al que investiga el caso Turismo en Cataluña. Ellos son como los
sacerdotes: profesionales del secreto de confesión. Lula desea una UE en Sudamérica,
con moneda común incluida. Tiene sentido. Globalizan, sí, pero a microescala, y
estarían en condiciones del gran reto: competir, vender, ganar divisas, reducir
deuda, etc. Se supone que también repartir, pero es siempre el último paso y
para el que siempre, además, surge una retahíla de inconvenientes que ya
quisieran las mil y una noches. La ignorancia de Clonista es tan palmaria que
no necesita recordarlo, pero no deja de darle vueltas a la idea de que surgiera
una economía que se desarrollara al margen de las bolsas, una economía
productiva que no dependiera del juego, sino de la calidad de los productos y
de la seriedad de los fabricantes. No hará muchos días leyó, y no lo anotó, que
un empresario había hecho bien en no sacar su empresa a bolsa, lo que le había
permitido no solo mantener el negocio sino ampliarlo. El paradigma del delito
económico en España, Mario Conde, aspira a que le concedan el tercer grado a
los cuatro meses de haber vuelto a la cárcel. Del dinero sustraído nunca más se
supo, pero, como decía un corresponsal días atrás en las Cartas al Director, ¿a quién quieren hacer creer que Roldán vaya a
necesitar el trabajo que le pudieran ofrecer para poder vivir, cuando tiene un
fortunón testaferrado a su disposición? Sí, se empeñan en tomarnos por
imbéciles, como sostenía el corresponsal. Flaquean ya las fuerzas. Clos las
saca de su Folclòsrum y exhibe la bendición apostólica de Santana, mejor
guitarrista, ¡dónde va a parar!, que telepredicador, pero este Clos tiene una
tendencia religiosoide que se agarra a cualquier crucifijo ardiendo, la verdad
sea dicha. ¡Qué lamentable la situación de la viuda de Bardem! Al final, las
estrecheces económicas se han cernido sobre ella, a solas, sin él, quien en los
últimos años malganaba apenas de una conferencia aquí y otra allá por la que le
pagaban lo justo para sobrevivir. La SGAE le pasará una pensión de 1.200 euros
mensuales. A su lado, el endeudamiento hasta el 78% de la renta de las familias
españolas ofrece esa imagen de la españavabién que ya nadie puede creerse,
desde luego. Antes tampoco, porque el reparto de la riqueza bajo el poder del
goppierno ha sido siempre exageradamente desigual; pero la propaganda tiene
unas cotas de eficacia harto curiosas, aunque a la larga acaba desfalleciendo,
sobre todo si se le ocurre correr sobre terrenos llenos de alquitrán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario