5-12-01
Un nuevo día, se miente Clonista con más
desvergüenza que hábito. Quizás porque disminuye la fiebre y la realidad vuelve
a verse sin esa distorsión hirviente que todo lo contagia de desgana y
desánimo. De hecho, una buena sesión de 10 km en cinta contra el gripazo le ha
dejado a Clonista suave como la piel de cabritilla de los guantes. Zapatero
exige a Aznar que “coja el timón” en la crisis del Prestige. ¡Qué temeridad! ¿Y si le hace caso, para llevar la
contraria! Teniendo en cuenta cómo luchan heroicamente los pescaderos gallegos
contra los vómitos de fuel del Prestige,
quizás lo más oportuno sería que el goppierno siga dedicándose a la caza y el
turismo rural, no vaya a ser que acabe consiguiendo que esos vómitos del gran
capital lleguen hasta las casas cercanas a la costa. Desde que el goppierno
consideró los vertidos como una amenaza dálmata de mínima envergadura, las
“manchas sueltas” siguen desplazándose hacia costas aún más lejanas: Portugal,
la costa cantábrica y Francia se aprestan a la defensa, con una diligencia que
pone en evidencia la dejadez cinegeticoturística del goppierno español. Por
otro lado, y a pesar de aquel ejercicio de cajas chinas que fueron los
artículos dedicados a las sociedades interpuestas que se dedican al transporte
del crudo, ¿no se ha dicho más bien poco de la responsabilidad última del grupo
petrolífero ruso Alfa, una de cuyas empresas fletó el cascarón de solemne
nombre? El goppierno dice poco y mal, pero hasta la fecha no ha salido en sus
comunicados ni una sola palabra de la exigencia de responsabilidades a los
responsables reales del siniestro. Un juez de Usamérica le ha reconocido a un
detenido por la histeria postonce de setiembre el derecho a defenderse. La
Administración Bush, sin embargo, lo considera “combatiente enemigo”, lo que lo
sustrae a la acción de la justicia ordinaria, lo mismo que hace con los
prisioneros de Guantánamo, una especie de paraíso fiscal de la ausencia de
derechos, pues, al no considerarse territorio americano, se halla en ese limbo
donde uno puede despedirse de cualquier derecho humano de los reconocidos en
las leyes internacionales. La propaganda sigue labrando el fértil terreno de la
realidad prensada y ya ha dado un nuevo fruto: las milicias de Al Qaeda se han
fusionado con las milicias palestinas y se está formando, en consecuencia, el
gran ejército terrorista del mal contra el que ya están deseando misilear los
halcones israelíes como entrenamiento para ayudar después al “amigo
usamericano” cuando la emprenda a misilazos contra Irak. El rey en Navarra se
las ha tenido tiesas con los guerreros batasunos que armados de canciones
defendían sus ficciones políticas con barítona energía. ¡Si siempre lo hicieran
así! Cuanto más se conoce del genoma, más se cree en la importancia decisiva
del azar, como ya sostuvo Monod, en la evolución de las especies y, sobre todo,
de la humana. Compartir el 99% del genoma con el ratón no es algo tan
“sorpresivo” como reza la propaganda. Intuitivamente se ha entendido que era
así desde los albores de la ciencia experimental, que escogió por algo las
cobayas, ¿o no? El goppierno prepara una nueva visita del Papa católico a la
cada vez menos católica España. La cercanía de las elecciones municipales
convierte un poco la visita en algo así como sacar el santo en procesión, a ver
si llueven votos. Pero por más que se queden rouncos gritando amenes, es bien
probable que no tengan el santo de cara. La pregunta inevitable es: ¿en qué
país la palmará el Papa?, porque su afán viajero lo llevará a morir lejos de su
casa, eso se ve venir. ¿Será en España? Vale que el dúo Aznar-Cascos es
siniestro y gafe, y ahí está el hundimiento del Prestige para certificarlo, al final de la travesía caudillista,
pero... En fin, Clonista no quiere recurrir al humor negro, que Azcona tiene la
exclusiva del invento. Y casi a él pertenece ese juego siniestro entre la viuda
de Juan Antonio Bardem y sus cuatro hijos, que desmienten a la madre y dicen
que ni está desahuciada ni en la
miseria, aunque su situación, como la de cientos de miles de españoles, no es
muy boyante, y que ellos se encargan de ella. Le han chafado un poco la columna
a Haro, siempre dispuesto a flagelar a diestro y siniestro, pero no en lo
esencial, claro. Como si la realidad se empeñara en desmentir a los
teorizadores, he ahí, en la contraportada, la guerra del velo llevada en
Francia a las empresas privadas. Según la solución de Gil Calvo, el asunto se
reduciría a una simple intermediación de los asistentes sociales, en su calidad
de representantes del estado del bienestar, pero no parece que las posiciones
de una y otra parte admitan mucha intermediación. ¿Y en esos casos? Clonista
recuerda que anda por medio la religión, y al respecto del presente caso son
las palabras recientes de Wole Sonyinka las que mejor definen la situación:
cualquier espacio que se cede al integrismo es irrecuperable, y le servirá a éste
de palanca para extenderse hacia otros. Clonista, después de tantos movimientos
nacionales como ha tenido que sufrir en este país biedmesco de todos los
demonios, tiene clavada la herida de que aún no se haya conseguido una
auténtica separación entre Iglesia y Estado. Y tiene la impresión de que ese
objetivo político no forma parte de la agenda de quienes pueden suceder al
caudillito, lo ve venir. Cualquier año se mide también por sus necrológicas:
los hay cargaditos, otros no tanto y algunos prescindibles. Iván Illich ha
muerto. Probablemente su nombre vaya asociado al título que le abrió un extraño
camino entre la juventud contestaria de finales de los años 60 y comienzos de
los 70: La sociedad desescolarizada. Clonista,
instintivamente primero, intelectualmente después, ha estado siempre de acuerdo
con la idea de que la institución académica es una instancia represiva y
carcelaria, que es lo que los padres en general desean, y que los alumnos
aprenden contra la escuela, nunca a causa de ella, pero sabe que son mensajes
muy pero que muy políticamente incorrectos. Al fin y al cabo, como bien
sintetiza Reyes Mates en su necrológica, la escuela era para Illich el ídolo de
la religión secular de nuestro tiempo. Y Clonista, como sacerdote descreído de
ese papanatismo, lo sabe perfecta y dolorosamente. Las ayudas públicas
francesas a France Télécom, en la que el estado sigue siendo accionista
mayoritario, ¿no son una burla a la UE, un “yo voy por libre” que se ríe de los
controles para la libre y leal competencia? El FMI, por su parte, el verdadero
poder económico mundial, recomienda a España que suspenda las cláusulas de
revisión de los convenios, gracias a las cuales puede recuperarse el
diferencial con la inflación anual que, como este año 2, por ejemplo, va ser
más que considerable, en esa línea ininterrumpida hacia el fracaso económico,
aunque a los funcionarios públicos no les alcance tan benéfica y justa medida.
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