lunes, 21 de diciembre de 2015

18-10-02

     Convertida en hábito, una clónica también acaba adquiriendo unas inercias que pueden acabar velándole las realidades que caen bajo su alcance. La realidad prensada induce también a esas visiones mecánicas. Se da por sentado que la portada resume lo esencial de la jornada y a partir de ahí la cadena de sobreentendidos acaba convirtiéndose en un dogal esclavizador. Bush recula, y no cabe duda de que es noticia de primer orden el hecho de que Bush no ataque hasta que los expertos revisen los arsenales iraquíes. ¿Lo es también que el gopnvierno de Ibarretxe se querelle contra GarZón por los autos de éste contra B? ¿Y cómo se entiende que en la misma noticia vascongada, y mediante un simple “por otra parte”, se recoja la desarticulación de infraestructura de ETA? ¿Se quiere decir que son partes de un mismo todo?  ¿Y qué relación hay entre ellas: de subordinación, de coordinación, de contigüidad...? ¡Cómo se complica siempre la realidad cuando se la quiere encerrar en tan poco espacio! Más chocante y anecdótica, a fuer de sintomática, es la rebeldía de Romano Prodi contra el Pacto de Estabilidad, al que califica de “estúpido, rígido e imperfecto.” Se ha abstenido de decir que tenía poca solbencia, pero ganas no le han faltado, desde luego. No se destaca suficientemente, sin embargo, el anuncio usamericano de que Corea del Norte posee armamento nuclear, aunque el factor de desestabilización que ello supone implica que se establezca un “nuevo foco de tensión internacional.”  Acceder a una comprensión suficiente de la realidad no es siempre fácil, y a veces la precipitación de los juicios taxativos tiene su origen en esa carencia de información necesaria. Que la plataforma del no al Tratado de  Niza esté encabezada en Irlanda por la extrema derecha y que dicha campaña suponga el esfuerzo decisivo de esos grupos neonazis para retrasar la articulación política del continente, según interpretación del ministro irlandés de Exteriores, es una visión del referéndum que permite comprender, aunque no justificar, la campaña de bienintencionado amedrentamiento que han sufrido los posibles votantes irlandeses. ¿Cómo encaja aún en la realidad que Israel siga asesinando palestinos, niños incluidos? ¿Qué realidad es esa? ¿Y cuál será la del intrigante y corrupto Menem, el venerador del “maestro de los maestros en el mundo de la política, que fue Juan Domingo Perón”? Por sus maestros los conoceréis, sin duda. Lejos, relativamente –porque declaraciones así pueden acabar llevándolo de nuevo al tormento-, del alcance de la injusticia guineana, un preso político denuncia las torturas a que fue sometido durante su encarcelamiento en las prisiones de exterminio guineanas, así como la ayuda española al dictador, un aval de sus atrocidades. La realidad que no cesa es el flujo migratorio de tan trágicos resultados. El Constitucional le ha dado la razón al PSOE en lo de las comparecencias denegadas en su momento por el PP y sus aliados parlamentarios –incluido, en aquel entonces, el meloso PNV -¿o nadie recuerda el casi babosín acaramelamiento de Cascos y Arzalluz?-, pero no está dispuesto a aceptar que se autoricen ahora. “¿No le han dado la razón? Pues que se quede con ella, pero que no la use”, parece querer decir el goppierno, que va camino de gobernar durante ocho años sin haberla usado nunca, y ahí están, con posibilidades de seguir otros cuatro. Los epíscopos, que son el copón, tienen clara la doctrina tradicional: la homosexualidad tiene un origen educativo. ¡Si lo sabrán ellos! Ahí sí que la voz eclesiástica es una voz autorizada, sin duda. Escondida en los pliegues de la noticia de la reposición de El gran dictador, de Chaplin, Clonista se entera de la recuperación técnica de una película de Hugo Santiago, Invasión, con guión de Borges y Bioy Casares. La nueva película de Woody Allen trae escondida una perla de ingenio parecida a aquel personaje difuminado, borroso, o al propio Zelig: un director que se queda ciego decide disimular su ceguera y continuar el rodaje de su película: toda una metáfora de nuestro tiempo. ¿O no se decía así? Lo que no necesita dicción específica de ninguna clase es la bonita secuencia de breves de agencia en Economía: Despido, despido, beneficios, beneficios, beneficios, pérdidas. La vida misma.

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