17-7-02
Segundo día
perdido en el tráfago de circunstancias minúsculas. En este caso ha andado por
medio el robo del móvil y las gestiones que han llevado a Clonista a
esclarecer lo que se presentaba a los demás como un misterio y a él con la
única cara con que lo vio desde el principio a golpe de deducción lógica, la de
la sustracción deliberada. Una chiquillada que ha resultado no ser tal, pues robar
la tarjeta de un móvil significa robar el número de teléfono y toda la
información personal relacionada con él y almacenada en ella. En fin, Clonista
ha tenido que oír de labios del policía que le atendió telefónicamente que
incluso algunos distribuidores autorizados de Movistar manipulan las tarjetas
para permitir utilizarlas, por lo que lo del PIN famoso es un pinengaño del que
se pineríen los latromóviles como se ríen los piratas informáticas de las
claves de seguridad. Clonista ignora cuántas veces puede haber dicho que los
días prensados, a veces, son mellizos casi idénticos, de la escasa variación
que hay de unos a otros, y más aún si algunas noticias tienen un ciclo largo de
presencia publicada. Tal sucederá con la iniciada hace unos días con la
reconquista marroquí de Perejil. El goppierno ha retirado a su embajador, como
represalia por la acción de fuerza mohamediana, pero continúa insistiendo con
firmeza en la necesidad de un acuerdo negociado y diplomático, esto es, en la
urgencia de conversaciones entre los ministros de exteriores de ambos países y,
después, entre los presidentes de gobierno. No es fácil de comprender la
secuencia lógica de esa retirada y esa urgencia, so pena que los diplomáticos
no sean en el fondo sino diplofloreros, que también. Los palestinos y los
israelíes se siguen padeciendo mutuamente y algún día les pasará como al IRA,
cuyos representantes autorizados han pedido perdón por la muerte de civiles
durante sus 30 años de actividad terrorista. Quien no lo pedirá será el
vicepresidente usamericano, Cheney, enriquecido por las prácticas de ficción
contable contra las que ahora su presidente quiere combatir armado hasta los
dientes. ¡Finalmente Pannella podrá dejar su temeraria huelga de hambre! a
juzgar por el acuerdo alcanzado en el Parlamento italiano para resolver la
crisis; acuerdo, todo se ha de decir, forzado por su medida, tan radical como
cabe esperarse de él. Clonista ignora qué cantidad del total constituyen los
500 kilos de dinamita incautada a ETA, pero está convencido de que, traducido
en muertos, son muchas las vidas que se han salvado. Zapatero ha ganado el
debate estadísticamente, y la realidad prensada se apresura a establecer unos
baremos que permitan, en el futuro, tirar de archivo para hacer comparaciones
oportunas: cada cual juega a su juego favorito. Y hacia la actualidad se va Clonista,
para imponerse en lo sucedido a día de
mañana, desde el que ha dado estos dos traspiés hacia el pasado inmediato
pero lejanísimo.
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